El libro fue desarrollado en 2011, generando espacios para el encuentro y la convivencia. Fue financiado por el FNDR 2011, junto al Departamento de Cultura de la municipalidad, dirigentes y vecinos, se logra finalmente instalar clubes sociales en los cuatro territorios de la comuna PASADO RURAL Barrancas y Pudahuel constituían un caserío rural en época de crecimiento de Santiago a Valparaíso, estaba habitado por inquilinos de hacienda. A este territorio llegan migrantes de todo el país, en su mayoría mineros salitreros luego de la crisis del salitre en 1930, chillanejos y sureños en general sin casa y desempleados tras el terremoto de 1939 y posteriormente el de 1960, así mismo ocurrió una migración importante de mapuches (quienes incorporan, por ejemplo, el deporte del palín), pluralidad de habitantes que no estuvo exenta de conflictos de convivencia. Los puntos de encuentro son fundamentales desde un inicio en la constitución de este territorio, importancia a través de las décadas tienen los clubes deportivos, que comienzan en el siglo XX, con importante presencia de la chueca. Quintas de Recreo, Clubes Sociales y deportivos, canchas de fútbol, ferias libres, fiestas locales, el matadero, paseos, cines y plazas son recuerdos constantes de los pobladores de Lo Prado, además de las inmensas lagunas y chacras cultivables que existían en el lugar. Remontando más al pasado, en 1872 Benjamín Vicuña toma medidas para remodelar Santiago. Ocurre la canalización del Mapocho, se crean nuevas calles y construcciones que buscan imitar los aires europeos, buscando a su vez erradicar las prácticas de recreación propias del pueblo santiaguino, tales como carnavales, chinganas y fondas. En 1868 se inaugura la Parroquia de San Luis Beltrán, punto de reunión más importante de la zona, alrededor se fueron instalando pequeños caseríos de paja y adobe. En 1897 Barrancas es oficialmente fundada como comuna, con dos subdelegaciones correspondientes a Pudahuel y Mapocho. En 1915 Quinta normal pasa a ser una comuna autónoma, parcelación entre la comuna de Barrancas y la de Maipú. Barrancas asume una forma más definida a inicios del siglo XX, marcada por la llegada del ferrocarril de San Pablo a Blanqueado en 1907 y la inauguración del ferrocarril a vapor de Yungay a Barrancas en 1913, lo que produce una parcial mejora en su aislamiento histórico. Las viviendas, muy precarias, comienzan a establecerse como nuevas poblaciones bajo un loteo por lo general problemático e irregular. I. Contratiempos y dificultades El desarrollo comunal se veía impedido por la escasez de servicios básicos. En un patente abandono por parte del gobierno, son habituales los desbordes de las acequias, grandes barrizales o calles que oficiaban como depósito de basura comunal. Esta situación hizo temprano eco en la forma de organización que se adoptó para denunciar las carencias y conseguir mejoramiento del entorno. Hacia 1913 los vecinos alzan sus voces para pedir alumbrado eléctrico, pavimentación, ferrocarril y un matadero. PRIMERA PARTE "Todo se hizo con el esfuerzo de la gente" En la década del '30 Barrancas junto a San Miguel y Ñuñoa son las comunas receptoras de santiaguinos migrantes que se trasladan desde el centro hacia los márgenes de la ciudad en búsqueda de una solución a su problema habitacional. La profunda crisis económica producto del cierre de las salitreras del norte y el encarecimiento de los arriendos habrían atraído miles de desempleados a ocupar las nuevas posibilidades que presentaba la zona. Los nuevos pobladores de Barrancas se congregan en torno a la Unión de Poblaciones y al Block de las Barrancas, con el fin de solicitar los adelantos necesarios, como posta, pavimentación y agua potable. A partir de 1935 hasta 1943 comenzaron a erigirse, en los 600 sitios concebidos, una serie de viviendas autoconstruidas por los más de 7000 obreros que allí se asientan. Las casas inicialmente fueron precarias, levantadas con material ligero, tabiquería y en el mejor de los casos, ladrillos. El primero de los sitios era generalmente ambio y cada hogar tenía una pequeña chacra donde cultivaban lo necesario para el consumo familiar.. La población continuaba aún rodeada por extensos fundos, chacras y potreros, donde ocasionalmente se emplearon sus residentes. Los habitantes de la Población Lautaro han sido reconocidos por su temprana organización y la probidad de sus