Descargar Analisis Costo Beneficio de Ley de Regularización del Precio de los Vehículos

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Caracas, Enero 2013
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CEDICE LIBERTAD
Proyecto de Ley que regula la Compra y Venta de Vehículos Nuevos y
Usados Nacionales o Importados
Los objetivos de política
pública
y
regulatoria,
especialmente los referidos a
eficiencia en el mercado, no
son
decretables,
mucho
menos si lo que se articula
como normativa o política es
limitar y menoscabar el
mercado y las decisiones
libres que los agentes
económicos toman en el
mismo.
Una norma que no tiende a
corregir las eventuales fallas
o preocupaciones de quien la
diseña, mal podría ser
aprobada,
porque
con
seguridad, sin corregir la
situación anterior, generará
mayores
distorsiones
y
trabas,
cuando
menos
administrativas. Por ello,
antes de diseñar una política
pública y regulatoria debe
tenerse claro el objetivo de
la norma, por ejemplo:
¿mayor acceso y por tanto
mayor oferta del bien? ¿O
sancionar
conductas
tipificadas
como
ilícitos
económicos?.
Si lo que se pretende
resolver es mayor acceso y
oferta a un bien debe
tenerse claro cuáles son las
causas del déficit de oferta,
por
lo
que
consecuentemente
se
entenderá que la simple
aprobación de la norma no
corregirá tal situación. Si lo
que se pretende sancionar
son conductas tipificadas como
ilícitos, lo que se requiere es
aplicar normas y leyes existentes
que tipifican y prohíben tales
conductas por abusivas o ilícitas.
Así las cosas, el proyecto de Ley
que regula la compra y venta de
vehículos nuevos
y usados
nacionales o importados, que
presentó la Comisión Permanente
de Política Interior, el pasado 15
de Enero, no pareciera tener
asidero, justificación y resulta
absolutamente inocuo, cuando no
distorsionante,
tal
como
se
establece
en
el
presente
documento, en el cual se analiza
la justificación de dicho proyecto
de Ley, así como sus costos y
beneficios para la sociedad.
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Criterios para discutir la Ley.
Considerando el proyecto de Ley, tomado
del sitio web de Asamblea Nacional, preocupa ni
en la Exposición de Motivos, ni en la redacción
del mismo se deja claro cuál es el objetivo de la
norma en términos del bien y los sujetos que
tutela, así como los sujetos de aplicación. Más
allá, el proyecto de Ley resulta inocuo cuando no
distorsionador y limitativo de derechos y
libertades constitucionalmente consagradas. A lo
largo del presente análisis se deja en evidencia
que el proyecto de Ley no tutela ni protege el
interés público, lo que de entrada debería llevar
a la instancia legislativa a razonar la pertinencia
del mismo.
La Exposición de Motivos hace mención a un
supuesto número de denuncias ante el legislativo
sobre la compra y venta de vehículos. Siendo este
el caso, estamos frente a las denuncias
individuales y particulares que personas naturales
concretas y específicas, que supuestamente
habrían hecho ante el legislativo. Lo que
procedería en este caso es que estas denuncias,
especialmente cuando en la Exposición de
Motivos se alega el supuesto despliegue de
prácticas o conductas consideradas o tipificadas
como ilícitos en instrumentos legales vigentes en
la República Bolivariana de Venezuela; sean
analizadas y canalizadas por los entes
administrativos competentes. Este correcto
Elaborado por:
Rafael González.
Economista, Master in
Industrial Organization and
Markets. Master in
Competition and Market
Regulation. Investigador
del Observatorio
Económico Legislativo de
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proceder según la institucionalidad pública venezolana,
garantiza el Estado de Derecho de la Democracia en que
vivimos, el derecho a ser atendidos por las instancias
públicas a quienes se sientan lesionados, resguardándose el
Debido Proceso, así como el Derecho a la Defensa. En este
orden
de
ideas,
existiendo
personas
concretas,
individualidades particulares que estarían denunciando
supuestos ilícitos, que cuentan con las instancias
administrativas del Ejecutivo Nacional para atenderlos; no se
estaría justificando la aprobación de una nueva ley, sino la
aplicación y/o administración de las existentes.
