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NEUROMITOS, TEXTO EN INGLÉS (1)

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REVISIÓN SISTEMÁTICA
publicada: 12 de enero de 2021 doi:
10.3389/fpsyg.2020.591923
La persistencia de los neuromitos en
el ámbito educativo: una
Revisión sistemática
Marta Torrijos­Muelas
1
, Sixto González­Víllora2 * y Ana Rosa Bodoque­Osma1
1
Departamento de Psicología, Facultad de Educación de Cuenca, Universidad de Castilla­La Mancha, Cuenca, España,
2
Departamento de
Educación Física, Artes y Música, Facultad de Educación de Cuenca, Universidad de Castilla­La Mancha, Cuenca, España
La neurociencia influye en la educación y estas dos áreas han convergido en un nuevo campo
denominado “Neuroeducación”. Sin embargo, el creciente interés en la relación educación­cerebro
no coincide con el uso adecuado de los resultados de la investigación. En 2007, la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) advirtió sobre los malentendidos sobre el
cerebro entre los docentes, calificándolos de neuromitos. El principal objetivo aquí es observar la
prevalencia de los neuromitos en los educadores a lo largo del tiempo. Después de dos décadas
Editado por:
Sergio Tobón,
Centro Universitario CIFE, México
Revisado por:
Kelly Macdonald,
Universidad de Houston, Estados Unidos
Alexia Barrable,
Universidad de Dundee, Reino Unido
Daniel Vicente Pallarés­Domínguez,
Universidad Jaume I, España
*Correspondencia:
Sixto González­Víllora
[email protected]
de publicaciones de investigaciones sobre neuromitos entre docentes en servicio o futuros, este
trabajo presenta una revisión científica sistemática. Para seleccionar los artículos, utilizamos las
palabras: "profesores", "profesores en formación", "neuromitos" combinadas con el tipo de datos
booleano "y". La búsqueda se filtró según los siguientes criterios: (a) autor identificable, (b) escrito
en inglés, español, francés, italiano o portugués, (c) palabra neuromyth en el título, resumen o
palabras clave, (d) investigación con una encuesta de participantes, (e) muestra centrada en
educadores, (f) índice de publicaciones revisadas por pares en JCR, SJR o ESCI. Los documentos
se encontraron a través de Web of Science, Scopus, PubMed, Dialnet, ProQuest, EBSCO­host y
Google Scholar. Después de la búsqueda, se identificaron 24 artículos como de calidad
suficientemente alta para esta revisión sistemática. Este resultado pone de relieve que los
neuromitos siguen siendo objeto de atención casi dos décadas después de su definición. Los
Sección de especialidad:
Este artículo fue enviado a
Psicología de la Educación,
una sección de la revista.
Fronteras en psicología
Recibido: 06 de agosto de 2020
Aceptado: 27 de noviembre de 2020
Publicado: 12 de enero de 2021
Cita:
Torrijos­Muelas M, González­Víllora S y
Bodoque­Osma AR (2021) La persistencia
de los neuromitos en el ámbito educativo:
una revisión sistemática. Frente. Psicólogo.
hallazgos presentan los neuromitos como consecuencia de la falta de conocimiento científico,
una brecha comunicativa entre científicos y profesores y las fuentes de información de baja calidad consultada
Además, los datos sobre protectores y predictores de neuromitos son inconsistentes. Tampoco
existe una metodología científica estándar ni una guía para determinar un nuevo neuromito.
Los resultados muestran la necesidad de mejorar los contenidos científicos en la educación
superior y la importancia de la formación docente en servicio. Esta investigación justifica la
exigencia de que los profesores universitarios sean investigadores activos y establezcan un
vínculo estrecho con educadores de otros campos y niveles. La neuroeducación será el puente
que une el conocimiento científico y la aplicación práctica en educación, con un método riguroso
y estándar para toda la comunidad científico­educativa.
11:591923. doi: 10.3389/fpsyg.2020.591923
Palabras clave: neuromitos, docentes, futuros docentes, educadores, neuroeducación, neurociencia
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enero 2021 | Volumen 11 | Artículo 591923
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Torrijos­Muelas et al.
Neuromitos: una revisión sistemática
INTRODUCCIÓN
durmiendo (Centro de Investigación e Innovación Educativa y OCDE, 2007).
Una breve historia de los neuromitos El neuromito no es un
Estrechamente relacionado con la educación, podemos encontrar el neuromito
concepto nuevo. La palabra fue acuñada por primera vez durante la década de
de los estilos de aprendizaje visual, auditivo y kinestésico (VAK). Bajo este
1980 cuando el neurocirujano Alan Crockard la utilizó para describir un concepto
enfoque, cada niño tiene un estilo de aprendizaje dominante, el cual debe
engañoso sobre la función cerebral en la disciplina de la medicina (Howard­Jones,
identificarse para enseñar a cada uno de ellos con mayor precisión y crear planes
2014; Fuentes y Risso, 2015). Desde un enfoque educativo, un neuromito se
de lecciones según sus preferencias (Geake, 2008; Macdonald et al., 2017). En
describió como “una idea errónea generada por un malentendido, una mala
este caso, el núcleo de la verdad se encuentra en una simplificación excesiva
interpretación o una cita errónea de hechos científicamente establecidos (mediante
(Ansari, 2008) de la investigación fundamental que ha identificado diferentes
la investigación del cerebro) para defender el uso de la investigación del cerebro
partes del cerebro que procesan información visual, auditiva o kinestésica (Dekker
en la educación y otros contextos” ( OCDE, 2002). Desde que apareció esa
et al., 2012), es decir, diferentes Las regiones de la corteza tienen funciones
definición, estudios previos han enfatizado la presencia generalizada de los
específicas en el procesamiento sensorial (Howard­Jones, 2014). Se ha establecido
neuromitos y su persistencia, especialmente entre individuos en contacto con la
con éxito la falta de evidencia en VAK/estilos de aprendizaje (Pashler et al., 2008;
educación (Howard­Jones et al., 2009; Dekker et al., 2012; Howard­Jones, 2014;
Riener y Willingham, 2010; Willingham et al., 2015). Sin embargo, es uno de los
Ferrero et al., 2016; Düvel et al., 2017 entre otros).
neuromitos más arraigados y ampliamente creídos (Rodrigues Rato et al., 2013;
Deligiannidi y Howard­Jones, 2015; Papadatou­Pastou et al., 2017, 2018; Varas­
Genestier y Ferreira, 2017; Zhang et al., 2019). Esta idea errónea se considera un
En 2002, la OCDE del Reino Unido lanzó el proyecto Cerebro y Aprendizaje
hecho, incluso más que la preferencia hemisférica (Tardif et al., 2015). Los
(Howard­Jones, 2014), y Herculano­Houzel (2002) publicó la primera encuesta
docentes informan que se les enseñó sobre VAK/estilos de aprendizaje durante
sobre el conocimiento del cerebro.
