La joya jónica del Acrópolis, el Erecteion Redacción Travelview Eclipsado por la fama del Partenón, el Erecteión se levanta muy cerca de él en la colina de la Acrópolis. Mucho mejor conservado, este templo es uno de los mejores ejemplos jónicos que podemos encontrar. Toda una obra maestra que estaba dedicada a tres dioses: Atenea Polias, Poseidón y Hefesto, y al rey mítico de Atenas, Erecteo, al cual debe su nombre, y que fue asesinado por Poseidón y enterrado aquí. Quizá uno de los mayores logros de este templo es su adaptación al terreno. El Erecteion fue concebido para albergar en un solo edificio varios santuarios contiguos. Su arquitecto (posiblemente Mnesicles) se vio obligado a organizar la planta del templo integrando los distintos cuerpos, en planos diferentes debido al desnivel que existe en esta parte de la Acrópolis. Además, el terreno elegido para emplazar el Erecteion era utilizado por los atenienses para llevar a cabo los cultos más antiguos de la ciudad y el arquitecto tuvo que respetar estos espacios a conciencia. El santuario principal del templo estaba dedicado a Atenea Polias, mientras que la segunda estancia estaba destinada al culto a Poseidón. Desde aquí se podía acceder al pequeño santuario de Erecteo, que también se comunicaba con los santuarios del héroe Butes y de Hefesto. Desde el santuario de Erecteo también se llegaba al pórtico de las famosas Cariátides, columnas con forma femenina que embellecían y daban cobijo a las escaleras que llevan a la cripta de los primeros reyes atenienses. Este pórtico está formado por seis columnas que son copias de las originales, cinco de las cuales se encuentran en el Museo de la Acrópolis y una sexta está en el British Museum de Londres. En el recinto exterior se puede ver el olivo sagrado plantado por Atenea en el lugar en el que Poseidón dejó tres marcas con su tridente.