JOHANNES VERMEER: LA LUZ EN EL CINE JOAQUIN ROA GOMEZ Johannes Vermeer Van Delft es uno de los pintores holandeses más reconocidos del arte Barroco. La pintura de Vermeer es luz, que se introduce a través de las ventanas y que deja el resto de la estancia en penumbra. Los personajes aparecen tranquilos, en un ambiente de interiores domésticos que relatan escenas de la vida cotidiana de la clase media holandesa de su tiempo. De todo ello se dieron cuenta los directores de cine, y el escenario de los cuadros de Vermeer se configura como hecho a imitar. La conexión del holandés con el cine se concreta también a través de la aplicación de técnicas ópticas a la hora de pintar el cuadro, a lo que habría que añadir esa actitud ya comentada de los protagonistas en clara pose interpretativa. La discusión se ha centrado en la especulación de si el holandés estuvo familiarizado con la ciencia óptica de su época y si utilizó para trabajar un instrumento conocido como cámara oscura. Esta proporciona una imagen bastante precisa de la realidad visible: disminuye la luz y conserva en las cosas la exacta proporción de su forma y colorido. Ello le dota a sus cuadros del aspecto de escenas cinematográficas. Para Jean Claude Rousseau las pinturas de Vermeer producen una sensación de profundidad que posibilita que el motivo se vuelva transparente, que las cosas existan por sí mismas, sin necesidad de ser miradas. Se evita pues destacar la figura o motivo para crear una ilusión de profundidad o perspectiva, y en vez de ello se prima la presencia por encima de la representación. La primera referencia pictórica la encontramos en la película La Kermesse Heroica, que dirigió en 1935 Jacques Freyder, una comedia sobre la presencia española en Flandes. Los fotogramas de la ciudad donde viven los protagonistas están inspirados en dos cuadros de Vermeer: “Vista de Delft” y “Casa de Delft”, cuadros de temática paisajística muy de moda en la época y a los que el autor les atribuye una inteligente simbología. En general toda la película es un homenaje a los pintores holandeses del siglo XVII, pero sobre todo destaca la utilización de una suave luz que se filtra por las ventanas al más puro estilo Vermeer. En 1954 Dalí y Robert Descharnes comenzaron los trabajos para la realización de una película titulada L’Histoire prodigieuse de la Dentelliere et du Rhinoceros o también L’aventure prodigieuse de la Dentelliere et du Rhinoceros. La película, relacionada con el cuadro “La encajera” y los rinocerontes, no llegó a editarse aunque si quedó un crudo de cinco horas de 1 la que se conservan unos 60.000 negativos. Pensada por ambos como la primera película creada mediante el método paranoico-crítico, relacionaba la obsesión de Dalí con el cuadro “La encajera” de Vermeer, y por los rinocerontes. En Los paraguas de Cherbourgo de 1964 del director de cine de la <<Nouvelle Vague>> Jacques Demy, podemos encontrar claras referencias a Vermeer en las escenas de interior. Sin embargo los decorados muy de los años sesenta se presentan como impresionistas e incluso fauvistas, con colores llamativos al principio que van palideciendo según se desarrolla la trama. Demy visualiza toda la historia en términos de cuadros, remitiendo a la pintura flamenca. Observamos un <<tableau vivant>> cuando Geneveuve lee junto a la ventana la carta enviada por Guy, evocando el cuadro de Vermeer “Lectora en azul”, coinciden ambas escenas en que están al lado de la ventana y con el claroscuro tradicional de la época. El plano aéreo de la ciudad de Cherbourgo esta basado en el cuadro del pintor holandés “Vista de Delt”. Ambas secuencias están tomadas desde un punto de vista elevado, con el tiempo nublado, el mar en primer plano y personas en la orilla. 1. Demy crea un <<tableau vivant>> basado en “Lectora en azul”. Rafael Cerrato analiza a lo largo de su obra las influencias de determinados pintores en la obra de Víctor Erice. Este último reconoce haber descubierto la realidad de las relaciones entre la pintura y el cine por medio de Robert Bresson, un artista con experiencia previa como pintor y gran amante del teatro. Víctor Erice comenta: <<la pintura ayuda al cine a liberarse de los artificios literarios y teatrales heredados desde su nacimiento, salvándolo de las fórmulas narrativas y las convenciones dramáticas presentes en los guiones que la industria le ha impuesto tradicionalmente>>. En una de sus primeras películas, Páginas de un libro perdido, capta el transcurrir de la existencia en la sencillez de la vida diaria como hizo Vermeer. 