cursos de capacitación organizados por sus escuelas o las autoridades educativas
Incluyó 95 afirmaciones de opción múltiple, 83 relacionadas con la información
de sus gobiernos (Lethaby y Harries, 2016; Kim y Sankey, 2017; McMahon et al.,
que el público en general tiene sobre la investigación del cerebro (Herculano­
2019). Es más, algunos docentes insisten en su intención de seguir trabajando
Houzel, 2002) y varios neuromitos.
bajo la perspectiva VAK en sus aulas, aun sabiendo que se trata de un neuromito
Cinco años más tarde, la OCDE escribió sobre la proliferación de neuromitos
(Newton y Miah, 2017; Tan y Amiel, 2019).
en torno a (a) los períodos críticos, (b) la edad de tres años como el momento en
el que se decide todo lo importante, (c) el multilingüismo, (d) las personas con
cerebro izquierdo versus derecho. , y (e) el 10% del uso de nuestro cerebro, como
los neuromitos más difundidos. La mayoría de los neuromitos se construyen sobre
la base de un núcleo de verdad (Grospietsch y Mayer, 2018, 2019), es decir,
hallazgos científicos válidos los respaldan (Dekker et al., 2012), pero fueron
adulterados debido a malas interpretaciones y simplificaciones excesivas (Howard­
Jones, 2014), e incluso por una interpretación errónea de los resultados científicos
Neurociencia, la “brecha” y educación El poder seductor de las imágenes del
(Pasquinelli, 2012; Howard­Jones, 2014).
cerebro (Weisberg et al., 2008) y algunas ciencias, metodologías y avances
relacionados, podrían verse como una nueva tendencia entre investigadores de
La investigación ha proporcionado evidencia contra los neuromitos. A modo
múltiples campos científicos. . Sin embargo, el cerebro ha sido objeto de
de ejemplo, investigaciones de neuroimagen han demostrado que ambos
importantes estudios gracias a los últimos avances tecnológicos, como la
hemisferios son responsables de la mayoría de los procedimientos y están en
neuroimagen. Investigaciones recientes han arrojado luz sobre este campo
constante comunicación, aunque difieren en sus funciones (Ansari, 2008), lo que
(Goswami, 2006; Ansari, 2008; Geake, 2008; Gago Galvagno y Elgier, 2018). Han
va en contra de mitos como el de personas con cerebro izquierdo versus derecho. ,
pasado más de 30 años desde que el congresista estadounidense Sylvio Conti
o inteligencias múltiples (Geake, 2008).
hizo campaña para que el final del siglo XX fuera reconocido como la Década del
El mito de que sólo se utiliza el 10% del cerebro parece ser el neuromito más
Cerebro.
duradero. Ha sobrevivido más de un siglo. En 1907, Williams James escribió sobre
la idea de que los humanos utilizaban los recursos físicos y mentales por debajo
Alentó a las organizaciones a alcanzar metas que se refieren no sólo a la inversión
de sus posibilidades (James, 1907).
o el apoyo federal para el tema, sino también a educar al público sobre el área de
Posteriormente, el físico Albert Einstein en una entrevista radiofónica en 1920
la neurociencia (Laws, 2000).
(Pallarés­Domínguez, 2016), animó a pensar más (Geake, 2008; Dündar y
Los campos de la neurociencia, la neurociencia cognitiva y sus posibles
Gündüz, 2016; Papadatou­Pastou et al., 2017). Invitó a la gente a potenciar sus
implicaciones en la educación han florecido en universidades, publicaciones e
posibilidades utilizando más del 10% de su cerebro, pero no tenía intención de
investigadores, siendo ejemplos el Brain, Neuroscience Special Interest Group
difundir un malentendido tan colosal. Sin embargo, como se informó en la literatura
dentro de la American Education Research Association o la iniciativa interfacultad
anterior, detrás de un neuromito no sólo pueden estar datos científicos excelentes,
llamada Mind, Brain and Behavior ( MMB), lanzado en 1993 por la Universidad de
sino también un hecho neuroanatómico. La tasa glia­neurona (o sustancia blanca­
Harvard (Schwartz, 2015). Como consecuencia de una lógica evolución (o
sustancia gris) que es de una por cada diez (Pasquinelli, 2012) puede ser la
revolución científica), desde 1999, la OCDE cuenta con un programa de
responsable del mito que afirma que los humanos sólo utilizamos el 10% de su
Neurociencia y Educación, así como otras instituciones, como la Universidad de
cerebro (debido a las tasas antes mencionadas). La investigación científica
Cambridge, la Universidad East Normal de Shanghai (Carew y Magsamen, 2010),
muestra cuán improbable puede ser esta afirmación, teniendo en cuenta
la Universidad de California y la Universidad de Oxford (Cuthbert, 2015). Además,
simplemente que ninguna área del cerebro está 100% "sin trabajo", incluso cuando
más recientemente, el Proyecto Cerebro Humano es el
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Neuromitos: una revisión sistemática
sugerido previamente (Pasquinelli, 2012; Howard­Jones, 2014; Deligiannidi y
proyecto científico más importante jamás financiado por la Unión Europea (Kandel
et al., 2013).
Howard­Jones, 2015; Pei et al., 2015). Los hallazgos de Ferrero (Ferrero et al.,
La combinación de interés, innovación, investigación y posibilidades han
2016) mostraron la presencia de diferencias transculturales incluso para los
convergido en la “neurociencia educativa” o “neuroeducación” (Ansari et al., 2011),
neuromitos con respuestas consistentes en diez países (Reino Unido, Países
una encrucijada de áreas de investigación científica que pueden contribuir a la
Bajos, Grecia, Turquía, Perú, Argentina, Chile, otros países latinoamericanos,
educación, como la psicología del desarrollo, la neurociencia cognitiva. , genética
China y España). Sin embargo, como afirmaron los autores, se pueden encontrar
y tecnología (Brookman, 2016). Debido a este enfoque multidisciplinario, la
malentendidos similares y generalizados en neuromitos en diferentes países
“neurociencia educativa” tiende a abarcar la investigación de los procesos del
(Dekker et al., 2012; Howard­Jones, 2014; Gleichgerrcht et al., 2015; Ferrero et
cerebro que afectan el aprendizaje y la educación (Knox, 2016). Sus características
al., 2016; Bailey et al. , 2018).
inherentes también han impulsado la neurociencia educativa o la neuroeducación
como la disciplina para cerrar la brecha entre la parte más teórica de las
Desde 2016 se dispone de mucha más información científica sobre los neuromitos,
neurociencias y sus contribuciones prácticas a la educación (Centre for Educational
dado el importante y exponencial avance de la neuroeducación.
