Investigaciones Europeas de Díreccíén y Economía de la Empresa Vol. 9, N° 1,2003, pp. 67-84. ISSN: 1135-2523 GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO EN EQUIPOS DE TRABAJO: FACTORES FAVORECEDORES Zárraga Oberty, c. García Falcón, J.M. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria RESUMEN En el entorno de competencia actual, las empresas necesitan gestionar su conocimiento para lograr ventajas competitivas. Diversidad de aportaciones de la literatura indican que el foro más adecuado para la gestión de tal recurso son los equipos de trabajo, pero ¿de qué condiciones o características deberán gozar estos equipos para ser verdaderos centros de gestión del conocimiento? En este artículo intentamos dar respuesta a esta pregunta planteando un esquema teórico -basado en las aportaciones de la literatura- de factores que favorecen el proceso en los equipos y testando empíricamente la validez del mismo. Con los datos recogidos en una muestra de 363 individuos pertenecientes a 12 grandes empresas situadas en España (en su mayoría multinacionales), analizamos la influencia real de los factores encontrados. Como conclusión obtenemos un esquema de factores determinantes en orden de importancia relativa, distinguiendo, además, entre aquellos que favorecen con mayor intensidad la creación de conocimiento y aquellos más apropiados para instigar la transferencia e integración del mismo. PALABRAS CLAVE: Gestión de conocimiento, Equipos de trabajo, Comunidad de práctica, Contexto organizativo compartido, Masa acumulada de conocimiento. ABSTRACT In today's competitive environment, cornpanies need to manage their knowledge in order to achieve competitive advantages. A variety of contributions to the literature indicate that the most appropriate setting for the management of that resource is the work team, but "What conditions or characteristics should those teams enjoy in order to be true centers ofknowledge management?" In this article, by setting out a theoretical framework of factors -based on the contributions in the literature- that favor such a process in teams, and by empirically testing the validity of that framework we attempt to answer that question. With the data gathered from 363 individuals belonging to 12 large companies located in Spain (the majority being multinationals), we analyze the real influence of the factors that we found. As a result, we obtained a framework of determinant factors in order of relative importance, which al so distinguishes those factors that most favor the creation of knowledge, and those that are most appropriate to promote the transfer and integration ofthat knowledge. KEYWORDS: Knowledge tional context, Accumulated management, Work teams, Community mass ofknowledge. of practice, Shared organisa- INTRODUCCIÓN Como resultado del dinamismo inherente al entorno competitivo actual, está ampliamente aceptada la primacía del conocimiento como recurso estratégico clave que permite a las empresas lograr ventajas competitivas sostenibles (Grant, 1996a, Nonaka, Toyama y Konno, 2001). Fruto de tal convencimiento, se está dedicando gran esfuerzo, tanto desde foros académicos como profesionales, a analizar cómo gestionar ese recurso competitivo. De esta forma, han surgido variedad de proposiciones respecto al proceso de gestión del conocimiento en las empresas actuales. Los modelos de gestión del conocimiento más destacados y en los que se basan la inmensa mayoría del resto de las aportaciones, se corresponden con las propuestas realizadas por Zárraga Oberty, C; Garda Falcón, JM. cuatro autores de reconocido prestigio, a saber: Hedlund (Hedlund, 1994), quien propone un modelo de transferencia y transformación de conocimiento; Grant (Grant,1996a, 1996b, 1997, 2001), quien trata sobre los mecanismos de integración de conocimiento; y Nonaka y Takeuchi (Nonaka, 1991, 1994; Nonaka y Takeuchi, 1995; Nonaka et al, 2001), que plantean un modelo de creación de conocimiento organizativo. Desde nuestro punto de vista, la adecuada combinación de los tres modelos citados conduce a una forma sencilla de conceptuar la gestión del conocimiento. Se trata de un proceso de creación, transferencia e integración (CTI) del conocimiento de los individuos que da lugar al conocimiento organizativo (Zárraga, 2001). A grandes rasgos el proceso ocurriría de la siguiente forma. En primer lugar, se hace necesario crear el recurso. El conocimiento es un recurso que, por definición, está inmerso en las mentes de los individuos (Fahey y Prusak, 1998; Grant, 1996a, Nonaka y Takeuchi, 1995) y, por tanto, serán estos los encargados de su creación. En segundo lugar, el conocimiento que ha sido creado por cada una de las personas que conforman la organización, tendrá que ser transferido de unos individuos a otros, para ser compartido. Y, en tercer lugar, esos conocimientos que se transmiten y se reciben, respectivamente, deberán integrarse pasando a constituirse todo en uno. Este proceso en tres fases se deberá ir desarrollando en los diferentes niveles ontológicos de la empresa hasta que se produzca el anhelado conocimiento organizativo. Es decir, inicialmente dos o más personas seguirán el proceso. Como resultado se obtendrá un conocimiento que es poseído por el grupo de individuos y que es imposible desagregar entre sus miembros. Cuando el proceso se repita entre distintos grupos de una misma empresa se llegará a poseer un conocimiento cuyo único propietario es la organización globalmente: conocimiento organizativo. Obviamente, los niveles ontológicos -individuo, grupo, organización- en los que se va repitiendo el proceso, o su soporte que, es la estructura organizativa que adopte la empresa, tienen una importancia crucial para el logro [mal del conocimiento organizativo. De hecho, Grant (1997) afirma que muchas tendencias actuales en diseño organizativo se pueden interpretar como intentos para hacer accesible e integrar el conocimiento tácito de los miembros de la organización. Estas nuevas tendencias están basadas en dos modelos fundamentales planteados por la literatura académica de origen Japonés: la Forma Npresentada por Hedlund (1994) y la estructura hipertexto de Nonaka y Takeuchi (1995). Ambas ponen de manifiesto la necesidad de una interdependencia cercana entre especialistas para integrar su Iotow-how (Grant, 2001), colocando en un lugar primordial de la estructura organizativa a los equipos de trabajo (Zárraga,2001). Entonces como conclusión, la gestión del conocimiento la podemos conceptuar como un proceso cuyo input es el conocimiento individual poseído por el individuo el cual se crea, se transfiere y se integra en equipos de trabajo constituidos en la empresa y cuyo output es el conocimiento organizativo que es fuente de ventajas competitivas (figura 1). Ahora bien, ante esta realidad en referencia a la adecuación de una estructura organizativa en tomo a equipos de trabajo para gestionar el conocimiento, nos planteamos la siguiente cuestión: ¿es suficiente organizar la empresa en tomo a equipos de trabajo para lograr que se produzca conocimiento organizativo? Evidentemente, no. Por ello, el objetivo de esta investigación es vislumbrar qué factores son determinantes para que una empresa logre que en sus equipos de trabajo se cree, transfiera e integre el conocimiento de los individuos que la componen. 