Subido por mateo gubich

modulos ansiedad social

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Ansiedad social
Modulo 1
Este programa de auto ayuda consiste en diferentes módulos en video, que
proveen el mismo tipo de información y tratamiento que puedes esperar yendo
a terapia con un psicólogo profesional, solo que hemos adaptado el tratamiento
para que puedas trabajar sobre tu ansiedad social de manera independiente,
este programa también puede usarse como material suplementario en un tipo
de terapia tradicional. Este programa de auto ayuda es gratuito y está
disponible para cuando tengas tiempo. Hemos integrado bastante información
en cada módulo, así que tal vez te sea necesario ver los módulos de mayor
importancia múltiples veces, es tu trabajo verificar que es lo que funciona mejor
para ti.
Este es el primer módulo del programa de auto ayuda para la ansiedad social
basado en terapia cognitivo conductual, este módulo hablará sobre la ansiedad
social en general y servirá como introducción al programa.
Ansiedad social= La gente que la padece se siente nerviosa e incómoda en
situaciones sociales, siente miedo de dar una mala impresión ante otras
personas, hacer algo vergonzoso, o ser evaluado negativamente por otros.
Usualmente hay un miedo básico de que otros puedan ver, darse cuenta que
uno tiene miedo, así que puedes tratar de esconder el hecho que estés
temblando, sonrojarte, transpirando o que tu voz se esté quebrando.
Para algunos hay solo unas pocas situaciones que generan ansiedad social,
como por ejemplo dar una presentación en público. Para otros, casi cualquier
situación social puede disparar ansiedad.
Hay un grado de diferencia entre aquellos que se sienten cómodos y seguros
en casi cualquier situación social y aquellos que son tan limitados por la
ansiedad social que califican para el diagnóstico de trastorno de ansiedad
social, dentro de este continuo tenemos a aquellos que se llaman a si mismo
tímidos y socialmente retraídos. Algunas personas dicen que siempre tuvieron
ansiedad social, o fueron muy tímidos durante sus vidas, mientras otros
manifiestan que la desarrollaron durante su vida adulta, muchas veces, luego
de vivir una situación social embarazosa.
La ansiedad social es muy común, de hecho, está considerada uno de los
trastornos de ansiedad más comunes, afectando entre un 5% y un 15% de
adultos, dependiendo del criterio que se utilice al definir el trastorno. La
investigación sugiere que muchos individuos no buscan tratamiento por su
ansiedad social.
¿por qué es que tenemos ansiedad social?
Desafortunadamente la ansiedad social puede sentirse alienante como si fuera
diferente de las demás personas, durante este programa aprenderás que este
no es el caso. Que en realidad la ansiedad social es perfectamente normal y
necesario, vamos a explicarlo. Digamos que te golpeas el dedo gordo del pie
muy fuertemente contra una mesa mientras caminas, si alguna vez has
experimentado esto sabrás cuanto duele. En esta situación el dolor tiene una
gran importancia ya que previene que utilices el pie hasta que te hayas curado,
un punto de vista similar se aplica a cualquier tipo de ansiedad, incluida la
ansiedad social.
La ansiedad social nos da un fuerte recordatorio de que necesitamos ser
conscientes de como afectamos y somos percibidos por aquellos en nuestro
alrededor. llamamos a esto auto enfoque o enfocarse en uno mismo, y
hablaremos más sobre esto más tarde en nuestro programa.
Si seriamos realmente despistados, si no tendríamos idea de cómo somos
percibidos y el impacto que tenemos sobre aquellos en nuestro alrededor
probablemente tendríamos muchos problemas, por ejemplo, no sentiríamos la
necesidad de ser educados o amables, podríamos decir exactamente lo
primero que se nos viene a nuestra mente, potencialmente lastimando a otros
con nuestros comentarios. Un poco de ansiedad social nos protege de
ofender o lastimar a otros en adición a prevenir hacer cosas que generen que
nos miren de forma negativa; esto es muy importante porque como seres
humanos vivimos en comunidades sociales y dependemos el uno del otro para
mantener nuestro bienestar.
Por ejemplo digamos que estamos en una entrevista laboral, un poco de
ansiedad social puede mejorar nuestra atención y nos hará recordar que
debemos hablar de cierta manera para que nuestro futuro jefe nos evalué de
manera positiva; pero la gente raramente llama a esto una pequeña cantidad
de ansiedad social, en vez de esto, tal vez digan que están entusiasmado o un
poco nerviosos; pero este es básicamente el mismo proceso que ocurre
cuando tenemos ansiedad social solo que de manera mucho más leve.
Si tienes mucha ansiedad social entonces este proceso benigno y útil ha ido
demasiado lejos, te has hecho muy sensible, así que la ansiedad social en si
misma se ha convertido en una gran amenaza a tu calidad de vida. Ser muy
sensible significa que casi toda situación social puede causar una gran
reacción de ansiedad; mucho mayor a la que podría considerarse como útil.
El objetivo de este tratamiento de auto ayuda es reducir esta sensibilidad para
que la ansiedad social no interfiera con la vida que quieres vivir.
Este programa se basa en el método conocido como Terapia Cognitivo
Conductual, también conocida como Terapia Cognitiva o el acrónimo TCC.
Esta es una terapia frecuentemente prescrita para el trastorno de ansiedad
social, los estudios no solo demuestran que funciona bien, sino también que los
tratamientos de auto ayuda basados en TCC pueden tener un efecto positivo
en la ansiedad social.
Esto significa que mucha gente puede ayudarse a sí misma, es por eso que
creamos este programa de auto ayuda.
Pero antes de empezar es importante que mencionemos que este tipo de
tratamiento requiere de cierta cantidad de esfuerzo de tu parte.
Una cosa es aprender acerca de la ansiedad social, pero si quieres
deshacerte de ella, tendrás que completar una variedad de tareas y ejercicios
que introduciremos en este programa. En la práctica, significa que debes estar
dispuesto a gastar algo de tiempo y recursos en este proyecto.
Si tú por algún motivo no realizas estas tareas y ejercicios no puedes esperar
un efecto positivo de este programa, incluso si miras o lees cada uno de los
módulos.
Por eso no recomendamos este programa para aquellos que estén
atravesando una crisis en su vida, si estas atravesando una crisis
recomendamos a que esperes a que tu situación se estabilice antes de que
comiences este programa de auto ayuda.
Algunos de los módulos de tratamiento vienen con tablas de trabajo, este y
otros links pueden encontrarse en la descripción de cada módulo, puedes elegir
imprimir las planillas de trabajo o trabajar con ellas digitalmente.
Modulo 2
Bienvenido al módulo 2 de este programa de auto ayuda.