El Estado venezolano debe evitar un fenómeno de
inflación regulatoria, por medio del cual se aprueban nuevas
normas sobre materia ya normada; evitándose de esta
manera un conflicto de intereses entre normas y las
instancias que las administran, reduciendo discrecionalidad e
imprimiendo
predictibilidad
sobre
los
instrumentos
normativos de la República Bolivariana de Venezuela. Más
allá, como se complementará posteriormente, la instancia
legislativa no debería atender vía normas casos entre
privados que ya cuentan con instancias administrativas y
normativas, especialmente si producto de la aprobación del
proyecto de Ley no habrá aumento alguno en el acceso al
bien en cuestión, porque lo anterior implicaría que la
instancia legislativa no estaría atendiendo el interés público.
En el segundo párrafo de la Exposición de Motivos se
asegura que la instancia legislativa habría constatado las
denuncias realizadas por consumidores particulares. En este
sentido, resulta responsabilidad del legislativo poner al tanto
a las instancias competentes en materia comercial y de
protección al consumidor -dependiendo del supuesto ilícito o
tipificación de la práctica prohibida-. En una Democracia,
como en la que constitucionalmente vivimos en la República
Bolivariana de Venezuela, resguardar el Estado de Derecho
obliga a que las denuncias particulares, especialmente si son
eventualmente constatadas, sean atendidas por medio de
las instancias o entes administrativos competentes y no por
medio de la aprobación de una norma que implicaría una
sentencia previa y por tanto una masificación de errores del
tipo falsos positivos, entendidos estos como la percepción de
una solución que no es tal, violentándose derechos y
libertades económicas, el debido proceso y en consecuencia
el Estado de Derecho.
Por otra parte, el segundo párrafo hace referencia a una
supuesta práctica cuyo “modus operandi” habría creado
desequilibrio entre la oferta y la demanda. La relación causal
propuesta en la aseveración realizada en el segundo párrafo
de la Exposición de Motivos no es correcta y se contradice en
el quinto y sexto párrafo cuando aseguran que la relación
causal provendría de la brecha entre oferta y demanda y
luego los eventuales incentivos para el despliegue de ciertas
conductas que estarían tipificas en instrumentos legales
vigentes. Incentivos y distorsiones que son resultados
también de políticas públicas aplicadas a los sectores
productivos.
El tercer párrafo de la Exposición de Motivos establece
que el otorgamiento de herramientas al Estado por parte de
la Asamblea Nacional, tiene por fin eliminar los actos de
estafas y de usura en la comercialización de los vehículos.
Siendo este el fin de la Asamblea Nacional, no se requiere
del presente proyecto de Ley, toda vez que existen
instrumentos legales vigentes en el país para atender estos
eventuales casos particulares.
Resulta pertinente aclarar que cualquier responsable de
política pública y regulatoria debe para evitar desatinar en
sus acciones, permitirse enfocarse en las causas y no en los
efectos de una eventual situación particular o distorsión.
Cuando una relación comercial, un intercambio comercial o
una compra y venta se realiza libre y voluntariamente, implica
que ambas partes, oferente y demandante, están conscientes
y dispuestos de perfeccionar tal transacción o intercambio. Lo
anterior ocurre porque todo intercambio libre y voluntario
constituye un juego de suma positiva, donde tanto oferente
como demandante reportan excedentes o utilidad, el primero
porque el precio de intercambio es superior a su precio de
reserva y el segundo porque su disponibilidad de pago y
utilidad del bien supera al precio de intercambio, de lo
contrario no se perfeccionara el intercambio voluntario.