68 lSSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 9, N° 1,2003, pp. 67-84 Gestión del conocimiento Figura 1. Proceso de CTI de conocimiento en equipos de trabqjo: Factores fovorecedores en equipos de trabajo Creación, Transferencia e Integración de conocimiento en equipos de trabajo En aras de cumplir nuestro objetivo, en primer lugar, plantearemos, a la luz de la literatura, un esquema de factores que favorecen la C'TI de conocimiento en equipos de trabajo. Seguidamente, procederemos a contrastar empíricamente la influencia que éstos ejercen. Y, para terminar, extraeremos las conclusiones pertinentes, que nos llevarán a establecer una estructura de elementos determinantes para la creación de conocimiento organizativo. FACTORES QUE FAVORECEN DE TRABAJO LA GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO EN EQUIPOS En general, la literatura en tomo a la gestión del conocimiento nos indica qué factores afectan a la cn de conocimiento, aunque lo hace desde multitud de perspectivas y de una forma tan inconexa que da lugar a una gran variedad de aportaciones, en cierto modo, dificiles de aprovechar. Por ello, nuestro primer esfuerzo para el análisis de los factores determinantes del proceso en cuestión ha sido presentarlos de una manera sintética y ordenada. Puesto que la amplitud de la literatura impide ser totalmente exhaustivos, pretendemos plantear un esquema sobre el que se puedan añadir en el futuro nuevas aportaciones no contempladas en el presente trabajo. Para ello, nos planteamos dar respuesta a tres preguntas fundamentales, a saber, (1) ¿cómo debe estar constituido el equipo de trabajo?; (2) ¿cuál es el clima o ambiente que la empresa debe proporcionar a sus equipos de trabajo?; y (3) ¿cómo debe ser la relación del equipo de trabajo con su entorno? A la luz de la revisión efectuada respondemos a estas tres cuestiones y, sobre esta base, clasificamos los factores determinantes de la CTl de conocimiento en equipos de trabajo (figura 2). Figura 2. Clasificación de los determinantes Comunidad de práctica de la CTI de conocimiento en equipos de trabajo Contexto organizativo compartido Creación, Aprovechamiento de la masa acumulada de conocimiento Transferencia e Integración de conocimiento en equipos de trabajo Investigaciones Europeas, Vol. 9, N° 1,2003, pp. 67-84 ISSN: 1135-2523 69 Zárraga Oberly, C; García Falcón, JM En primer lugar y en respuesta a la primera pregunta planteada, un grupo de factores se refiere a la constitución del equipo de trabajo como una comunidad de práctica. Se entiende por comunidad de práctica aquel equipo, constituido de manera formal o informal, dónde fluye el conocimiento tácito con facilidad (Brown y Duguid, 1998). La función de la comunidad de práctica será desarrollar un entendimiento compartido de 10 que se hace, de cómo hacerlo y de cómo re1acionarlo con otras prácticas (Brown y Duguid, 1998 y 2001; Ruggles, 1998). La existencia de comunidades de práctica es vital para la C'II de conocimiento, dado que es una evidencia que buena parte de lo que las personas aprenden y, por tanto, de lo que saben es fruto de las interacciones entre ellas (Ruggles, 1998). En segundo lugar, somos conscientes de que, aunque el conocimiento pueda ser representado y, a menudo, estar inmerso en procesos organizativos, rutinas, redes y, algunas veces, depositado en documentos, no puede originarse fuera de las mentes de los individuos; incluso se puede decir que no es completo fuera del individuo (Fahey y Prusak, 1998; Nonaka y Takeuchi, 1995). Por tanto, en respuesta a la segunda pregunta planteada, la función de la organización se debe centrar en apoyar a estos individuos creativos proporcionándoles contextos apropiados para la creación de conocimiento. Es decir, este contexto debe ser tal que haga que la organización se asemeje a la iniciativa del individuo, de manera que podamos hablar de conocimiento organizativo. En esta línea de pensamiento, Nonaka y Konno (1998) defmen el concepto de ba como un espacio compartido donde tienen lugar las relaciones. Los autores indican que el conocimiento está inmerso en el ba, donde es adquirido a través de la propia experiencia o de las reflexiones sobre las experiencias de los demás. Si el conocimiento se separa del ba se convierte en información, la cual se puede comunicar independientemente del bao Esto es debido a que la información reside en medios y redes, siendo tangible, mientras que el conocimiento reside en el ba y es intangible. En otras palabras, el ba es un lugar donde la información es interpretada y convertida en conocimiento (Nonaka, eta!., 2001). Sobre la base de estos argumentos, surge un grupo de factores en relación al ambiente proporcionado por la organización y que englobamos bajo el concepto de contexto organizativo compartido. En tercer lugar, para dar respuesta a la última pregunta planteada, teniendo en cuenta que todo el conocimiento relevante no siempre estará englobado por los miembros que conforman la comunidad de práctica, resultará necesaria la captación por parte de ésta de conocimiento existente en otros puntos de la misma. Por tanto, el equipo de trabajo debe buscar que su relación con el entorno conlleve el aprovechamiento de la masa acumulada de conocimiento, lo cual constituye el tercer grupo de factores. Este grupo de factores guarda relación con dos conceptos muy habituales en la literatura en tomo al tópico de gestión del conocimiento. Por una parte, la capacidad transformativa de la organización, que determinará la habilidad de la misma para redefmir continuamente sus productos o procesos sobre la base de las oportunidades creadas dentro de la propia empresa (Garud y Nayyar, 1994). Y, por otro lado, la capacidad de absorción -en nuestro caso del equipo de trabajo-, que consiste en la habilidad para reconocer y explotar oportunidades externas (Cohen y Levinthal, 1990). A continuación procedemos a determinar que factores engloba cada uno de los tres grupos descritos. 