Monografía Curso de Capacitación Docente en Neurociencias Alumno: Gustavo Alejandro Crocela www.asociacioneducar.com Mail: [email protected] Facebook: www.facebook.com/NeurocienciasAsociacionEducar Vivimos en un mundo donde percibimos múltiples estímulos en forma simultánea, amenazas físicas, psicológicas, reales o imaginarios, que son variables en el tiempo y se lleva a cabo la renovación constante de conocimientos, que originaron cambios sociales, culturales, naturales, científicos y tecnológicos permanentes en los que muchas veces dejan de lado a la dimensión humana de la persona, ultravalorizando los valores económicos por sobre los demás. En este contexto, la educación tiene nuevos retos y desafíos; y uno de ellos, es la importancia de resignificar la concepción aprendizaje y los factores que influyen teniendo en cuenta los aportes de la Neurociencias, con el enfoque de la Línea del Cambio, para replantear y adaptar las estrategias de enseñanza que se aplican en el contexto áulico con la finalidad de promover la formación integral de los estudiantes. Cada uno de nosotros estamos formados por la UCCM (unidad cerebro, cuerpo y mente), cuyo funcionamiento permite la supervivencia, y dado que recibimos la influencia del entorno diariamente a través de diferentes estímulos como la elevada temperatura cuando hace calor, entre otros; se integra el medio ambiente a la unidad (UCCM MA) pero por razones didácticas se empleará la sigla UCCM. En la UCCM, el cerebro analiza y procesa las sensaciones provenientes de estímulos internos y externos y genera las percepciones, emociones, sentimientos, pensamientos, imágenes mentales que constituyen el contenido de la mente y se manifiestan en la conducta cotidiana que tiene una respuesta somática a través del cuerpo. El cerebro es uno de los órganos que pertenece al sistema nervioso, y está constituido principalmente por tejido nervioso. El tejido nervioso, está integrado por: neuronas, que constituyen una unidad estructural y funcional cuyas funciones son la recepción, conducción y transmisión de señales electroquímicas; y las células gliales (microglia, oligodendrocitos, etc) que contribuyen a la función de sostén y nutrición favoreciendo a que las neuronas puedan funcionar correctamente. Las neuronas están formadas por las dendritas (que captan los estímulos y los transforman en impulso nervioso o eléctrico) y el soma o cuerpo celular (en el que se llevan a cabo las actividades fundamentales para mantener las funciones de este tipo de célula) que conforman la materia gris. Estas células, también poseen un axón, que se encargan de la transmisión del impulso nervioso y están recubiertas por las vainas de mielina, que permiten conducir el impulso a mayor velocidad hasta las terminales axónicas, que constituyen la materia blanca. Estas células nerviosas en el tejido no tienen contacto físico real pero se comunican entre sí, mediante un espacio o hendidura entre ellas, que se denomina sinapsis. En general, una neurona tiende a comunicarse con otras cuya cantidad varía entre 10000 y 200000. En los organismos superiores, es más difundida la sinapsis química, que se produce mediante sustancias que se llaman neurotransmisores como se observa en la siguiente imagen: Cuando las neuronas recepcionan un estímulo, lo transforman en un impulso eléctrico, circula por el axón hasta las terminales axónicas, donde se liberan neurotransmisores para transmitir la información a la otra neurona, y ésta última hace lo mismo con la que tiene más próxima, y así sucesivamente produciendo una reacción en cadena. Ésta asociación de neuronas que trabajan en forma conjunta, conforman una red neuronal o red Hebbiana, que es la base de la neuroplasticidad cerebral y se manifiesta con el aumento progresivo de la capacidad de adaptación del cerebro a nuevos aprendizajes. En este sentido, el aprendizaje es la variación entre las conexiones sinápticas y redes hebbianas producidas entre neuronas, que originan las emociones, los sentimientos, pensamientos y comportamientos. Estas variaciones se producen por la genética de la especie e individual, experiencias vividas propias y ajenas, cultura familiar y social, contexto histórico y ambiental, la calidad nutricional alimentaria y emocional recibida, y la educación formal. Por esto, el aprendizaje es un proceso que se lleva a cabo toda la vida y puede ser emocional y/o cognitivo-ejecutivo, ambos se deben desarrollar, fortalecer y potenciar en el aula ya que en la mayoría de los casos, una de las tres redes o sistemas (Instintivo, emocional y cognitivo-ejecutivo) guía la conducta cotidiana y escolar. Estas redes se fueron formando para poder adaptarse al entorno en la evolución del ser humano y se diferencian en el siguiente esquema: Redes o sistemas Instintivas •Posee un limitado tipo de respuestas que se automatizan para sobrevivir a situaciones peligrosas: ataque o huida. •Intervienen en la demarcación o cuidado del territorio, la jerarquía, sexualidad