14/1944

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MINISTERIO DE A^RICULTURA
SECCIION DE PUBLICACIONES, PRENSA Y PROPAGANDA
, HOJAS DIVULGA. DURAS ^
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MAY(^, 1944
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DEFE SAS DE lOS VEGETALES
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^^ Cera, materias vegetales y pelos F>
POr ANTONIO GARCfA ROMERO,
Ingeniero AKróuomo
Diversas producciones de los estratos epidérmicos de
muchos vegetales revisten la superficie de sus órgan^os^ de
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Vírgulas de cera ( v), en e] tallo de Saccharum offictin¢rum.
formaciones y sustancias d:versas: cutina, pelos, cera ma- :
terias minerales, etc, Estas defienden y prote- ^
gen contra los rigores del clima: contra el frío, :
contra la excesiva evaporación en medios secos, ;
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Estae IIo.rns se reniite.n gratis a quicn las pidn a]a S'eceión de
Pablicaciones, Prensa y Yropaga^da, del Ministerio dF A^ri^^^altura._
-2contra animales varios... En la impos-bilidad de ocuparncs hoy de
tadas ellas, dedicamos estos renglones a las ceras, materias minerales y pelos.
La cera, en gránulos diminutos, en escamitas superpuestas, a
veces como en los tallos de la caña de azúcar-S^rach,^,r^um offi,c^n,cz^~uyr^-, constituyendo p^equeñas vírgulas céreas mu.v próximas
unas a otras, perpendiculares a la superficie ,y ensortijadas en su
Pelos unicelulares nácidos en la cara inferior de los sépalos de AGt)t.aea rosea.
extremo, tapiza o reviste la epidermis de distintos órganos vegetales de una capa de col^or blanquecino, análoga a la elaborada por
las abejas. Tal ocurre en las hojas de ciertas palmeras y en las de
1as coles ; en las cañas de las gramíneas, muy especialmente en los
nudos ; en el epicarpio o^exocarpio, vulgatmente llamada "piel"
de algunos frutos : uvas, ciruelas, donde también se la dice "pruina", etc., etc.
Dicho revestimiento céreo, que desempeña un papel protector,
es arrastrad^o fácilmente por ^una ligera pr•esión, por un simple
roce o empleando un disolvente adecuado : xilol, cloroformo, etc.
Pero en los antes citados frutos de mesa la existencia del revestimiento céreo es un atractivo; indica que están poco "sobados",
^bien tratados o recién cogidos, y hay que procurar conservarle.
-sEn algunas plantas, como ocurre en los Ilamados "árboles de
la cera" : lilopstockicc cE;•r^i. f ercc, G^'ox•^lo^n c^n^clir,ola, ete., dieha secreción, que hace naturalmente inmojables las partes donde se•
deposita, puede alcanzar un espesor de cinco milímetros, y tiene
aplicaciones industriales, lo mismo que la cera ordinaria.
Las sustancias minerales que impregnan las membranas están
difundidas en vegetables pertenecientes a los más diversos gnupos sistemá.ticos. El caso de mineralización más frecuente es el debido a la sílice : bió^cido de silicio hidratado. La sílice se repartede manera muy homogénea entre las capas de celutosa y de cutina, constituyendo parte esencial de la membrana, que adquiere,.
en virtud de esta incorporación de sílice, ma•yor dureza y resistencia.
Los tallos y hojas de Ciperáceas y Gramináceas suelen conteuer sílice en sus membranas. A su mayor o menor dosis^ en los ta]los :"callas", de algunas variedades dé cereales, atribuyen algunos su distinta resistencia al encamado. Las cenizas de los equisetos-Fqtrcisetzcrrz: criptógamas fibro-vasculares-encierran hast^z
el 9f y 97 por 100 de silice, proporción tan alta que comunica a
las plantas vivas, sobre todo en estado seco, una aspereza espccial ; tanto, que se pueden utilizar estas plantas en el pulimento
de espejos y objetos de oro y de marfil. Por su elevada dosis en
silice, no cambian estas plantas de forma si se incineran, obteniéndose residwos cinericios que cor.servan la traza de s^u estructura. Tales residuos se denominan "espodogramas". En los de
ejemplare ^ de la familia Ciperáceas son bien visibles las células
silicificadas, de forma cónica. Las valvas o caparazones de las diatomáceas, por la inscrutación en sílice de sus membranas, constituyen ^uno de los casos mítis interesantes de esta mineralización.
