Educación y Responsabilidad Social Empresarial Víctor Guédez (15-12-2009) Así como la educación cambia el destino de la gente porque hace que el hijo del analfabeto no sea analfabeto, de manera análoga, ella también cambia el destino de las empresas porque hace que los fracasos de las empresas se conviertan en aprendizajes para su renovación. Sabemos igualmente que las empresas que no invierten a tiempo en educación, tienen que gastar a destiempo en planes de contingencia. El problema es que cuando las empresas tienen que gastar a destiempo en planes de contingencia por no haber sido capaces de invertir a tiempo en planes de educación, corren el riesgo de no tener la velocidad suficiente para alcanzar el desenvolvimiento de un entorno que cambia a un ritmo avasallante e impredecible. La aplicación de esta conclusión es de amplio espectro, sin embargo, se hace mucho más incisiva en materia de responsabilidad social por el carácter sensible y estratégico del tema. Pensamos que la Responsabilidad Social Empresarial, además de formar parte de la misión, visión y valores de la organización y más allá de reflejar una estrategia sustantiva de la organización, debe también convertirse en una competencia ineludible en los niveles directivos, ejecutivos, gerenciales profesionales, técnicos y operacionales de las empresas. No debe trabajar en una organización alguien que carezca de conciencia ciudadana y de sensibilidad social, asumidas ambas como una vocación en ejercicio. Este propósito es fundamental porque existen suficientes testimonios que demuestran que, si bien es cierto que la ética y la responsabilidad social individuales no aseguran la ética y la responsabilidad social de la organización, no es menos cierto que no puede haber una ética auténtica y una responsabilidad social eficaz sin la presencia de personas éticas y socialmente responsables. En este sentido, la información, la comunicación y la educación que puedan ofrecerse a favor de la sensibilidad y del compromiso con las responsabilidades sociales y ciudadanas, es fundamental. Tal exigencia es insoslayable debido a que en nuestros días se sabe que el conocimiento no es el fin del conocimiento. El conocimiento, más bien, es un medio que debe orientarse hacia el desarrollo de toda la persona en el marco del desarrollo de todas las personas. Se impone convertir la responsabilidad social en una competencia o en un compendio de competencias que debe ser desarrollado. Recordemos que una competencia es un conjunto de informaciones, conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes. En las organizaciones contemporáneas se pueden distinguir tres tipos de competencias: las básicas, las genéricas y las técnicas. Las competencias básicas son naturales o de adquisición temprana. Por lo general, se exigen como requisito de ingreso a las empresas, pero esto no significa que no puedan ser reforzadas y mejoradas con acciones de educación. Estas se encuentran en las instancias más profundas de las personas y representan un núcleo alrededor del cual se fomentan las diferentes dimensiones formativas del ser humano. En estas dimensiones podría ubicarse la sentencia: “Donde no hay amor, siembra amor y cosecharás amor” (San Juan de la Cruz). Así como las competencias básicas están más vinculadas a las cualidades humanas de las personas, las competencias genéricas se orientan más al desempeño, a los requerimientos de una cultura organizacional y a los significados de una identidad institucional. Ellas cubren un amplio espectro y sus alcances atienden las exigencias de todos los negocios y funciones de una corporación. Aquí podemos incluir lo relacionado con la comunicación y colaboración, con el pensamiento creativo y la solución de problemas, con la capacidad evaluativa, el sentido de prioridades y el manejo de incertidumbre, entre otros aspectos. Por último, encontramos las competencias técnicas que están vinculadas con las informaciones, habilidades, destrezas y actitudes que se requieren para desplegar labores propiamente profesionales, es decir, asociadas con los proceso específicos de un trabajo. Las diferencias que estas competencias plantean al ser comparadas con las genéricas y las básicas, permiten precisar una conclusión importante para nuestro tema: las competencias básicas deben ser “ahondadas” en las instancias más profundas del ser humano, las competencias genéricas deben ser “enfocadas” para que respondan a las exigencias de los negocios corporativos, y las competencias técnicas deben ser “alineadas” a los requerimientos de los procesos específicos de un desempeño profesional. Este explícito comentario de las competencias ha sido necesario para entender que la Responsabilidad Social Empresarial debe ocupar un lugar dentro del mapa de competencias que contemplen las organizaciones. Este aspecto es una puerta abierta que admite todavía mucha reflexión y discusión. Por ahora basta que, en este contexto, establezcamos una propuesta respecto a las acciones que debe acometer una organización para enraizar esta disposición de responsabilidad social en el espíritu de la gente. Ellas pueden ordenarse de esta manera: a) Programas de información y comunicación sobre el valor estratégico y la justificación ciudadana de la responsabilidad social. b) Programas de educación que apunten hacia el desarrollo de competencias orientadas hacia el respeto a la dignidad humana, la solidaridad y subsidiaridad como criterios de relación, y la búsqueda del bienestar común. c) Establecimiento del voluntariado corporativo y fomento del voluntariado individual como vías para respaldar institucionalmente las acciones sociales de la gente. d) Desplegar estrategias de socios y custodios sociales, mediante las cuales se fomenten asociaciones internas para llevar adelante iniciativas sociales. e) Sensibilizar a las instancias gerenciales para que actúen como facilitadores, tutores o mentores de esfuerzos sociales. f) Asumir el modelaje como un recurso expansivo de motivación y compromiso. g) Brindarle espacio al contagio que permita incentivar un creciente nivel de responsabilidad social individual, grupal y empresarial.