En este módulo aprenderemos más acerca de la terapia cognitivo conductual o
TCC y de cómo usarla para tratar la ansiedad social. En la terapia cognitiva
conductual trabajamos en cuatro procesos interrelacionados, nuestras
emociones, nuestra conducta, nuestras sensaciones corporales y por último
nuestros pensamientos. A este modelo lo conocemos como diamante cognitivo
conductual.
Normalmente uno experimenta una variedad de sensaciones corporales junto
con la ansiedad social. ¿reconoces algunas de estas sensaciones corporales?
Sonrojarse, mareos, palpitaciones rápidas, dificultad al respirar, dificultad al
tragar, temblar, transpirar, náuseas, una voz quebradiza, ganas de llorar,
dificultad para concentrarse, entumecimiento u hormigueo en el cuerpo, visión
borrosa, sensación de calor en el cuerpo y cara, boca seca, dolor de pecho, o
sensación de opresión en los músculos del pecho, debilidad en el cuerpo.
Si sufres de ansiedad social es muy probable que reconozcas alguna o muchas
de estas sensaciones. Cuando los investigadores estudiamos de cerca la
ansiedad social, y a aquellos que la sufren, notamos que ellos suelen
sobrestimar cuan visibles son estos síntomas para el resto, por ejemplo,
sentirse lleno de sudor en la frente cuando otros difícilmente lo noten.
También debemos recalcar que muchas de estas sensaciones corporales
pueden ser experimentadas sin ansiedad social; hay por ejemplo aquellos que
se sonrojan usualmente pero no suelen estar preocupados o avergonzados por
ello y hay aquellos que se sonrojan relativamente poco, pero experimentan
fuertes emociones cuando esto sucede, esto nos dice que no son las
sensaciones corporales en sí mismas que son malas, pero nuestra
interpretación y entendimiento de estas bajo un contexto social.
Dicho de otra manera, podemos decir que son los pensamientos lo que
cuentan.
Todas las personas en la tierra tratan de entender el mundo en el que viven de
la mejor manera que pueden, todos los días hacemos evaluaciones que forman
nuestro entendimiento del mundo que nos rodea.
A veces nuestros pensamientos consiguen una descripción correcta de la
realidad. Pero muchas otras veces somos víctimas de nuestros propios sesgos
y distorsiones.
Por ejemplo, digamos que estamos en una fiesta, estamos hablando con otro
invitado que parece muy desinteresado en nuestra conversación. En esta
situación debemos interpretar que es lo que está pasando, porque puede haber
una variedad de razones por las que la otra persona esta desinteresada en la
conversación.
Por ejemplo: la otra persona tal vez esta hambrienta, la otra persona tal vez
este cansada, tal vez tenga frio, o tal vez sea el tipo de persona que parece
aburrida incluso cuando se encuentra muy interesada, incluso puede ser que la
otra persona sea muy tímida y este experimentando ansiedad social, y
finalmente a la otra persona puedes no caerle bien porque eres poco
interesante y aburrido. Ten en cuenta como la última interpretación es muy
crítica contigo mismo comparándola con el resto de interpretaciones. Si tienes
ansiedad social es muy probable que suelas interpretar experiencias de ese
tipo de manera más autocrítica que la persona promedio y es posible que con
el tiempo hayas creado una imagen negativa de ti mismo.
Si te encuentras en una situación social desafiante, con mucha ansiedad,
entonces tus pensamientos tal vez estén caracterizados por lo que llamamos
pensamiento catastrófico. Por ejemplo, que te pondrás nervioso y no podrás
hablar, que todos se reirán y pensarán que eres extraño, que perderás el
control completamente, que te desmayaras, o que otras personas perderán el
respeto hacia ti porque verán que estas asustado.
Una pieza clave de este tratamiento es gradualmente desafiar las catástrofes
que imaginamos, verificándolas con pruebas de realidad, verificando estos
pensamientos catastróficos en el mundo real. Y eso nos lleva a nuestra
conducta, nuestra actitud más común al enfrentar ansiedades sociales o evitar
situaciones que generen ansiedad por completo o usar trucos para reducir la
ansiedad, trucos que llamamos conductas de seguridad, que usamos para
atravesar estas situaciones. Estas conductas de seguridad pueden funcionar a
corto plazo, porque reducen el malestar inmediato, pero desafortunadamente
tienen un efecto destructivo en el largo plazo, porque previenen que te
acostumbres a las situaciones sociales y que hagas pruebas de realidad que
comprueben la irrealidad de tus pensamientos catastróficos.
Aquí hay algunos ejemplos típicos de conductas de seguridad:
-Declinar la invitación a una fiesta.
-Nunca contestar preguntas en voz alta dentro de una clase.
-Siempre llegar tarde e irse temprano de las reuniones para evitar tener que
hablar.
-Encontrar una excusa para no ir a cenar con un amigo.
-En una cena familiar ayudar a lavar los platos para no tener que hablar con los
invitados.
-Tomar unas copas demás antes de ir a una fiesta.
-Siempre ir acompañado de una pareja o un amigo a reuniones donde otros
invitados vienen por si solos.
-Evitar contacto visual.
-Hablar muy bajito.
-Comer antes de una reunión social para que otros no vean que tiemblas
cuando comes.
Finalmente es importante mencionar que nuestra ansiedad social también
afecta nuestra vida emocional en una gran medida. Muchos afirman sentirse
decepcionados consigo mismos, desearían ser más sociables y poder relajarse
y ser ellos mismos en situaciones sociales, son muy comunes los sentimientos
de vergüenza, sentirse aislado y triste.
sentimientos:
-depresión
-aislamiento.
-vergüenza.
Ahora que hemos visto algunos ejemplos de cómo nuestras emociones,
sensaciones corporales, y conductas responden a la ansiedad social, es
importante mencionar que estos cuatro aspectos se afectan mutuamente y
están conectados.
pensamientos
sensaciones corporales
conductas
sentimientos
Por ejemplo, el pensamiento: "estoy abrumado, me rindo." Puede provocar un
sentimiento de vergüenza, una sensación corporal de sonrojarse y la conducta
de evitar relaciones sociales.
También puede provocar el sentimiento de estar deprimido que puede llevar a
que uno se quede en casa en vez de conocer gente nueva.
O tener una sensación corporal como un temblor en las manos durante una
situación social puede llevar al pensamiento de que todos creen que eres
patético, a tener un sentimiento de pánico y adoptar la conducta de ocultar las
manos en los bolsillos para que no noten el temblor de tus manos.
Otro ejemplo podría ser tener la conducta de tomar mucho alcohol antes de
una reunión, conducta que podría reforzar el pensamiento que somos
incapaces socialmente, provocar tristeza y una sensación corporal de
sonrojarse.
