Juan 1:35-42. Este es el testimonio de Juan Bautista sobre Jesús

Anuncio
Juan 1:35-42.
Este es el testimonio de Juan Bautista sobre Jesús: "Este es el Cordero de Dios". De ese
testimonio viene la fe, pues la fe viene por el oír la palabra de Dios (Ro. 10:17). El
anuncio de la buena noticia por parte de Juan, hace que Andrés y Juan (el apóstol)
pongan su mirada en Jesús, el autor y consumado de la fe (Heb. 12:2). Cuando Andrés
encuentra a su hermano Simón, da testimonio él también acerca del Señor, y le dice:
"Hemos encontrado al Mesías - que significa Cristo" (es decir, el Elegido de Dios para
salvar). Esta historia nos enseña, en primer lugar, cómo y de dónde proviene la fe: nace
y viene por la palabra. En un tiempo como el nuestro, donde los espíritus fanáticos que
andan por ahí inducen a las personas a depositar su fe en los milagros, el testimonio de
Juan Bautista nos debe servir de advertencia. La fe nace del oír y leer la santa Palabra
de Dios, y por los santos sacramentos del Bautismo y de la Santa Cena. Como el mismo
Padre celestial les reveló a Pedro, Santiago y Juan en otra ocasión, en el monte de la
transfiguración: "Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; A ÉL OÍD"
(Mateo 17:5). En segundo lugar, el relato del evangelista estimula también a compartir
con familiares y amigos la buena noticia de Jesús, esto es, a contar de Jesús, de quién
es él: el Cordero de Dios, el Cristo o Mesías salvador. Los motivos de conversación
suelen ser sobre el clima, el dinero, bienes materiales, necesidades diarias, pero tal vez
estemos dejando de lado la conversación sobre Cristo y su evangelio. Nos
desalentamos por las noticias negativas que hoy nos rodean. Pero si pensáramos y
habláramos en familia más seguido de la buena noticia que es que Cristo pagó por mis
pecados en la dolorosa y tremenda cruz, por su amor sin par, por su verdadero amor
para con los hombres, y por mí en especial, no tendríamos ya nada que temer frente al
diablo, el infierno y la muerte. La fe depositada en Cristo nos hace libres de estas
cadenas y nos torna nuevas criaturas e hijos amados y escogidos de Dios. Hablar de
Cristo es una muy buena noticia, por eso vale la pena. Deja atrás la vergüenza y dá
testimonio con alegría. A.C.
Descargar