El abuso del café no altera la tensión en las personas sanas Viernes, 23 de marzo de 2007 Los amantes del café que gozan de buena salud no deberían reducir su consumo, al menos cuando se trata de cuidar su presión arterial, sugirió un nuevo estudio. Dado que la cafeína presente en el café y otros alimentos pueden provocar picos pasajeros de presión arterial, existe la preocupación de que el consumo de café aumente el riesgo de desarrollar hipertensión a largo plazo. Pero los informes son contradictorios al respecto. En un nuevo estudio, publicado en American Journal of Clinical Nutrition, científicos hallaron que las mujeres saludables que tomaban más de seis tazas de café por día no eran más propensas que las abstinentes a desarrollar hipertensión en la siguiente década. Por otro lado, las mujeres que tomaban café con moderación u ocasionalmente (hasta tres tazas diarias) tenían un mayor riesgo de sufrir hipertensión que las grandes bebedoras de café o las abstinentes. En los hombres, el riesgo de hipertensión no aumentó ni disminuyó significativamente, sin importar la cantidad de café que bebían a diario. No obstante, los hombres abstinentes tuvieron menos riesgo que los bebedores de café. Aun así, el efecto fue "relativamente pequeño", dijo a Reuters Health el doctor Cuno S. P. M. Uiterwaal, autor principal del estudio. Para el investigador, profesor asociado del Centro Médico Universitario de Utrecht, en Holanda, es difícil dar consejos generales sobre el café u otros alimentos. Pero dadas todas las investigaciones disponibles sobre los efectos del café en las personas sanas, incluidos los estudios que sugieren la existencia de beneficios, como la reducción del riesgo de diabetes, no habría un motivo para desalentarlas de disfrutar de su café preferido, indicó el autor. "El consejo general a las personas sanas sería que los profesionales de la salud no tenemos un argumento para prohibir el consumo de café", dijo Uiterwaal. Los resultados surgen de un seguimiento de 11 años a casi 6.400 hombres y mujeres holandeses de unos 40 años al inicio del estudio. Todos respondieron cuestionarios en detalle sobre la alimentación, el consumo de café y otros hábitos del estilo de vida, la educación, la familia y los antecedentes médicos familiares. En los 11 años posteriores, y tras considerar otros factores de salud, los investigadores hallaron que los que consumían poco café eran más propensos a desarrollar hipertensión que los no bebedores o los grandes consumidores. Un motivo probable, indicó el equipo, es que las personas que toman varias tazas de café por día desarrollen tolerancia a los efectos hipertensivos pasajeros de la cafeína, mientras que quienes toman menos café y con menos frecuencia mantienen la sensibilidad. Y aunque beber café aumente la presión arterial en algunas personas, destacó Uiterwaal, los estudios disponibles no lograron demostrar que eleve el riesgo de enfermedad cardíaca en personas saludables. El experto insistió también en que este estudio se concentró en los adultos con buena salud general. Los resultados no corresponden a personas con hipertensión u otros factores de riesgo que aumenten sus posibilidades de tener enfermedad cardíaca.