Alfredo Ferro, SJ: CPAL una experiencia de Compañía universal

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Alfredo Ferro, SJ: CPAL una experiencia de Compañía universal siempre
cambiante.
El P. Alfredo Ferro, jesuita colombiano, deja la Coordinación del Sector Social de
América Latina y nos cuenta su experiencia de seis años en la CPAL como Delegado
de ese sector. Estas son sus palabras:
«Muchos jesuitas y colaboradores nuestros se preguntarán que hace un delegado y
coordinador de sector y más específicamente del sector social de la Compañía de
Jesús en América Latina - CPAL. Para comenzar, diría que no es fácil responder a esa
pregunta, pues el cargo tal como está hoy es relativamente nuevo, además, de que
es una de esas misiones que nos da la Compañía, sin que nos explique muy bien de
qué se trata. Como podrán imaginarlo, es algo que en el camino te lo tienes que ir
inventando. Lo que sabía al llegar al Brasil para asumir esa función a comienzos del
2008, luego de la CG35, era que los provinciales de América Latina estaban
preocupados por el sector social y querían que alguien de tiempo completo -que era
algo nuevo en dicho cargo-, desde el equipo ejecutivo y residente de la CPAL con
sede en Rio de Janeiro, pudiera animar, acompañar y dinamizar el sector.
Al iniciar la tarea que se me había encomendado, me encontré, de un lado, con el
recorrido de tres redes: las de migrantes (SJM) y refugiados (SJR) y la del apostolado
indígena, que funcionaban antes de que se creara propiamente la CPAL y de otro
lado, con una iniciativa de trabajo con los Centros Sociales a partir de los programas
de formación política y ciudadana, que había iniciado Jorge Julio Mejía SJ, anterior
coordinador y delegado del sector social de la CPAL.
Cualquier acción de animación o coordinación en ámbitos o espacios interprovinciales
o supra-provinciales, naturalmente debía tener el aval de los provinciales y del
presidente de la CPAL. De ese modo, contando con ellos y con el apoyo de los
coordinadores de las redes, de los coordinadores o asistentes sociales de las
provincias y de los directores de los centros sociales, pude ir entrando en contacto
con muchos jesuitas y no jesuitas en las comunidades, obras y redes presentes en
las diversas provincias del continente. Ese contacto vivo y personal, se convirtió en
la experiencia más valiosa. Para mí, fue la posibilidad de: conocer un mundo variado
y diverso; abrir horizontes insospechados desde nuestras posibilidades como cuerpo;
descubrir la realidad cruda de la Compañía desde un sector específico; reconocer
nuestras fortalezas y debilidades; valorar la riqueza del servicio que le préstamos a
los más pobres y excluidos, identificar nuestra institucionalidad; asumir el gran vacío
que tenemos hoy en día por nuestra dispersión; identificar los grandes retos que nos
plantea una realidad siempre cambiante; insistir en la necesidad y en la importancia
de articularnos entre nosotros; impulsar algunas iniciativas comunes, tener la
posibilidad de ofrecer y aportar una mirada desde fuera con una visión más global y
en síntesis, sentir en carne propia, lo que significa en lo concreto, la dimensión
universal de la Compañía de Jesús.
La posibilidad de participar en Roma todos los años del encuentro de los
coordinadores sociales de las Conferencias y del contacto con el Secretariado de
Justicia social y ecología, me abrió también el horizonte en relación a la respuesta
que estamos dando como sector social y en general como Compañía de Jesús a los
grandes problemas y retos de la humanidad y a la forma como nos estamos
organizando internamente para enfrentarlos aunque sea de manera muy tímida.
Cuantos retos y que poco estamos haciendo o estamos incidiendo a favor de los más
desvalidos o de los grandes problemas de la humanidad, sabiendo que lo podemos
hacer de manera más contundente. Esto, es algo que nos debe cuestionar hoy.
