La imagen del Cristo de las Misericordias de Guillena, conocida

Anuncio
-La imagen conocida popularmente como ‘Cristo del Cementerio’ es una obra de
mediados del siglo XVI. Fue repuesta al culto esta pasada Semana Santa
La imagen del Cristo de las Misericordias de Guillena, conocida popularmente
como ‘Cristo del Cementerio’, ha sido sometida a una profunda restauración,
desarrollada entre los meses de noviembre y abril, reponiéndose al culto la
pasada Semana Santa, saliendo en procesión el Domingo de Ramos.
Con motivo de estos trabajos de restauración, la parroquia Ntra. Sra. de la
Granada de Guillena, ha editado una monografía que lleva por título "El Cristo
de la Misericordias. Proceso de investigación, conservación y restauración del
crucificado renacentista de la parroquia de Guillena" que servirá para dar a
conocer los trabajos realizados.
La publicación será presentada este próximo jueves 29 de mayo a las 21:00
horas en la parroquia de Guillena, coincidiendo con la conferencia sobre la
restauración que impartirán los propios autores del libro: el conservadorrestaurador licenciado en Bellas Artes, Benjamín Domínguez Gómez, y Juan
Antonio Silva Fernández, doctor en Historia del Arte, encargado de la
investigación histórica. El primero de ellos, responsable de la empresa sevillana
GESTIONARTE S. L. U. ha sido el encargado de ejecutar el proceso de
conservación restauración, que ha hecho posible que la imagen luzca de nuevo
en perfecto estado de conservación en el presbiterio del templo.
El Cristo de las Misericordias es un interesante crucificado de autor anónimo,
realizado a mediados del siglo XVI que, según la documentación histórica
estudiada, pudo haber sido el primitivo titular de la Hermandad de la Santa
Caridad, Misericordia y Vera Cruz, fundada en 1560. La efigie, que permaneció
en la capilla del camposanto municipal entre 1863 y 1932/36 (de ahí el
sobrenombre de “Cristo del Cementerio”), había llegado a nuestros días en un
lamentable estado de conservación, en el que se encontraba al menos desde
1925.
La parroquia ha financiado la totalidad de esta intervención mediante fondos y
donativos propios. Esta iniciativa, liderada el párroco de Guillena, Fernando
Emilio Borrego Ojeda, es una apuesta por la investigación, la conservación y la
difusión, y ha conseguido poner en valor no sólo la obra de arte -sin lugar a
dudas la escultura más antigua del pueblo que ha llegado a nuestros días-, sino
también la historia de la misma y su función catequética y devocional, perdida
con el transcurso de los siglos.
Características de la imagen
La imagen está realizada en madera, directamente sobre el tronco sin ahuecar,
teniendo unas dimensiones menores del natural (1,20 metros). Se presenta en
la actualidad sobre una cruz arbórea, con numerosos nudos e INRI en la parte
superior, si bien parece pudiera no haber sido la primigenia por diferentes
evidencias que revela la propia escultura.
El estado de conservación de la imagen era bastante deficiente, algo que ya
denunciaba el profesor José Hernández Díaz en la década de los cincuenta del
pasado siglo XX cuando, en la Guía Artística de Sevilla y su provincia, donde
ponía de manifiesto el interés de la pieza y su "lamentable estado de
conservación". De hecho, tenía mutilados todos los dedos de las manos y los
correspondientes al pie izquierdo; observándose numerosas lagunas de
preparación y policromía sobre la imagen, así como un barnizado alterado y
oscurecido que ocultaba el cromatismo real del crucificado.
Para su estudio, previo al inicio de la intervención, se llevaron a cabo pruebas
radiológicas, fotografías con luz ultravioleta, así como el estudio físico-químico
de una serie de muestras (tanto de madera como de policromía) que ayudaron
a reconstruir la historia material de la obra.
En paralelo,se ha ido realizando una investigación histórica en el archivo
parroquial, en el de la Hermandad de la Vera Cruz de Guillena, así como en otras
fuentes de interés.
Descargar