VERMEER CENTRUM DELFT, HOLANDA Además

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VERMEER CENTRUM DELFT, HOLANDA
Uno de los máximos representantes de la Época de Oro holandesa es Johannes Vermeer (1632-1675).
Catalogadas dentro del barroco, sus obras destacan por un manejo de la luz que pocos artistas han conseguido, por ello no es de extrañar que aún sigan deslumbrando al mundo.
A
demás de ostentar la
‘paternidad’ de la Delfts
blauw -la típica cerámica holandesa pintada a mano en
colores blanco y azul-, la ciudad de Delft sobresale en el
mapa por haber sido cuna de
Johannes Vermeer, a quien
le bastaron 45 lienzos para
convertirse en uno de los
pintores favoritos de todos
los tiempos.
Dada la brevedad de su
legado artístico, sus cuadros
se encuentran distribuidos
en diversos museos del mundo -siete permanecen en recintos neerlandeses; no es
posible ver los originales reunidos en un mismo lugar.
Así, el Vermeer Centrum
-inaugurado en 2008 por iniciativa de la Fundación Vermeer en Delft- ofrece al público la invaluable oportunidad de contemplar reproducciones en tamaño original de las 37 pinturas que
sobreviven, realizadas con
una calidad extraordinaria,
dando la ilusión de estar ante las auténticas creaciones.
Indudablemente la más buscada es la denominada ‘Mona Lisa holandesa’: La joven
con el arete de perla (1665), aunque también son aclamados
La lechera (1658-1661) y Vista
de Delft (1660-1661).
Otro atractivo del lugar
es el primer piso de la construcción, el cual luce decorado como el taller de Vermeer.
Ahí, los visitantes tienen
permitido probar la cámara
oscura, a través de la cual es
posible visualizar la perspectiva de luz y color que utilizaba Johannes.
Cortesía Vermeer Centrum
Cortesía Vermeer Centrum
La lechera, 1658-1661.
En el segundo nivel se organizan exposiciones temporales,
como la reciente Mensajes de amor de Vermeer
Vermeer, que ha sorprendido a un sinfín de amantes del
arte, pues resalta la presencia en
muchas pinturas de Vermeer de
símbolos relativos a este sentimiento, ‘ocultos’ para el ojo con-
Cortesía Vermeer Centrum
temporáneo pero evidentes para la sociedad de aquélla época.
Si alguna vez se ha sentido cautivado por la luminosidad legada por La esfinge de Delft -llamado así por el estudioso holandés Thoré Bürger- considere ir a conocer el Vermeer Centrum,
y de paso recorra su ciudad de origen.
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