La conclusión importante a la que debemos arribar es que tus pensamientos,
sentimientos, sensaciones corporales y conductas están interconectadas, esto
significa que puedes hacer cambios en un aspecto y esto puede tener afectos
significativos en el resto. Si tuviste ansiedad por mucho tiempo, tal vez te
encuentres en un proceso destructivo entre estos cuatro componentes, y el
objetivo de la terapia cognitivo conductual es romper estos procesos con
intervenciones específicas.
Este cuadrangular que diferentes aspectos de la ansiedad social afectan se
conoce como diamante cognitivo.
Hemos incluido tu primera planilla de trabajo en este módulo.
Consiste en completar tu propio diamante cognitivo. Esta tarea requiere que
pienses y escribas en una planilla de trabajo como tu ansiedad social afecta tus
pensamientos, sentimientos, sensaciones corporales y conductas.
Este es un importante ejercicio ya que usaras esta información más tarde en el
programa.
En la descripción encontraras los links al próximo modulo y a las planillas de
trabajo.
Modulo 3
bienvenido al tercer modulo:
En este módulo veremos un modelo cognitivo de la ansiedad social que forma
la base para el resto del programa de auto ayuda. Este entendimiento fue
descubierto por los psicólogos Adrián Wells y David Clark; y es el resultado de
varias décadas de estudio sobre las causas de la ansiedad social. Estos dos
psicólogos, vieron los estudios sobre las causas de la ansiedad social, e
hicieron un modelo que resume varios procesos de gran relevancia.
Empezamos con un ejemplo: digamos que Peter sufre de ansiedad social, y
tiene dificultades en situaciones donde teme otros puedan evaluarlo
negativamente. Peter es un estudiante y tiene la tarea de dar una presentación
enfrente de sus compañeros de clase; usualmente evita dar presentaciones,
pero esta era una parte obligatoria del curso, mientras Peter se prepara para
dar su presentación, puede sentir su ansiedad aumentando rápidamente.
Nuestro punto de partida es la situación que causa ansiedad social, en este
caso, la presentación, esta situación provoca una seria de pensamientos
catastróficos, asociados con este tipo de situación, como mencionamos
resumidamente en el último modulo; luego dibujamos una flecha en esta
dirección, en este modelo las flechas son importantes porque significa que algo
desencadena o afecta la otra cosa, Peter piensa que debe evitar que lo vean
como alguien asustado o nervioso, porque los demás pueden pensar que es
débil, raro, o patético; se da cuenta que está sonrojándose o sus manos están
temblando y asume que estas experiencias son muy aparentes para aquellos
que lo ven; entonces viene el pensamiento catastrófico, que pasa si me
paralizo completamente por el miedo y no puedo hablar o pensar, ¿qué
pensaran mis compañeros de clase entonces?, estos pensamientos
catastróficos afectan la atención de Peter, en vez de enfocarse en la tarea que
es dar la presentación, la mayor parte de su atención se enfoca en sí mismo,
en tratar de controlar su ansiedad y asegurarse que no le vaya mal, este
enfoque en sí mismo, tiene varios aspectos, Peter crea una imagen de sí
mismo en su cabeza, temblando y notablemente nervioso, también piensa
sobre como el resto de personas lo percibe, haciendo aún más difícil
concentrarse en la presentación; en general este enfoque en uno mismo,
refuerza los pensamientos catastróficos de Peter, por lo que ponemos una
flecha que señala de vuelta los pensamientos catastróficos. En esta situación
Peter usa estrategias que piensa evitaran que la situación escale de manera
negativa, a estas estrategias las llamamos comportamientos de seguridad,
porque son estrategias que Peter siente lo protegen y lo hacen más seguro
ante lo que teme, ante sus pensamientos catastróficos, entre estos
comportamientos de seguridad, mira su hoja todo el tiempo, aprieta
fuertemente la hoja para evitar que le tiemblen las manos, habla despacio para
evitar que se den cuenta que su voz se quiebra, y trata de repetir en su cabeza
cada oración para evitar decirla mal en voz alta, además Peter se enfoca en no
perder el control, tratando de empujar su miedo mentalmente,
desafortunadamente estas conductas refuerzan el auto foco, el enfocarse en sí
mismo de Peter, porque bloquean otras fuentes de información, como una
sonrisa amistosa en quienes ven la presentación, o el hecho de que sus
compañeros no parecen prestar demasiada atención a la presentación. Peter
no puede ver esto porque siempre está mirando a su hoja o al piso, entonces
debemos también hacer una flecha entre los pensamientos catastróficos y el
auto foco. Pero también poner una flecha entre los pensamientos catastróficos
y los síntomas de ansiedad corporales y cognitivos que afronta, que en esta
situación son un pulso fuerte y rápido, transpiración, temblores, sonrojarse,
dificultad con mantener la atención y dificultad encontrando que palabras decir.
Estos síntomas se desencadenan por las catástrofes que Peter imagina; los
síntomas de ansiedad corporales y cognitivos refuerzan el enfocarse en sí
mismo de Peter así que también debemos poner una flecha aquí.
También debemos poner una flecha entre los comportamientos de seguridad y
los síntomas de ansiedad, el motivo de esto es que el temblor en sus manos es
agravado cuando el agarra fuertemente su hoja, comportamiento de seguridad
que en vez de reducir el temblor en su mano lo aumenta, ya que naturalmente
los músculos de su mano se fatigan. Otro ejemplo podría ser si Peter se pone
un abrigo para que no se note que transpira su remera, pero el abrigo hace que
aumente su temperatura, provocando que transpire aún más. También
necesitamos otra flecha en la dirección contraria, ya que sus síntomas de
ansiedad provocan que Peter ponga más énfasis en sus conductas de
seguridad. La última flecha que necesitamos va desde las conductas de
seguridad hasta la situación social porque el comportamiento de seguridad más
común es simplemente evitar las situaciones sociales. Otro ejemplo es cuando
la situación social de Peter esta influenciada por sus comportamientos de
seguridad (tendría que cambiar a conductas de seguridad), como por ejemplo
cuando alguien le dice que hable más fuerte cuando Peter habla en voz baja
para evitar que se note su voz quebradiza.
También podemos incluir la dimensión del tiempo, si tuviste ansiedad social,
probablemente reconozcas lo que conocemos como ansiedad anticipadora,
que es la ansiedad que sientes antes de entrar en una situación social a la que
temes, en el caso de Peter podemos asumir que ha estado temiendo esta
situación por un largo tiempo, en el otro lado, lo que pasa luego de haber
realizado la presentación, si Peter siente que la presentación le fue mal o que
cometió un error o hizo algo mal, es probable que entre en lo que conocemos
como rumia mental posterior al evento, significando que la experiencia se repite
en la mente de Peter una y otra vez con los sentimientos desagradables
ligados a este recuerdo.