dirigentes. En el periódico local la voz de las Barrancas se da cuenta ampliamente de la lucha mancomunada que libraron en pos de la urbanización y la limpieza. El deporte era una diversión importante y frecuente en la población. Era un sitio de encuentro, articulación y sociabilidad de los habitantes, canchas de futbol o clubes de boxeo. La Unión Lautaro fue uno de los primeros equipos de futbol y uno de los mas emblemáticos, contiendas con el Club Arturo Prat eran frecuentes. Diversiones: fiestas renombradas por los comités de adelanto, estas reunían en torno a las demandas de mejoras básicas en alcantarillado y pavimentación Existían construcciones precarias y casi improvisadas, los biógrafos constituyeron un espacio privilegiado de entretenimiento y contacto con la cultura de masas. Los más recordados son el Maipo (San Pablo con José Joaquín Pérez) y Diana (de San Pablo con Las Rejas). La Población Lautaro fue construida con el inmenso afán de sus habitantes, quienes tempranamente se aglutinaron en torno a blocks y comités. Hacia 1948 proceso de loteo en Punta de Lo Prado, lugar que pasaría a llamarse Villa Blanqueado. Allí se ofertaron terrenos, no se exigieron muchas veces los títulos de propiedades Los vecinos de la población Anexa Lautaro (sic) fueron victimas también de estas irregularidades, evidenciando las falencias del sistema de acceso a la vivienda. Trabajaron por la urbanización y el agua potable denunciando firmemente a loteadores por estas carencias. Este dramático conflicto que aquejó a trabajadores y obreros de barrancas se materializo en la población jardín lo prado en 1952. ultimo terreno de la comuna subdividido como loteo. Mucha estafa de los loteadores, desconocimiento de los compradores del proceso de venta, siendo muchas veces al azar, la única esperanza de adquirir una propiedad. Eran frecuentes los "loteos brujos" ocurridos en la formación de las poblaciones Lautaro, Anexa Lautaro, Blanqueado y Jardín Lo Prado. Algunas familias se vieron obligadas a habitar cuevas y hoyos. Los pobladores del sector norte del actual lo prado se organizaron pronta y activamente en el reclamo de carencias y también para generar espacios de recreación y encuentro. Club deportivo Barrancas, Unión Blanqueado, Club de Rayuela Los Defensores Independiente y el club deportivo jardín lo prado, conjugándose con la célebre quinta El Torito de Clarisa Sandoval (matriarca de la familia Parra) el Parrón y las clásicas picadas aun en funcionamiento como La Colo Colo, de 1953 y Curicó en 1967 SEGUNDA PARTE El sueño de toda una vida Las villas son una modalidad de habitación muy diferente a las adquiridas vía loteo, CORVI o tomas de terrenos. En ellas residen generalmente empleados de una determinada empresa, quienes obtienen sus casas mediante una cooperativa, situadas en espacio completamente urbanizado con todos los servicios básicos en funcionamiento. Los casos de Parque Alameda, Villa Ecuador y Villa Kennedy Conjunto Habitacional Parque Residencial Alameda, construcción en 1962. Se radicaron empleados ferroviarios, quienes adquirieron sus viviendas en el sector suroriente de la actual comuna de Lo Prado. Villa Ecuador, 1967, trabajadores gráficos de distintos periódicos, acceso a servicios básicos no estuvo libre de obstáculos. "Nos cortaban el agua en el día, salíamos a tomarnos las calles que iban al aeropuerto y así logramos el agua". Sumado a esto, la comuna continuaba todavía lejos del centro y, entre otras cosas, había solo dos almacenes en la villa y existían muchas demoras en el transporte público. Existía, por otro lado, un temor constante entre los pobladores a la toma de sus viviendas. Villa Kennedy, 1966, desplegada por las cooperativas Agesa, Davis y LAN Chile, encauzadas por la fundación INVICA . Los trabajadores de LAN tuvieron el rol más significativo, en tanto fueron ellos quienes poblaron mayoritariamente la villa. Hacia 1970 las casas estaban terminadas, pero no el complejo habitacional. Estando por entonces muchos funcionarios dueños de casas fuera de Chile y quedando sus inmuebles desocupados, organizaciones de choferes de autobuses protagonizaron la toma de viviendas. Se organizaban y hacían turnos. Se devaluó el precio para los propietarios, existieron muchos proyectos truncados, como la construcción de una piscina, por ejemplo. INVICA se desentiende de la toma, entonces toma la cartera vencida de las viviendas y