Research and Innovation and OECD, 2007; Ansari, 2008; Carew y Magsamen ,
2010; Howard­Jones, 2011; Tan y Amiel, 2019).
Desde Dekker et al. En 2012, casi todos los estudios intentaron encontrar los
predictores de estas creencias y los factores protectores, incluido el sexo, la edad,
los años de experiencia y la lectura de “ciencia popular” (Cooper, 1966; Brace,
1993) frente a artículos revisados por pares. , con una gran variedad de resultados.
Si bien la emergente neuroeducación pareció ser recibida con entusiasmo, no
Algunos de ellos han descubierto que el conocimiento general del cerebro es un
estuvo exenta de controversia y escepticismo (Cuthbert, 2015) y esta “brecha”
predictor de la creencia en neuromitos (Dekker et al., 2012; Gleichgerrcht et al.,
siempre ha estado presente como máxima representativa de la distancia entre
2015; Papadatou­Pastou et al., 2017; Varas­Genestier y Ferreira, 2017). ). Otros
ciencias, neurociencias y educación (Hardiman et al., 2012; Howard­Jones, 2014).
han informado haber completado muchos cursos de neurociencia (Macdonald et
Asimismo, usos específicos de la tecnología de neuroimagen han sido etiquetados
al., 2017) o semestres (Düvel et al., 2017) y haber leído revistas científicas
como prematuros para la investigación educativa (Loftus et al., 2017). Por ejemplo,
revisadas por pares (Macdonald et al., 2017) o una formación educativa más
Bruer (1999) ha descrito este camino de 30 años casi desde el principio.
amplia (Zhang et al. , 2019) como elementos protectores contra la creencia en
neuromitos. En un caso, ser mujer parecía estar relacionado con puntuaciones
más bajas en neuromitos (Dündar y Gündüz, 2016) y posteriormente, las mujeres
Publicó un trabajo directamente sobre la utilización apresurada de tres hallazgos
fueron catalogadas como más propensas a estar de acuerdo con los neuromitos
neurocientíficos (la sinaptogénesis, los períodos críticos y los ambientes
(Bailey et al., 2018). Sin embargo, investigaciones anteriores no lograron encontrar
enriquecidos) de manera directa a las prácticas educativas (Bruer, 1999, 2016).
ninguna diferencia de género (Dekker et al., 2012; Karakus et al., 2015).
Sin embargo, esto no fue un cierre de puertas, sino simplemente un llamado a ser
prudentes. Por tanto, es necesario encontrar un equilibrio entre este escepticismo
En particular, y hasta donde sabemos, ningún estudio previo ha considerado
y la espera para aplicar los resultados en las aulas, y la simplificación de los
explorar más de cinco estudios y 12 neuromitos en un intento de recopilar toda la
hallazgos de la neurociencia (Barrios­Tao, 2016).
información disponible sobre las creencias en neuromitos entre los educadores.
Dados estos hallazgos contradictorios, parece necesario recopilar más datos
científicos sobre los neuromitos. Además, una vez descrita la variación cultural
(Ferrero et al., 2016) y la prevalencia de los neuromitos entre los docentes (en
Educadores, neuroeducación y neuromitos Los avances en
ejercicio o en formación), es fundamental recopilar la mayor cantidad de datos
la neurociencia y sus
posible bajo un método científico actualizado, reuniendo los conocimientos
subcampos (neuroeducación, neurociencia educativa) avanzaron adecuadamente,
disponibles hasta el momento.
al mismo tiempo que los investigadores exploraban el conocimiento de la
comunidad educativa en estas áreas. Se informó que la mayoría de docentes y
Este estudio tiene como objetivo presentar una revisión metodológica
estudiantes están interesados en la neurociencia educativa y la consideran útil en
su labor profesional (Dekker et al., 2012; Ferrero et al., 2016; Düvel et al., 2017;
sistemática para reunir los datos primarios en neuromitos desde una perspectiva
Bailey et al., 2018; Falquez Torres y Ocampo Alvarado, 2018; McMahon et al.,
temporal, de Dekker et al. (2012) a Tovazzi et al.
2019; Zhang et al., 2019, entre otros), aunque una minoría de docentes reporta
(2020). Por ello, es fundamental ordenar los datos cronológicamente, según el
utilizar actualmente técnicas basadas en el cerebro en sus aulas (Rodrigues Rato
año de publicación. Nuestro objetivo era trazar una línea de tiempo con la
et al., 2013) o, al menos, están ansiosos por implementarlos (Zhang et al., 2019).
prevalencia de los neuromitos en los últimos años.
Sin embargo, los neuromitos pueden afectar a profesores, estudiantes y
A pesar de décadas de investigación, ningún estudio hasta la fecha ha revisado
educadores a la hora de implementar la neuroeducación en la escuela. Una gran
sistemáticamente la literatura sobre neuromitos. Por lo tanto, este artículo aborda
selección de artículos está relacionada con el estudio de los neuromitos en la
los neuromitos entre los educadores como tema de investigación de 2012 a 2020.
literatura.
Anteriormente, los neuromitos se habían evaluado solo de forma limitada. Aunque
muchos autores han realizado estudios, se requieren análisis adicionales para
explorar los neuromitos descritos recientemente.
Los neuromitos han sido ampliamente abordados desde una perspectiva
cultural. Ferrero et al. (2016) realizaron un metanálisis exhaustivo para informar la
Este manuscrito contiene una revisión sistemática novedosa en cuanto al
influencia cultural en la prevalencia de 12 neuromitos entre los profesores, como
enfoque metodológico adoptado y al número de ítems analizados. Ningún estudio
lo habían hecho algunos otros.
hasta la fecha ha considerado la literatura
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Neuromitos: una revisión sistemática
o futuros docentes. Dos colegas replicaron el protocolo de búsqueda
fuera de esta investigación a finales de junio de 2020.
sobre neuromitos bajo una revisión rigurosa y tampoco existen
investigaciones previas que describan todos los neuromitos abordados
Se realizó una búsqueda exhaustiva y sistemática para recolectar
todos los documentos relacionados con el tema de interés. Establecimos
en encuestas entre educadores.
cuatro pasos con un grado de profundidad cada vez mayor para trazar
METODOLOGÍA
la estrategia de búsqueda. Por lo tanto, preparamos el escenario para
refinar la búsqueda y hacerla más estricta en cada ejecución,
encontrando, debido a esta limitación, los artículos más precisos y
Diseño y desarrollo de estrategias de búsqueda Este manuscrito contiene
una revisión sistemática nunca antes realizada. Ninguna otra investigación
científica ha sometido a una revisión rigurosa la literatura sobre neuromitos,
representativos en el campo de interés. En particular, la estrategia de
ni, más específicamente, los artículos sobre estos neuromitos difundidos
búsqueda se implementó utilizando estas cuatro palabras o grupos de palabras en est
entre los trabajadores en servicio.