y otorga resitencia al cambio. Redes o sistemas emocionales •Tienden a almacenar experiencias placenteras o dolorosas y determinan ciertas emociones, sentimientos y respuestas somáticas ante determinados estímulos. •Condicionan la atención y la dispocisión por el aprendizaje. •Interviene el sistema límbico, y principalmente la amigadala y núcleo accumbens, estructuras que se encuentran en el cerebro. Redes o sistema congnitivoejectutivo •Se encuentra en el Neurocortex, especificamente en los lóbulos prefrontales , una de las áreas del cerebro, que se activan cuando no se puede resolver la situación de manera automática, es de acción lenta y consume mucha energía. •Conduce las funciones cognitivas (atención, memoria, lenguaje, razonamiento y capacitades visoespacioales) y ejecutivas (planificar un plan de acción, llevarlo a cabo y perseverar en él, prever problemas, resolver conflictos, retardar la gratificación, etc.) Esta teoría evolucionista del cerebro trino, que establece tres sistemas de análisis de los estímulos, en el que se elaboran respuestas, forman parte de la misma unidad, que es el ser humano. Es importante conocer que el sistema instintivo tiende a guiar el pensamiento y la conducta en diversos aspectos, como en el aprendizaje, sobre las demás y esos impulsos primitivos, deben modelarse en algunos casos, y en este sentido cobra relevancia la intervención de la escuela, como segundo hogar de los estudiantes. Considerando los sistemas o redes anteriores, el estudiante con las experiencias y la educación irá desarrollando el aprendizaje cognitivo-ejecutivo y emocional. El aprendizaje cognitivo-ejecutivo comprende las siguientes etapas: Inconsciente no capacitado: La UCCM no sabe que no sabe. En esta etapa se comienza a percibir la información sensorial, que llega al sistema activador reticular ascendente (SARA), que se ubica en la parte más baja posterior del cerebro y al mantener la atención mediante la variación de los estímulos que se perciben (movimientos, material de diversos colores, cambios en el tono de voz, en el volumen y ritmo, entre otros), dicha información pasa al sistema límbico o emocional, que le otorgar un significado emocional a la misma y determina si favorece o no a la supervivencia. En el caso que la favorezca, la información pasa al sistema cognitivo-ejecutivo. Y en el caso que se considere una amenaza o se genera estrés, se desvía la información a las vías de respuestas automáticas, de lucha o huida, que se manifiestan en el desinterés y desmotivación del estudiante para aprender. Consciente no capacitado: La UCCM es consciente de que no sabe sobre un determinado tema. En esta instancia, la información pasa al cerebro racional o al sistema cognitivo-ejecutivo. Búsqueda del conocimiento: La UCCM se esfuerza para obtener la información faltante o la nueva información de diversas fuentes, de manera que se comienzan a formar nuevas redes neuronales. Zona del aprendizaje teórico: La UCCM considera que lo nuevo es movilizante y se pueden manifestar dos estados que pueden obstaculizar el aprendizaje. Uno es el aburrimiento, producido por el sistema emocional, ya que las redes neuronales no se conectan con las cantidades suficientes de dopamina, que es un neurotransmisor que determina el entusiasmo y placer por aprender. El otro es la ansiedad, que se origina cuando se quiere aprender todo fácil y rápidamente, sin otorgar el tiempo necesario para que se activen y actúen los lóbulos prefrontales, por lo que no está preparado para realizar el esfuerzo requerido. La confusión: La UCCM manifiesta confusión cuando se está aprendiendo un conocimiento, porque si bien se van adquiriendo, las nuevas redes aisladas no se pudieron asimiliar o integrar a otra ya existentes y en algunos casos, se pueden debilitar otras redes, de las cuáles algunas neuronas pasan otra red, produciéndose el robo Hebbiano. Este es un paso inevitable pero que se debe superar para continuar en el camino del aprendizaje. Comprensión del conocimiento: Cuando la UCCM supera la confusión, se logra comprender un conocimiento. Consciente capacitado: En la UCCM, se sabe que se conoce sobre un tema. El conocimiento que se aprendió es teórico, se puede expresar lo que se sabe con algunas dificultades pero internamente se tiene seguridad de lo que se aprendió. Entrenamiento en frío: En este paso, se realiza una simulación mental para crear situaciones imaginarias o reales y poner en practicar lo aprendido, en las que se puede observar cómo se podría actuar y pensar cuando se aplique el nuevo conocimiento, por lo que la UCCM se va preparando para nuevos desafíos. Entrenamiento en caliente: En esta etapa se realiza la transferencia de los conocimientos aprendidos a diversas situaciones que acontecen en la vida cotidiana. Inconsciente capacitado, Automatización del conocimiento: Cuando se aprende un conocimiento, se produce una intensificación duradera en la transmisión de señales en las nuevas redes neuronales, por