POBLACIÓN ESPAÑOLA DURANTE EL SIGLO XVIII La población española creció a lo largo del siglo más de un tercio, pasando de los 7´5 millones de 1717 (cifra aproximada) a los 10´5 constatados en el Censo de Floridablanca de 1787. De manera análoga creció la población europea a lo largo del siglo XVIII: Alemania de 15 a 25 millones; Francia de 21´5 a 29 millones; Inglaterra de 5´8 a 9´1 millones; Italia de 13´3 a 17´8 millones; Rusia de 16 a 29 millones. El principal incremento se produjo en Madrid y las regiones de la periferia, sobre todo Cataluña, Valencia y el litoral Cantábrico. El interior de la península continuó despoblado, con excepción de la Corte. Población de las principales ciudades españolas a fines del siglo XVIII: Madrid 167.000 hbt.; Barcelona 111.000; Sevilla, Valencia y Granada 100.000; Cádiz 70.000; Málaga y Zaragoza 50.000; Bilbao 12.000. Comparación demográfica a escala europea, en 1800, con algunas ciudades europeas: Londres 1 millón de habitantes; París 500.000; Viena 250.000; San Petersburgo 200.000; Berlín 170.000; Roma 165.000. DESARROLLO ECONÓMICO Fue un siglo de importantes y profundas reformas económicas y sociales, especialmente intensas durante el reinado de Carlos III (1759-88) AGRICULTURA Y GANADERÍA El aumento demográfico, por la mayor disponibilidad de mano de obra, conllevó un aumento de la superficie cultivada, aunque debido al carácter rudimentario de su realización la productividad sólo creció levemente (utilización masiva de barbecho, técnicas arcaicas, casi ausencia de la utilización de abonos…) Las reformas fueron muy limitadas. En algunas regiones se extienden los regadíos, se mejoran las técnicas agrícolas y se comienzan a cambiar los sistemas de rotación de cultivos. También la monarquía inicia una reforma agraria, con la desamortización o puesta en circulación de tierras baldías de los ayuntamientos. En cuanto a la ganadería, en decadencia desde el siglo XVII, nada pudieron hacer los Borbones para revitalizarla, continuando de esta manera la decadencia de la Mesta. INDUSTRIA La España del siglo XVIII apenas contribuyó a la Revolución Industrial europea. Sólo Cataluña desarrolló una industria textil de considerable tamaño, centrada en el algodón y en las fábricas “de indianas” (en 1780 existían 80 fábricas textiles con 2.500 telares que ocupaban a 10.000 trabajadores); mientras, en el resto del país existían pequeños, dispersos y poco rentables talleres artesanales. Para tratar de desarrollar esta incipiente industria, los Borbones toman medidas proteccionistas para evitar la competencia de productos extranjeros, se trata de estimular la inversión privada a través de reformas fiscales y se crean las manufacturas reales, empresas dirigidas por la propia Corona. COMERCIO Para mejorar el comercio interior hacía falta comenzar por la mejora de las infraestructuras. Se planificó una red para unir Madrid con la periferia, aunque la mayoría de dichos proyectos no se terminaron (aunque sí la apertura del Puerto de Guadarrama que facilitó la comunicación entre Madrid y el Cantábrico) Hablar de comercio internacional quiere decir, sobre todo, comercio con las posesiones americanas, que absorben, a fines de siglo, un 87 por cien del total exportado. Durante todo el siglo el comercio con las colonias de América sólo podía efectuarse desde el puerto de Cádiz y por un sistema de flotas periódicas; ese sistema de monopolio había funcionado así desde los inicios de la colonización americana. Sin embargo, y con el deseo de estimular el comercio, el sistema cambia en 1778 al decretarse la libertad de comercio con América, que en realidad se limitaba a autorizar a algunos puertos españoles y americanos a comerciar entre sí. Los Borbones crean las “Compañías Privilegiadas”, que tienen la exclusividad de un área geográfica o de un producto, como la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas (1728) que ejercía el monopolio sobre Venezuela del comercio de algodón, tabaco y cacao.; o la Compañía de la Habana (1740) para comerciar con el azúcar y tabaco de Cuba. SOCIEDAD La sociedad no cambia en su estructura ni en sus componentes: los dos estamentos privilegiados son el clero (unas 150.000 personas) y la nobleza, quienes controlan la inmensa mayoría de la propiedad de la tierra. Por otra parte se encuentra el “estado llano”, al que pertenecía el 90 por cien de la población. Dentro de él los