Neuromitos; (2) Neuromitos y Educación; (3) Neuromitos
FIGURA 1 | Diagrama de flujo basado en Prisma, basado en Moher et al. (2009).
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y Educación y docentes en formación; y (4) Neuromitos y Educación y
La Figura 2 es una representación gráfica de la estrategia de búsqueda,
Profesores. Por lo tanto, la búsqueda podría replicarse introduciendo los
incluyendo las palabras clave o grupo de palabras. Se obtuvo una gran cantidad
términos anteriores en las bases de datos bibliográficas utilizadas (es decir,
de resultados ya que la búsqueda solo se combinó con un tipo de datos
Web of Science, SCOPUS, EBSCOhost y las bases de datos seleccionadas en
booleanos en inglés (y) porque no existe ningún sinónimo para la palabra
ellas, ProQuest y PubMed). Para evitar sesgos de publicación, agregamos
siete bases de datos diferentes en EBSCOhost y también exploramos Dialnet
rehacer la estrategia de búsqueda. La etapa 1 incluye solo la palabra Neuromyth
neuromito. La figura muestra los tres pasos mediante los cuales se podría
y Google Scholar. Para recopilar todas las referencias y detectar duplicados
como criterio de búsqueda. El paso 2 agregó la palabra educación a la
entre los hallazgos, utilizamos un software de gestión de referencias para
búsqueda mediante el operador booleano AND. Con el mismo operador, el
compilar y comparar los datos registrados, específicamente, EndNoteR en línea.
Paso 3 reunió las dos primeras palabras clave Y profesores en formación.
Finalmente, no de la última búsqueda, sino también de la segunda, otra rama
Se seleccionó la versión.
se bifurca para dar resultados para el Paso 4 compuesto por los dos primeros
Para una mejor sistematización del proceso, la estrategia de búsqueda se
términos (neuromitos y educación) Y Profesores. Con estas cuatro condiciones
se cubrió todo el campo de interés.
implementó con la plantilla Diagrama de flujo Prisma (Moher et al., 2009), que
da un resumen de un vistazo del trabajo detrás de la recolección de datos
(Figura 1). La búsqueda inicial arrojó 1.262 documentos que cumplían los
criterios. Después de eliminar duplicados (n = 852), exploramos 410 registros
Criterios de inclusión El cribado
bajo el procedimiento de criterios de inclusión para refinar los documentos de
inicial finalizó con N = 410 artículos científicos para ser revisados. Debido a
este gran número, fue necesario aplicar varios criterios de inclusión en la
acuerdo con el tema y los objetivos de la investigación actual.
siguiente etapa del procedimiento. Así, un
FIGURA 2 | Estrategia de búsqueda y resultados. Las ocho* bases de datos analizadas en EBSCOhost son: MEDLINE; Fuente de Educación, ERIC, Colección de Psicología y Ciencias del
Comportamiento; APA PsycINFO, SPORTDiscus con texto completo, Centro de referencia docente, PSICODOC.
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Neuromitos: una revisión sistemática
FIGURA 3 | Criterios de inclusión y exclusión: árbol de decisión.
Se realizó un árbol de decisión para seleccionar los artículos de acuerdo al objetivo
leído en español, inglés, francés, italiano y portugués, pero nos vimos obligados a
principal y los estándares previos.
eliminar cualquier evidencia escrita en un idioma diferente a los especificados. La
La Figura 3 ilustra cómo, para cada criterio de inclusión, la decisión “no” da el
estrategia de búsqueda arrojó (N = 14) artículos publicados en japonés, chino,
número de documentos eliminados, mientras que, con una respuesta “sí”, el
alemán y algunos idiomas eslavos que fueron imposibles de traducir
artículo demostró ser elegible para continuar en la revisión sistemática. Sin duda,
adecuadamente para su uso en este documento científico. Sin embargo, un punto
los ítems de inclusión son intrínsecamente interesantes por su capacidad de
a tener en cuenta es que no podemos estar seguros de que estos 14 documentos
reducir el número de documentos a conservar en el análisis. Las condiciones más
encajen correctamente en la presente revisión sistemática porque también podrían
restrictivas que eliminaron la mayor cantidad de estudios fueron “Los neuromitos
haber sido eliminados a la luz de otros criterios de elegibilidad. Se eliminaron los
o mitos aparecen en el título, resumen o como palabras clave” (N = 214). En
documentos con una muestra distinta a los docentes (en servicio, en formación o
segundo lugar, “La investigación incluye una forma de preguntar a los participantes
en formación) (N = 7). Finalmente, los autores decidieron aplicar una última
sobre los neuromitos” dejó N = 98 registros.
restricción a los 58 expedientes restantes. Para agregar calidad a la revisión
sistemática, solo tomamos en cuenta los estudios académicos indexados en
Cuando los autores de los artículos no fueron identificables (N = 19), fueron
cualquier tipo de factor de impacto, es decir,
descartados. Los autores del presente estudio son capaces de
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Neuromitos: una revisión sistemática
Journal Citation Report (JCR) o los que podrían reportar el número promedio de
forma. Este procedimiento omitió siete estudios (Apéndice 1) de la revisión
citas ponderadas recibidas en un año, como lo hace la medida SJR. Para evitar el
sistemática por razones justificables, de acuerdo con el paralelismo de la estrategia
sesgo de publicación, en la presente revisión se incluyeron artículos en una cita
PICO antes mencionado.
de fuentes emergentes (ESCI).
Hallazgos de la revisión sistemática Para recopilar
datos de los resultados concretos bajo los criterios de esta investigación
Así, al final de los criterios de elegibilidad, N = 31 artículos de investigación
científica sobre el tema principal se consideraron aptos para una revisión en
única, la Tabla 1 muestra los principales hallazgos incluidos en los 24
profundidad. Luego, para fomentar una actitud de lectura exhaustiva, se diseñó un
artículos analizados. Las referencias están ordenadas por año de publicación,
nuevo código para preservar la calidad del estudio. Guiados por una tabla de
para obtener una visión panorámica de la prevalencia de los neuromitos
contenidos, cada uno de los miembros del equipo verificó los 31 hallazgos de
según nuestro objetivo principal. La información está organizada en torno a
acuerdo con la estrategia de participantes, intervención, comparación y resultado
cinco columnas principales. El primero a la izquierda contiene el autor
principal y año de publicación de la investigación, luego aparece la muestra
(PICO) más cercana posible.
explorada y su procedencia cuando se indique.
