El Directivo Eficaz Según William J. Reddin ()

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El directivo eficaz según William J. Reddin
Anotaciones y sugerencias*
Francisco Segrelles
El “conócete a ti mismo” traducido en saber mis puntos fuertes y débiles para potenciar los
primeros y transformar los segundos, ha sido un principio que ha inspirado mi vida personal y
profesional. Uno de quienes ha contribuido a profundizar en él ha sido Alejandro Serralde,
Presidente de la firma Reddin Consultants.
Corrían los primeros años de los 80 cuando le conocí y no dudé en invitarle al GREF a que
nos presentara las teorías del profesor Reddin, a quien ya conocía por su libro “Efectividad
gerencial” que había editado en México la conocida editorial Diana que tantos libros
empresariales ingleses y norteamericanos nos había traducido. Efectivamente, teníamos
muy cerca una reunión que celebramos en la Residencia que para los empleados tienen el
Banco de España en Cercedilla.
Allí nos expuso una síntesis de la teoría de la efectividad de Reddin, y nos pasó un
cuestionario llamado “Diagnóstico de la efectividad gerencial”, satisfaciendo de esta manera
esa preocupación que todos tenemos por conocernos un poco más, conocer nuestro estilo
de gestión y dirección, y poder orientar así nuestro futuro, introduciendo si son necesarios,
los oportunos ajustes. Conservo el resultado y confieso haberlo seguido y haber introducido
varios ajustes en mis 15 años de responsable de diferentes aspectos del área de Recursos
Humanos.
Ahora me encuentro de nuevo con este buen amigo que me da la triste noticia del reciente
fallecimiento del doctor Reddin y la grata de su deseo de introducirse en España, para lo cual
le ofrezco mi ayuda y colaboración.
Recordemos a William J. Reddin brevemente: mentor del grupo que lleva su nombre y que
se ha extendido por numerosos países. Ha escrito libros traducidos a más de 10 idiomas,
entre los cuales destaca el ya mencionado “Efectividad gerencial”; ha diseñado unos 40
instrumentos de Desarrollo Gerencial y diagnosticado el estilo gerencial de más de 160,000
gerentes.
Merece párrafo aparte su decisión adoptada poco antes de su fallecimiento de crear lo que
llamó Instituto de Investigación de la Efectividad, centro en el que se volcarán los resultados
de las investigaciones llevadas a cabo por las empresas del Grupo más las que lleve a cabo el
propio Instituto, lo que se espera sea un apoyo doctrinal fundamental en la evolución de sus
teorías. Reddin después de analizar los estudios llevados a cabo en las Universidades de
Ohio, Michigan y Harvard, llega a la conclusión de que los elementos decisivos del estilo del
directivo son la orientación a la tarea y la orientación a las relaciones.
Orientaciones
Las define así: Orientación hacia la tarea (OT), que es el grado en el que un gerente dirige sus
propios esfuerzos y los de sus subordinados caracterizados por iniciar, organizar y dirigir.
Orientación hacia las relaciones (OR), es el grado en el que un gerente tiene relaciones
personales en su tarea, caracterizado por escuchar, confiar y estimular.
Según domine o falte alguno de estos elementos, surgen los cuatro estilos básicos:
separado, relacionado, dedicado e integrado. Según la mayor o menor efectividad los estilos
básicos se amplían a ocho según la tabla de abajo. Pero no existe un estilo ideal. El mejor
estilo está en utilizar aquel que la situación aconseja, o dicho en otros términos, aquel que
se adecua a la situación; y como esta adecuación se traduce en efectividad, estilo adecuado
y estilo efectivo son la misma cosa.
Los ocho estilos gerenciales
Cuando se le usa inapropia
damente y por lo tanto
menos efectivamente
Estilo básico
Cuando se le usa apropiadamente y por lo tanto
más efectivamente
DESERTOR
SEPARADO
BURÓCRATA
MISIONERO
RELACIONADO
PROMOTOR
INTEGRADO
EJECUTIVO
DE TRANSACCIÓN
AUTÓCRATA
DEDICADO
AUTÓCRATA BENÉVOLO
Ahora bien, el estilo gerencial no puede ser definido simplemente con referencia al
comportamiento. “Cuando se hace una evaluación del estilo gerencial, dos cosas deben ser
tomadas en cuenta: una es el comportamiento que se usa expresado en términos de OT y
OR, y la otra son las demandas de la situación en que se usa”. Consecuencia lógica de lo que
acabamos de decir es la existencia de dos cualidades fundamentales del directivo; el saber
percibir la situación y saber interpretarla y adaptar el estilo a la situación percibida, es decir
ser flexible.
Pero la idea de situación es tan amplia que es necesario subdividirla en pequeños elementos
que se pueden observar independientemente uno de otro. La teoría 3D subdivide la
situación en cinco elementos que son: “organización” que se le denomina a veces cultura,
clima, valores; “tecnología” que se refiere al modo en que se realiza una tarea y los
conceptos “superior”, “colaboradores” y “subordinados” que se usan en el sentido
generalmente aceptado. Como es natural, sus seguidores están profundizando en ellas, por
ejemplo, el mismo Alejandro Serralde lo hace en su libro “Liderazgo para el futuro”.
*Publicado en: Noticias de la red Bancaria,
No.23, octubre 1999, Madrid, España, pág. 32.
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