madas camisas de antrenos y a veces con larvas vivas, que caían

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DE HISTORIA NATURAL
madas camisas de antrenos y a veces con larvas vivas, que caían con
disgusto suyo, de estos hermosos palacios de rica tapicería, al ser apuñalados sin compasión por un naturalista que tenía órdenes severas de exterminarlos, l'ero el daño ya estaba hecho y los remiendos serán prolijos
y difíciles en extremo.
Estudiemos ahora la bionomía de estas larvas de los museos.
El coleóptero podría aún tolerarse en las colecciones, pues se alimenta
del polen de las flores, pero de ningún modo su larva dañina.
Las larvas al nacer son tan pequeñitas, alargadas y deprimidas, que
les es muy fácil penetrar por las hendeduras más finas de las cajas, aunque a primera vista parezca que están muy bien cerradas. Ellas son muy
amantes de la oscuridad y del reposo que reina en estos cementerios naturalistas llamados museos, y la luz y el menor golpe las alarma y salen
de los sarcófagos y corren a esconderse debajo de las etiquetas o de
la turba del fondo de la tumba de cristal.
A veces acontece que los insectos pinchados ya llevan los maléficos
huevos, y entonces la ruina de aquella caja es segura.
Son inconfundibles estas larvas de Antrenos. que no cabe confundirlas con las rojizas de las Attágenos, que dan origen a coleópteros. Estas
larvas de Antrenos están provistas de vellosidades grises con pelos erectos y la parte post-abdominal remata con un mechón de cerdas, que pueden distenderse, al ser molestados, en forma de estrellas (fig. i ) .
Al coleóptero los ingleses le llaman «The carpet beetle», escarabajo
de las alfombras, porque sus larvas atacan toda materia orgánica, animal
o vegetal. Iguales perjuicios que el Anthrenus muscorum pueden ocasionar a las colecciones de animales v plantas, otras especies de Derméstidos, como Anthrenus pimpinellac, A. scrophulariae, A. verbasci, nombres típicos que aluden a las plantas que frecuentan los adultos insectos
para alimentarse de sus flores. Muestran-predilección por las inflorescencias de las umbelíferas y compositáceas.
Cuando se le vea sobre una margarita podremos apreciar que su cuerpo es ovalado por el dorso y plano por el vientre, de patitas cortas y retráctiles, y si intentamos atraparlos, observaremos que fingen estar muertos y se dejarán caer al pie de la planta, o se quedan quietos hasta que
pase el peligro.
Otro derméstido perjudicial a las colecciones es el Trogoderma versicolor, cuyo nombre genérico significa roedor de piel (gr. trogein-derma
= roer piel).
Acerca de estos insectos quiero reproducir un humorístico e instructivo diálogo que se lee en la página 38 de la Vida del P. Navas. «En éstas,
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