70 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 9, N° 1,2003, pp. 67-84 Gestión del conocimiento en equipos de trabajo: Factoresfovorecedores COMUNIDAD DE PRÁCTICA Fruto de la revisión de la literatura, los factores que determinan que un equipo de trabajo se pueda identificar como comunidad de práctica son los siguientes: diálogo multifacético en el equipo, lenguaje común en la organización y autonomía individual. El diálogo multifacético se puede definir como el conflicto intelectual que se produce cuando en un grupo se reúnen personas de diferentes backgrounds (culturas, experiencias organizativas, disciplinas de formación, etc.) que se enfrentan a un reto común. Cada uno de los miembros del grupo estructurará tanto el problema como la solución aplicando los esquemas y modelos mentales que mejor entienda. El resultado será una cacofonía de perspectivas que será necesario canalizar a través de nuevas ideas y productos. Asumiendo un nivel suficiente de conocimiento solapado que asegure la comunicación efectiva, las interacciones entre individuos, que poseen estructuras de conocimiento diversas y diferentes, aumentarán la capacidad de la organización para lograr la innovación más allá de lo que ningún miembro individual podría lograr (Nelson y Winter, 1982; Utterback, 1971). En esta misma línea, Nonaka y Takeuchi (1995) explican como la variedad es una condición que ayuda al avance de la espiral de conocimiento que ellos definen y que nosotros conceptuamos como un proceso de CTI de conocimiento. Y, finalmente, Ashby (1956) también justifica la importancia de tal variedad indicando que la diversidad interna de la organización deberá ir emparejada con la complejidad del entorno, de tal manera que la compañía esté preparada para hacer frente a los retos que éste plantea. Sobre la base de todos los argumentos planteados, proponemos la siguiente hipótesis: H1. El diálogo multifacético en un equipo de trabajo favorece la creación, transferencia e integración de conocimiento en el mismo. Resulta evidente afirmar que la eficiencia en la agregación de conocimiento, que implica la cn en un equipo de trabajo, se refuerza cuando éste se puede expresar en un lenguaje común y se dificulta cuanto más idiosincrásico sea el conocimiento. Tal y como lo indica Grant (1996b), el lenguaje común entre los miembros del equipo facilitará que los mecanismos de integración de conocimiento funcionen, permitiéndose que en el grupo se compartan aspectos no comunes del conocimiento de sus miembros. Ahora bien, si se tiene en cuenta que para la coordinación efectiva de un equipo de trabajo su tamaño debe estar limitado, resulta imposible que dentro del grupo se tenga acceso a todo el rango de conocimiento especializado necesario para la actividad (Grant, 1997). Por ello, la tendencia suele ser la construcción de una estructura basada en equipos donde los integrantes de los mismos vayan cambiando si resulta necesario, garantizándose al mismo tiempo una cierta redundancia en el conocimiento que fluye en la organización (Nonaka y Takeuchi, 1995). Esto nos lleva a afirmar que el lenguaje común deberá ser un realidad organizativa y no sólo del grupo. Sobre esta base, establecemos una segunda hipótesis de investigación de la siguiente forma: H2. El lenguaje común en la empresa favorece la creación, transferencia e integración de conocimiento en sus equipos de trabajo. El último elemento que destacamos para la constitución del equipo de trabajo como una comunidad de práctica se refiere a la autonomía del individuo en su trabajo diario. Según los trabajos de Nonaka (Nonaka y Takeuchi, 1995; Nonaka, et al, 2001), para poder construir conocimiento organizativo se debería dejar a todos los miembros de la organización trabajar autónomamente, siempre y cuando las circunstancias lo permitan. Con ello se aumentará en la Investigaciones Europeas, Vol. 9, N° 1,2003, pp. 67-84 ISSN: 1135-2523 71 Zárraga Oberty. C; García Falcón, JM empresa la probabilidad de introducir oportunidades inesperadas. Por otra parte, desde la literatura sobre aprendizaje organizativo (e.g Cohen y Sproull, 1996; Moingeon y Edmondson, 1996) se presume una relación necesaria entre aprendizaje e implicación activa del empleado, adoptándose una posición aristotélica. De esta forma, cada persona aprendería cosas diferentes sobre los procesos de la organización y la alta dirección debería proporcionar un contexto en el que el trabajador (a cualquier nivel) sea independiente, asuma responsabilidades, experimente, se equivoque y aprenda a esforzarse continuamente (Spender, 1996). En definitiva, que tenga permitida la autonomía en el trabajo. Y, finalmente, Fahey y Prusak (1998) en su trabajo sobre los errores que se cometen en la gestión del conocimiento, destacan el fallo de no reconocer la importancia de la experimentación en las organizaciones. Según estos autores, experimentar implica intentar nuevas aproximaciones de análisis, iniciar proyectos piloto, hacer cosas sobre la base de prueba y error y permitir a los individuos asumir tareas y responsabilidades adicionales. Como consecuencia de todos estos argumentos establecemos la siguiente hipótesis de investigación: H3. La autonomía del individuo en su trabajo diario favorece la creación, transferencia e integración de conocimiento en su equipo de trabajo. CONTEXTO ORGANIZATIVO COMPARTIDO El segundo grupo de factores determinantes de la CTl de conocimiento en equipos de trabajo lo hemos englobado bajo el concepto de contexto organizativo compartido. Atendiendo a la revisión de la literatura efectuada, llegamos a la conclusión de que tal contexto vendrá defmido por la integración de dos factores: high care-confianza mutua, empatía activa, acceso a la ayuda, juicios clementes y coraje- en los equipos de trabajo y claridad de la intención organizativa. High care es un concepto acuñado por von Krogh (1998) y llevado por nosotros al nivel ontológico del equipo de trabajo. Von Krogh (1998) basa su estudio en la premisa de que "para la creación efectiva de conocimiento hay que prestar especial atención a la forma en la que las personas se relacionan en la compañía" (von Krogh, 1998: 136). En un sentido amplio, el care se defme como "una atención seria, un sentimiento de preocupación e interés" (Oxford Dictionary, en von Krogh, 1998). Por tanto, el care lleva a comportamientos particulares en las relaciones. Estos comportamientos se pueden explicar a través de cinco dimensiones que son la confianza mutua, la empatía activa, el acceso a la ayuda, la clemencia en el juicio y el coraje. En la medida en que estas actitudes o comportamientos estén presentes en las relaciones dentro de la organización -que en nuestro caso será el equipo de trabajo- podremos decir que tenemos high careo La confianza