2 Para el film El espíritu de la colmena, del director vasco, rodada en 1973, fue Luís Cuadrado, director de fotografía de Víctor Erice, quien introdujo a éste en el mundo del holandés cuando llegó acompañado de unas ilustraciones de Vermeer explicando que ese era el ambiente que necesita la nueva película, el que le introdujo en el mundo del holandés. La película está marcada por el claroscuro visual y emocional. Sus imágenes plenas de matices parecen utilizar las luces que vemos en cuadros de Rembrandt, Velázquez, Vermeer, Antonio López o Hopper, de los que adopta sus principios estéticos y filosóficos, consiguiendo transmitir una atmósfera creada por las relaciones humanas. El sentido pictórico de sus imágenes viene recalcado por expresiones que califican su cine: <<iluminación pictórica>>, <<la misma claridad misteriosa de un Vermeer>>, <<como sucede también en los cuadros de Vermeer>>, <<terrero común que comparte con la representación pictórica>>. 2. En El espíritu de la colmena la luz que entra por las ventanas esta inspirado en los cuadros de Vermeer. 3. En la foto de Ana se aprecia el claroscuro con una perspectiva que algunos creen digna de un cuadro de Vermeer Un film de claras referencias pictóricas, entremezcladas con la literatura y la música, es Barry Lyndon de Stanley Kubrick, rodada en 1975 con fotografía de John Alcott. Este recurre a la muy famosa iluminación de 3 interiores lograda con velas y luz natural. Para ello utiliza fuentes naturales como los grandes ventanales que dejan entrar la luz por el lado izquierdo a lo que el director de fotografía Néstor Almendros llegó a denominar iluminación tipo Vermeer. Para esta iluminación de los planos interiores se basaron en los cuadros de Wright de Derby, apasionado de los efectos luminosos y del maestro holandés. 4. Stanley Kubrick utiliza en Barry Lindon las ventanas a modo focos de luz a semejanza de Vermeer. En 1977 Claude Goretta graba La encajera, solo en el último plano de la película existe una relación con Vermeer y el cuadro que le da nombre. En la escena, bajo el retrato se sitúa la protagonista con el mismo gesto y postura. En el resto de la película la relación con la obra de Vermeer es prácticamente inexistente y corresponde sobre todo al tono ausente de los personajes. En la película El sur de Víctor Erice, rodada en 1982, para las escenas que se desarrollan en el hogar se emplean técnicas análogas a las usadas por el maestro holandés en cuadros como “La Encajera”: Una mujer cose mientras la luz se filtra iluminando todo su rostro. La concentración y lo cotidiano desplazan a cualquier virtuosismo. En general toda la filmografía del director francés Jean Claude Rousseau se encuentra influenciada por la estética de Johannes Vermeer. La pintura del holandés se puede ver en los efectos de luz ligada a la sensación de atemporalidad. Pero para Rosseau su cine parte de las fuertes relaciones entre Bresson y Vermeer sobre lo cual reflexiona en el articulo sobre el director francés “Bresson, Vermeer”, incluido en la monografía “Robert Bresson”, publicada en enero de 1985. Entretanto Jeune femme à sa fenêtre lisant une leerte rodada en 1983, rinde homenaje a “Muchacha leyendo una carta delante de una ventana” y en general a la pintura de 4 Vermeer en su conjunto, como sugiere la inclusión de “Vistas de Delft” y las referencias cartográficas. 5. Jeune femme à sa fenêtre lisant une lettre rinde homenaje al cuadro “Muchacha leyendo una carta delante de una ventana” (1657). Peter Greenaway intentó reproducir las obras de Vermeer en su película A Zed & Two Noughts (1985; «Una Z y dos ceros»). Vermeer y la pintura holandesa son constantes en las películas del inglés. Sus referencias pictóricas y sus obras en general, como él mismo ha reconocido, deben su inspiración al pintor holandés. Greenaway ve a Vermeer como un protecineasta, que manejaba la luz artificial captada a través de la cámara oscura. Cada película es una especie de pretexto para desarrollar el tema, ya que en la vasta obra de Greenaway siempre está presente esa especie de homenaje en vida a la pintura y a su lenguaje. En el film mencionado es prácticamente la única referencia, utilizando hilarantes <<tableaux vivants>>, como el del artista en su estudio. El pintor holandés está presente en los diálogos mientras los personajes observan sus cuadros. A Alba le regalan por su embarazo una reproducción de “Mujer en azul leyendo una carta”. En otra escena dos hermanos científicos exsiameses se sientan desnudos delante de dos importantes cuadros de Vermmer, “El astrónomo” y “El geógrafo”. 5 6. Dos hermanos científicos se sientan bajo dos cuadros de Vermeer. Uno de los personajes de la película es un medico experto en Vermeer llamado Van Meegeren, cuyo nombre original fue Han Van Meegeren que en realidad fue un pintor y retratista neerlandés y considerado como uno de los más ingeniosos falsificadores de arte del siglo XX. Al principio tuvo una carrera prometedora destrozada por los críticos para luego convertirse en falsificador como despecho. Le vendió falsificaciones a los nazis, y por ello fue acusado de colaborador nazi. Este personaje aparece varias veces en las películas de Greenaway. 