Los relieves o escultux•as de dichas cubiertas, swnamente delicados, se aper.ciben, sobre todo obsex•vando el esqueleto silíceo, base
de su estudio sistemático. Los caparazones silíceos de estos seres
c•onstituyen la tierra de trípoli o harina, fósil, de la que existen
grandes depósitos sedimentarios en el mundo : suelos de Bex•lín
,y de Koenisberg, de P^ichsmond (Estados Unidos), de Caltanisetta
(Sicilia), Orán, lVlorón (Sevilla), etc., etc., y que ofrece mu,y diversas aplicacianes: pulimentación de metales y espejos; fabricación de filtros, cementos, hasta mezclada con nitroglicerina, para
hacer dinamita.
Las fibras de muchas pal^meras, especialmente de las brasileña^s del género ^a.cb7^is, son tan resistentes y están tan fuertemen-
te mineralizadas qu^e casi se pued^en emplear a mado de limas, confeccionándose con ellas cuerdas muy resistentes.
Se hallan también ' muy silicificados los pelos de la especie
C;,2mpamula persicifolia, y la parte terminal de los pelos urticantes de las etspecies Urti,ca ure^ns y U. ^dioica, ortigas muy frecuentes en nuestra flora.
La mineralización, por infiltración en las znembranas de car-
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Yelos pluricelulares .simples, con la célula basal engrosada, de las hojas de Iviula
Helenbum.
bonato cálcico, es más grosera que la silícea, easi granulosa, alcanzando a veces un espesor considerable, cual ocurre en las algas
calcáreas, p^ertenecientes en buen número a las "algas rojas" o
R^odofíceas : Coralli^na offtic2ina.lis, C. mediterránea, Liehophyll^tim,
etcétera, y también al grupo de "algas verdes" o Clorofíceas :
Zl^dotea f labellat,a:, Acetabularia lmediíerrá,nea, Pomze^tella austratis, etc. La cantidad d^e caliza ,incrustada es tan considerable a veces, que el alga parece tener naturaleza pétrea y es muy frágil
en sus partes más fina ^ . Para estudiar estos vegetales hay que
disolver la capa mineral mediante ácidos. En las plantas superiores na son raras las impregnaciones calizas en los pelos de tall^os y hojas de detPrminadas familias bot^ínicas : borrag_náceas,
c^ucurbitáceas, crucíferas... Tales plantas se x•econocen fácilmente
por el ashecto de sus hojas. Los frutos de box•ragináceas del génera Lzt.hos^pe^^7hnan tienen el pericarpio calcificado, blanquecino, como
indica la eti^mología del referido nombre genérico :"semilla de piedx•a". En
c^ertas células epidérmicas de ho;as
de Ux^ticáceas y Moráceas se encuentran depósitos especiales de carbon^to cálc i co que adquieren f^ormas abul tadas, arracimadas, llamadas "cistólitos". En los Ficus, U^'ti,c^i y Ccc^nnzr^bis, los cistólitos son muy perceptibles. Por ítltimo, otro tipo de mineralización se debe al oxalato cálcico.
La ^mpnegnación es, en estos c^so^,
parcial, produciéndose frecuentem^nte en el espesor de las membranas
celul^oso-pécticas o en las l^gnificadas.
En las hojas de adelfa, Neri.um al.acvnzder; ^en algunos Sempcr^virum, en la
hiedra ,y en algwxas conífex•as se
aprecian con frecuencia cris^^tales cctaédricos de oxalato de calcio.
Pelos.-El estrato epidérmico, ^,largando de diversos modos alguno, de
sus elementos, produce el revesti^mient^o peloso de muchos vegetales.
Las células así px•^olongadas se dicen
pelas o tr`comas. Sus foi^mas son
muy numerosas : de gancho, de 1anzadera, etc., y en ciertas plantas
muy complejas. Pueden ser uni o
plur:celulares; simples-alai•gados ,y
más o menos filiformes-o ramificr^Pelo urticante de U^•tica d^,oir,a.
dos ; vivos o muertos, según la naturaleza de s^us células, y, en esíe íiltimo caso, más o menos lignificados : pelos ásperos d^e las borragináceas, etc. Los pelos unicell,lares simples se encuentran sobre todo en las yemas y son caedizos. Pelos pluricelulares ramificados pueden encontrarse en hojas
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de Ve•r•bcc^scl^»l, entre otras. Los pelos estrelladas se componen de
una o varias csélulas basales, a modo de pedestal, que se ramifican
superiormente y toman la forma de una estrella: El:eugn^s, Deu^tzia, etc. L^fls abroq^uelados, cual los que muestr^a el Rh^c^le^dend^~orl.
A), pelo estrellado de F,lera^nus reflexa; Bl, pelo escamifiorme de .4hepii.erdtn r,anc^di.ensls.
f^.Fw^hu.g^iryac^umi, en la cara inferior o envé^s d^e sus hojas, se producen mediante la soldadura d^ muchas células radialES.