lo que aumenta la comunicación entre las neuronas y se pueden crear nuevas conexiones. A este conjunto de fenómenos, se lo conoce como potenciación a largo plazo (PLP) y específicamente, neuroplasticidad positiva cuya finalidad es crear o ampliar redes, mediante la aplicación del conocimiento adquirido de manera automática y la recuperación de la información cuando se la necesite, desarrollando la capacidad de comprensión, resolución de problemas sin dificultad cada vez con mayor velocidad y eficacia, entre otras. En el caso contrario, que las nuevas redes se debiliten, pueden desaparecer, a este fenómeno se lo denomina, depresión a largo plazo (DPL) y constituye la neuroplasticidad negativa. Los conocimientos adquiridos se almacenan en la memoria conformando una zona de seguridad, de manera que no representan un peligro para la supervivencia. Sin embargo, los nuevos conocimientos, ingresan a una a la hora de aprender algo desconocido. En estos procesos descriptos, es fundamental mantener la atención selectiva, focalizada y sostenida para resistirse a la distracción, concentrarse en una serie determinada de estímulos y que pueda permanecer en el tiempo, y promover el pasaje de la información desde la memoria de corto a largo plazo, a la que se puede recurrir cuando se la requiera. Por lo tanto, el aprendizaje está influenciado por las emociones, que son impulsos que determinan una forma de actuar y pensar. Si los estímulos que se perciben, cuando se los analiza, se pueden vincular con las experiencias, recuerdos o archivo placer, se genera una neurofusión cuya respuesta son las emociones positivas que se manifiestan en la disposición para aprender. En el caso contrario, si los estímulos que se reciben se relacionan con los recuerdos, experiencias o archivo dolor, se produce una neurofusión que desencadena emociones negativas y se elabora una respuesta de lucha o huida en el camino del aprendizaje. Por esto, las emociones tienen un papel relevante en cada etapa del aprendizaje: adquisición, almacenamiento, recuperación de la información, entre otros, e inciden en la motivación. En este sentido, es importante tomar consciencia de las emociones transformándolas en sentimientos para modelarlas y modificarlas cuando sea necesario. Para lograr esto, es necesario desarrollar la inteligencia intrapersonal e interpersonal. La primera, corresponden a las habilidades que determinan el dominio de uno mismo, y comprende el autoconocimiento o consciencia de sí mismo, autorregulación o autocontrol y automotivación. La segunda, incluyen capacidades referidas a la aptitud social, que inciden en el manejo de las relaciones sociales y son la empatía, así como, las habilidades sociales que permiten fundamentalmente persuadir e influenciar a los demás, por lo que se demuestra la influencia del contexto social, cultural, familiar en el aprendizaje. Asimismo, genéticamente, el ser humano tiende a formar grupos, donde se manifiesta la capacidad de imitación, debido a las neuronas espejo, que determinan modelos a seguir, como los padres, maestros, profesores, entre otros. Estos modelos pueden contribuir al aprendizaje o no y se debe tomar consciencia de ellos con el fin de cambiarlos en el caso de ser negativo. Cabe destacar que el espacio físico facilita la adquisición del conocimiento a nivel cognitivo, por eso cuanto más limpio, organizado y acondicionado con elementos conocidos para los estudiantes tengan, mayor será el sentido de pertenencia en ese medio. Edgar Dale, un pedagogo norteamericano, diseñó una pirámide o cono del aprendizaje cuya la base representa las actividades de mayor significación para aprender y en la medida que se asciende, la participación de la persona disminuye y el aprendizaje también. El cono permite esclarecer las actividades que favorecen a la retención de la información en diferentes grados, así como la importancia de la intervención activa de la persona en el proceso de aprendizaje. Para finalizar, las Neurociencias aportan información de la dimensión biológica y humana promoviendo la alfabetización neurocientífica para los estudiantes y todas las personas en general para que conozcan cómo funciona su UCCM, y en este caso, cómo aprenden con la finalidad de favorecer la metacognición, autorreflexión, y la modelación de su forma de pensar y actuar en dicho proceso para aumentar la posibilidad de adquirir un aprendizaje cognitivos-ejecutivos y emocionales cada vez mayor; contribuyendo a su formación para ser mejores seres humanos y adquieran valores trascendentes. BIBLIOGRAFÍA Material del Curso de Neurociencias para docentes de la clase 1 a 16. Asociación Educar. De Limongelli M. C.; Waipan L. (2012). Integrando la Neurosicoeducación al aula. Editorial Bonum. Buenos Aires. Podestá, M. E; Rattazzi A.; De Fox S., Peire J. (2014). El cerebro que aprende. Editorial Aique. Buenos Aires. Manes F.; Niro M. (2014). Usar el cerebro. Conocer nuestra mente para vivir mejor. Editorial Planeta. Buenos Aires.