El que explicamos es el módulo que los psicólogos utilizan para ayudar a gente
con ansiedad social.
Con este módulo podemos ver un numero de áreas problemáticas como:
1)el estándar poco realista con el que uno se evalúa a sí mismo en situaciones
sociales, y el miedo de que otros se den cuenta que te sientes ansioso.
2)el circulo vicioso entre la ansiedad social y el enfocarse en uno mismo.
3)las conductas de seguridad que mantienen la ansiedad social.
4)la interpretación y evaluación de las sensaciones corporales.
5)rumia posterior al evento y ansiedad anticipadora antes y después de una
situación social.
El resto del programa revuelve alrededor de este módulo de ansiedad social.
Por suerte hay ejercicios que se pueden personalizar para interferir en estos
procesos y ese es el plan para los videos siguientes. Es importante para
nosotros, señalar que esta no es una tarea simple. Requiere trabajo duro si
quieres ser exitoso, pero si te pones a trabajar en ello, puedes esperar lograr
una vida en la que serás libre de hacer lo que desees.
Decimos esto porque una gran cantidad de gente con ansiedad social; han
perdido toda esperanza de que un cambio sea posible, y eso es algo tanto
triste como completamente equivocado.
Tu tarea para el hogar es completar tu propia versión de este módulo. esta será
una guía importante durante el resto del programa. Usa ejemplos y
experiencias de tu vida y revisa el diamante cognitivo que llenaste en el módulo
anterior.
En la descripción encontraras los links al próximo modulo y a las planillas de
trabajo.
Modulo 4
Bienvenido de nuevo a este programa de autoayuda para la ansiedad
social.
En el módulo anterior, presentamos un modelo cognitivo de la ansiedad social,
que sirve de base para la terapia de exposición, tema central de este video.
Mencionamos que nuestro cerebro, como parte de nuestro sistema interno de
defensa, nos alerta cuando percibe un peligro. Al activarse, nos volvemos más
conscientes y atentos. Sin embargo, en los trastornos de ansiedad, este
mecanismo, que normalmente es útil y necesario, se vuelve hipersensible,
activándose con demasiada frecuencia e intensidad.
Hoy en día, entendemos mucho sobre el proceso que subyace al desarrollo de
la ansiedad social y cómo superarla, lo cual nos lleva a la terapia de
exposición. Pero antes de explicar en qué consiste, es crucial revisar cómo se
desarrolla la ansiedad social. Para ello, retomaremos un modelo presentado en
un video anterior, enfocándonos en dos procesos clave.
El primero se refiere a cómo los pensamientos catastróficos desencadenan
la reacción de ansiedad. En el módulo anterior, usamos el ejemplo de Peter,
quien temía que no podría hablar debido a su ansiedad, un pensamiento
aterrador. Si alguien realmente experimentara lo que Peter imagina, como no
poder hablar, sería una experiencia terrible. Lo mismo ocurre con otros
pensamientos catastróficos de Peter, como el miedo a ser percibido como
extraño o patético si parece ansioso. Naturalmente, nadie desea que lo vean de
esa manera, y por eso Peter hace todo lo posible para ocultar su ansiedad.
El segundo proceso clave es cómo respondemos cuando algo nos asusta. La
ansiedad, en sí misma, es una experiencia desagradable que queremos evitar
o de la que buscamos escapar. Este es precisamente el propósito de la
ansiedad funcional: motivarnos a hacer lo necesario para mantenernos seguros
y hacer que el miedo desaparezca. Por ejemplo, si temes a las alturas, evitarás
acercarte a un borde peligroso, o si tienes miedo a las serpientes, las
mantendrás alejadas. En el caso de la ansiedad social, el temor radica en evitar
sentir vergüenza, hacer el ridículo o ser el centro de atención.
En resumen, todos tenemos un instinto natural de evitar la ansiedad. No
obstante, el problema con las conductas de evitación y las medidas de
seguridad es que nos impiden comprobar si nuestros pensamientos
catastróficos son reales. Si, por ejemplo, Peter abandona una presentación por
miedo a no poder hablar, pierde la oportunidad de probar que su pensamiento
es falso. En cambio, si continúa con la presentación, aunque incómodo, podría
descubrir que es capaz de hablar a pesar de la ansiedad, y que los demás no
lo juzgan tan duramente como temía. Este proceso de verificación de la
realidad puede reducir su ansiedad la próxima vez que enfrente una situación
similar.
De esto trata la terapia de exposición: desafiar lo que nos resulta natural,
exponiéndonos a las situaciones que nos provocan ansiedad para superarlas.
Al buscar activamente estas situaciones y enfrentar los pensamientos
catastróficos, tendrás la oportunidad de verificar si son ciertos o no. Este
proceso, también conocido como "experimento conductual", es clave. Es
importante evitar los comportamientos de seguridad durante la exposición, ya
que pueden interferir con la verificación de la realidad o anular completamente
el efecto de la exposición. Esto sucede porque esos comportamientos te
impiden evaluar objetivamente tus pensamientos catastróficos, dejando una
duda persistente: "¿Qué habría pasado si no hubiera usado esas estrategias
de seguridad?".
Otra razón para reducir, o preferiblemente eliminar, estos comportamientos es
que, en situaciones sociales, como hablar con alguien o hacer una
presentación, te hacen concentrarte excesivamente en ti mismo, lo que
refuerza los síntomas de ansiedad, tal como mencionamos en el módulo
anterior.
El objetivo final de la terapia de exposición es brindarte la libertad de vivir la
vida que deseas. Para ello, deberás desarrollar una tolerancia al riesgo
social. ¿Qué significa esto? Piensa en situaciones como olvidar el nombre de
un conocido, dar una mala presentación, tropezar al hablar, o cometer
pequeños errores sociales. Pregúntate: ¿puedes garantizar que estas cosas
nunca te sucederán? Para evitarlas, tendrías que aislarte completamente y
usar todos tus mecanismos de seguridad, pero eso te impediría ser tú mismo y
disfrutar de la vida de manera plena. Estar siempre alerta y cuidando cada
paso solo alimenta la ansiedad social.
Por eso, desarrollar una tolerancia al riesgo social es crucial en este
tratamiento. Con ella, podrías decirte: "Me gustaría hablar con esa persona.
Podría equivocarme o causar una mala impresión, pero lo haré de todas
formas, porque es lo que quiero hacer".