Por lo tanto, los participantes (P) se delimitaron como docentes, educadores o
En tercer lugar está la metodología, dividida en más tres columnas: la encuesta
formadores, que están relacionados, de alguna manera, en el presente o en el
futuro, con la enseñanza de personas (de cualquier edad) o con el diseño de
utilizada para recoger las respuestas de la muestra; la lista de neuromitos incluidos
programas de enseñanza. Los estudios experimentales responden a preguntas de
(Tabla 2) en el artículo; y el tipo de respuestas disponibles en la encuesta.
intervención (I), pero este no es nuestro caso ya que presentamos una revisión de
Como parte del resultado de esta revisión sistemática, los resultados brindan
estudios descriptivos, donde la investigación busca frecuencias en las respuestas
(García­Perdomo, 2015). Así, para seguir la estrategia PICO, bajo nuestras
detalles sobre la prevalencia de los neuromitos y el conocimiento general en la
limitaciones, se utilizó un cuestionario que incluyera al menos tres de los
muestra especificada. En la tabla se pueden ver fácilmente los neuromitos más y
neuromitos definidos por la OCDE (2002) y el Centro de Investigación e Innovación
menos prevalentes (Tabla 2). Para los trabajos donde se estudiaron predictores o
Educativa de la OCDE (2007) y recogidos en la primera publicación que apareció
protectores contra neuromitos, las últimas columnas de las secciones "Resultados"
en nuestro cribado. , se fijó como intervención. El primer artículo publicado en
brindan los hallazgos principales.
Finalmente, la columna de la derecha resume brevemente las principales
estos 31 documentos elegibles es el de Dekker et al. (2012). Consideramos este
el inicio de los estudios sobre neuromitos entre docentes.
conclusiones alcanzadas a través de la investigación.
Sin embargo, antes de este se realizaron algunos estudios, pero aquí podemos
muestras. Sin embargo, 23 de ellos aparecen sólo una vez.
En los 24 artículos explorados, se encuestaron 39 neuromitos en diferentes
encontrar los objetivos y metodologías definidos en la pregunta de investigación
Estos se enumeran desde el neuromito 19 en adelante (Figura 4). Los tres
planteada en este trabajo.
neuromitos que aparecen con más frecuencia en las encuestas examinadas son:
"Las personas aprenden mejor cuando reciben información en su estilo de
Las comparaciones (C) están fuera del interés de esta publicación.
aprendizaje preferido (por ejemplo, auditivo, visual, kinestésico)".
Finalmente, el resultado (O) estuvo estrechamente relacionado con la intervención
(I) porque se trataba de un conjunto de estudios descriptivos.
"Sesiones breves de ejercicios de coordinación pueden mejorar la integración de
El resultado obligatorio era tener un porcentaje general de prevalencia de
la función cerebral de los hemisferios izquierdo y derecho" y el mito que afirma
neuromitos (o proporcionar la forma de calcularlo a partir de los datos mostrados)
que "sólo utilizamos el 10% de nuestro cerebro".
La muestra escaneada se puede clasificar en cinco grupos entre los 24
y preferiblemente tener tasas de prevalencia para cada neuromito.
artículos explorados. Así, el 54,17% (N = 13) de los documentos han encuestado
a docentes en servicio. Además, como trabajadores en activo, el 8,33% (N=2) son
Cuando los neuromitos no se especifican en un estudio, se han considerado
educadores inespecíficos.
neuromitos los descritos en los artículos anteriores de esta revisión (Dekker et al.,
2012) . En consecuencia, en Pei et al. (2015), 9 afirmaciones entre las 38
Los entrenadores (N = 1) y directores (N = 1) representan el 4,17% cada uno. El
afirmaciones fácticas coincidieron con las recogidas en la literatura analizada
29,17% restante (N = 7) de los artículos están dedicados a los futuros docentes
anteriormente. De manera similar, en Dündar y Gündüz (2016), 15 elementos
(Figura 5).
Finalmente, se han presentado los hallazgos para informar del porcentaje de
fueron identificados anteriormente como neuromitos.
prevalencia en neuromitos y las puntuaciones en conocimiento general sobre el
cerebro (GKAB), cuando se conocen, a lo largo de los 8 años que cubre el
presente estudio (Figura 6).
RESULTADOS
La muestra incluye profesores actuales y futuros, y también se incluyen
en el análisis entrenadores, directores y educadores no específicos. En
Estudios excluidos después de una lectura en profundidad El proceso de
lectura finalizó con la discusión de los artículos más aptos para ser excluidos de la
estos 24 estudios, la muestra total fue N = 13.767 personas involucradas en
revisión. En particular, para eliminar un ítem era necesario alcanzar más del 80%
la educación, encuestadas en casi 20 países diferentes de todo el mundo.
del acuerdo interjueces. Bajo este porcentaje, los autores deliberaron todos los
puntos de vista. Un artículo generó desacuerdo entre los autores debido a la
DISCUSIÓN
muestra encuestada. Finalmente, Bailey et al. (2018) se incluyó en el análisis
actual porque la mayoría de los autores que lideraron la investigación consideraron
a los entrenadores educadores que tienen la oportunidad de influir en la educación
Este artículo ha dado una explicación científica de la prevalencia de los neuromitos.
de las personas en algunos
Nuestra intención era comprobar si los neuromitos todavía están presentes en los
profesores y, con ellos, en la educación.
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7
enero 2021 | Volumen 11 | Artículo 591923
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Torrijos­Muelas et al.
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TABLA 1 | Síntesis de las investigaciones sobre neuromitos.
Muestra de referencias
Diseño de encuesta
Principales resultados
Resultados
Metodología
Neuromitos
Tipo de
incluidos
respuesta
Prevalencia de
Mayoría
Puntuación en
Neuromitos predictores o
Menos
GKAB
protectores
1, 2, 3
Promedio
Predictor: general
70%
conocimiento
neuromitos
Dekker et al.
N = 242 Pr y Sc
32 declaraciones (OCDE,
1, 2, 3, 4, 5, 6,
Incorrecto
(2012)
profesores del Reino Unido y
2002)
7, 8, 9, 10, 11,
Correcto
12, 13, 14, 15
Países Bajos
norte = 583
9, 16, 17, 18,
Mito
PS portugueses a HS
2002) y 1 sobre vitamina
19, 20
Hecho
(2013)
profesores
mito de los suplementos
Deligiannidi
N = 271 Pr griego y
38 afirmaciones fácticas
y Howard­
profesores de sc
Rato et al.
