IES Almunia. Departamento de Gª e Hª 1 Características sociales, políticas y económicas del Antiguo Régimen. La política centralizadora de los Borbones La composición histórica a realizar trata sobre las características sociales, políticas y económicas del Antiguo Régimen, y la política centralizadora de los Borbones, que ocupa el siglo XVIII, desde el reinado de Felipe V hasta las reformas emprendidas por Carlos III. España, como un estado más dentro de la órbita occidental europea, presenta durante el siglo XVIII la estructura de un país del Antiguo Régimen. Lo identificamos a partir de los siguientes niveles: - Político: Presenta una forma de gobierno absolutista, en el que el rey abarca los 3 poderes (ejecutivo, legislativo y judicial). Justifica su poder alegando un origen divino, tal y como defendieron pensadores de la talla de Hobbes o Bossuet. Por tanto, el rey ejerce toda la autoridad sin consultar a la ciudadanía o someter sus decisiones a referéndum. - Social: La sociedad española se divide en estamentos, grupos cerrados en los cuales no se permite la promoción social. Hay dos grandes grupos: privilegiados, formado por la nobleza y el clero, y no privilegiados donde se encuentra el resto de la ciudadanía. Este último es un grupo heterogéneo, pues en él se encuentran trabajadores de todo tipo: artesanos, campesinos, comerciantes, burgueses, profesionales liberales…. Cabe destacar que dentro de este último grupo se encontraban dos subconjuntos muy dispares: campesinos (representa el 80% de la población) y la burguesía. La burguesía española la encontramos concentrada en el antiguo reino de Aragón (Cataluña y Valencia) debido a la tradición comercial con puertos mediterráneos arraigada a esta zona y, a que las primeras industrias textiles su ubicaron aquí. - Económico: En España encontramos una economía de subsistencia, es decir, una producción basada en el autoconsumo y poco dada a extraer beneficios y excedentes. El campo es la base de la riqueza española aunque cabe destacar que de toda su extensión, el 70% estaba amortizado, por lo que no se podían vender o comprar parcelas o ponerlas en funcionamiento, haciendo que la producción fuera muy escasa. A ello, debemos sumarle la sucesión de malas cosechas y sequías que provocaron en la población creciente sufrieron varias crisis de subsistencia (1709, 1723, 1750, 1764…) El comercio con América sigue siendo otro de aporte económico de importancia en la España del siglo XVIII, sobre todo a través de de las medidas de apertura comercial y de los puertos españoles. Sin embargo, el mercantilismo funcional que había en España frenó el avance de otras áreas productivas a favor de la acumulación de metales preciosos. Con la llegada de los Borbones a España estas características se consolidan basándose en el sistema francés, que llevaba ya una centuria funcionando. El advenimiento de los Borbones se produce por una cuestión sucesoria al trono. Carlos II, el último de los Austrias españoles muere sin descendencia, legando en su testamento el reino a Felipe de Anjou. Sin embargo, surge otro pretendiente al trono de la familia de los Habsburgo, el Archiduque Carlos. IES Almunia. Departamento de Gª e Hª 2 Características sociales, políticas y económicas del Antiguo Régimen. La política centralizadora de los Borbones Esta cuestión pronto se tornó en un conflicto internacional pues al vencer el francés supondría que la hegemonía europea recaería en manos de Luis XIV, el rey más poderoso del momento, y si lo hacía en manos del archiduque Carlos, la balanza se equilibraría a favor de Austria. Las potencias internacionales se alinearon de la siguiente manera: - Felipe de Anjou sería apoyado por Francia - Archiduque Carlos apoyado por Portugal, Gran Bretaña, Provincias Unidas, Saboya y Prusia. En 1702 se inició una guerra que duraría hasta 1712, y que paso por diferentes etapas. En 1711 se produjo un acontecimiento que cambiaría el sino de la guerra: Carlos accede al trono de Austria, y sus aliados ante el miedo al avance o hegemonía austríaca deciden cambiar de bando y apoyar la candidatura francesa. La guerra se da por concluida por los Tratados de Utrecht (1713) y de Radstadt (1714). Las consecuencias fueron trascendentales, ya que supuso un cambio drástico en la configuración política y administrativa de España, pues se impone el nuevo modelo: el absolutismo borbónico. Se iniciaron una serie de reformas para fortalecer el Estado mediante la centralización política y la uniformidad legislativa e institucional. Las primeras medidas responden a las necesidades de la guerra, como por ejemplo la reforma del ejército (alistamiento obligatorio, compra de material…) y la reforma del sistema recaudatorio. Por otro lado se cambió la estructura de la monarquía, basado en el sistema polisinodial (cada uno de los reinos que componían España disponía de su propio consejo y cámara legislativa, aparte de otra serie de instituciones que reforzaban la autonomía de los reinos) imponiéndose un solo consejo o secretaría de Despacho, al que estuvo al frente un secretario designado por el rey. Ésta en 1714 fue dividida en 4 secretarías: Guerra, Marina e Indias, Justicia y Estado. Posteriormente se añadió la de Hacienda. Entre los objetivos del nuevo gobierno estaba la necesidad de dar uniformidad al Estado español, acabando con el antiguo sistema que daba autonomía a los distintos consejos. Por ello se dictan los Decretos de Nueva Planta (1707-1716) a través de los cuales se suprimían los antiguos fueros y privilegios e instituciones de los reinos de la Corona de Aragón, que pasaron a ser gobernados por las leyes castellanas, más proclives a la autoridad e intromisión del rey. Aragón se mostró, durante la guerra de sucesión más afín al pretendiente austríaco, por lo que Felipe V decidió dar preeminencia a la Corona de Castilla y basar su nuevo estado en las leyes e instituciones castellanas, que permanecieron fiel a su candidatura. De esta manera, todo el territorio de la monarquía