Es importante también observar tu dirección interna. Puedes sentir los efectos
de la ansiedad tanto en tu cuerpo como en tu mente. Recuerda que el sistema
nervioso simpático gobierna este proceso, conocido como la "respuesta de
lucha o huida". Aunque la ansiedad puede aumentar rápidamente, nuestro
cuerpo no puede mantener ese nivel de activación por mucho tiempo.
Eventualmente, el sistema simpático se agota, y la ansiedad disminuye.
A través de la exposición, aprenderás que la ansiedad no es peligrosa y que,
con el tiempo, desaparece. A medida que enfrentes tus temores, te darás
cuenta de que las catástrofes que imaginas rara vez ocurren, y que incluso
cuando suceden, no son tan malas como temías. Al final, podrías llegar al
punto en el que aceptes la ansiedad cuando aparece, sin luchar contra ella ni
intentar controlarla.
Al realizar la exposición, busca situaciones desafiantes e incrementa la
dificultad progresivamente, evitando el uso de comportamientos de seguridad.
Una buena estrategia es basar la exposición en tus pensamientos
catastróficos habituales. Cada persona es única en sus temores, por lo que
es importante encontrar ejercicios que se adapten a ti. Aquí algunos ejemplos
de categorías comunes de "catástrofes" y ejercicios de exposición
relacionados:





Interacción con otros: "No podré hablar y me avergonzaré". Ejercicio:
hablar con un extraño o iniciar una conversación en una tienda.
Parecer ridículo: "Si cometo un error, todos pensarán que soy un
idiota". Ejercicio: hacer preguntas incorrectas intencionadamente.
Conflicto: "Si no soy amable, me rechazarán". Ejercicio: devolver un
artículo a una tienda.
Hacer cosas frente a otros: "Se reirán de mí si fallo". Ejercicio: realizar
una actividad como ir al gimnasio o dar una presentación.
Mostrar signos de ansiedad: "No puedo soportar que me vean
nervioso". Ejercicio: simular síntomas de ansiedad, como temblar
intencionalmente.
Estos son solo algunos ejemplos, y deberías adaptarlos a tus necesidades
personales.
Es importante recordar que la terapia de exposición es sistemática y
planificada. No es lo mismo que enfrentarte inesperadamente a una situación
social que te provoca ansiedad. La exposición se basa en elegir tareas
adecuadas a tu nivel de comodidad actual, trabajando progresivamente hacia
situaciones más desafiantes.
Dedicaremos tres módulos a la terapia de exposición, dada su importancia en
este programa de autoayuda. Te recomendamos completar los tres antes de
comenzar. El próximo módulo se enfocará en cómo manejar el autofoco
durante la exposición y te proporcionará estrategias útiles. ¡Nos vemos pronto!
Modulo 5
Hola y bienvenido al módulo cinco de este programa de autoayuda para la
ansiedad social.
En los módulos anteriores, presentamos el componente cognitivo de la
ansiedad social y analizamos los fundamentos de la terapia de exposición. En
este módulo, continuaremos desde donde lo dejamos y analizaremos más de
cerca el autoenfoque durante la terapia de exposición.
Finalmente, revisaremos cómo lidiar con los comportamientos de seguridad
durante la exposición. El autoenfoque es un proceso automático que ocurre
cuando tenemos ansiedad social. Tal vez tengas una imagen mental de ti
mismo o sientas que tu cara se enrojece, o te preocupes por cómo hablas,
cómo te ves o cómo te comportas. Esto es problemático porque el autoenfoque
dificulta tener una conversación normal, dar una buena presentación, o, en
general, interactuar con el mundo que te rodea.
El autoenfoque está en el corazón del componente cognitivo de la ansiedad
social. La mejor forma de lidiar con él es haciendo lo contrario: concentrándote
en lo que sucede a tu alrededor en lugar de dentro de ti.
En un entorno social, hay muchas cosas en las que te puedes fijar: de qué
habla la gente, cómo se ven, sus expresiones faciales, posturas, etc. Puedes
convertir esto en un juego cuando te enfrentes a situaciones de ansiedad,
intentando notar tantos detalles como sea posible. ¿Recuerdas qué tipo de
ropa llevaban los demás? ¿Cuántas personas había? ¿Qué dijiste y cómo lo
dijiste? También puedes intentar mantener contacto visual y notar el color de
ojos de las personas. Esto puede resultar difícil al principio porque requiere
cambiar activamente tu atención de estar enfocado en ti mismo a enfocarte en
el exterior, algo que se siente antinatural cuando experimentas ansiedad social.
Afortunadamente, nuestra atención se puede entrenar como un músculo, y con
práctica regular, puedes mejorar hasta el punto de mantener una atención
externa incluso cuando estés ansioso. Te recomendamos comenzar con
ejercicios de enfoque externo en situaciones donde no te sientas ansioso. Por
ejemplo, sal a caminar y concéntrate en lo que ves, escuchas, hueles y sientes.
Luego, gradualmente aumenta la dificultad. Por ejemplo, cuando compres algo
en una tienda, presta atención a cómo se ve el lugar y a los rostros de los
empleados.
El objetivo de estos ejercicios no es evitar la ansiedad o tratar de controlar tus
sensaciones. Deja que vayan y vengan sin intentar modificarlas. El propósito es
mantener el enfoque externo, aun cuando te sientas ansioso.
Una pregunta importante es: ¿qué deberías hacer con el sentimiento de
ansiedad en sí mismo? La respuesta es aceptarlo. Aceptar la ansiedad significa
permitir que exista sin tratar de controlarla o cambiarla. Puedes decir: "Sí,
siento ansiedad. Mi corazón late rápido, mi cuerpo tiembla, y mi voz suena
extraña. No hay mucho que pueda hacer al respecto ahora mismo. Dejaré que
esté ahí y me concentraré en lo que los demás están diciendo".
Otra forma de describir esto es inclinarse hacia la ansiedad, lo que significa que
no intentas evitar o reducir la ansiedad. Para ilustrar este punto, imagina que
estás en un tira y afloja con un monstruo llamado "ansiedad". Si tiras de la
cuerda, el monstruo es más grande y fuerte, y te arrastrará a un pozo sin fondo.
Pero si sueltas la cuerda, el monstruo seguirá ahí, pero no podrá arrastrarte.
Este es el principio de aceptar la ansiedad en lugar de tratar de controlarla o
luchar contra ella.
Esto también está relacionado con el concepto de dominio que usamos en este
programa. Dominar la ansiedad significa que el miedo no te impide hacer lo que
quieres hacer. La aceptación implica estar abierto a los pensamientos que
surgen, reconociendo que son solo pensamientos, no verdades absolutas.
Si sumamos estos puntos, obtenemos la siguiente frase: "Cuando experimento
ansiedad social, debo aceptar lo que sucede dentro de mí mientras me
concentro en lo que sucede a mi alrededor".