Los tricomas o pelos tienen origen epidérmico, pero en ciertos casos pueden también intervenir en su formaci.ón tejidos más
profundos, constituyéndose prominencias de mayor complicación
de estructura. A esta categoría pertenecen: los tentáculos de algunas plantas carnívoras : Drose^ra, etc. ; las prominencias glandulares de las labiadas ; las verrugas de ciertos tallos, y los agui,jones-espinas-de los rosales.
Como es sabido, hay plantas que poscen pelos especiales, Ilamados "urticante+s"-varias ortigas de nuestra flora; las loasáceas, de América, etc.-, que ejercen una acciór. irritante en la piel
de personas y animales. E'n las ortigas, estos p^elos están formados por• una célula bastante abultada-como una botella de cue-
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llo largo--, con la base encajada en un sopox•te de células epidérmicas cuyas membranas se encuentran ^silicificadas. En el interior contiene a ci^erta presión un líquido irritante. Estos pelos pueden compararse a una jeringuilla de inyecci^ones. La acción it•ritante ce produce por rotura de la parte terminal del cuello que,
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:_",istGlito lc) de carbonato cálcico de la cara superior á e una hoja de FFcvcs carica.
como la aguja de la jeringuilla, p^erfora la epidermis y determina
la penetración del líquido en la pequeña herida. Luego, de la rotura del pelo, su p^unta se regenera, pudi^endo actuar de nuev^o.
Los revestimientos pelos^as realizan funciones diferentes. En
las hojas d^e Cr•a^str,la falcata, especie del desi^erto de Kalahari,
Africa, las pelos, abultándose como ampollas, con membranas 1I1tensamente cutinizadas y silicificadas, sirven paI•a guardar provi
sión de agua y para protegex•, como una pantalla, las pat•énquinlas
subyacentes. En otras plantas, los pelos estrellados, reunidos en
gran número en la ca.ra inferior de las hojas o revistiéndolas de
un bupido tormento, retienen en parte el vapor de agua emitido
por los estomas, atenúan la transpiración y permiten al vegetal
una mayor economía de agua. En general, tod^os 1os revestimientos pelosos densos, manteniendo en inmovilidad relativa importantes masas gaseosas en contacto inmediato con los órganos vegetales, constituyen, por ellas, una protección eficaz contra los
cambios brws^cos de temperatura por defecto o exceso, dada la escasa cond^uctibilidad térmica de los gases.
Los pelos pueden ser también una defensa contra la iluminación excesiva, propia de algunos climas. En especial, los pelos unicelulares son células muertas, vacías de contenido, reducidas únicamente a las membranas. Algunas de estas células se hallan revestidas de cutícula en tada la sup^erficie del pelo; otras, carecen
de ella. I?e esto depende el diverso briho de 1os pelos y su dife,rente coloración. Muchos pelos suelen presentar color blanco, porque la luz se refleja fácilmente sobre las paredes celulares, en
el interior del tubito capilar que forman aquéllos. En l^as^ ciimas
de países cálidos son frecuentes las hojas argentadas-planteadas-o broncea.das, cubiertas de numerosos pelos aplicados sobre
su superficie.
Las variantes de los tricomas, llamadas "prominencias", tienen, casi siempre, funciones glandulares. Pasand^o la mano sobre
las superficies foliáceas que las presentan, se rompen las citadas
glándulas y:a piel se ii^7pregna del aceite esencial que aquéllas
pas^een. Pelos ,y glándulas dedicados a la secreción se aprecian en
muchas labiadas. Basta el calor diurno, para que algunas prominencias estallen. La esencia que poseen, evaporándose y disalviéndose, crea una atmósfera perfumada alrededor de la planta. Parece q^ue los vapores de estos aceites ^esenciales, en zonas de ambiente tranquilo, s^on capaces de retener ciertas radiaciones y d^e
produc:r b^eneficios al vege^tal. Pero esto no está claro todavía.
Lo que sí es evidente es que todas y cada una de las produc,
cienes epidérmicas sirven para la protección de las plantas.
En climas "difíciles", p^or extremado calor, por acentuada sequía, etc., los revestimientas e incrustaciones epidérmicos se hacen más precisos y aparecen en mayor proporción. Para -la adaptación al medio, muchas veces los vegetales tienen que acudir a
]a cutina, a la ^cera, a los productos mineral,es y a los pelos, como
a otras tantas armas cle defensa.
GRAFICAS UGUI1\.ArM1IELENUEZ VALDHS, j, ^1ADRID
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