PRESENCIA DE LA IGLESIA EN LA UNIVERSIDAD Y EN LA CULTURA UNIVERSITARIA Por Alberto C. Taquini (h) Se me ha conferido la responsabilidad de resumir aquí el hilo conductor que nos ha permitido llegar, llenos de alegría a este día de encuentro. La acepto no por mis méritos, sino por mi permanente deseo de servir . El particular momento de la sociedad actual en el que "el conocimiento" es uno de los elementos fundamentales del progreso y bienestar de las personas y de los pueblos, coloca a la Universidad, a sus investigadores y docentes, en la posición de constructores privilegiados de la sociedad. La Argentina vive un tiempo de profundas transformaciones que si bien aún no han alcanzado a la Universidad, la están condicionando para que vuelva a ser lo que dijo de ella Nicolás Avellaneda: "La más alta cumbre intelectual de la República". Participan de esta reunión Universidades nacionales y privadas, testimoniando un deseable y creciente acercamiento. También están presentes representantes de los Institutos Superiores, de los Profesorados y de los Colegios Universitarios, ratificando el inicio de una Educación Superior interactuante, extendida en toda la geografía del país. La educación superior Argentina, festeja este año el 175 aniversario de la Universidad de Buenos Aires, los 40 años de vida de la Universidad Católica de Córdoba, las bodas de plata de la primera de las nuevas Universidades, la Universidad Nacional de Río Cuarto, y la creación del primer Colegio Universitario en el prestigioso Colegio Marín, del obipado de San Isidro, todas ellas celebraciones dignas de regocijo para los argentinos. Pienso que cada uno de nosotros y todos, tenemos la alegría de llegar juntos a este encuentro convocado conjuntamente por la jerarquía y los laicos, principales protagonistas éstos del desarrollo de la libertad de enseñanza. La creación por parte del Episcopado de la Comisión de Pastoral Universitaria y este encuentro, habilitan una instancia promisoria de unidad y acción, que de hoy en más nos impulsará al trabajo fecundo. Esta es una reunión que convoca a la unidad en la diversidad, que une a la jerarquía con los tradicionales referentes del laicado argentino, que nos traerán la rica experiencia de la historia y también la presencia de los jóvenes universitarios de todo el país, que serán los abanderados de este reto que iniciamos. Estamos aquí reunidos hombres muy diversos, con enfoques y vivencias distintas, pero fecundas y comprometidas con los principios con que la Iglesia se apresta a enfrentar el tercer milenio. Enorme tiene que ser la alegría que implica estar juntas para trabajar, generaciones distintas y posiciones y acciones muchas veces encontradas. La Universidad y la investigación en ella, tienen un papel fundamental en la transformación solidaria de la sociedad, máxime ante el reto y el predominio tal vez pasajero por su hipervaloración, de la modernidad. El planteo del hombre ante la verdad, nos confronta con la limitación comprensiva de la inteligencia. Sabemos cada día más sobre los temas y con ello ampliamos nuestros contactos con nuevos problemas, sin llegar a alcanzar lo extremadamente pequeño o complejo. Allí están las barreras del hombre y su realidad ante el misterio de la Creación. Por eso es pertinente para los católicos, vivir hoy la Universidad desde las exigencias de la fe. Hemos oído de Monseñor Estanislao Karlic el marco de referencia de este encuentro. Mañana iniciaremos la reunión con el discurso de Monseñor José Saraiva Martins, quien analizará el documento "PRESENCIA DE LA IGLESIA EN LA UNIVERSIDAD Y LA CULTURA" con respecto al mundo desde la perspectiva de la congregación para la Educación Católica de la Santa Sede. Luego los doctores Pedro José Frías, José Luis de Imaz, y José Luis Cantini repasarán con nosotros la historia, la realidad y el futuro de los católicos en la Universidad Argentina. En la tarde el trabajo de las comisiones se realizará por grupos que han de abarcar los aspectos subjetivos y objetivos; es decir el propio de la relación personal con discípulos y con colegas docentes y el de los contenidos mismos de la investigación y la enseñanza. Para el primero encontrarán ustedes en las carpetas el documento de la Santa Sede y una guía preparada por la comisión para su análisis. Respecto al aspecto objetivo se ha abierto una temática lo más abarcativa posible; si ustedes encuentran omisiones están facultados para incluirlas en la discusión de los temas más afines. En aquélla se ha presentado al hombre frente a la materia, frente a la vida, y frente a sí mismo y a la sociedad. Los puntos incluidos en la guía ponen de manifiesto nuestro deseo de abrir el debate a todo el conocimiento, a toda la búsqueda de la verdad, lógicamente para los católicos desde la perspectiva de nuestra fe, en el marco de un momento histórico de fuertes cambios científicos-técnicos y de una sociedad que por la información globaliza al hombre y nos desafía al diálogo intercultural. El Dr. Carlos Rezzónico les explicará a continuación le mecánica de funcionamiento de las comisiones, y la de la elaboración del informe final para el plenario que realizaremos junto con la clausura, en la mañana del domingo. Dicho informe no pretenderá ser otra cosa que un memoramdun de lo tratado en las comisiones. La noche del 9 de marzo de 1993, día en que Menseñor Estanislao Karlic presentó en la Catedral de Buenos Aires el Nuevo Catecismo, pusimos en marcha la idea de este encuentro: "iniciar una tarea sistemática de acción con los docentes de toda la Universidad Argentina"; con la materialización de esta reunión hemos cumplido lo que nos habíamos propuesto. No queremos despertar falsas expectativas, el encuentro por sí con la participación de ustedes, universitarios de todo el país y la iniciación del trabajo con una fuerte apertura al diálogo, es el fruto que satisface nuestras metas. Permítanme que recuerde entre aquellos que comenzamos con esta idea, por no estar con nosotros, a Marcelo Zapiola, quien seguramente estará iluminando esta reunión. Tendremos a partir de ahora una base de datos de los participantes con vuestros nombres y áreas de trabajo. Les pedimos que estimulen a quienes consideren pertinente a que se inscriban en ella, remitiéndose a la Comisión de Pastoral Universitaria de la Conferencia Episcopal Argentina. El futuro surgirá de las propuestas y conclusiones de esta reunión, pero es nuestro deseo mantener con ustedes un vínculo a través de un Boletín de aparición periódica. Señores, llenos de esperanza iniciamos el trabajo de este encuentro que esperamos sea el comienzo de una acción pastoral fecunda en la Educación Superior Argentina, para dar en ella nuestro testimonio y nuestro servicio.