mutua en las relaciones en el equipo es necesaria, en el sentido de que es imposible ayudar a otras personas a crecer y a actualizarse a menos que se tenga confianza en que utilizarán las enseñanzas y consejos de la mejor manera posible. Recíprocamente, para aceptar la ayuda, la persona tendrá que creer en la buena intención de quien se la ofrece así como en su valía como emisor de conocimiento (Szulanski, 1996; von Krogh, 1998). La empatía activa, entendida como la búsqueda proactiva del entendimiento a otra persona, resulta especialmente relevante para que se produzca la transferencia de conocimiento. Esto es, una relación ardua y distante aumenta las barreras a la transferencia (Szulanski, 1996), 72 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 9, N° 1,2003, pp. 67-84 Gestión del conocimiento en equipos de trabqjo: Factores 'favorecedores mientras que la expresión emocional puede resultar crucial para que ocurran los intercambios deseados. El acceso a la ayuda en el equipo de trabajo es fundamental a nocimientos. La ayuda debe estar accesible para quien la necesite en un problema en muchas organizaciones donde existe miedo a perder des, posición de privilegio o superioridad, por el hecho de compartir con los demás (Szulanski, 1996). la hora de compartir cocada momento y esto es las propias potencialidael conocimiento propio El juicio clemente, entendido como la toma en consideración, en el momento de evaluar un fallo, de aspectos como el contexto de la ofensa, el background del acusado, su estado psicológico en el momento de la falta y el desconocimiento de las consecuencias de la misma, resulta necesario en las organizaciones donde se pretende que sus miembros experimenten con nuevas soluciones. Finalmente, el coraje de los miembros del equipo se hace necesario para, precisamente, experimentar con nuevas soluciones y presentar los resultados de sus experimentos. Es más, resulta necesario animar a los miembros del equipo a decir sin miedo sus opiniones o dar retroalimentación como parte del proceso de ayuda a los demás (von Krogh, 1998). Sobre la base de todo lo anterior, establecemos la siguiente hipótesis: H4. El "high care" en un equipo de trabajo favorece la creación, transferencia e integración de conocimiento en el mismo. El segundo elemento que conforma el contexto organizativo compartido y que se constituye como factor determinante de la en de conocimiento en equipos de trabajo, se refiere a la claridad de la intención organizativa, la cual no es otra cosa que la defmición de las metas perseguidas por la organización (Nonaka y Takeuchi, 1995). Esto es, para la creación de conocimiento, las organizaciones deben fortalecer el compromiso de sus miembros formulando una intención organizativa clara (Polanyi, 1958). Normalmente, la intención organizativa toma la forma de estrategia corporativa, la cual, esencialmente, busca desarrollar las capacidades para adquirir, crear, acumular y explotar conocimiento, conceptuando qué tipo de conocimiento se debe desarrollar. Así pues, la intención organizativa proporciona el criterio fundamental para juzgar la veracidad de una pieza de conocimiento dada, ya que en ausencia de intención clara sería imposible juzgar el valor de la información o del conocimiento percibido o creado (Nonaka y Takeuchi, 1995). Dicho de otra forma, la intención organizativa define el sistema de valores que evalúa, justifica y determina la calidad del conocimiento que se crea en la compañía (Nonaka, el al, 2001). Junto con las normas, rutinas y habilidades organizativas, el sistema de valores determina qué tipo de conocimiento es necesario crear y retener (Leonard-Barton, 1995; Nonaka, 1988). Por todo ello, establecemos la quinta hipótesis de investigación como sigue: H5. La claridad de la intención organizativa en la empresa favorece la creación, transferencia e integración de conocimiento en sus equipos de trabajo. Investigaciones Europeas, Vol. 9, N° 1,2003, pp. 67-84 ISSN: 1135-2523 73 Zárraga Oberty, C; García Falcón, J.M APROVECHAMIENTO DE LA MASA ACUMULADA DE CONOCIMIENTO El tercer grupo de factores determinantes de la cn de conocimiento en equipos de trabajo hace referencia a las relaciones de los equipos con su entorno' y, tal Y como se expresó anteriormente, este grupo está encadenado a los conceptos de capacidad transformativa de una organización y capacidad de absorción del equipo de trabajo. Fruto de ello, como explicaremos a continuación, el aprovechamiento de la masa acumulada de conocimiento incluye dos factores favorecedores de la C'II en equipos de trabajo, a saber: existencia y uso de memoria organizativa en la empresa y comunicación lateral en la misma. Por una parte, la capacidad transformativa es la habilidad para mantener internamente y en el tiempo el conocimiento desarrollado, así como reactivarlo y explotarlo adecuadamente cuando pueda ser necesitado de nuevo. La idea central es que el conocimiento de la empresa debe preservarse hasta que las condiciones para su uso y síntesis sean las apropiadas y favorables, es decir, hasta que puedan aprovecharse para hacer frente a nuevas oportunidades de negocio (Garud y Nayyar, 1994). Cuando una empresa opera en un entorno de cambio continuo (como el actual), en el que tiene que reaccionar tanto a cambios externos como a los provocados por sus propias acciones, su vitalidad dependerá del conocimiento que posea' y, por tanto, deberá preocuparse por mantenerlo en el tiempo para posteriormente reactivarlo en el momento oportuno. Dicho de otro modo, la empresa deberá mantener lo que se puede denominar una memoria organizativa. Por otra parte, la capacidad de absorción del equipo de trabajo es su habilidad para reconocer información o conocimiento externo y nuevo, asimilarlo y aplicarlo a su actividad. Esta capacidad es esencial para la actividad innovadora de la empresa y depende de la destreza para añadir conocimiento al ya existente, siendo función de la prioridad que se le haya dado anteriormente a conocimientos relacionados con el que va a ser absorbido (Cohen y Levinthal, 1990). En definitiva, el conocimiento anterior intensifica el aprendizaje porque la memoria es desarrollada por aprendizajes pre-existentes. Con esto, volvemos a hacer referencia al elemento memoria organizativa en el sentido de la importancia, no solo de su mantenimiento, sino también de su uso. Sobre la base de estos argumentos, planteamos la siguiente hipótesis: H6. La existencia y uso de memoria organizativa en la empresa favorece la creación, transferencia e integración de conocimiento en sus equipos de trabajo. Otro elemento fundamental para el aprovechamiento de la masa acumulada de conocimiento es el que denominamos