Notas; Escuelas socráticas Tras la condena y muerte de Sócrates en -399, sus discípulos abandonaron Atenas y algunos de ellos fundaron escuelas filosóficas en otras ciudades. Estas escuelas toman como punto de partida algún aspecto del pensamiento de Sócrates y, a partir de ahí, desarrollan filosofías bien distintas. El fundador de la escuela cirenaica es Aristipo de Cirene. Los cirenaicos sostenían que la felicidad es la tranquilidad que se obtiene por el autodominio, pero entendían el autodominio como la administración de los placeres (utilizar las circunstancias para conseguir el placer, sin dejarse dominar por el deseo de obtenerlo). El fin de la conducta moral consiste en buscar sensaciones agradables, que proporcionen placer (hedonismo). Ahora bien, la razón, –y en esto consiste la influencia socrática- debe guiarnos en la elección de los placeres. Esta doctrina junto al rechazo de algunos convencionalismos hace de los cirenaicos un precedente del epicureismo helenístico. La escuela cínica fue fundada por Antístenes, y su más importante representante fue Diógenes. Su lugar de reunión era el Gimnasio Cinosargo por lo que se los llamó "Perros", apodo cuyo uso se justificaba también por la forma de vida errante y el desapego por los bienes materiales de los miembros de la escuela. Los cínicos despreciaban los bienes materiales, los placeres, las pasiones, las normas sociales y los lazos nacionales. Afirmaban que las costumbres, las creencias religiosas y las leyes se hallaban en oposición a la Naturaleza. Veían a la civilización como algo artificial y antinatural. Consideraban como virtud auténtica el vivir conforme a la Naturaleza, con autarquía y autosuficiencia. Practicaban la no satisfacción de los apetitos artificiales o culturales y el dominio de los naturales. Euclides, -discípulo de Sócrates- regresó a su ciudad y fundó la escuela de Megara, en la que trató de conjugar las tesis eleáticas de Parménides y Zenón con la ética socrática. Por su raíz socrática, buscaban la verdad (entendida como el bien), más allá de lo inmediatamente presente. Combinando ambas fuentes, identificaron el bien (Sócrates) con lo uno e inmóvil-SER- y lo denominaron "Dios", "sabiduría" o "entendimiento". Para ellos, el ser inmóvil del que hablaba Parménides no era sino el bien del que hablaba Sócrates. De este modo las ideas de Sócrates adquirieron un marcado carácter metafísico. Los megáricos eran maestros de la "erística" (arte de discutir). Tenían un especial gusto por las paradojas y las sutilezas lógicas, y las dominaban con virtuosismo. Su pensamiento influirá más tarde en la filosofía estoica de la etapa helenística. IES La Orden Departamento de Filosofía