Persia - Museo Nacional de las Culturas

CEDULARIO DE SALA PERMANENTE: PERSIA
PI
El imperio persa
Los persas se establecieron al este de Mesopotamia y los Montes
Zagros, en el territorio del actual Irán, desde el primer milenio a. C.
Cuando el rey persa Ciro II derrocó al rey de los medos, Astiages, en
550 a. C., se emprendió la formación del imperio más poderoso del
antiguo Oriente Medio. En poco más de una década, Ciro dominó
Media, Lidia, Asiria y Babilonia. Sus sucesores se encargaron de
expandir el imperio persa desde el río Indo hasta el mar Egeo.
Ciro conservó la organización de los pueblos conquistados, su
religión y sus costumbres. Esta política impulsó las relaciones
culturales entre ellos, en especial con los griegos. Éstos ocuparon
cargos importantes en la administración persa y, además,
participaron en la construcción de Persépolis y en la decoración de
los palacios de Susa. Por su parte, algunos persas se asentaron en
Atenas donde entraron en contacto con la filosofía griega.
Macedonia, al norte de Grecia, también fue parte del imperio persa.
Ahí nació Alejandro Magno quien derrocó al soberano persa en 330
a. C. y anexó sus posesiones a un nuevo imperio. La política de
Alejandro mantuvo el intercambio cultural que los persas iniciaron
en la región. Los conocimientos de las antiguas ciudades de
Mesopotamia, el Levante y Egipto fueron asimilados por los griegos
e incorporados en la llamada cultura occidental.
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PT1
Las guerras greco-persas (490-480 y 479 a.C.)
Los griegos, desde los confines del imperio, llamaban a los persas
medos, nombre de uno de los pueblos que integraba el vasto
imperio, es por ello que las guerras que sostuvieron fueron
bautizadas por el historiador Herodoto como guerras médicas.
En 499 a.C. las ciudades griegas se revelaron contra Persia, fueron
derrotadas no sin antes destruir la capital de Lidia, símbolo del
poderío el rey Darío quién indignado envió emisarios a Grecia
reclamando sumisión; Atenas y Esparta respondieron matando a los
heraldos, Darío envió entonces sus tropas destruyendo la ciudad de
Eretria, pero fue derrotado por los atenienses en la batalla de
Maratón. En 479 a.C., Jerjes, hijo de Darío, avanzó sobre Grecia con
un ejército y una flota aun mas grandes, Atenas fue ocupada y los
templos de la Acrópolis devastados, sin embargo las ciudades
aledañas derrotaron a los persas en las batallas de Salamina y Platea.
Esta derrota fue un breve inconveniente para la historia del imperio
persa que continuó siendo el salvaguarda de los asentamientos entre
las ciudades griegas, representando una fuerza política y económica
ineludible. El imperio recibió refugiados griegos, el gran demócrata
y general Temístocles, que combatió al frente de los ejércitos,
terminó sus días como un caballero acaudalado bajo la protección
del soberano persa Artajerjes I. En 401 a.C., 10,000 griegos sirvieron
como mercenarios siguiendo a Ciro en la campaña contra Artajerjes
II.
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PT2
Consecuencias del enfrentamiento: Grecia y la construcción de
“occidente”
La victoria griega superó cualquier pronóstico, “el milagro griego”
provocó que los valores atenienses de libertad e igualdad fueran
presentados como la cusa de la victoria, la democracia justificaba la
derrota sobre la tiranía. En este proceso, la proyección de los persas
como “bárbaros” fue conveniente para que las normas griegas
pudieran establecerse, incluso para conservar el griego ante el
inminente avance del persa como lengua regional.
A partir de estas batallas, los griegos del siglo V a.C., forjaron una
“ideología de la diferencia”; haciendo uso de la retórica oficial de
Atenas y de obras teatrales, se representaba a los persas como cojos,
ebrios, débiles, afeminados y desenfrenados. Este concepto de “la
civilización sobre la barbarie” se consolidó y permaneció bien
implantado en buena parte de Europa y sin duda empaña hasta
nuestros días nuestra visión sobre la historia y cultura del oriente
medio.
Tradicionalmente Grecia aparece en nuestros libros como el origen
de la “cultura occidental”, sin embargo, en las últimas décadas esto
ha cambiado gracias al trabajo arqueológico y una nueva lectura de
los textos griegos y de las tablillas persas, que claramente
contradicen lo dicho por los griegos. El imperio se presenta como
altamente eficiente y no represivo; en los textos oficiales los persas
tienen el mismo anhelo de justicia, valor y piedad que los griegos.