comunicación lateral en la empresa. Partiendo de la idea de que la organización se constituye como un híbrido de comunidades de práctica, el conocimiento organizativo reside en la red compleja formada por estas subunidades. Cada uno de tales grupos tendrá unos sistemas de funcionamiento particulares y diferentes. El objetivo de la memoria organizativa se centra en que los miembros de la empresa -integrantes de diferentes comunidades de práctica- tengan conciencia de dónde reside la habilidad complementaria útil, es decir, sepan quién sabe qué, quién puede ayudar con qué y quién es capaz de explotar nueva información/conocimiento (Cohen y Levinthal, 1990; Nonaka, et al, 2001; von Hippel, 1988). Ahora bien, la forma en que las distintas subunidades de la empresa se conecten y coordinen resultará crítica para la efectividad de ésta transferencia interna de conocimiento. Las estructuras jerárquicas tradicionales fallan para lograr este objetivo y de ahí que surja un desplazamiento hacia formas organizativas más participativas y que dan más poder a los empleados (Grant, 1997; Spender, 1996). Más que los mecanismos tradicionales de la jerarquía, lo que hace falta 74 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 9, N° 1,2003, pp. 67-84 Gestión del conocimiento en equipos de trabajo: Factores fovorecedores es una forma organizativa y un grupo de procesos que anime el flujo de conocimiento, de manera que las tareas directivas se centren en el desarrollo continuo de una infraestructura, dentro de la cual pueda ocurrir la C'TI de conocimiento. De hecho, Hedlund (1994), cuando define la nueva forma organizativa Forma N, apunta la necesidad de un enfoque de coordinación horizontal que conlleva implícita la comunicación lateral, más que una lógica tradicional de topdown o bottom-up. Por otra parte, trabajos empíricos como el de Tsai (1997) llegan a la conclusión de que la relación lateral informal, manifestada en relaciones de confianza, tiene un efecto muy significativo sobre el nivel de conocimiento que se comparte internamente en la empresa. En conclusión, establecemos la última hipótesis de investigación de la siguiente forma: H7. La comunicación lateral en la empresa favorece la creación, transferencia e integración de conocimiento en sus equipos de trabajo. A modo de resumen, en la figura 3 se muestra el esquema de factores que favorecen la C'I'I de conocimiento en equipos de trabajo, cada uno de los cuales ha dado lugar al establecimiento de una hipótesis de investigación. Figura 3. Factores que favorecen la CTI de conocimiento en equipos de trabajo r------------------I I Dialogo multifacético en el equipo de trabajo I I I + Lenguaje común en la empresa Autonomia individual I O ------------------~ ~------------------I I O 2:; High care en el equipo ~ ~ de trabajo --~ ~¡::,¡ 5~ U ~ Claridad de la intención :r:a~i:a:~a L J ,-----------------Existencia y uso de la memoria orsanizativa Comunicación lateral en la emnresa METODOLOGÍA El método de investigación elegido para contrastar las hipótesis planteadas fue la encuesta, instrumentada a través del cuestionario. El tipo de cuestionario utilizado fue autoadministrado, siendo recibido por el encuestado vía correo postal o electrónico. El funcionamiento de este tipo de cuestionario consiste en que los encuestados, previa lectura, lo cumplimentan por escrito sin intervención directa de persona alguna implicada en la investigación (Babbie, 1995). Investigaciones Europeas, Vol. 9, N° 1,2003, pp. 67-84 ISSN: 1135·2523 75 Zárraga Oberty, C; García Falcón, J.M Para la elaboración del cuestionario, en primer lugar, se llevó a cabo una revisión de medidas en la literatura especializada en tomo a los tópicos gestión del conocimiento y trabajo en equipo, con la finalidad de extraer cuestiones y escalas de medición fiables para cada una de las variables que pretendíamos medir. Ahora bien, dada la escasa literatura empírica encontrada (en particular, en tomo a la gestión del conocimiento), se realizó un pequeño estudio cualitativo exploratorio en una de las empresas participantes en el estudio, cuyo objetivo era encontrar claves que nos permitieran definir las variables (véase Zárraga, 2001). Seguidamente, se pretestó un primer cuestionario con ayuda de los miembros de un equipo de trabajo con alta disposición a colaborar. Finalmente, se mejoraron las cuestiones planteadas y se obtuvo el cuestionario definitivo. Población y tamaño muestral La población objeto de análisis en la presente investigación estaba integrada por individuos que, trabajando en medianas y grandes empresas situadas en España, desarrollaban su labor en la organización desde un equipo de trabajo. Tal población se consideró infmita, dado que el número de unidades que la componían era superior a 100.000. Además, puesto que resultaba imposible contar con un censo de personas que cumpliesen con las condiciones preescritas, con lo cual no era factible hacer subdivisiones en la población atendiendo a alguna variable de clasificación, debimos considerar la población como si fuera homogénea y extraer una muestra de individuos con la que el máximo error asumido rondase el 5% (Ortega, 1992; Soler, 1990). Tras establecer contactos con varias empresas en las cuales el trabajo se organizaba. totalo parcialmente en equipos, se logró la participación de 12, las cuales, en su mayoría, eran multinacionales establecidas en España'. Cada una de ellas ofreció la participación de un número de miembros de su plantilla. Tras los seis meses que duró el trabajo de campo (desde noviembre de 2000 hasta abril de 2001), se logró la colaboración de 363 individuos, con lo cual se asumió un error muestral del 5.2%. Los individuos que conformaron la muestra, en su mayoría, tenían una experiencia de trabajo en equipo superior a 3 años (73%). En cuanto a su edad, el grupo más numeroso era el de individuos con edad comprendida entre 35 y 50 años (48%), repartiéndose el resto casi equitativamente entre menores de 35 y mayores de 50 años. El mayor porcentaje de individuos tenía estudios de nivel de secundaria (45.3%), siendo también notable la parte de individuos con titulación superior (27%). El resto se repartía casi equitativamente entre nivel de estudios primarios y diplomados. Medidas Las escalas creadas para medir las variables del estudio se conformaron con ítemes que se correspondían con afirmaciones planteadas en el cuestionario, las cuales debían ser puntuadas en una escala numérica tipo Likert de siete puntos que variaba desde "bajo nivel de acuerdo" (1) hasta "alto nivel de acuerdo" (7). Con el propósito de tener una medida del grado de CTI de conocimiento que tenía lugar en el equipo de trabajo, dada la