11, 10, 12
–
Extraviado
17, 19, 16 –
1, 2, 3, 4, 5, 6,
, 9, 11, 12
jones
efecto protector
Aceptar
­ El interés por las neurociencias
no permite distinguir
20, 9, 18
Mitos, especialmente aprendizaje.
No quiero
7
­ El conocimiento cerebral no tiene
No quiero
7 declaraciones (OCDE,
rodrigues
56,88%*
57,7%*
1, 5, 4
60,6%*
No estudiado
­ Los mitos creídos son directamente
relacionados con la práctica y
15, 12, 11
No quiero
programas de aprendizaje basados en el cerebro
Discrepar
(2015)
(sin base científica suficiente)
NR
Gleichgerrcht
N = 3.451 latinos
Encuesta (Dekker et al.,
1, 2, 3, 4, 5, 6,
Incorrecto
et al. (2015)
ECE americano a HE
2012) con 32 afirmaciones
7, 8, 9, 10, 11,
Correcto
12
No quiero
profesores
50,7%
1, 5, 4
66,7%
15, 12, 11
Predictor: desempeño en
declaraciones generales
­ La diferencia significativa entre
países en neuromitos y
conocimientos generales
­ Falta de textos científicos en español.
Karakus et al.
N = 278 PR turcos y
32 declaraciones (Dekker
1, 2, 3, 4, 5, 6,
Incorrecto
(2015)
profesores de sc
et al., 2012)
7, 8, 9, 10, 11,
Correcto
8
12, 13, 14, 15
N = 238 República Popular China Oriental,
38 artículos
1, 2, 3, 4, 5, 6,
Aceptar
(2015)
Profesores de Sc y HS
(Herculano­Houzel, 2002;
7
No quiero
Howard­Jones et al.,
1, 5, 7
56,9%
Extraviado
61%*
1, 5, 3
56,6%*
No estudiado
12, 7, 11
entre el este de China y Europa
2009)
que la emoción en el razonamiento
N = 2.932 Pr y Sc
59 artículos
1, 2, 3, 4, 5, 6,
Sí
Gündüz
futuros profesores
(Herculano­Houzel, 2002;
7, 8, 9, 10, 11,
No
Howard­Jones et al.,
12, 13, 14, 15
No quiero
52,72%*
1, 2, 5
50,1%*
–
­ Más creído: VAK, hemisférico.
11, 12, 8
dominio y la mejora
del cerebro por ciertos nutrientes
2009; Dekker et al., 2012;
­ Mejor identificación de general.
neuromitos que educativos
Karakus et al., 2015)
Ferrero et al.
(2016)
N = 284 PS españoles,
32 declaraciones (Dekker
1, 2, 3, 4, 5, 6,
Incorrecto
Pr, Sc y vocacional
et al., 2012)
7, 8, 9, 10, 11,
Correcto
12
No quiero
profesores
­ Malentendidos culturales
­ Más entusiasta por la atención.
Discrepar
Dündar y
(2016)
Los neuromitos están relacionados con
programas comerciales.
15, 14, 11
No quiero
Pei et al.
, 9, 11, 12
53,02%
49,1%
5, 1, 4
62,29%
11, 7, 10
­ Predictores: GK y
­ A lo largo de los países se extiende la
lectura educativa
idea de estilo de aprendizaje y rico
revistas
Los entornos mejoran el preescolar.
revistas científicas
cerebro de los niños
­ Hay una cantidad sustancial de
variación intercultural
–
Hermida et al.
N = 204 argentinos
18 artículos
(2016)
maestros de preescolar
(Herculano­Houzel, 2002;
No quiero
falta de conocimiento de las bases neuronales
Howard­Jones et al.,
Discrepar
puede contribuir a la
8, 9, 11
Aceptar
27,33%*
60,1%*
Extraviado
2009)
­ Condiciones culturales, medios y
malentendido por encima del
conciencia de la neurociencia
letabi y
N = 128 Inglés
8 artículos sobre VAK
1, 2, 3, 9, 11,
Aceptar
Acos (2016)
profesores
(Howard­Jones et al.,
21
No quiero
2009; Dekker et al., 2012)
45,71%*
1, 2, 3
11, 16, 9
81,3%*
No estudiado
­ Las creencias influyen en la enseñanza.
­ El 88% cree en los estilos de aprendizaje.
Discrepar
(Continuado)
Neuromitos: una revisión sistemática
enero 2021 | Volumen 11 | Artículo 591923
­ Protector: para leer
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Torrijos­Muelas et al.
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TABLA 1 | Continuado
Muestra de referencias
Diseño de encuesta
Principales resultados
Resultados
Metodología
Neuromitos
Tipo de
Predominio
Mayoría
Puntuación en
Neuromitos predictores o
incluidos
respuesta
de
Menos
GKAB
protectores
1, 3, 2
75,6%
­ Predictor: desempeño en
neuromitos
kim y
N = 1.144 futuros docentes
20 declaraciones (Dekker et
Sankey
australianos
al., 2012)
1, 2, 3, 5, 7
Correcto
84,46%*
Incorrecto
5, 7
declaraciones generales.
(2017)
­ VAK y el mito izquierda/derecha podrían
aprenderse en la escuela o la universidad mientras
El mito de los suplementos de ácidos
grasos parece difundirse mediante un
anuncio de televisión
macdonald
N = 598 educadores
et al. (2017)
32 declaraciones (adaptado de
1, 2, 3, 4, 6, 8, 9,
Verdadero
Dekker et al., 2012)
10, 11, 12, 14,
FALSO
45,8%*
3, 4, 1
85,7%*
22, 23, 24, 25
­ Predictores: neurociencia
­ La formación tanto en neurociencia como en
cursos y lectura de revistas
educación y la calidad de la exposición a los
revisadas por pares
medios reduce la creencia en los neuromitos.
­ Protectores: docencia en
educación superior
14, 11, 8
Además, N = 234 alta
­ Se revela la versión modificada del autor.
1 factor con 7 neuromitos (1, 2, 6, 9, 22,
exposición a neurociencias y
23, 24)
N = 3.045 público en general
(grupos no estudiados
aquí)
N = 573 griego bajo
70 afirmaciones
1, 2, 3, 4, 5, 7, 8,
Incorrecto
Pastou et al.
y estudiantes de
(Herculano­Houzel, 2002; Lilienfeld
9, 10, 11, 12, 13, 14,
Correcto
(2017)
posgrado matriculados en la
et al., 2011; Dekker et al.,
15, 26, 27, 28, 29,
No quiero
Departamento de
2012) y 7 relacionadas con
30, 31, 32, 33
Educación
Educación Especial
Varas­
N = 91 PR chileno y
Encuesta de 32 ítems (Dekker
1, 2, 3, 4, 5, 6, 7,
Aceptar
genestier y
profesores de sc
et al., 2012) traducida al español
8, 9, 10, 11,
ADN
9
Papadatou­
43,62%
1, 5, 4
78,94%
15, 28, 12
­ Predictor: la puntuación de error
para conocimientos generales
sobre el cerebro
­ No hay diferencia significativa entre pregrado
y posgrado.