Teniendo claro lo anterior, atender el interés púbico implicaría
coadyuvar al acceso a los bienes, por un lado identificando y
corrigiendo los inhibidores a la oferta y por el otro,
resguardando
vía
políticas
de
estabilización
macroeconómicas, el valor del bolívar. Lo anterior en ningún
caso pasa por la redacción de un proyecto de Ley como el
que se encuentra en análisis (siendo el hecho que resultará
inocuo sobre el mercado su aprobación).
El quinto párrafo de la Exposición de Motivos asoma una
situación de eventual falta de oferta para atender al mercado,
lo que implicaría un irrefutable reconocimiento de lo inocuo
de la norma, ya que no atiende a las causas, ni podrá
“decretar” el resultado o desempeño, especialmente en los
mercados paralelos, secundarios o informales. Este mismo
párrafo aun cuando asevera que el mercado ha crecido
exponencialmente, lo que implica una forma funcional
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determinada no contrastada, asegura que habría abierto
“otras oportunidades de negocios a personas o empresas
que se dedican a la compra y venta secundaria”. En este
sentido, se requeriría aclarar si estas “oportunidades de
negocios” constituyen un delito o un ilícito, ya que en el
mismo párrafo se asegura que violarían obligaciones
establecidas en la ley que regula la defensa en el acceso a
los bienes y servicios, sin mencionar cuales serían tales
artículos u obligaciones. Valga destacar que si se asegura
que se “incumple con las obligaciones establecidas en la ley
que regula la defensa de las personas en el acceso a los
bienes y servicios”, lo que corresponde es su aplicación no la
aprobación de una nueva norma.
justificación ni en la Exposición de Motivos ni a lo largo de
la redacción del proyecto de Ley.
Preocupa el párrafo once de la Exposición de Motivos
porque si bien podría existir asidero en analizar cómo
atender el caso de las ventas atadas, el hecho cierto es que
en la doctrina y jurisprudencia internacional, así como en la
teoría económica referida a este tipo de estrategias
comerciales, suele dársele presunción de legalidad y
eficiencia a las mismas. En este sentido, mal podría
prohibirse la simple oferta de accesorios, cuando no es de
forma obligatoria o del tipo pure bundling, porque limitaría
derechos y libertades económicas, así como alternativas y
soberanía del consumidor, cuyas decisiones serían
suplantadas por una prohibición administrativa per se y ex
ante. En este sentido, debe velarse por prácticas del tipo
mixed bundling y eventualmente prohibir las del tipo pure
bundling.
Si supuestamente el proyecto de Ley pretende
atender, entre otros, al mercado secundario, el artículo 3
sobre los conceptos deja por fuera eventuales sujetos de
aplicación como serían las personas naturales.
Recordemos que el mercado secundario suele ser del
tipo bilateral, en contraste al mercado formal de pool, y
perfeccionado entre personas naturales.
Análisis del Proyecto de Ley.
A continuación se realiza observaciones puntuales sobre
los artículos más destacados del proyecto de Ley, sin
embargo, es importante insistir que debe ponderarse el
hecho de que cualquier normativa debe atender a un objetivo
de interés público o atender un bien público; nunca constituir
un objetivo per se o por sí misma. Así las cosas, siendo el
hecho que existen normas vigentes que tipifican los
supuestos ilícitos alegados por la Asamblea Nacional y
siendo que una norma per se no corrige brechas entre oferta
y demanda, ni garantiza el acceso a mayor cantidad de
bienes, existiendo adicionalmente cierta rigidez en la oferta
en el corto plazo; se reafirma que el presente Proyecto de
Ley no cuenta con asidero ni justificación para su
aprobación.
Como se ha señalado anteriormente, el artículo 1 no
expone cual es el objetivo de la Ley, pero
preocupantemente asoma que el objetivo es la norma en sí
misma y no la atención de un bien público en particular, lo
cual evidencia que se establece una regulación sin
El artículo 2 referido a la definición del Ámbito de
Aplicación podría implicar limitaciones a los derechos de
propiedad sin que se atienda un resguardo al interés
público, restando asidero a la norma y creando fuentes
de errores de falsos positivos. La definición del Ámbito de
Aplicación podría implicar una sentencia previa,
erigiéndose como una sanción previa y una limitación no
solo la oferta sino igualmente a la soberanía del
consumidor en el perfeccionamiento de intercambios y
transacciones libres y voluntarias.