imposibilidad de tener datos objetivos que nos lo indicasen, 76 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 9, N° 1,2003, pp. 67-84 Gestión del conocimiento en equipos de trabajo: Factores favorecedores optamos por medir la percepción de su ocurrencia desde el punto de vista de los individuos que conformaban la muestra. Algunos estudios en tomo al trabajo en equipo (e.g. Kirkman y Rosen, 1999; Stewart y Barrick, 2000) utilizan técnicas similares para la medida de los resultados de los equipos. Basándonos en la definición adoptada sobre el proceso de C'I'I de conocimiento (de tal forma que se asegurase la validez de contenido), desarrollamos cinco afirmaciones que, a nuestro entender, podrían constituirse en una escala de medida apropiada. Seguidamente, para facilitar el análisis e interpretación de los datos, se creyó conveniente reducir su dimensión, para lo cual se llevó a cabo un análisis de componentes principales. Fruto de este, se detectaron dos dimensiones o factores independientes que conjuntamente explicaban prácticamente un 70% de la varianza total del fenómeno. El primer factor se refería a la percepción de transferencia e integración de conocimiento en el equipo de trabajo y el segundo recogía lo relativo a la creación de conocimiento en el mismo. Finalmente, se llevó a cabo un análisis de fiabilidad, tanto para la escala conjunta como para cada una de sus dimensiones. Para ello, se hizo uso del estadístico alpha de Cronbach (1951), el cual puede variar entre cero y uno. Cuanto más cercano esté su valor a uno, mayor es la consistencia interna de los ítemes que componen el instrumento de media. En nuestro caso, tanto para la escala conjunta como para cada uno de sus factores aisladamente, indicaba que se trataba de instrumentos de medición aceptables (valores de alpha de en tomo a 0.7). Cuadro 1. Análisis de fiabilidad de las escalas de medida para los factores favorecedores de la CTI de conocimiento en equipos de trabajo FACTOR Diálogo multifacético en el equipo de trabajo Lenguaje común en la empresa Autonomía individual Libertad de expresión en el equipo de trabajo' Claridad de la intención organizativa en la empresa Existencia y uso de la memoria organizativa en la empresa Comunicación lateral en la empresa Ayuda mutua en el equipo de trabajo' ALPBA DE CRONBACH 0.721 0.743 0.735 0.841 0.802 0.758 0.718 0.769 . Dimensión del grado de high care en el equipo de trabajo. La percepción de high care en el equipo vino dada por la siguiente expresión: Grado de high care en el equipo = 0.704 x LIbertad de expresión + 0296 x Ayuda mutua Para determinar una escala de medida que nos indicase el nivel de presencia de los siete factores favorecedores de la CTl de conocimiento en el equipo de trabajo se diseñaron 29 ítemes. Con la finalidad de contar con medidas válidas de cada uno de los factores, se procedió a realizar un análisis factorial de correlaciones sobre dichos ítemes. El resultado, si bien nos confirmó la validez factorial de la escala de 29 ítemes planteada, nos indicó una fuerte relación entre el factor denominado diálogo multifocético en el equipo de trabajo y aquel referido al lenguqje común en la organización. Asimismo, también puso de manifiesto que el factor denominado high care en el equipo de trabajo era susceptible de ser dividido en dos dimensiones, a saber: libertad de expresión en el equipo de trabajo y ayuda mutua en el equipo de trabajo. Para el resto de los factores el análisis puso de manifiesto dimensiones independientes. Finalmente, para determinar la fiabilidad de las escalas se calculó el estadístico aipha de Cronbach. En el cuadro 1 se muestran los resultados del tal análisis sobre cada una de las ocho escalas que, finalmente, se utilizaron en el estudio. Investigaciones Europeas, Vol. 9, N° 1,2003, pp. 67-84 ISSN: 1135-2523 77 Zárraga Ober/y, C; GarcÍa Fa/eón, JM Análisis En aras de contrastar cada una de las siete hipótesis planteadas, se procedió al cálculo del coeficiente de correlación de Pearson que existía entre cada una de las dimensiones del grado de cn de conocimiento en el equipo de trabajo y cada uno de los factores determinantes de tal proceso. Este coeficiente mide el grado de asociación lineal entre variables de intervalo o razón, pudiendo oscilar sus valores entre -1 y 1, de tal forma que cuanto más próximo a cero esté el estadístico, menor correlación existirá entre ambas variables. El cuadro 2 muestra los valores obtenidos. Cuadro 2,Grado de asociación entre los factores y la CTI de conocimiento en el equipo de trabajo Diálogo multifacético en el equipo Lenguaje común en la empresa Autonomía individual Libertad de expresión en el equipo" Ayuda mutua en el equipo" Claridad de la intención organizativa Existencia y uso de memoria organizativa Comunicación lateral en la empresa •• • Nivel Creación de conocimiento en el equipo Transferencia e Integración de conocimiento en el equipo 0.3570 (0.000)' 0.2921 (0.000)' 0.1268 (0.040)' 0.1801 (0.003)' 0.0066 (0.915) 0.0773 (0.212) 0.0818 (0.1869) 0.1193 (0.054)" 0.4729 (0.000)' -0.0049 (0.932) 0.3132 (0.000)' 0.0981 (0.113) 0.2807 (0.000)' 0.0895 (0.148) 0.2669 (0.000)' 0.1405 (0.023)' de significación < 0.05; Nivel de significación • Dimensión del high care en el equipo. < 0.10. Adicionalmente, con el objetivo de ser más exhaustivos en nuestra investigación, nos planteamos conocer cuál era la influencia relativa de cada uno de los siete factores determinantes sobre la cn de conocimiento. A sabiendas de que los siete factores son independientes entre sí pero guardan relación, en el sentido de que se pueden dar (y de hecho sería lo más habitual) simultáneamente en el entorno laboral de los individuos, creímos que su análisis conjunto sería más realista que el aislado que hemos mostrado. Para ello, hicimos uso del método de regresión múltiple jerárquica. En primer lugar, tomamos como variable dependiente la percepción de creación de conocimiento en el equipo, cuyos resultados se muestran en el cuadro 3. En segundo lugar, repetimos el mismo proceso con la percepción de transferencia e integración de conocimiento en el equipo como variable dependiente (cuadro 4). En ambos cuadros, en la primera columna se van indicando los factores según su orden de entrada en la ecuación de regresión, con lo cual únicamente se reflejan aquellos factores que defmitivamente formaron parte de la ecuación por tener un coeficiente de regresión significativo a un nivel inferior al 5%4. En la segunda columna se indica el coeficiente de regresión (P) correspondiente con cada factor, acompañado del nivel de significación del estadístico t de 78 ISSN: 1135·2523 Investigaciones Europeas, Vol. 9, N° 1,2003, pp. 67-84 