se las pasa al Estado. Desde entonces la Villa parece escindida, debiendo cohabitar forzosamente en ella tanto tomadores como los legítimos propietarios. Convivencia no siempre armoniosa pero, de todas maneras, la fractura de la comunidad fue diluyéndose. Uno de esos lugares de encuentro fue El Cambión, restorán fundado en 1971, cuya fama excede los lindes comunales. Estas construcciones no solucionaron del todo los conflictos de coexistencia, la distancia respecto de sus lugares de trabajo y la carencia de urbanización. TERCERA PARTE "Después postule a la casita y me dieron el subsidio" 1964, bajo el gobierno de Eduardo Frei Montalva, la CORVI implemento la Operación Sitio consistente en "la entrega de sitios urbanizados, una instalación sanitaria mínima y mediaguas u otro tipo de vivienda económica a familias de escasos recursos y en extrema necesidad de habitación". Contexto critico de vivienda intensificado entre los años 47-52, materializándose en la proliferación de callampas y campamentos. 1960, Barrancas tenía 78.402 habitantes, organizados en distintas instancias. Por las falencias del proyecto como falta de equipamiento básico, segregación de áreas asignadas, entre otras, el programa fue rebautizado por los pobladores como "Operación Tiza" La población María Luisa Bombal fue asignada vía cuotas CORVI, con sitios de lo que en ese entonces era la población Pudahuel. Diversos partidos políticos organizaron comités, existía preponderancia de la Democracia Cristiana. Unos como autoconstrucción, otros vía autónoma y algunos en forma de departamentos, dieron a vida a estas dos poblaciones de la actual comuna de Lo Prado. Si bien los sitios de la población Manuel Rodríguez fueron asignados en 1968, su acondicionamiento demoró un par de meses hasta hacerlos habitables. Se entregaron documentos de propiedad sin existir avances de urbanización. No existía alcantarillado, servicio de agua potable y luz eléctrica, por lo que cada habitante tuvo que construir sus propios baños y levantar sus casas con el material que estuviera disponible. La población Pudahuel tuvo su origen en circunstancias similares a las que vieron nacer la población Manuel Rodríguez. Vía cuotas CORVI y mediante operación sitio, fueron asignados cerca de 2000 sitios desde 1966 en adelante, ellos significo levantar viviendas en medio de un terreno sin ninguno atisbo de urbanización, debiendo los vecinos construir sistemas de alcantarilladlo, levantas escuelas y conseguir electricidad. Hasta entonces, los hogares eran iluminados con chonchones y velas, mientras que el agua se conseguía en los pilones y grifos comunes. Durante el gobierno de Salvador Allende se concreto la edificación de casas de ladrillos como originalmente proponía el proyecto implementándose en 1972 el servicio de luz eléctrica para cada una de las casas. A medida que se instalaban constructoras y se entregaban nuevas viviendas, las chacras y la apariencia rural fue desapareciendo, dando lugar a un paisaje mas urbanizado. Con el correr del tiempo, las luchas compartidas devinieron en la necesidad de agruparse en torno a otras instancias. Remembradas son las pascuas celebradas en las calles y las onces colectivas, además de la creación de los clubes deportivos Godfrey Stevens y club deportivo Unión Municipal Santiago. CUARTA PARTE Sitio o muerte venceremos Tomas y formación de campamentos Che Guevara y Bernardo O'Higgins 70-73 Expresión critica en Barrancas del déficit de habitación que se experimenta en todo el país. Pobladores de distintas zonas de Santiago se congregan en diversos tipos de organización, Comités de adelanto y luego, los Sin Casa, son hitos reconocidos en una articulación de larga data que decanto en las tomas de terreno en el sector de la Legua Nueva en 1947 y La Victoria en 57. La Unidad Popular se propuso realizar la mayor hazaña en la historia de la vivienda popular, iniciar la construcción en 1971 de 79250 viviendas (Mario Garcés). Esta proyección fue combinada con planes de ahorro popular, operación invierno y trabajos voluntarios. La Victoria en 1957, precedente, significativo ciclo de tomas de terreno que no se detendría hasta 1973. En la actual comuna de lo prado existieron dos amplias tomas de terreno: el campamento Che Guevara en agosto de 1970 y el campamento Bernardo O'Higgins. En los dos se erigieron centros provisorios de educación, salud, defensa y tribunales