El artículo 4 se encuentra en franco conflicto y
contradicción con el artículo 5 y el 30, ya que la definición
que se hace de los precios sugeridos en el primero es
violentado o contradicho en los dos últimos.
El artículo 5 constituye evidencia de no estar claro
cuál es el interés y el objetivo de la norma, haciéndola un
objetivo per se. Si bien no se revela, sustenta o informa
cuales son las supuestas o eventuales distorsiones y
prácticas, ni siquiera se enumera y describe quienes las
despliegan, sino simplemente se asoma que sería en los
mercados de comercialización final, no existiría
justificación para imponer una regulación sobre las
ensambladoras. Más allá, cualquier distorsión que se
produzca en los mercados de comercialización final, sea
primario o secundario, lesiona a las ensambladoras
porque podría atentar contra el valor reputacional de
marca y porque en el caso de problemas de doblemarginalización podría constreñir la demanda aguas
arriba. Es así como cualquier práctica que lesione al
consumidor final aguas abajo, en la comercialización final,
constituye una externalidad vertical negativa que lesiona
igualmente a la marca y/o a las ensambladoras. En este
sentido, mal podría ser un sujeto de aplicación las
ensambladoras porque sus intereses se encuentran
alineados con los de los consumidores en lo referido al
valor y función del estadios de comercialización final;
estando alineado el interés púbico y el interés de la
marca (mejor y plena satisfacción de los consumidores).
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Respecto al artículo 6 sobre los Acuerdos de la Comisión
mixta de precios, los periodos o patrones temporales
resultan rígidos, abriendo la posibilidad de distorsiones,
producto de la normativa, que podrían lesionar el interés
público, en concreto la oferta y eficiencia del mercado.
Adicionalmente, lejos de los canales formales de
comercialización, especialmente en el mercado secundario,
resulta imposible o poco creíble la capacidad cumplimiento
de la normativa.
El artículo 7 constituiría una limitación y violación de
libertades y derechos económicos y de propiedad, ya que
constituye una prohibición per se y generalizada que no
atiende, pondera o respeta casos particulares que podrían
existir de diferenciación de productos aguas abajo –para no
mencionar la soberanía del consumidor en actos soberanos
y libres de transacciones comerciales-. Este mismo criterio
se aplica al artículo 18.
El artículo 8 no es nada claro respecto al impuesto al
cual hace mención. Sin embargo, si hacemos lectura
considerando la Exposición de Motivos, la cual alega
preocupación por la falta de pago de impuestos en la
comercialización secundaria, cabría preguntarse si esta
normativa estaría creando nuevos tributos y si no existiría un
problema de doble-tributación, toda vez que cuando se
adquiere un vehículo en la red formal, se pagan todos los
impuestos correspondientes (la preocupación anterior resulta
especial en el caso de las personas naturales).
El “precio de la transacción” al que hace referencia el
artículo 9 puede ser un “precio de lista” o no necesariamente
el precio efectivo. Este artículo demuestra el poca capacidad
de enforcement del proyecto de ley y por tanto su inocuidad.
El artículo 11 no pareciera cumplir función alguna en la
norma y por el contrario se erigiría como un requisito previo
e innecesario en el desarrollo de actividades económicas en
Venezuela. Más allá, lejos de informar este artículo crea
desinformación porque resulta insuficiente pues no
ponderaría información sobre los tiempos de respuesta en el
otorgamiento de los permisos oficiales, sus retrasos,
porcentaje de aprobaciones y ejecuciones, liquidaciones de
divisas, costos e ineficiencia laborales, pago de tributos a la
Nación, etc, que inciden en la formación del precios.
El artículo 13 va en contra del espíritu de la norma de
simplificación de trámites administrativos, toda vez que la
información requerida es producida por las propias
instancias púbicas.