­ El sesgo de aquiescencia puede explicar
El conocimiento general como predictor de
neuromitos.
83,7%
1, 5, 2
71,4%
­ Predictores: lectura de
ciencia popular y conocimiento
entre ciencia y pseudociencia debido a la
falta de conocimientos científicos.
Ferreira
12
últimos
informado en
(2017)
(neuromitos
3 iguales %)
neurociencia.
analizados del
­ Urge revisar el contenido de la formación
1 al 7)
inicial
Bailey y cols.
N = 545 entrenadores de
15 afirmaciones (Dekker et
(2018)
Reino Unido e Irlanda
al., 2012;
Correcto
Howard­Jones, 2014 Ferrero
No quiero
1, 2, 3, 6, 8, 9
­ Los profesores no son capaces de discriminar
6, 2, 4, 7 (los
Incorrecto
41,6%
1, 3, 6
56,6%
­ Extraviado
8, 9, 2
­ Los entrenadores muestran una alta
prevalencia de neuromitos pero menor que
los profesores
et al., 2016; entre otros)
­ Cuanto mejor sea el conocimiento y
conciencia sobre el cerebro, más
N = 328 ecuatorianos
torres y
estudiantes de pregrado
Versión de la encuesta de Dekker
1, 2, 3, 4, 5, 6, 7,
Incorrecto
et al. (2012) con 32
8, 9, 10, 11, 12
Correcto
afirmaciones
Ocampo
56%
1, 5, 4
12, 9, 11
54%
­ Predictor: edad
­ Protectores: interés, lectura de
neurociencia y educación formal.
No quiero
­ La falta de neurociencia
La presencia en el ámbito educativo facilita
los neuromitos surgidos.
Alvarado
(2018)
­ Hallazgos similares a los de muestras de
estudios anteriores en servicio.
Horvath y cols.
N = 50 docentes premiados
(2018)
PS, Pr, Sc y Tr.
Encuesta con 15 neuromitos
1, 2, 3, 4, 5, 6, 7,
Incorrecto
comunes
8, 9, 10, 11, 12, 14,
Correcto
(Howard­Jones et al., 2009)
15, 18
No quiero
47,67%*
1, 5, 2
15, 14, 13
No estudiado No estudiado
­ La escala sólo puede considerarse una serie
de respuestas aleatorias, no una especie de
medida compuesta.
­ La validez puede ser cuestionable.
(Continuado)
Neuromitos: una revisión sistemática
enero 2021 | Volumen 11 | Artículo 591923
neuromitos
Fálquez
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Muestra de referencias
Diseño de encuesta
Principales resultados
Resultados
Metodología
Neuromitos
Tipo de
incluidos
respuesta
Prevalencia de
Torrijos­Muelas et al.
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TABLA 1 | Continuado
Mayoría
Puntuación en
Neuromitos predictores o
Menos
GKAB
protectores
1, 8, 2
62,5%
­ Predictor: número de cursos
neuromitos
Ruhaak y
N = 129 docentes en
Encuesta adaptada de
1, 2, 3, 4, 7, 8, 10,
Incorrecto
Cocinero (2018)
formación inicial de
Dekker et al. (2012) con 10
11, 14, 15
Preciso
educación especial de EE. UU.
neuromitos y 15 afirmaciones
51,24%*
educativos.
14, 7, 15
­ La prensa popular o las fuentes en línea son
la forma de saber más sobre el cerebro.
No quiero
­ Vocabulario inconsistente para
generales
describir prácticas efectivas y
basadas en mitos.
Škraban et al.
N = 131 estudiantes de
Un cuestionario con 7
(2018)
primer o último año de
neuromitos
formación docente en Liubliana
(Herculano­Houzel, 2002: Dekker
1, 2, 3, 6, 8, 9, 34
tipo Likert
53,86%*
No estudiado No estudiado
1, 2, 3
34, 6, 8
Escala (1 a 5)
­ Una diferencia significativa entre el primer y
el último año solo se encuentra en el
neuromito 8.
et al., 2012)
­ Los estudiantes no reciben suficiente
información científica, por lo que
necesitan cursos específicos sobre el
cerebro.
van Dijk y
N = 169 educadores de
Encuesta adaptada de
1, 2, 3, 4, 5, 6, 8,
Carril (2018)
EE.UU
investigaciones anteriores con
9, 10, 11, 12, 13
18 declaraciones de hechos y 15
14, 35, 36
neuromitos
Incorrecto
,
40,5%*
64%
5, 3, 4
Correcto
11, 13
NAOD
10
­ Protector: porcentaje de
hechos correctos
,
­ Estilos de aprendizaje, hemisféricos y
Brain Gym son los que se creen más
ampliamente y de forma generalizada.
No quiero
NS
No estudiado
­ Más de un tercio de los alumnos
10
McMahon
N = 130 aprendices
31 artículos de Dekker
1, 2, 3, 4, 5, 6, 7,
1 a 7 puntos
73,04%* para
et al. (2019)
profesores en inglaterra
et al. (2012).
8, 9, 10, 11, 12,
escala tipo
los 7 mas
Confirmar experiencias de alguna manera con
13, 14, 15
likert
predominante
entrenamiento relacionado con el cerebro.
5, 1, 3
unos
­ Los participantes tendieron a tener más
respuestas correctas sobre
conocimientos generales
que sobre neuromitos.
–
El estudio completo es un pre­
postdiseño. Aquí solo se incluyen
datos previos y resultados.
Sarrasin et al.
N = 972 docentes de
10 afirmaciones inspiradas en
(2019)
PS, Pr y Sc en
Dekker et al. (2012) y Tardif et
escala tipo
Quebec
al. (2015)
likert
1, 2, 3, 9, 37
5 puntos
57,8%*
1, 37, 2
66,2%*
No estudiado
3, 9
­ Tener un posgrado no protege contra los
neuromitos
­ Los maestros (más niños en edad preescolar)
­ Las fuentes primarias son el sesgo cognitivo
y la formación universitaria.
Zhang et al.
N = 253 directores de
40 afirmaciones basadas en
1, 2, 3, 4, 5, 6, 7,
(2019)
escuelas de China
Dekker et al. (2012) y Howard­
8, 9, 10, 11, 12,
escala tipo
Jones et al.