Durante la exposición, también es importante estar consciente de tus
comportamientos de seguridad. Estos son acciones que haces para reducir o
detener la ansiedad, pero que durante la exposición pueden reducir su
efectividad. Es como conducir un auto con el acelerador y el freno presionados
al mismo tiempo. Los comportamientos de seguridad pueden mantener la
ansiedad porque refuerzan el enfoque en ti mismo y evitan que recibas
comentarios positivos del entorno.
Por ejemplo, si te encuentras con un conocido y evitas el contacto visual,
piensas en cada palabra antes de hablar y te alejas rápidamente, la otra
persona puede percibir que no estás interesado en la conversación, cuando en
realidad lo que te impide relacionarte es tu ansiedad.
Para abordar los comportamientos de seguridad, te recomendamos
identificarlos primero. Esto puede ser difícil porque suelen ser sutiles o
instintivos. El objetivo es eliminarlos gradualmente, uno por uno. Por ejemplo, si
usas tu teléfono como una estrategia de seguridad cuando te sientes ansioso
en el transporte público, comienza sosteniéndolo en la mano, luego guárdalo
en tu bolsillo, y finalmente viaja sin usarlo.
Este ha sido el contenido del módulo cinco. En el próximo módulo, te
proporcionaremos una hoja de trabajo para planificar tus exposiciones. ¡Nos
vemos en el próximo módulo!
Modulo 6
Hola y bienvenido al módulo seis de este programa de autoayuda para la
ansiedad social
Ahora hemos llegado al tercer y último módulo de la terapia de exposición. En
este módulo, se te presentará una hoja de trabajo que deberás utilizar al
realizar la exposición. Te recomiendo encarecidamente que la uses, ya que
ayuda a minimizar errores que podrían reducir la efectividad de la exposición y,
al mismo tiempo, maximiza los beneficios. La hoja está dividida en dos
secciones principales: una para antes del ejercicio y otra para después de
completarlo.
Antes de iniciar la exposición, revisaremos algunas estrategias finales. Si ha
pasado un tiempo desde que viste los módulos 4 y 5, te sugerimos que los
repases para recordar los fundamentos de la terapia de exposición para la
ansiedad social. Encontrarás un enlace a la hoja de trabajo en la descripción
del video. Ahora repasaremos la hoja con un ejemplo. Recuerda que nuestros
ejemplos pueden no coincidir con tu percepción o experiencia, ya que la
ansiedad social puede manifestarse de manera diferente en cada persona. Por
lo tanto, deberás aplicar tus propias experiencias e imaginación en este
proceso.
Empezamos con la pregunta: "¿Qué catástrofe estoy investigando?" Un
ejemplo podría ser: "Mis amigos o conocidos se enojarán si no estoy de
acuerdo con ellos mientras mantengo contacto visual". Para ponerlo a prueba,
podrías intentar mantener contacto visual con las personas en una fiesta
mientras discutes algo y expresar tu desacuerdo de manera abierta. Si te
cuesta identificar tus pensamientos catastróficos, una opción es buscar una
situación social desafiante, algo que normalmente evitarías, y preguntarte:
"¿De qué tengo miedo en esta situación?". A veces, es algo concreto, como
temer que se rían de ti o que pierdas el control debido a la ansiedad. Otras
veces, el miedo es más vago, como la sensación de que algo terrible va a
suceder o que te desmoronarás.
El siguiente paso es identificar tus comportamientos de seguridad. Aquí
anotarás los comportamientos que crees que utilizas para protegerte de la
ansiedad. Si te resulta difícil identificarlos, usa la estrategia mencionada
anteriormente: ponerte en una situación social desafiante y preguntarte: "¿Qué
hago para reducir la ansiedad?". Ejemplos de comportamientos de seguridad
incluyen evitar el contacto visual, sonreír para suavizar desacuerdos, beber
alcohol para calmarte o llegar tarde a una fiesta para evitar interactuar.
También escribirás cómo puedes aumentar tu ansiedad durante la exposición,
ya que esto potencia los efectos del ejercicio. Por ejemplo, podrías exponerte a
situaciones como comer alimentos picantes que te hagan sudar, expresar
desacuerdos con firmeza o hablar de temas incómodos con una persona
dominante. El objetivo es maximizar la ansiedad durante la exposición, lo cual
es clave para su éxito.
Después de completar la exposición, reflexionarás sobre lo que ocurrió
realmente. ¿La catástrofe que temías sucedió? ¿Fue tan malo como
pensabas? Aquí es importante comparar tu experiencia real con lo que habías
anticipado y reflexionar sobre lo que aprendiste. Por ejemplo, podrías descubrir
que, aunque temías que te rechazaran por expresar tu desacuerdo, esto no
ocurrió y, de hecho, te divertiste un poco más de lo esperado.
Finalmente, hemos llegado al final de la hoja de trabajo. Te recomendamos que
utilices varias copias de esta hoja para realizar y evaluar tus exposiciones
antes y después de cada ejercicio. Aquí tienes cuatro consejos finales para
optimizar tu proceso:
1. Intensidad: Cuanto más intensa sea tu exposición, más rápido verás
resultados. Piensa en la exposición como en una quimioterapia para la
ansiedad: una dosis adecuada puede ser incómoda, pero es más
efectiva.
2. Variación: No repitas la misma situación de exposición una y otra vez.
En su lugar, busca variedad en los contextos y situaciones para que tu
ansiedad disminuya en una amplia gama de escenarios.
3. Identificación de comportamientos de seguridad: Asegúrate de estar
consciente de los comportamientos sutiles que utilizas para aliviar tu
ansiedad, como evitar el contacto visual o disculparte demasiado. La
clave es eliminarlos para maximizar el efecto de la exposición.
4. Sobre aprendizaje: Continúa practicando la exposición incluso después
de que tu ansiedad inicial haya disminuido. Exponerte a situaciones más
exigentes de lo habitual te preparará mejor para enfrentar desafíos
futuros.
Recuerda que cada vez que sientes ansiedad es una oportunidad para
practicar la aceptación y enfrentar la realidad. Si lo haces sin ayuda profesional,
considera pedir apoyo a un amigo o familiar.
Ahora es tu turno. ¡Éxito en tu terapia de exposición!
Modulo 7
Hola y bienvenido a este video sobre cómo dominar el sonrojo angustiante. Si
no te afecta sonrojarte, puedes saltar este video e ir directamente al siguiente
módulo. Sin embargo, si estás viendo este video, pero no has visto los módulos
anteriores, te resultará difícil entender lo que se presenta aquí, ya que
usaremos conceptos y terminología explicados previamente. Por ello, te
recomendamos ver todo el programa si el sonrojo te causa problemas. Puedes
encontrar los enlaces en la descripción del video.
