sumario Los jóvenes adultos negros con depresión son dos veces más propensos a desarrollar hipertensión, un estado que supone un aumento del riesgo de infarto, apoplejía e insuficiencia renal, según un equipo de investigadores norteamericanos. A pesar de que esta diferencia también se aplica a los jóvenes de raza blanca, este nuevo estudio supone la confirmación de este aumento de riesgo, según el informe publicado en la revista Archives of Internal Medicine. Un estudio desvela que los afroamericanos son entre dos y tres veces más propensos que los blancos a desarrollar hipertensión La depresión incrementa el riesgo de hipertensión os afro-americanos son entre 2 y 3 veces más propensos que los blancos a desarrollar hipertensión. A los 25 años, estos jóvenes son dos veces más propensos a padecer tensión alta. Los expertos creen que entre el 6 y el 20 por ciento de los adultos sufren depresión aguda, mientras que entre el 20 y el 40 por ciento padecen algunos síntomas de depresión. “En nuestro grupo de estudio, observamos que el 29 por ciento de los afro-americanos y el 18 por ciento de los blancos muestran algunos síntomas de depresión”, según la doctora Karina Davidson, de la Universidad de Alabama y directora del estudio. Davidson y sus colegas examinaron a 3.343 adultos sanos de entre 25 y 34 años con una tensión normal. Los investigadores evaluaron la depresión y otros factores que aumenten el riesgo de desarrollar hipertensión. Cinco años más tarde, los sujetos con depresión eran dos veces más propensos a padecer hipertensión. En total, el 2 por ciento de los sujetos blancos y el 6 por ciento de los negros desa- L 42 rrollaron hipertensión durante el estudio. En el mismo, los investigadores consideraron hipertensión la presión sanguínea sistólica igual o superior a 160 mmHg, o una presión igual o superior a 95 mmHg. Se desconocen las razones por las que la depresión aumenta el riesgo de hipertensión, aunque los factores asociados al estilo de vida podrían resultar importantes. Davidson señala que “las personas deprimidas suelen fumar, comer más y realizar menos ejercicio”, factores que influyen negativamente sobre la tensión arterial. Davidson también señala que los síntomas depresivos pueden interferir sobre la regulación de las hormonas del estrés, afectando así la función de las plaquetas y aumentando la tensión. La hipertensión no tratada puede lesionar los riñones y provocar una apoplejía, un infarto o insuficiencia cardíaca. La enfermedad del corazón y la apoplejía son la primera y la tercera causa de muerte en Estados Unidos, respectivamente. “Muchas personas creen que el estrés provoca hipertensión”, declara Davidson. “Nuestro estudio demuestra científicamente que la depresión puede ser un importante factor de riesgo de hipertensión”. Calidad de vida de los hipertensos Por otra parte, los hipertensos españoles no disminuyen su calidad de vida a medida que empeora su hipertensión. Este es el resultado al que se ha llegado en un estudio auspiciado por la Universidad de Oviedo. Esta conclusión ha sido calificada de “inesperada” por José Abelló, uno de los investigadores. El estudio se realizó con 1.781 enfermos afectados de hipertensión arterial esencial de toda España. Para medir la calidad de vida se tuvo en cuenta la capacidad funcional, el estado psicológico, el ánimo positivo y negativo, la función social y el bienestar social. Se analizaron estos parámetros en pacientes con distintos grados de hipertensión, clasificados según su grado de riesgo de accidente cardiovascular. “Lo lógico sería que cuanto más alto fuera el riesgo de accidente cardiovascular, menor fuera la calidad de vida”, señala Abelló. “Pero, curiosamente, no se ha encontrado correlación”.