Tenemos una enorme dificultad de tomar conciencia de nuestra propia potencialidad
y tenemos una gran incapacidad para articularnos como deberíamos hacerlo, tanto
entre nosotros mismos, como con otros. Estoy cada vez más convencido, de la
necesidad que tenemos de soñar en grande, de hacer sinergias entre nuestras obras
desde los diversos sectores y con otros actores, pensando más en el bien común y
menos en cómo vamos a mantener o hacer crecer nuestras obras. En el fondo, es un
llamado a la conversión, para dejar de continuar mirándonos nuestro propio ombligo.
Haciendo parte del equipo ejecutivo de la CPAL y de la comunidad que teníamos en
Rio de Janeiro de la cual fui el superior, también tuve la posibilidad de participar en
las Asambleas de los Provinciales, -claro está, que sin voz y sin voto-. Por ello mismo,
sumergido en esa dinámica continental, viví una experiencia de encuentro, de
fraternidad, de amigos en el Señor, de celebración, de compañeros en dispersión
discurriendo por el continente, de búsqueda común en torno a la misión, de
intercambio intersectorial e interprovincial, de consolidación del cuerpo, de avances
en la reconfiguración de las provincias y de lo que posiblemente centró más nuestras
energías como CPAL, en lo que fue la formulación del Proyecto Apostólico Común PAC, que busca ante todo, ser la hoja de ruta de nuestra misión actual en América
Latina y el Caribe.
Punto alto de la dinámica del sector social en estos últimos años que tuve la
oportunidad de acompañar, fueron los ENCUENTROS ANUALES, los cuales, ya se
venían realizando ininterrumpidamente desde el año 1992. Este espacio que
compartimos también junto con las Asambleas de la Red de los centros sociales, nos
permitió a todas y todos los que participamos, conocernos mejor, acompañar la
dinámica de las redes del sector, crecer en identidad, descubrir nuestra fragilidad,
hacer un plan mínimo de acción común, celebrar y rezar juntos, compartir con
nuestros aliados de las redes del sector de educación: Fe y Alegría, AUSJAL o FLACSI
y con otras entidades amigas de la cooperación internacional, y sobretodo,
reencontrarnos en nuestra opción por los más pobres, lo que de ninguna manera
podemos perder y que es algo que claramente nos identifica como sector.
Como novedad en estos seis años, podría destacar algunos logros: a) La creación y
desarrollo de una Red de los Centros sociales con sus programas, que poco a poco
nos fue abriendo espacios de encuentro y búsquedas comunes en temas y
problemáticas que son centrales en el sector social; b) La configuración de la Red
Jesuitas a Migrantes que vincula y agrupa el trabajo con migrantes, desplazados y
refugiados en nuestro continente y su estructuración en subregiones; c) La
constitución de una incipiente Red de ecología en América Latina donde esperamos
avanzar de manera articulada a partir de intereses concretos; d) Las alianzas que
iniciamos con otros sectores y redes principalmente del sector educativo, con el fin
de desarrollar proyectos comunes; e) Las páginas web del sector social y de ecología
que pretenden ser un espacio de información, intercambio y sinergia entre nosotros;
f) El apoyo a iniciativas de incidencia política a nivel nacional, continental y universal;
g) El seguimiento cercano a la ejecución de la primera prioridad del PAC de la opción
por los más pobres, excluidos y más vulnerables; y por último, h) El servicio de
asesorías prestado a diversos estamentos.
Una de las experiencias más valiosas durante este periodo en que intenté animar y
dinamizar el sector social en América Latina y el Caribe, fue la posibilidad que tuve
de conocer la problemática y la realidad del pueblo Haitiano y de acompañar y
asesorar la dinámica apostólica de los jesuitas en este sufrido país, después del
terremoto a través de mi participación en el Comité interprovincial de apoyo a Haití
- CIJH.
Fueron años vitales de una gran riqueza. Doy gracias a Dios por todo lo que he vivido
y después de seis años, entrego el cargo, la responsabilidad y la misión a Roberto
Jaramillo SJ, compatriota, que viene de estar más de 15 años en la Amazonia
Brasileña y que residirá en Lima junto con el equipo de la CPAL. Asumo desde febrero
una nueva misión como es la de la coordinación del proyecto pan-amazónico de la
CPAL, iniciativa, que requeriría otro artículo para Noticias de la Provincia.»
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