Este módulo trata sobre cómo dominar el sonrojo angustiante. Usamos el
término "angustiante" porque hay personas que se sonrojan con frecuencia,
pero no lo encuentran particularmente molesto. Por otro lado, hay quienes rara
vez se sonrojan, pero lo encuentran muy angustiante cuando ocurre. Este
temor puede dominar su vida diaria, ya que pueden llegar a evitar situaciones
por miedo a sonrojarse, lo que afecta su calidad de vida.
Uno de los temas centrales de este programa es que no podemos separar
nuestras emociones solo por las experiencias crudas; debemos también
considerar nuestras interpretaciones personales. Además, evitaciones por
seguridad, como evitar situaciones sociales agradables por miedo a sonrojarse,
pueden reducir la calidad de vida.
En este módulo abordaremos las siguientes preguntas:
1. ¿Qué tan visible es mi sonrojo?
2. ¿Las demás personas evalúan mi sonrojo negativamente?
3. ¿Cómo afecta mi comportamiento la percepción de mi sonrojo?
4. ¿Soy razonable conmigo mismo?
5. ¿Cómo puedo usar la terapia cognitivo-conductual para manejar el
sonrojo?
Recuerda cuando eras niño y escuchabas un sonido en la casa que te
asustaba. Puede que, aunque el sonido fuera bajo para tus padres, tú lo
percibías con gran intensidad. Esto sucede porque el cerebro tiende a
amplificar lo que considera importante, un proceso conocido como
sensibilización. Del mismo modo, puede hacer que lo que no es importante
pase desapercibido, proceso llamado habituación. Por ejemplo, el sonido de un
reloj o la sensación de la ropa en tu cuerpo desaparecen de tu conciencia con
el tiempo.
El miedo es la principal fuerza detrás de la sensibilización. Así como el miedo a
un sonido puede amplificarlo, el miedo a sonrojarse amplifica la sensación de
enrojecimiento. Las investigaciones muestran que las personas que se
sonrojan tienden a sobreestimar cuán visibles son. Aunque sienten que su
rostro está muy rojo, para los demás solo es un pequeño cambio de color.
Ahora, ¿cómo afectan las evaluaciones de los demás? Estudios psicológicos
han mostrado que, en general, las personas que se sonrojan suelen recibir
evaluaciones más positivas, considerándolas más amables y reflexivas. De
hecho, la mayoría de la gente no ve el sonrojo como algo negativo.
El comportamiento también juega un rol importante. Si te sonrojas y te sientes
avergonzado, las personas pueden percibirte de esa manera. Sin embargo,
puedes mantenerte firme en tus opiniones y mostrar confianza incluso mientras
te sonrojas. Esto es clave: el sonrojo no tiene por qué impedirte vivir la vida que
deseas.
Por ejemplo, si quieres expresar algo a un amigo o colega, pero tienes miedo
de sonrojarte, no dejes que eso te detenga. Ser asertivo, incluso mientras te
sonrojas, es posible y evitar situaciones solo por miedo a sonrojarse puede
empeorar tu calidad de vida.
Dominar el sonrojo, al igual que dominar la ansiedad, implica aceptar que
puedes tener experiencias incómodas, pero no dejar que eso te limite. Este es
el propósito de la terapia de exposición: enfrentar tus miedos y gradualmente
mejorar.
Por último, es importante ser razonable contigo mismo. Muchas veces tenemos
estándares más altos para nosotros mismos que para los demás. Si crees que
sonrojarte te hace débil o incompetente, pregúntate si piensas lo mismo de los
demás cuando se sonrojan.
Para usar la terapia cognitivo-conductual, la exposición es un paso crucial.
Como no podemos controlar el sonrojo, podemos usar maquillaje para
simularlo, lo que te permitirá practicar en situaciones sociales. Durante este
proceso, es clave evitar conductas de seguridad, como mentir sobre tu sonrojo
o usar excusas para justificarlo.
La aceptación es también fundamental: aceptar el hecho de que te sonrojas sin
tratar de luchar contra ello. Con el tiempo, esta aceptación reducirá la
ansiedad.
Con esto, concluimos este módulo sobre cómo dominar el sonrojo angustiante.
Sabemos que este trabajo puede ser desafiante, pero el esfuerzo que pongas
te ayudará a lograr una vida más plena, sin estar afectada por el miedo a
sonrojarse.
Modulo 8
Hola y bienvenido al octavo módulo de este programa de autoayuda para
la ansiedad social.
En este módulo, abordaremos la ansiedad social relacionada con hablar en
público y te proporcionaremos estrategias para mejorar. Si no has visto los
módulos anteriores, te recomendamos que lo hagas, ya que este video amplía
conceptos presentados previamente. Puedes encontrar los enlaces en la
descripción del video.
Cuando hablamos de hablar en público, nos referimos a cualquier tipo de
discurso o presentación: ya sea en la escuela, en el trabajo, o incluso frente a
amigos y familiares. Esto puede variar desde una pregunta rápida ante un
grupo hasta charlas largas y complejas, demostraciones o presentaciones.
En este módulo, abordaremos los siguientes puntos principales:
1. El miedo a hablar en público es muy común.
2. Hablar bien en público es una habilidad que se puede aprender,
similar a conducir o leer. Para mejorar, es esencial practicar.
3. Los comportamientos de seguridad y la evitación pueden sabotear tu
progreso y perpetuar la ansiedad.
4. La exposición gradual es una forma eficaz de enfrentar la ansiedad al
hablar en público.
Vamos a analizar estos puntos con más detalle.
En 2012, las psicólogas estadounidenses Karen Dwyer y Marlena Davidson
encuestaron a 850 estudiantes estadounidenses al azar, pidiéndoles que
clasificaran sus mayores temores. El miedo a hablar en público fue el más
frecuente, con un 61% de los votos. Es sorprendente que, siendo tan común,
muchos se sientan solos en su miedo a hablar en público.
Una posible explicación es que, aunque muchas personas hablan en público
estando ansiosas, con práctica logran dar buenas presentaciones, lo que lleva
a otros a malinterpretar que no tienen miedo. Es importante entender que un
poco de ansiedad no es necesariamente algo malo. De hecho, puede ayudarte
a mantenerte alerta y concentrado.
El ciclo de la evitación
Si hablar en público te genera mucha ansiedad, es posible que hayas caído en
un círculo vicioso:
1. La ansiedad te lleva a evitar hablar en público.
2. Como resultado, no prácticas.
3. Al no practicar, cuando te enfrentas a una situación en la que tienes que
hablar en público, te sientes poco preparado.