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PO1
Relieve de un lancero de la guardia real
c.521-485 a.C. Imperio Aqueménida, reinado de Darío I.
Cerámica moldeada, modelada y esmaltada.
Réplica. Original en el Museo del Louvre, París Francia.
Este relieve formaba parte de un friso con una procesión de
athanatoi “los inmortales”. Fueron una fuerza de élite en las
llamadas guerras médicas. El personaje porta lanza, arco, carcaj y
una lujosa túnica. El friso estaba ubicado en la sala de audiencias de
uno de los palacios de Susa, una de las capitales del Imperio Persa
Aqueménida.
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PO2
Relieve de un toro alado
c.521-485 a.C. Imperio Aqueménida, reinado de Darío I.
Cerámica moldeada, modelada y esmaltada.
Réplica. Original en el Museo del Louvre, París Francia.
La figura del toro fue recurrente en el arte del antiguo Irán, deriva de
los toros alados con cabezas humanas de los palacios asirios y de la
decoración de la Puerta de Ishtar, construida en Babilonia un siglo
antes. Recubierto por un lujoso manto, simboliza poder, protección,
defensa y la fuerza constructora del Imperio Persa Aqueménida.
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PO3
Relieve de Ahura Mazda y esfinges aladas
c.521-485 a.C. Imperio Aqueménida, reinado de Darío I.
Cerámica moldeada, modelada y esmaltada.
Réplica. Original en el Museo del Louvre, París Francia.
Las esfinges eran deidades guardianas y personificaciones del rey.
Son leones alados con cabeza humana y orejas de toro, con aretes
similares a los que utilizaban los arqueros. El tocado cilíndrico con
tres cuernos es símbolo de su naturaleza divina. El disco solar alado,
en la parte superior, representa a Ahura Mazda, deidad de los
persas.
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PO4
Cilindro del rey Ciro II
c.539 a.C. Imperio Aqueménida, reinado de Ciro II.
Cerámica modelada e inscrita.
Réplica. Original en el Museo Británico, Londres Reino Unido.
Este edicto se colocó en los cimientos de la muralla de Babilonia; tras
su conquista por Ciro II. El texto cuneiforme narra como el gobierno
persa permitió el culto a los dioses locales y el regreso de las
personas desplazadas por guerra. Sus referencias a un gobierno justo
y pacífico, son consideradas como la primera declaración de
derechos humanos.
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PO5
Oinochoe y lucerna con motivos orientales
c. 628-550 a.C. período arcaico.
Cerámica moldeada, modelada y pintada.
Réplicas. Originales en el Museo Británico, Londres Reino Unido y
el Museo Arqueológico de Atenas, Grecia.
La forma de diversos recipientes griegos se originó en Persia, de
igual manera, muchos productos helenos llegaron al corazón del
imperio aqueménida. Durante el llamado período “orientalizante”
motivos como el león, la gacela y el rosetón se plasmaron en la
cerámica. Estos motivos siguen presentes en la iconografía persa
hasta el día de hoy.
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PO6
Alabastrón con esfinges y cántaro con escena de procesión de
carros de guerra
c.700-550 a.C. período arcaico.
Cerámica moldeada, modelada y pintada.
Réplicas. Originales en el Museo Arqueológico Nacional de
Atenas, Grecia.
La península de Anatolia fue una zona de contacto entre griegos y
persas. Fue un importante centro comercial en donde elementos
chipriotas, fenicios, egipcios y asirios se aglutinaron con elementos
aqueménidas. Tradiciones locales emergieron con un estilo griego e
iconografía persa. Tal es el caso de las representaciones de esfinges y
rosetones de estas piezas.
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PO7
Ánfora de cuello con escena del héroe Aquiles matando a la reina
Pentesilea.
c.540-530 a.C. período arcaico.
Cerámica moldeada, modelada y pintada.
Réplica. Original en el Museo Británico, Londres Reino Unido.
El guerrero Aquiles, uno de los principales protagonistas de la Ilíada, fue el
modelo de héroe para griegos y romanos. La escena lo muestra dando
muerte a Pentesilea, reina de las amazonas, que combatió en nombre de
Troya. La lucha épica entre estos dos personajes míticos refleja la rivalidad
bélica y mercantil que existió entre las potencias del Mediterráneo oriental y
occidental.
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