7. En Z.O.O. Greenaway recurre a hilarantes <<Tableaux vivants>>. Rodada en 1988 Conspiración de mujeres de Greenaway supone un salto cualitativo en su carrera, como hombre completo que se sirve de todo lo artístico. Ahora lo importante es la fascinación aritmética. En esta película bebe directamente de los lienzos de Vermeer para componer la 6 hermosa plástica de sus imágenes, además aparecen cuadros del mismo en ilustraciones que los personajes observan. En la película All the Vermeers in New York de 1990 dirigida por Jon Jost se menciona a menudo a Vermeer cuando una actriz francesa se encuentra con un agente en el Metropolitan Museum. Anna es esa actriz francesa que es abordada por el agente financiero Gordon en la sala Vermeer de una galería de Nueva York. En El Alumbramiento cortometraje rodado en 2002, episodio del film colectivo Ten minutes older: The trumpet, Víctor Erice utiliza elementos tomados del lenguaje pictórico produciendo efectos como los vistos en los cuadros de Vermeer. Lo cotidiano también está presente como había hecho en El sur. En este caso la alusión es al cuadro “La lechera”. En 2003, el director británico Peter Webber adaptó al cine el libro “La joven de la perla”, escrito por Tracy Chavalier. El tema de una de las obras más conocidas y hermosas de Johannes Vermeer, “Muchacha con perla” (Muchacha con turbante) se convierte en motivo para la realización de esta fina película biográfica y costumbrista del debutante director inglés. Muestra la vida cotidiana de uno de los mayores creadores de la historia de la pintura en la Holanda de la segunda mitad del siglo XVII, y lo hace a través de la peculiar relación que mantuvo con Griet, una joven criada de seductora presencia, dotada con una extraordinaria e intuitiva sensibilidad para la luz y el color, dos de las claves del quehacer del pintor y en las que su maestría es indiscutible. La historia es narrada desde la perspectiva de Griet, una adolescente que debe dejar a su familia para ir a servir a la casa de Vermeer, ubicada en las cercanías del canal de Delft, su ciudad natal. En una de las secuencias más interesantes, un extraño mueble es trasladado al estudio del pintor. Se trata de una cámara oscura, un instrumento que reproduce sobre un plano cualquier imagen tridimensional que se sitúe ante ella. 7 8. El cuadro “Mujer con turbante” es el utilizado para la película de Peter Webber. Fausto de Aleksandr Sokurov sombrío, macabro y goyesco (el de las Pinturas negras y los Caprichos) parece recalcar la particular estética de Sokurov en los que se concibe la imagen como un territorio de éxtasis de fuerte raíz pictórica, con referencias a Vermeer, Teniers y Friedrich o a los retablos de El Bosco. Con esta estética pretende representar los abismos de la condición y el alma humanas. Érase una vez en Anatolia de Nuri Bilge Ceylan rodada en 2011 es la más hipnótica, elegante y divertida de todas sus películas. Inspirado por los personajes de Chejov, por ciertas de sus experiencias (su profesión inicial es la medicina como la de su personaje principal) y por las pinturas de Rembrandt y Vermeer. El film es un absoluto momento de gozo cinéfilo, con ambientación exquisita. 9. Ventanas y velas crean un claroscuro muy de Vermeer en la película Erase una vez en Anatolia. El australiano P. J. Hogan ha rodado actualmente una adaptación de la obra juvenil “El enigma Vermeer”, de Blue Balliett, novela que ha tenido 8 una enorme repercusión en Estados Unidos, y protagonizada por dos muchachos, Petra y Calder, que estudian en un colegio para superdotados. Mientras preparan un trabajo para su profesora preferida, descubren que un famoso cuadro de Vermeer, “Mujer de amarillo escribiendo una carta”, ha sido sustraído de un importante museo. Vermeer se configura como el pintor más referenciado y más admirado por directores de cine y directores de fotografía. Como hemos visto en todas estas referencias, la luz especial que se cuela en las estancias a través de las ventanas, los suelos embaldosados copiados de los holandeses del siglo XVII, subrayan una puesta en escena íntima plenamente cinematográfica. Todo ello y la utilización de la cámara oscura le convierten según palabras de Peter Greeaway en un pintor que maneja la luz natural como la luz artificial del cine, adelantándose tres siglos a esta nueva concepción de la realidad. En este contexto es según Greenaway donde se puede situar al pintor neerlandés como un protocineasta. Para el director inglés Vermeer es: <<manipulador, experto y profético de los dos conceptos esenciales del cine: el momento fugaz de acción, y el drama revelado por la luz>>. 9 _____________________ BIBLIOGRAFIA AUMONT, J. (1997): El ojo interminable. Barcelona. Paidós Ibérica. BARRIENTOS BUENO, M. (2009): Celuloide enmarcado: El pictórico en el cine. Madrid. Quiasmo editorial S.L. retrato BLANKERT, A. 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