pasaba a tener un único sistema, con la excepción de Navarra y País Vasco, que sí apoyaron a Felipe de Anjou. Todos los consejos IES Almunia. Departamento de Gª e Hª 3 Características sociales, políticas y económicas del Antiguo Régimen. La política centralizadora de los Borbones territoriales se integraron en el de Castilla, que pasó a ser el centro del gobierno interior en España. Los decretos de Nueva Planta también establecieron una nueva administración provincial que pasarían a ser gobernadas por un capitán general. Se crearon 11 capitanías generales, por tanto crearon dos nuevos cargos: los intendentes, nombrados por el rey o por el secretario de estado con funciones administrativas, judiciales y hacendísticas, que controlaban a los antiguos corregidores de los municipios; por otro lado tenemos a los capitanes generales encargados de la jefaturas provincial y militar, presidían las audiencias, y que sustituyeron a los antiguos virreyes. Con respecto a la Iglesia, los Borbones impusieron el regalismo que consistía en el derecho de los reyes a intervenir en algunos aspectos de la vida interna de la Iglesia, como por ejemplo designar a los altos cargos eclesiásticos y recaudar rentas de las sedes episcopales vacantes. En 1737 se firma el concordato con la Santa Sede que permite a Felipe V conseguir sus objetivos. Otra de las medidas para conseguir la uniformidad y centralizar el poder fue hacer la reforma del ejército y de la Marina. Se impuso el alistamiento obligatorio, el tercio fue sustituido por el regimiento como unidad básica, y se creó un ejército profesional y permanente que dependería del gobierno central. La Marina, por su parte, fue priorizada por la necesidad de controlar los territorios americanos. Se apostó por una flota poderosa fomentando la construcción de astilleros y arsenales (El Ferrol, Cádiz, Cartagena…). José Patiño y el Marqués de la Ensenada promovieron su profesionalización y organización. Con respecto a la política exterior destacamos la importancia de los Pactos de familia, con el fin de recuperar los territorios perdidos en la Guerra y asegurar el Imperio Colonial. Se firmaron dos pactos de familia por el cual se aseguraban la influencia española en el sur de Italia y Mediterráneo occidental, y la obtención de los ducados de Parma y Toscana. Con Fernando VI se opta por la neutralidad, y con Carlos III se firma un nuevo Pacto para hacer frente al expansionismo británico. Éste supuso la recuperación de la Florida, Menorca y Sacramento (Uruguay) aunque no pudo recuperar Gibraltar. Al avanzar el siglo XVIII surge un cambio de mentalidad o pensamiento que afecta al gobierno de los monarcas. La Ilustración promueve, entre sus ideas, la igualdad de la ciudadanía, el progreso de la sociedad a través de una generalización de la educación, la libertad de comercio y de industria entre otras. Estas ideas son asumidas, en parte, por los monarcas que deciden dar un giro a su política, convirtiéndose en déspotas ilustrados. A partir de entonces, los reyes gobernarán intentando dar forma a esas ideas apostando por una serie de reformas sociales y económicas que tienen como objetivo “la felicidad de la población” y el progreso del Estado. Carlos III es el máximo representante de esta corriente en España, haciendo una serie de reformas que cambiarían, considerablemente, la marcha del país. En sus primeros años se apoyó de los ministros italianos (procedentes de su reino primero, Dos Sicilias) que representaban la opción reformista más radical como la libertad comercial para IES Almunia. Departamento de Gª e Hª 4 Características sociales, políticas y económicas del Antiguo Régimen. La política centralizadora de los Borbones los cereales, la desamortización de los bienes de la Iglesia… Estas medidas provocaron profundas oposiciones que estallaron en el Motín de Esquilache (1766) por la subida del precio del pan, la presencia de extranjeros en el gobierno y la oposición de los privilegiados a sus medidas. A esto le sumamos la prohibición de la vestimenta del sombrero de ala ancha y la capa. A partir de entonces, Carlos III optó por ministros españoles que llevaron a cabo reformas más moderadas, como Campomanes, Floridablanca y el Conde de Aranda. Hubo ilustrados que apoyaron y ayudaron a desarrollar estas medidas como Jovellanos, o Pablo de Olavide. El programa de reformas fueron las siguientes: 1. Reformas religiosas: que supuso la expulsión de los Jesuitas (1767) y la supresión de las tradiciones religiosas populares (romerías...) así como limitar el poder de la Iglesia 2. Reformas económicas: como la creación de la Lotería Nacional (1763), el Banco Nacional de San Carlos, medidas de libre circulación de cereales y vino, y la liberalización comercial con América y las medidas proteccionistas para proteger la industria nacional. Se promovió el desarrollo agrícola con la limitación de los privilegios de la Mesta, la colonización de tierras despobladas, la fundación de nuevas poblaciones en Sierra Morena, la desamortización de bienes comunales y la creación de las Reales Fábricas. 3. Reformas militares: sistema de quintas, se reorganizó la estructura del ejército (infantería, artillería y marina) y se creó un cuerpo de oficiales profesionales. 4. Reformas sociales: la dignificación del trabajo industrial y comercial, control de grupos marginados y la creación de las Sociedades Económicas de Amigos del País (centros de enseñanza superior desligada de la Universidad) 5. Reformas institucionales: que limitaron el poder municipal de las oligarquías, pasando a crear cargos elegidos por la población: los síndicos y los diputados del común. En definitiva, esta composición recoge los hechos más destacados del siglo XVIII y que suponen la ruptura de la antigua estructura autoritaria de los Austrias y del sistema polisinodial, donde cada reino disponía de autonomía y gobierno para llevar sus asuntos. La llegada de los Borbones supone el inicio de un país uniforme bajo un solo poder y autoridad.