La Cañada de los Dinamos, el Área Natural Protegida “Lomas de Padierna” (Cerro del Judío) así como los bosques del Ejido de San Nicolás Totolapan y de la Comunidad de San Bernabé Ocotepec enfrentan un sostenido proceso de degradación de sus recursos naturales. El área contigua a la zona urbana se encuentra seriamente amenazada y ha ido perdiendo gradualmente los ecosistemas que facilitan la recarga y su lugar ha sido ocupado por asentamientos humanos irregulares. De igual forma, el crecimiento poblacional y de viviendas, asentadas muchas veces en condiciones de alto riesgo en los taludes de las barrancas, aunado a la falta de conciencia ambiental ciudadana y a la aplicación deficiente del marco legal ambiental vigente en el D.F (Ley de Justicia Cívica, Ley Ambiental, Ley de Desarrollo Urbano, Reglamento de Construcciones, Código Penal, etc.) ha generado la proliferación de tiraderos clandestinos de basura, cascajo y toda clase de residuos sólidos y líquidos, incluso peligrosos, en las calles y en las barrancas de La Magdalena Contreras. Iglesias represent Centros culturale Ecoturismo La casi inexistente red delegacional de drenaje pluvial y la inoperante red de colectores marginales construidos entre 1975 y 1995 en el lecho de las barrancas, las ha convertido en drenajes de aguas negras a cielo abierto. Esto ha generado la degradación del agua, suelo y aire en toda la zona urbana de la demarcación con el consecuente impacto en la salud de la población, y el incremento del riesgo de infiltrarse hacia el manto acuífero de la Ciudad de México, contaminar del agua que consume la ciudadanía y generar intoxicaciones y enfermedades infecciosas. Los tiraderos en barrancas, así como la basura y las aguas negras que escurren hacia ellas de las calles y viviendas, atrofian la circulación natural de los cauces causando estancamientos y malos olores que aceleran la degradación del ecosistema y provocan focos de infección que afectan a la población contrerense en general. Por consiguiente, de continuar el desarrollo de nuevos asentamientos irregulares sobre el suelo de conservación, (que conlleva el robo de servicios como la energía eléctrica y el agua) y seguir extendiéndose la apertura de caminos y senderos para introducir materiales de construcción, el costo ambiental, ecológico y socioeconómico que tendremos que pagar los habitantes de la Delegación y de la Ciudad, será cada vez más alto. Por todo ello, si se quieren conservar los beneficios ambientales que el suelo de conservación de la delegación genera a la ciudad, es importante darle a los terrenos situados en dicha clasificación del suelo, un valor de uso superior y mas atractivo al de su valor de venta. La alternativa para La Magdalena Contreras, es el aprovechamiento de los terrenos con actividades productivas sustentables como el turismo alternativo sustentable o ecoturismo, las cuales deben ir acompañadas necesariamente con recursos adicionales, que deberá cubrir la ciudadanía beneficiaria de los servicios ambientales que le brinda el suelo de conservación. Las transferencias de recursos económicos de los habitantes de la ciudad a los campesinos dueños del suelo de conservación, deben dirigirse a quienes participen en las tareas de vigilancia, protección, restauración o aprovechamiento sustentable de los ecosistemas y del agua captada en dicho suelo. En otras palabras, “debemos pagar a los campesinos por sembrar el agua que la ciudad cosecha”. No obstante que el suelo de conservación se creó con el objeto de proteger los recursos naturales estratégicos (bosques, agua, etc.), en la actualidad ha adquirido una dimensión recreativa cada vez mayor. Con el paso del tiempo, y ante la escasa oferta de oportunidades de empleo en la demarcación, la vinculación entre el suelo de conservación de la Magdalena Contreras y el ecoturismo han resultado ser una actividad importante para el desarrollo económico sustentable de las comunidades y ejidos, así como para los habitantes del área rural y el suelo de conservación. El resarcimiento de dichos daños ambientales requiere la acción decidida de los tres niveles de gobierno, de la participación de inversionistas privados, del desarrollo de proyectos de investigación, de la observación crítica y participativa de la ciudadanía, así como la colaboración y cooperación de organismos ambientales internacionales. Plazas Cívicas Murales Esculturas Ecología