Gestión del conocimiento en equipos de trabajo: Factores fovorecedores Student para el contraste de la hipótesis nula de que éste coeficiente tiene valor nulo. En la tercera columna se muestra la proporción de variabilidad total de la variable dependiente que es explicada por la independiente (factor) en cuestión. En la última columna de las tablas se refleja el porcentaje acumulado de la variabilidad de la variable dependiente que está explicado por las variables ya incluí das en la ecuación. Cuadro 3. Importaneía relativa de los factores determinantes IJ Factor Diálogo multifacético en el equipo Lenguaje común en la empresa Hi.f!h care en el equipo de trabajo •Nivel de significación (P) 0.3506 (0.000) 0.3204 (0.000) 0.1185 (0.057) sobre la creación de conocimiento R' Ajustado 0.124 0.144 0.007 R' Acumulado 0.124 0.268 0.275 < 0.10 Cuadro 4 Importancia relativa de los factores determinantes e integración de conocimiento Factor Diálogo multifacético en el equipo Existencia y uso de memoria organizativa Autonomía individual en el trabajo diario IJ sobre la transferencia R' Ajustado R' Acumulado 0.3156 (0.000) 0.221 0.221 0.2324 (0.000) 0.055 0.276 0.2324 (0.000) 0.057 0.333 (P) RESULTADOS Los resultados obtenidos de los análisis estadísticos realizados nos indican, en primer lugar, que el diálogo multifacético en el equipo de trabajo es el factor determinante principal para favorecer la CTI de conocimiento en el mismo. Su primacía se mantiene tanto en referencia a la creación como a la transferencia e integración de conocimiento. Por tanto, la primer hipótesis (Hl) se considera totalmente corroborada. En referencia a la segunda hipótesis (H2), que nos indicaba la influencia favorecedora del lenguaje común en la empresa sobre la CTr de conocimiento en sus equipos de trabajo, se demuestra como esta influencia únicamente es relevante sobre la dimensión de creación de conocimiento. Además, su importancia relativa sobre tal dimensión de resultados es muy destacada, siendo el factor que explica el mayor porcentaje de variabilidad de ésta (14.4% de un total de 27.5%). La autonomía del individuo en su trabajo diario (H3) es un factor que favorece cada una de las dimensiones de la CTr de conocimiento en el equipo de trabajo, cuando se estudia de forma aislada. Ahora bien, en presencia del resto de los factores determinantes, únicamente tiene una importancia relativa significativa como favorecedor de la transferencia e integración de conocimiento en el equipo. La cuarta hipótesis (H4), que trataba sobre el efecto positivo del high care en el equipo de trabajo para la CTl de conocimiento en el mismo, se acepta en su totalidad pudiéndose realizar matices importantes. Se demuestra que la dimensión del high care referida a la libertad de expresión en el equipo de trabajo es la que favorece principalmente la creación de conocimienInvestigaciones Europeas, Vol. 9, N° 1,2003, pp. 67-84 ISSN: 1135-2523 79 Zárraga Oberty, C; García Falcón, JM. to; y aquella denominada ayuda mutua en el equipo es la que influye positivamente transferencia e integración de conocimiento. sobre la La claridad de la intención organizativa (H5) es un factor que, en principio, no se puede considerar elemento favorecedor de la cn de conocimiento en el equipo de trabajo. Tal y como se observa en los cuadros, el factor no muestra asociación lineal significativa con ninguna de las dimensiones de la cn de conocimiento. Ahora bien, no podemos afirmar rotundamente que la claridad de la intención organizativa no influya sobre el grado de cn de conocimiento en el equipo, sino que únicamente aseveramos que su relación con tal proceso no es de tipo lineal. En cuanto a la sexta hipótesis (H6), que planteaba la relación positiva entre la existencia y uso de memoria organizativa en la empresa y la C'TI de conocimiento en sus equipos de trabajo, se acepta parcialmente al demostrarse que su verdadero efecto favorecedor lo ejerce sobre la transferencia e integración de conocimiento y no sobre la creación del mismo. Por último, el factor denominado comunicación lateral en la empresa (H7) lo consideramos un favorecedor necesario pero no suficiente para la CTl de conocimiento en los equipos de trabajo que la conforman. Esto lo deducimos del hecho de que, si bien analizando la influencia aislada de la variable en cuestión ésta mantiene asociación con las dos variables de resultados, al estudiar su importancia relativa a la del resto de los factores determinantes, en ningún caso parece ser significativa. Por tanto, podemos afirmar que, en caso de no contar con la presencia de más factores favorecedores de la CTl de conocimiento, la comunicación lateral podría ser un determinante. Ahora bien, si los demás factores están presentes ésta se da por supuesta y no ejerce ningún efecto notable. Téngase en cuenta que el hecho de no ejercer un efecto notable también elimina la posibilidad de que su influencia sea negativa. DISCUSIÓN DE RESULTADOS: CONTRIBUCIONES Y LIMITACIONES DEL ESTUDIO Partiendo de la conceptuación de la gestión del conocimiento como un proceso de cn de conocimiento en equipos de trabajo constituidos dentro de una empresa, hemos desarrollado un esquema teórico de factores que, a priort, favorecen que este proceso ocurra con éxito. Con la evidencia empírica proporcionada por un estudio de naturaleza cuantitativa, desarrollado con una muestra de 363 individuos pertenecientes a equipos de trabajo de 12 grandes empresas situadas en España, hemos llegado a la conclusión de que no todos los factores son igualmente importantes y, asimismo, de que algunos son más adecuados para favorecer la creación del conocimiento, mientras que otros se enfocan más sobre la transferencia e integración del mismo. Cabe destacar que el diálogo multifacético en el equipo de trabajo es el factor principal para favorecer, tanto la creación de conocimiento como su transferencia e integración. Tal hallazgo corrobora totalmente las aportaciones de la literatura teórica, que indican que el primer paso para la buena gestión del conocimiento se centra en la constitución de comunidades de práctica (Brown y Duguid, 1998; Nonaka y Takeuchi, 1995; Ruggles, 1998), en las cuales el diálogo multifacético es el aspecto crítico (Demsetz, 1991; Hedlund, 1994; Leonard y Sensiper, 1998). 