¿CÓMO ACTUAR ANTE PROBLEMAS QUE PRESENTAN? LOS SE Tanto en la casa como en los centros escolares se presentan de manera continua distintos problemas, (entendiendo como problema cualquier cuestión a resolver). Tener problemas va consustancial al hecho de vivir y no resulta posible vivir sin ellos, por eso, no tienen sentido expresiones, como: “Yo no tengo problemas” o “Yo no quiero problemas”; ni tampoco inhibirse de las responsabilidades que a cada uno corresponden. Conviene distinguir entre un problema en sí y los conflictos internos (sufrimientos), que se ponen en marcha en nosotros con dicho problema: enfado, miedo, queja, culpabilizar a otros..., pues, generalmente, los mezclamos, ignorando que cada uno tiene leyes y operativas diferentes. Los conflictos internos o sufrimientos, como están en uno, necesitan y pueden transformarse en uno y, los problemas, tienen más que ver con el ámbito externo y algunos tienen solución y otros no. Si nos conflictuamos ante un problema, normalmente, generamos más problemas alrededor y se merma nuestra capacidad para dar una respuesta adecuada. Por ejemplo, si yo me enfado con mi hijo al ver que no ha recogido su ropa, con frecuencia, le grito, no le muestro respeto..., lo cual dificulta una buena relación entre ambos. Además, una vez pasado el enfado, como ya me he “desahogado”, tiendo a “olvidarme” y a no afrontar el problema. En otras ocasiones, mi hijo no ha recogido su ropa, pero como en esos momentos estoy de buen humor, no le digo nada y hasta recojo yo su ropa. Por consiguiente, lo que me mueve a actuar está más en mi estado emocional que en el problema en sí, ya que parece que si no me enfado, el problema no tiene importancia. Ante cualquier problema que se dé, primero necesitamos definirlo con claridad y, a la vez, observar los conflictos internos o sufrimientos que se activan en nosotros con él. Después diseñaremos un plan para intentar resolverlo: concretar quién tiene el problema, los pasos que vamos a dar, si necesitamos alguna ayuda, el tiempo que calculamos que nos ocupará y los beneficios que tendremos una vez solucionado. Por otra parte, hay personas que tienen una actitud de omnipotencia e intentan dar salida a todos los problemas, sin embargo, necesitan caer en cuenta y aceptar que tienen límites. Por tanto, pondrán la atención en lo que sí pueden hacer y renunciarán a aquello que les “gustaría”, pero que no resulta posible o no está en sus manos la solución.