Ahora crecemos y creamos empleo ¿Qué pensarían ustedes si, tras siete largos años de crisis económica y unas tasas de desempleo insostenibles, una formación política les augurara que en los próximos tres o cuatro años crearíamos tres millones de puestos de trabajo? “Otra promesa electoral”, diría la mayoría, pero si analizamos sin populismos de dónde venimos y dónde estamos seremos capaces de concluir que ello ha sido posible. Cuando el Partido Popular llegó al Gobierno de España a finales de 2011, nuestro país era caro, había perdido competitividad, pues nuestras empresas apenas encontraban clientes y les costaba mucho vender fuera. Con la crisis financiera internacional de telón de fondo, muchas tuvieron que cerrar y otras reducir su producción y despedir personal. Un país con una parte del sector financiero muy dañada, especialmente las cajas de ahorro. Las empresas y las familias estaban muy endeudadas, y cuando ese proceso de endeudamiento se frenó, se produjo un desplome de la hacienda pública 15 veces superior al de la media de la zona euro. España sufrió la mayor crisis de recaudación de la zona euro; perdió 7 puntos de PIB en recaudación cuando la media europea era del 0,5. Por poner un ejemplo de la gravedad de la situación, sólo en los años 2008 y 2009 las arcas públicas perdieron 68.000 millones de euros en impuestos, el equivalente a perder 4.000 euros de impuestos por familia/año. Una herencia letal a la que hizo frente el presidente Rajoy por un firme convencimiento de que España y los españoles podíamos ganar a la crisis. Tan mal estábamos que desde fuera nos proponían la devaluación de la moneda que para el caso de España no era más que la salida del euro. Con ello se conseguiría el doble objetivo de abaratamiento y desendeudamiento. También nos acechaba la amenaza de la fuga de capitales que nos situaría en un único escenario: el del rescate. Un rescate para el que no habría habido dinero en el mundo: 900.000 millones de euros, cuando todas las reservas del FMI ascienden a 400.000 millones de dólares; o sea un rescate “low cost”, que viene a ser lo mismo que perder nuestra soberanía a cambio de poco dinero. El rescate habría provocado dramáticas subidas de IVA, especialmente en productos que van al tipo reducido; rebaja de pensiones; petición de rebaja del 10 por ciento de todos nuestros salarios; subidas de impuestos a los hidrocarburos, ajustes muy severos en educación y sanidad, entre otros. Afortunadamente nada de esto ha ocurrido y sí lo que muchos llaman el “milagro español” en solo tres años de gobierno del Partido Popular. España ahora es más competitiva, vendemos en todo el mundo, tenemos un 30 por ciento más de empresas que exportan, hemos aumentado del 25 por ciento al 34 por ciento la internacionalización de nuestras empresas y prácticamente más de la tercera parte de nuestra economía la exportamos. Como ya lo hiciera en 1995, el PP ha vuelto a cambiar la tendencia de tasas de crecimiento negativas, de generar desempleo, de tener problemas para financiar las administraciones y los servicios públicos y de disponer de muy poca capacidad de financiación, también en las empresas y las familias. Ahora estamos en un escenario diferente: crecemos, exportamos, vendemos y mientras esto siga ocurriendo los niveles de empleo irán en aumento. El 2014 fue un año de un crecimiento moderado, tras seis años seguidos de contracción de la economía, y se crearon 440.000 empleos, la mitad de ellos indefinidos. Para este ejercicio las expectativas son mucho mejores, con previsiones de crecimiento del Gobierno por encima del 2,4 por ciento y la creación de más de 500.000 empleos. Todo apunta a que España ha establecido una velocidad de crucero que alcanzará en no más de cuatro años la creación de tres millones de puestos de trabajo. La mejora será evidente. El esfuerzo que hemos hecho como sociedad ha sido enorme y es lo que ha provocado el cambio de verdad. Hemos cambiado el modelo de la economía española; antes era una economía que vivía y ganaba bienestar a base del endeudamiento. Teníamos sensación de bienestar pero no era real. Ahora vivimos de lo que producimos y exportamos, y con eso vamos poco a poco mejorando nuestro bienestar, nuestras rentas y nuestro empleo. Al final de legislatura tendremos recuperados los niveles de actividad y de empleo del principio, pero con la diferencia de que cada día irán a más y no a menos como entonces. El Partido Popular ha generado confianza en España y en los españoles. Tres años de intenso trabajo que no debemos ni podemos echar a perder. Severa González, portavoz del Grupo Parlamentario Popular en la Asamblea Regional @sevejumilla