El artículo 14 así como el 15 sobre la Obligación de
consignar mensualmente listado de compradores podría
encontrarse en conflicto con los principios de
confidencialidad y resguardo de la privacidad de las
personas. Lo anterior podría incluso comprometer la
seguridad de las personas expuestas públicamente.
El artículo 16 sobre la Obligación de consignar
mensualmente modelos y cantidades de vehículos
automotores, por medio de su publicación en un diario de
circulación nacional, podría violentar información privada
y estratégica de las empresas.
Como se mencionara en el análisis de la Exposición
de Motivos la prohibición per se de ofrecer accesorios
resulta excesiva e incluso lesiva a la eficiencia del
mercado y en detrimento de la soberanía y alternativas
del consumidor.
Respecto a las sanciones establecidas en el
artículo20, cabría preguntarse cuáles fueron los criterios
para su determinación ya que pudieran lucir
desproporcionadas y confiscatorias.
El artículo 23 resulta innecesario por las mismas
razones señaladas para el artículo 5. Asimismo, resulta
limitativo de las libertades económicas tal disposición e
incluso desproporcionado, porque eventualmente es el
Estado quien debe atender el interés público y las
sanciones deberían estar revestidas de proporcionalidad
y nunca ir en contra de un bien que debería
resguardarse: la oferta, las alternativas y la actividad
económica desplegada por los agentes económicos.
El artículo 29 resulta excesivamente genérico, aparte
de que al hacer mención a eventuales ilícitos, estos
deben contar con su respectiva norma y por tanto las
sanciones específicas que en tales normas se encuentren
estipuladas.
Al artículo 30 aplica el mismo racionamiento del
artículo 5. Sin embargo, vale acotar que la referencia de
precios del primer semestre de 2009 carece de asidero,
resulta
desproporcionado
y confiscatorio.
Debe
recordarse que los tipos de cambio del régimen cambiario
a lo largo del periodo 2009-2012 han sufrido cambios e
incrementos de cuando menos 100%; esto sin mencionar
los cambios en el nivel del salario mínimo nacional,
discusiones de nuevos contratos colectivos, reducción
sistemática de las liquidaciones de divisas al sector, etc.
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Costos Beneficios
Tal como se ha señalado, la ley restringe las libertades
individuales pues establece que los precios de los vehículos
serán regulados por una Comisión, que considerará
parámetros que dejan por fuera las preferencias y gustos de
los consumidores, además podría ser susceptible de
presiones por parte de los capturadores de rentas.
En Venezuela existen factores que potencian la
demanda, pues muchos consumidores consideran los
vehículos como activos que preserva frente, a las elevadas
tasas de inflación el valor de su dinero, sin embargo el
nivel de producción y oferta de vehículos como resultado
de políticas públicas que inhiben la producción (excesivas
regulaciones) no pueden responder a dicha demanda, a
modo de ejemplo en Diciembre de 2012 cayó 53%
respecto al mismo mes del año anterior. Los productos
escasos ante altas valoraciones suelen tener elevados
incentivos para incrementar en sus precios.
 La instancia legislativa debe evitar aprobar normas que implican un problema de inflación regulatoria, crea
conflictos entre las normas vigentes y la sujeta a análisis.
 El legislativo debe evitar aprobar normas que no atienden al interés público, queriendo atender a denuncias
particulares que deben ser dirimidas por los entes administrativos competentes en la materia de comercio y de
protección al consumidor.
 Lejos de limitar el mercado, la solución ante eventuales distorsiones pasa por mayor profundidad del mercado,
particularmente por medio de una mayor oferta.
 El legislativo no puede partir de la presunción de culpabilidad en casos de relaciones y transacciones voluntarias
entre privados porque masificará un problema de falsos positivos, erigiendo sentencias previas que lesionan a la
sociedad en su conjunto y lesiona la seguridad jurídica del país.
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Proyecto de Ley que regula la Compra y Venta de Vehículos Nuevos y Usados Nacionales o Importados
CIPE-CEDICE, Enero 2013
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