4. Esto puede llevar a una mala experiencia, generando más ansiedad.
Para romper este ciclo, es fundamental practicar hablar en público, aunque al
principio te parezca aterrador. Te recomendamos empezar haciendo
presentaciones sobre temas aleatorios, incluso practicando solo. Mantén las
condiciones lo más similares posible a una situación real: cronométrate, habla
en voz alta como si tuvieras una audiencia, y utiliza herramientas como
PowerPoint si es necesario.
Una vez que te sientas cómodo practicando solo, prueba hacerlo frente a una
audiencia pequeña, como amigos o familiares, y pide retroalimentación. A
medida que avances, ve aumentando la dificultad, enfrentándote a audiencias
más grandes y desafiantes.
Autoenfoque y comportamientos de seguridad
Cuando hablas en público, es común enfocarte en ti mismo, lo que llamamos
autoenfoque, y esto puede aumentar tu ansiedad. En lugar de concentrarte en
cómo te sientes, esfuérzate por centrarte en la audiencia y en tu
presentación. Recuerda que fingir confianza hasta que la sientas realmente
puede ser una herramienta útil.
Los comportamientos de seguridad son estrategias que utilizamos para
intentar reducir la ansiedad, pero a menudo terminan manteniéndola. Un
ejemplo es evitar el contacto visual. Si quieres superar la ansiedad al hablar en
público, practica mirar a las personas a los ojos mientras hablas. No es
necesario que mantengas contacto visual constante, pero asegúrate de no
evitarlo por completo.
Otro comportamiento de seguridad común es memorizar un guion completo
para recitarlo palabra por palabra. Esto puede limitar tu habilidad para hablar
de forma natural y aumenta el riesgo de perder el hilo si olvidas algo. En la
mayoría de los casos, un discurso natural y bien preparado es más eficaz y
valorado que uno recitado de memoria.
Preparación adecuada
La preparación es clave, pero solo si su objetivo es mejorar la calidad de tu
presentación. Si preparas demasiado para evitar la ansiedad o los errores
catastróficos que imaginas, entonces estás utilizando la preparación como un
comportamiento de seguridad. En su lugar, enfócate en estructurar bien tu
presentación y en conocer el tema. Practica con el objetivo de hacerla
informativa y fluida.
Por otro lado, no prepararse lo suficiente también puede ser un tipo de
autosabotaje, especialmente si la falta de preparación está motivada por el
miedo a la ansiedad que te genera pensar en la presentación. En este caso,
esforzarse en la preparación puede ser una forma de exposición que te
ayudará a enfrentar tus miedos.
Enfrentar tus miedos
Como en cualquier proceso de exposición, es recomendable aumentar
gradualmente la dificultad de las situaciones a las que te enfrentas. Si hablar
ante una gran audiencia parece imposible, comienza con pasos más pequeños:
1. Haz preguntas en reuniones.
2. Transmite mensajes cortos frente a un grupo pequeño.
3. Haz presentaciones cortas frente a colegas o amigos.
Enfrentar estos pequeños desafíos te ayudará a desmantelar los
pensamientos catastróficos que alimentan la ansiedad y te permitirá ganar
confianza en tu capacidad para hablar en público.
Modulo 9
Hola y bienvenido al noveno módulo de este programa de autoayuda para
la ansiedad social.
Esperamos que ya hayas comenzado a trabajar en los ejercicios de exposición
y a cuestionar tus pensamientos catastróficos. En este video, queremos
ofrecerte un breve resumen del programa y abordar algunos desafíos comunes
que pueden surgir durante el proceso.
Resumen del programa:
1. La ansiedad social es un proceso normal y saludable. El problema
aparece cuando este proceso se vuelve demasiado intenso, dándole
más poder del necesario.
2. Generalmente, la ansiedad social disminuye con el tiempo. A
medida que te enfrentas a la realidad y descubres que las catástrofes
que imaginas no suceden, la ansiedad tiende a reducirse. Sin embargo,
en algunos casos puede aumentar con el tiempo debido a tres factores:
la evitación de situaciones sociales, el autoenfoque y los
comportamientos de seguridad.
3. La terapia es una herramienta efectiva para tratar la ansiedad
social. Aunque puede ser difícil, la exposición gradual a las situaciones
que te generan ansiedad le permite a tu cerebro comprobar la realidad y
disminuir su reacción exagerada.
4. Durante los ejercicios de exposición, evita usar "muletas" que
reduzcan el miedo. Estas estrategias de seguridad pueden anular el
proceso de aprendizaje. Es mejor aumentar progresivamente el nivel de
exposición para maximizar los beneficios.
5. El mantra de aceptación es clave. Enfrentar tus miedos puede parecer
difícil, pero con práctica, puedes cambiar tu relación con la ansiedad. Lo
que antes temías desesperadamente puede convertirse en algo
desagradable pero manejable.
Desafíos comunes:
1. "La exposición es demasiado aterradora". Esto es muy común. Si te
resulta imposible comenzar, te recomendamos iniciar con situaciones
menos desafiantes. Puedes desarrollar confianza poco a poco antes de
enfrentar desafíos mayores. Incluso algo pequeño, como caminar
alrededor de la cuadra o hacer una llamada corta, es mejor que no hacer
nada.
2. "Los ejercicios de exposición me parecen antinaturales". A veces,
las tareas de exposición pueden parecer extrañas o irrelevantes, como
olvidar tu abrigo a propósito o pedir leche en una tienda de ropa. Sin
embargo, si tu ansiedad está relacionada con el temor a parecer tonto,
es esencial exponerte a ese sentimiento para comprobar que tus miedos
no se hacen realidad.
3. "La ansiedad social regresa entre las exposiciones". Esto es normal.
El cerebro tiende a priorizar el miedo como mecanismo de protección. Si
tu ansiedad vuelve, considera aumentar la intensidad o frecuencia de las
exposiciones, siempre asegurándote de evitar estrategias de seguridad.
4. "Me cuesta recordar toda la información del programa". Es posible
que te sientas abrumado con la cantidad de información presentada. Te
recomendamos ver los videos varias veces y participar en los ejercicios
entre visualizaciones para reforzar los conceptos.
5. "Mi exposición nunca sale según lo planeado". Las situaciones
sociales pueden ser impredecibles, lo que dificulta seguir el plan de
exposición. Una opción es prepararte para lo inesperado, por ejemplo,
planeando conversaciones sobre el clima con diferentes personas en
lugar de alguien específico.
6. "No tengo tiempo para hacer los ejercicios". Si tu vida está muy
ocupada, necesitarás priorizar tu trabajo en la ansiedad social para ver
un cambio positivo. Piensa en estos ejercicios como una inversión en ti
mismo que también beneficiará a tus relaciones con amigos, familiares y
colegas.
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