ELEMENTOS DESTACABLES PARA UNA CORRECTA VALORACIÓN DE LA IGLESIA DE SAN SALVADOR DE MORO FOTO: CARLOS BELTRÁN. El uso primitivo Pese al estado de deterioro en que se encuentra esta iglesia de San Salvador, para los vecinos nunca ha pasado a considerarse una ruina. Aunque con una menor frecuencia que si la nave estuviera techada, la iglesia ha ido manteniendo su uso primitivo como tal: En ella se celebran liturgias en las fechas señaladas del año, e incluso funerales o bautizos, y los vecinos se acercan para acicalarla con mimo en la fiesta de Todos los Santos. Algunas personas han querido enterrarse en Moru y celebrar su funeral entre estas cuatro paredes sin techo. Este es un valor a poner de manifiesto, porque durante los setenta años que esta nave románica lleva sin techumbre, no ha estado en situación de abandono: se mantuvo cuidada y atendida, y los parroquianos en ningún momento han perdido la esperanza de verla levantada. Después de tanto tiempo, lo natural hubiera sido conformarse y abandonar, pero durante todos estos años diferentes personas se han ido acercando, primero a los responsables de la Diputación Provincial y después a los responsables de Patrimonio del Principado, siempre con la misma exigencia: no dejar esta iglesia acabar de caer. Una muestra de la perseverancia vecinal está en la constitución de la Asociación Cultural Iglesia Moru, que cuenta con más de 100 socios entre vecinos y foráneos, pues muchas son las personas interesadas por el futuro de San Salvador. La vivencia Otro elemento importante es la vivencia de la iglesia entre los vecinos: Es frecuente escuchar historias sobre el día en que se quemó, el pavor que provocaban las ignoradas imágenes apareciendo como seres de otro mundo al desprenderse la cal por el calor de las llamas; el intento infructuoso en bajar las campanas y llevarlas a fundir; las largas distancias recorridas a pie con los cadáveres de los difuntos que quisieron enterrarse aquí, en su parroquia. Es preciso escuchar el disfrute que proporciona a las personas que conocieron esta iglesia en su esplendor describir cómo era antes de que se quemara. El estado de la iglesia preocupa, no sólo como patrimonio histórico en peligro, sino como un bien que pertenece al pueblo, que constituye su orgullo. El entorno El entorno de Moru es muy singular, en una zona elevada en el centro geográfico de la parroquia, un promontorio solitario de gran calidad medioambiental y paisajística, que conserva prácticamente el mismo aspecto que tenía cuando la iglesia fue edificada. La presencia del mar al fondo, y de las estribaciones de la sierra del Cuera, hacen de Moru un lugar de una belleza especial, que impacta por su magia en las personas que lo visitan. Esta cuestión es un elemento que destacan los expertos que valoran la iglesia. La protección del entorno ha de hacerse efectiva antes de que se deteriore este marco incomparable. Turismo Ribadesella constituye un lugar turístico fundamentalmente por sus paisajes y por la Cueva de Tito Bustillo. Son muchas las personas que hoy disfrutan de un turismo cultural que se puede potenciar con la restauración de esta iglesia románica. El hecho de ser la parroquia de la abuela de doña Letizia Ortiz, Princesa de Asturias, (Sardéu es uno de los nueve pueblos de la parroquia de Moru), genera el interés de muchas personas, como ocurre con todas las cuestiones relativas a la Casa Real Española. Los apoyos institucionales en el tiempo Hasta el año 2009 en que la DG de patrimonio concedió una importante subvención a la Asociación que permitió la restauración de las pinturas del muro sur, esta iglesia no había recibido ningún apoyo de ninguna entidad desde que se quemó, exceptuando dos pequeñas ayudas autonómicas en los años 1954 y 1993. La Asociación intenta conseguir financiación privada para que, junto a las ayudas públicas, se pueda por fin finalizar la restauración de las pinturas en riesgo, pues en estos momentos la situación es límite, como indica el informe de doña Natalia Díaz-Ordóñez (Ver informe histórico). Los cascotes del techo se están desprendiendo arrastrando con ellos la pintura, y la cantidad de organismos biológicos se están alimentando de los colores, haciendo palidecer las pinturas cada vez más.