80 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 9, N° 1,2003, pp. 67-84 Gestión del conocimiento en equipos de srabq/o: Factores jáJlorecedores En concreto, como factores determinantes para la creación de conocimiento, además del ya citado, destacan la influencia del lenguaje común en la empresa y el high care en el equipo, en su dimensión referente a la libertad de expresión en el mismo. Cabe aclarar que la influencia encontrada para el primer factor pone de manifiesto que en este estudio hemos medido la percepción de los individuos y no la existencia objetiva de los factores y procesos. Es decir, hemos demostrado que a más percepción de lenguaje común en la empresa, más percepción existe de creación de conocimiento. A la luz de la literatura (Grant, 1996b) era de esperar que la mayor correlación se encontrase entre el lenguaje común y la transferencia e integración de conocimiento. Esta deducción es muy probable que se diese si las escalas hubiesen medido la existencia real de tales aspectos y no sólo su percepción, como ha sido nuestro caso. Por su parte, para favorecer la transferencia e integración de conocimiento han resultado factores destacados, en orden de importancia relativa y siempre después del diálogo multifacétic o en el equipo, la existencia y uso de memoria organizativa, la autonomia individual y el high care en el equipo, en su dimensión referente a la ayuda muta en el mismo. La deducción en cuanto al primer factor es totalmente coherente con la propia definición de memoria organizativa, que indica que se trata de almacenar y mantener el conocimiento para su uso posterior, cuando podrá ser relacionado con conocimiento nuevo (Ruggles, 1998). Es decir, el propio uso de la memoria organizativa conllevará transmisión e integración de conocimiento. En cuanto a la influencia detectada para la autonomía individual, si bien podríamos pensar que el hecho de que tal factor aparezca como favorecedor significativo de la transferencia e integración del conocimiento y no de la creación del conocimiento pudiera contradecir la literatura, la cual indica que la autonomía individual es una fuente de auto motivación de los individuos especialmente en lo referente a su propia creación de conocimiento (e.g Nonaka y Takeuchi, 1995; Nonaka, el ai., 2001), no es así. Nuestro estudio únicamente pone de manifiesto que, aunque la autonomía individual es un favorecedor de la C'I'I de conocimiento en el equipo de trabajo, su influencia es más notable en el caso de las dos últimas fases del proceso que en el caso de la primera. Es decir, en ningún caso se indica que no instigue la creación de conocimiento. Por último, se han encontrado dos factores un tanto peculiares en cuanto a su influencia sobre el proceso en cuestión. En primer lugar, la claridad de la intención organizativa no presenta asociación lineal con el proceso de CTI de conocimiento en el equipo. La literatura defiende que este factor es necesario (e.g. Leonard-Barton, 1995; Nonaka y Takeuchi, 1995; Nonaka, el al; 2001), pero no indica de qué forma ejerce su influencia. En este estudio únicamente demostramos que ésta no será lineal. En segundo lugar, la comunicación lateral en la empresa que se ha mostrado como un factor necesario pero no suficiente, pone de manifiesto que, en una estructura organizativa en tomo a equipos de trabajo, esta forma de comunicación se da por supuesta y, por tanto, será más importante enfatizar otros aspectos. Globalmente, en nuestra opinión, el trabajo de investigación realizado tiene una serie de implicaciones para el estudio de la gestión de empresas en el actual entorno competitivo. Éstas se concretan en: (1) realizar una integración de la literatura sobre la gestión del conocimiento, la cual hasta el momento podía calificarse de inconexa; (2) enlazar el trabajo en equipo con la gestión del conocimiento; (3) proponer un esquema general para los factores que afectan al proceso de gestión del conocimiento en equipos de trabajo (comunidades de práctica, contexto organizativo compartido y aprovechamiento de la masa acumulada de conocimiento), sobre el cual se pueda seguir avanzando en el futuro, completándolo con nuevas aportaciones; (4) proponer escalas de medida para analizar de manera concreta conceptos abstractos de dificil tra- Investigaciones Europeas, Vol. 9, N° 1,2003, pp. 67-84 ISSN: 1135-2523 81 Zárraga Oberty. C; Carda Falcón, JM tamiento empírico; y (5) contribuir a llenar el vacío empírico que caracterizaba el campo de estudio, donde, a pesar de su gran amplitud, el reparto entre trabajos teóricos y empíricos es exageradamente desequilibrado a favor de los primeros. Sin embargo, también debemos reconocer las limitaciones de las que adolece el trabajo presentado. En nuestra opinión, destacan dos fundamentales. En primer lugar, las variables utilizadas se han medido según percepciones exclusivamente subjetivas. Un trabajo empírico basado en medidas objetivas es un reto interesante que habrá de ser abordado en investigaciones futuras. En segundo lugar, la muestra elegida de individuos de nacionalidad española supone un límite a la generalización de los resultados del estudio. Desde este punto de vista, replicar el estudio en distintos países para, posteriormente, comparar los resultados obtenidos sería sumamente enriquecedor. NOTAS (1) (2) (3) (4) Estas relaciones pueden ocurrir con entes internos o externos a la empresa, pero en este trabajo nos centraremos únicamente en el análisis de las relaciones con los entes internos. El análisis en profundidad de la relación con entes externos implicaría desplazamos del nivel ontológico de grupo en el que nos encontramos, al nivel organizativo e interorganizativo. Creemos que esto, si se hace exhaustivamente, haría inabordable el trabajo y, en cualquier caso, diluiría el objetivo que se persigue en el mismo. Téngase en cuenta que, dadas la ambigüedad e incertidumbre asociadas a los activos de conocimiento, resulta más difícil identificar y evaluar activos externos que pudieran ser utilizados para reaccionar a un cambio, frente a lo que supone trabajar con activos internos. Las empresas que colaboraron con el estudio fueron: Alcatel España, S.A., Alstom España lB, S.A., C.A.S.A., Canarias Telecom, ENBS-Empresa Nacional Santa Bárbara, Ericsson España, S.A., Fasa Renault, Gas Natural de Álava (GASNALSA), Iberdrola, Red Eléctrica de España, S.A., Renfe y Seat, S.A. En los casos en los que se elevó el nivel crítico se indica convenientemente. BIBLIOGRAFÍA Akerlof, G.A. (1970): "The market for 'Iemons': Quality uncertainty and the market mechanism". {luar/er!yJournalo/ Econonucs, n" 84, págs. 488-500. Ashby, W.R. (1956): AIl iruroducuon to cybemetics. Ed. Chapman & Hall. Londres. Babbie, E. (1995): The practice o.fsocial research. Wadsworht Publising Company. Belmont, CA. Brown, J. y Duguid, P. (1998): "Organizing knowledge". California Mallagemellt Review, n" 40, págs. 90-111. Brown, J. y Duguid, P. (2001): "Structure and Spontaneity: Knowledge and organization", en Nonaka, 1. y Teece, D. (dir.) 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