Kenia Ayerim Animas. Los objetos de la evaluación. Anteriormente los alumnos y profesores eran los únicos objetos de evaluación educativa (se refiere a la evaluación del aprendizaje de los alumnos), ahora no solo ellos son objeto de evaluación, sino que también lo son los proyectos educativos, programas, materiales curriculares o instituciones educativas, entre otras. Casi todo puede ser objeto de evaluación, el identificar dicho objeto es parte importante para el desarrollo de cualquier diseño de evaluación. Al programar la evaluación es importante determinar el objeto a evaluar, esto ayuda a decidir que tipo de información se debe recoger y como hay que analizarla. Tipos de información. Se puede recopilar muchos tipos de información referente a cada objeto evaluado. Una vez determinado el objeto se discuten los aspectos que se deben evaluar y ahora si se recoge la información pertinente a dichos aspectos El modelo CIPP de Stufflebeam propone que la evaluación se centre en cuatro aspectos del objeto a evaluar: objetivos, diseño, proceso de implementación y resultados. Según este planteamiento, la evaluación de un proyecto educativo incluiría la valoración del merito de sus objetivos, la calidad de su programación y la valoración de los resultados del proyecto. Stake sugirió que se recogierán dos modalidades de información: descrptiva y crítica. La descriptiva se centra en objetivos y observaciones referidos a antecedentes, transacciones y resultados. La critica se compone de estandares y juicios criticos respecto a dichos antecedentes, transacciones y resultados. Guba y Lincoln propone que el evaluador genere los cinco tipo de información siguiente: 1.- información descriptiva respecto al objeto de la evaluación. 2.- información que responda a los intereses de audiencias relevantes. 3.- información sobre cuestiones relevantes. 4.- información sobre valores. 5.- información sobre estándares relevantes al merito y a la valía de las evaluaciones.