burgueses intentan acceder a posiciones privilegiadas, pues aunque poseían la fuerza del capital no formaban parte jurídica de las clases privilegiadas. Se producen algunos cambios en la relación entre la monarquía y la iglesia católica. Así, por el Concordato con la Santa Sede de 1753, el estado consigue reforzar su poder sobre las estructuras eclesiásticas. Otra medida de control religioso fue la expulsión de la orden de los jesuitas de España en 1767, acusados de haber promovido el motín de Esquilache, y la incautación de sus propiedades. FELIPE V (1701-46) Hasta 1716 se desarrolla un periodo de consolidación en el que logra imponerse a su contrincante Carlos en la Guerra de Sucesión, tras la cual impone el centralismo y aplica reformas político-administrativas a imitación del modelo francés. En una segunda fase, hasta 1733, la política borbónica está encaminada a recuperar los territorios mediterráneos perdidos a raíz del Tratado de Utrecht, bien sea por la fuerza (invasión de Cerdeña [agosto de 1717] y Sicilia [julio de 1718], aunque ambas se hubieran de abandonar en agosto de 1718) o mediante la diplomacia; ambas vías fracasan. A partir de 1733 se opta por la alianza total con Francia a través “pactos de familia” (Primer Pacto en 1733 y Segundo Pacto en 1743), cuyo objetivo sería evitar la hegemonía británica de los mares (que amenazaba los territorios americanos españoles) y la recuperación de territorios mediterráneos perdidos tras Utrecht (en 1734 conquista Nápoles y Sicilia y pone en el trono a su hijo Carlos, hijo de Isabel Farnesio) FERNANDO VI (1746-59) La política internacional de Fernando VI estará basada en la neutralidad entre los diferentes conflictos existentes entre Francia e Inglaterra, difícil de conservar ante las provocaciones de unos y otros. En 1748 se reconoce internacionalmente el reinado de las Dos Sicilias de su hermanastro Carlos. La muerte de Fernando VI sin herederos provocó la subida al trono de su hermano Carlos, hasta entonces rey de las Dos Sicilias. CARLOS III (1759-88) Un nuevo impulso reformista surgió en España con la subida al trono de Carlos III, acentuada sobre todo a partir de la llegada de sus consejeros italianos a partir de 1763 (el marqués de Esquilache en el Ministerio de Hacienda) Durante su reinado se realizaron los intentos reformistas más profundos del siglo XVIII: Limitación de mayorazgos, que fueron incorporados a la Corona. Disminución de los privilegios de la Mesta. Intentó de liberalizar el comercio de granos o la concesión de traficar con las colonias de las Antillas a diferentes puertos, hecho que provocó la protesta combinada de la aristocracia, el clero y los ganaderos castellanos. Consideración de la educación como un servicio público obligatorio para toda la población a partir de 1781. Repoblación con 6.000 colonos católicos de Holanda, Suiza y Alemania de Sierra Morena. Incremento de impuestos para sufragar las guerras y la construcción de una poderosa flota. Tomando como excusa la subida del precio del pan debida a las malas cosechas sufridas entre 1760 y 1766 y la reglamentación en la manera de vestir, los conspiradores consiguieron el apoyo popular en más de una veintena de ciudades –con tintes xenófobos antiitalianos-; ello se conoce con el nombre de Motín de Esquilache (1766), durante el cual Carlos III se vio obligado a destituir a su Ministro de Hacienda. En 1767 se expulsa de España a los jesuitas, quienes se habían distinguido por su oposición a dichas reformas ilustradas. En política exterior se abandonó la neutralidad y se firmó el Tercer Pacto de Familia en 1761.Durante la Guerra de Independencia de los EE.UU. (1775-83), España y Francia apoyaron a los colonos en contra de Inglaterra. El fin de la contienda supuso en 1783 la recuperación de Florida, la colonia de Sacramento en Uruguay y Menorca (aunque no Gibraltar, como también deseaba Carlos III) y la cesión por parte de Portugal de Guinea Ecuatorial. EJERCICIO A REALIZAR EN CASA: Partiendo de los textos de A. Domínguez Ortiz y G. Anes y buscando más información en Internet, comenta las siguientes cuestiones: ¿Desde cuándo está documentada la existencia de gitanos en el reino de Castilla y cuáles fueron y en qué consistieron las primeras medidas para la integración de dicha minoría étnica? ¿En qué consistió la Pragmática Sanción promulgada en septiembre de 1783 por Carlos III? ¿Dio resultado?