populares, los cuales fueron puliéndose hasta adquirir un carácter permanente Expropiación de la chacra Santa Anita, comandado por las juventudes socialistas y el Ejercito de Liberación Nacional, tendrá como resultado el alzamiento del campamento Che Guevara en el sector nororiente. Allende se presenta allí en varias ocasiones claves y de gran visibilidad, sector de gran relevancia a nivel nacional. Gente proveniente del sector de Serrano, Quinta Normal y de la población Violeta Parra, son recogidas en distintas micros en dirección a la toma. El terreno donde se instalan era propiedad de Margarita Del Cantro, estaba por entonces abandonado y en condiciones de total improductividad. Testimonio: "cuando nosotros llegamos hicimos una especie de iglú como de indio, con frazadas, de a poco compraron materiales." Todos los pobladores que participaron de la toma debían estar inscritos en una libreta de ahorro, con previo pago de determinadas cuotas. Durante el levantamiento del campamento se habilitó la atención de salud con la ayuda de médicos voluntarios, grupos de guardia del campamento, además de una significativa experiencia de educación popular. "Eran micros adaptadas a una sala de clases y funcionarios desde abril del año 71 hasta septiembre 73. Hoy es el colegio Ciudad de Caracas". Campamento Che Guevara ¡Presente! y Sitio muerte ¡Venceremos! Campamento Bernardo O'Higgins se funda tras la toma de agosto de 1970. Comandados por el dirigente Juan Araya, los pobladores fueron trasladados en distintas micros hacia la zona del fundo expropiado. Todo estaba cohesionado con la campaña de Allende. Con mucha antelación, se organizaron 13 comités Sin Casa en distintos lugares de Santiago, los inscritos tenían que tener cierta cantidad de cuotas CORVI pagadas (en ambas poblaciones). Las carpas fueron las primeras viviendas, el lugar albergaba cerca de 2000 familias, luego se organizaron por el agua, la cocina e iluminación. Es interesante destacar que en ambas experiencias se acondicionaron buses como aulas, con objeto de educar de forma autónoma y voluntaria, a los niños del departamento. Se constata in situ una organización disciplinada, lo que les permitió compartir las tareas y resolver la carencia de servicios básicos. Todo ello se combinaba con la firme solidaridad que sostenía los campamentos, erigidos con el afán inquebrantable de "conquistar la vivienda y no vivir de limosna". QUINTA PARTE Con el advenimiento del golpe militar mueren instancias locales y espontáneas de encuentro, juntas de vecinos y clubes deportivos son cooptados por la nueva institución, muchas veces las directivas son designadas por la dictadura. Barrancas es re nombrado como "Pudahuel" en 1975. La situación en las poblaciones se precariza. En la Villa Kennedy LAN realiza una reducción importante de personal, la cesantía crece y la mayoría de los pobladores se veía obligado a trabajar en el PEM (Programa de Empleo Mínimo) y POJH (Programa Ocupacional de Jefes de Hogar). Los sueldos eran bajos. Las Villas Santa Anita, Lautaro y Manuel Rodríguez tuvieron experiencias traumáticas con la represión. Mucha gente fue detenida y desaparecida, algunos pobladores vuelven y no quieren participar en nada, se hace presente el resentimiento a los vecinos y otros síntomas de quiebre del tejido social, en gran parte, además, por el fenómeno de los delatores, "sapos", el cual fue común y se conocía quiénes eran. Las iglesias de en ese entonces fueron fundamentales en la recomposición de los lazos. La Parroquia San Gabriel fue núcleo articulador entre pobladores, a comienzos de la década de los 80 tiene su punto culmine en las protestas callejeras y paro comunal de 1984. No se logró mantener en el tiempo esta articulación. CAPITULO IV PARA MI LO PRADO ES LA VIDA Lo Prado es fundada bajo decreto con fuerza de ley en 1981, con segmentos de Maipú, Quinta Normal y Pudahuel. Su municipio comienza a operar en 1984. Los pobladores observan un cambio en el fuerte tejido social que existió en otro momento, "ahora la gente se metió en sus casas, les importa un comino el que sufre o el que necesita ayuda. Se olvidaron de la lucha que dimos". También existe una conciencia de las modificaciones espaciales en la comuna, recuerdos de la calle San Pablo como un paseo lleno de vida, con bares, discotecas, peluquerías y feria. A pesar de estas dificultades, la identidad lopradina aun continúa existiendo.