PRIMER DÍA INTERNACIONAL DE LA FILOSOFÍA A partir del 21 de noviembre de 2002, la Asociación Filosófica de México, empezó una importante tradición que ha tiene como sede a diversas instituciones. La primera celebración del “Día Internacional de la filosofía” tuvo lugar en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. El segundo día se celebró, en 2003, en la Rectoría General de la Universidad Autónoma Metropolitana, Universidad en donde también se llevó a cabo una videoconferencia organizada por la representación de la UNESCO en México y que permitió la comunicación simultánea a representantes situados en Paris, Montevideo, Buenos Aires y Ciudad de México. Aquí se recogen las dos primeras intervenciones de Gabriel Vargas Lozano, como Presidente de la Asociación Filosófica de México. El día de hoy, 21 de noviembre, la UNESCO, ha decidido instituir, a partir de una proposición de la Federación Internacional de Sociedades de Filosofía, un día, dedicado a la celebración de nuestra disciplina.. Esta decisión tiene el objetivo de destacar, ante la comunidad internacional, el significado y función que ha tenido en su historia y tiene en la actualidad, nuestra disciplina, en la reflexión en torno a los grandes problemas que afectan a la humanidad. Como hemos sido informados, cincuenta países están efectuando, en estos momentos, actividades en esta dirección y en nuestro país, diversas Universidades realizarán también conferencias y mesas redondas en respuesta a la invitación que les ha hecho nuestra Asociación. La fecha elegida ha sido la del nacimiento de Sócrates en 479 antes de JC. Sócrates es una figura emblemática del filósofo y de su actividad. Para Sócrates, el conocimiento es requisito necesario para la virtud; el diálogo, la forma propia de acceso a una representación común; la ética, una forma de vida irrenunciable; la ironía, una manera de observar al mundo y a sí mismo y la amistad, un valor fundamental. Desde que se inicia esta forma de reflexión en Grecia, con importantes antecedentes en Oriente, hasta la actualidad, la filosofía ha ampliado, profundizado y enriquecido, extraordinariamente, su ámbito de acción; ha desarrollado múltiples ramas y modos de cultivarla y ha descubierto nuevos núcleos problemáticos. A lo largo de esta aventura del pensamiento, podemos encontrarla proponiendo nuevas concepciones ontológicas; realizando valoraciones de los más diversos problemas; inaugurando caminos para la imaginación por medio de las utopías; planteando concepciones sobre lo que podría ser una sociedad justa; colocándose al servicio de la precisión conceptual; dando lugar a disciplinas para la reflexión sobre la ciencia, la técnica, la cultura o la filosofía misma; integrando diversos dominios del conocimiento para generar grandes preguntas pero también importantes respuestas a los dilemas planteados por cada época. A veces, la filosofía se parece al análisis científico y otras al texto literario. Pero mas allá de esto, no existe ninguna disciplina, como la filosofía, que nos permita tener una mayor conciencia del mundo en que vivimos o que nos proporcione los elementos necesarios para realizar su crítica. Es por ello que el motor de la filosofía es el desacuerdo; la discrepancia; la inconformidad pero siempre a partir de razones que expresan también los valores sostenidos. 2 En los actuales momentos, vivimos una situación de crisis. Existe una profunda contradicción entre los avances extraordinarios de la ciencia y la técnica y la desigualdad y la injusticia globales. Es por ello que pareciera que no nos hubiéramos movido más allá del dilema de Rousseau quien decía en El Contrato Social: “El hombre ha nacido libre y sin embargo, vive en todas partes entre cadenas. El mismo que se considera amo, no deja por eso de ser menos esclavo que los demás. ¿Cómo se ha operado esta transformación? Lo ignoro. ¿Qué puede imprimirle el sello de legitimidad? Creo poder resolver esta cuestión”. Hoy se sabe por qué se han producido las transformaciones sociales pero la humanidad no ha podido resolver la contradicción entre desarrollo científico-técnico y moral y el optimismo roussoniano ha sido substituido por una creciente incertidumbre sobre el futuro. La humanidad vive hoy amenazada por la confrontación terrible entre los fundamentalismos; y el diálogo democrático o el derecho internacional se encuentran cuestionados. Es por ello que requerimos nuevas concepciones de justicia; nuevas respuestas a los dilemas éticos; nuevas reflexiones que nos permitan salir de este atolladero de la historia. En suma, respuestas creativas y originales que tomen a su cargo la problemática universal pero también y en la misma medida, nuestra propia problemática cultural. La filosofía tiene en nuestro país, una rica tradición que arranca desde el mundo indígena y que, en el último siglo, ha ganado en densidad e importancia. Por tanto, está en mejores condiciones que en otras épocas, para afrontar los grandes desafíos de nuestro tiempo. Por último, quiero agradecer en forma muy particular al Dr. Juan Ramón de la Fuente, Rector de la UNAM; al Dr. Luis Mier y Terán Casanueva, Rector General de la UAM, al Dr. Ambrosio Velasco, Director de la Facultad de Filosofía y Letras; a la Dra. Olga Elizabeth Hansberg, Coordinadora de Humanidades; a la Dra. Paulette Dieterlen, directora del Instituto de Investigaciones Filosóficas; al Lic. Fernando Escalante, director de Radio UNAM, que ha dedicado, en una acción sin precedentes que mucho apreciamos, ocho horas de su programación a la conmemoración de este día coordinada por el Lic. Arturo Saucedo. De igual manera, deseo agradecer la colaboración de los ex-presidentes, la asistencia de los invitados especiales y al equipo de jóvenes estudiantes (mujeres en su gran mayoría, si se me permite decirlo) que con mucho entusiasmo, han colaborado en la organización de este acto. Esperamos que a partir de ahora se organicen, en forma anual, otras actividades para que todos podamos contribuir a este esfuerzo de mostrar el significado pero sobre todo, la necesidad, del enfoque filosófico.