Ide@s CONCYTEG 10(126): Diciembre, 2015 ISSN: 2007-2716 Modelo de gestión del conocimiento académico y de investigación para las IPES mexicanas Las acciones de crear, compartir y aplicar conocimientos permiten diseñar decisiones más racionales, flexibles y con mayor contraste de ideas, todo lo cual favorece el diseño de las decisiones estratégicas (Rodrı́guez-Ponce, 2005; Pedraja-Rejas, Rodrı́guez-Ponce y Rodrı́guez-Ponce 2006b, citados en Rodrı́guez-Ponce, 2007). Más aún, el acto de compartir conocimiento entre el equipo de alta dirección conllevará a decisiones que generen mayor compromiso de los participantes en su implementación (Cool, 1998; Kim y Maugborne, 1998). Sánchez (2005) considera a la administración del conocimiento como una herramienta para representar de forma simplificada, resumida, simbólica y esquemática este fenómeno; delimitar alguna de sus dimensiones; permitir una visión aproximada; describir procesos y estructuras, orientar estrategias; aportar datos importantes. El objetivo de la administración del conocimiento es aprovechar de forma óptima los conocimientos existentes, desarrollando y transformando los mismos en nuevos productos, procesos y campos de actividad económica (Machorro et al., 2009); ası́ como el soporte de la creación, transferencia y aplicación del conocimiento organizacional (Alavi y Leidner, 2001). Los principios fundamentales de la administración del conocimiento, según Davenport y Prusak (1988) son: • El conocimiento se origina y reside en la mente de las personas. • Compartir conocimiento requiere confianza. • La tecnologı́a permite nuevas conductas de conocimiento. • Se debe proponer y premiar el hecho de compartir conocimiento. • El respaldo del personal directivo es fundamental. • Las iniciativas deben comenzar con un programa piloto. • Se necesitan mediciones cuantitativas y cualitativas para evaluar la iniciativa. • El conocimiento es creativo y hay que promover su desarrollo en forma inusual. Pedraja-Rejas, Rodrı́guez-Ponce y Rodrı́guez-Ponce (2006a ), como se citó en Rodrı́guez-Ponce (2007), afirman que la administración del conocimiento conduce al diseño e implementación de la estrategia, es decir, a la consecución de la ventaja competitiva en las organizaciones. La administración del conocimiento puede ser empleada en distintos tipos de organizaciones y es principalmente exitosa en aquellas en las cuales los diferentes niveles tienen un aporte significativo a la empresa, en donde las comunicaciones laterales son importantes (Hedlund, 1994, como se citó en Rodrı́guez-Ponce, et al., 2010). Para la organización, la participación de conocimiento que se está capturando, organizando, volviendo a usar y transfiriendo se basa en la experiencia que reside dentro de la organización y haciendo el conocimiento disponible a otros en el negocio (Bhirud, Rodrı́guez, y Desai, 2005). Entre las ventajas de la administración del conocimiento están principalmente que abre, hasta cierto punto, una puerta de acceso al conocimiento organizacional y, por ende, al mundo de una nueva organización mucho más dinámica en el que las nuevas tecnologı́as de la información y la comunicación se presentan como la alternativa viable y menos costosa para el almacenamiento y uso de la información, 32