13, 14, 15
likert
(2009)
4 puntos
56,81%*
1, 5, 2
15, 8, 12
–
­ Protectores: más años de
­ En las entrevistas, los propios directores de
su
educación, nivel de
educación y mejor puntaje en
afirmaciones generales
neurociencia
conocimiento
vinculado a la experiencia
­ La muestra cree en más
declaraciones de neurociencia relacionadas
con el afecto del medio ambiente y
menos a los productos comerciales
(Continuado)
Neuromitos: una revisión sistemática
enero 2021 | Volumen 11 | Artículo 591923
informan que usan LS o MI en el aula
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Torrijos­Muelas et al.
Neuromitos: una revisión sistemática
La evidencia demuestra la existencia de un gran número
de publicaciones relacionadas con los neuromitos entre los educadores. Es
Es importante tener en cuenta que cuando se da por sentado una creencia falsa,
Los profesores se sienten seguros de sus conocimientos (Kim y Sankey,
2017). Los mitos pueden ser más creíbles que los no mitos, y la gente
parecen estar más dispuestos a transmitirlos (Mercier et al., 2018).
neuromitos menos creídos. La razón principal para sistematizar
respuesta
como
neuromito
un
seleccione
enseñanza
de
escenarios
los
que
probable
menos
Es
real
sobre
profesores
los
a
preguntar
­Al
resultados
Principales
En conjunto, los presentes hallazgos nos permiten reconocer la mayoría y
El proceso también fue encontrar una evolución de los neuromitos.
a través de los años.
Un total del 91,3% (N = 21 documentos) de la investigación
destaca como uno de los neuromitos más prevalentes el “Individual
aprenden mejor cuando reciben información en su idioma preferido
estilo de aprendizaje (p. ej., auditivo, visual, kinestésico)”. Esto es
generales
afirmaciones
en
­correctas
protectores
o
predictores
Neuromitos
principalmente la creencia más común entre profesores, educadores y
estudiantes. En consecuencia, los profesores de todo el mundo creen en la
Eficacia de los estilos de aprendizaje durante la enseñanza. Los profesores usan esto.
en su práctica influenciados por sus creencias (Willingham et al.,
43,9%**
GKAB
de estilos de aprendizaje (Rodrigues Rato et al., 2013). Esto también ocurre
en
Puntuación
Resultados
2015; Lethaby y Harries, 2016) de comprender la variedad
en la educación superior, y lo que es aún más dramático es que
cuando un profesor indicó que no había evidencia empírica para
5
4,
1,
2018), el 46% afirmó que encontraría beneficios al usarlo en clase.
(Newton y Miah, 2017). Sin embargo, informes anteriores confirman
7
12,
39,
Menos
Mayoría
Aprendizaje VAK (Rohrer y Pashler, 2012; Grospietsch y Mayer,
que no existe relación entre la autoevaluación de un estudiante sobre
para ellos (Papadatou­Pastou et al., 2018), con <50% de acuerdo
56,73%**
Predominio
neuromitos
de
su estilo de aprendizaje preferido y el estilo que le atribuye el profesor
entre el autoinforme del estudiante y un cuestionario de estilo de aprendizaje
(Krätzig y Arbuthnott, 2006). El caso es que no aprendemos
el cerebro aprende (Geake, 2008; Dekker et al., 2012). Usando esto como un
teoría o una explicación válida es sólo una enseñanza heurística basada
quiero
No
Discrepar
Aceptar
respuesta
de
Tipo
usando solo un sentido, y el aprendizaje VAK no explica cómo
sobre observaciones (Schwartz, 2015), una simplificación excesiva (Purdy
y Morrison, 2009), y una práctica más que cuestionable
(Gleichgerrcht et al., 2015; Lethaby y Harries, 2016; Kim y
39
38,
15,
6,
5,
4,
3,
2,
1,
8 ,
7,
12,
11,
9,
incluidos
Neuromitos
Metodología
(Bailey et al., 2018). En línea con estudios previos, este neuromito
todavía aparece en formación, títulos educativos, universidades o libros
Sankey, 2017; Grospietsch y Mayer, 2018; McMahon y otros,
2019; Tan y Amiel, 2019), a veces como herramienta educativa general.
tendencia (Papadatou­Pastou et al., 2018).
Más de la mitad de los estudios (58,3%) describen la
típicamente se confunde con el rápido crecimiento de la sinapsis que ocurre
durante los primeros 3 años (van Dijk y Lane, 2018) y el
aquí
analizada
es
no
propuesta
cuestionario
nuevo
El
2015)
Jones,
yHoward­
(Deligiannidi
preguntas
40
encuesta
de
Diseño
acuerdo con el mito demostrado de los 3 años (Bruer, 1999)
plasticidad del cerebro (Im et al., 2018). Una hipótesis para
este error científico es la confusión entre la presencia
de un estímulo y la interacción del niño con él como causa
para el desarrollo del cerebro (Pasquinelli, 2012; van Dijk y Lane,
contra este mito (Pasquinelli, 2012). Si bien es cierto que
ySc
Pr
PS,
italiano
de
Profesores
174
=
norte
2018). Este alto porcentaje sugiere que los educadores descuidan
La maduración cerebral y sus diferencias intrasujetos como evidencia.
diferencias considerables en el medio ambiente (Goswami, 2004)
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analizado.
artículo
del
anexos
o
tablas
en
aportados
datos
los
según
calculado
sido
ha
porcentaje
*El
personal).
comunicación
Basso,
(D.
artículo
del
autores
los
de
reconocimiento
con
actualizado
**Porcentaje
inverso.
Ítem
general
superior;
HE,
infancia;
primera
la
educación
ECE,
HS,
preescolar;
PD:
sé;
lo
no
sé,
No
secundaria;
sc,
primaria;
escuela
Pr,
cerebro;
el
sobre
generales
conocimientos
GKAB,
aparición:
de
orden
En
múltiples.
inteligencias
MI,
aprendizaje;
estilos
LS,
desacuerdo;
en
o
acuerdo
de
estar
ni
NAOD,
terciario;
sector
del
escuela
Tr,
conocimiento;
(2020)
al.
et
Tovazzi
referencias
de
Muestra
|
1
TABLA
y una privación sensorial extrema podría ser fatal para el
cerebro, los entornos enriquecidos no necesariamente mejoran el cerebro
desarrollo (Goswami, 2005; Centro de Investigación Educativa
e Innovación y OCDE, 2007).
11
enero 2021 | Volumen 11 | Artículo 591923
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Neuromitos: una revisión sistemática
TABLA 2 | Lista de neuromitos apareció en los artículos analizados.
No
Neuromitos
1
Los individuos aprenden mejor cuando reciben información en su estilo de aprendizaje preferido (p. ej., auditivo, visual, cinestésico)
2
Las diferencias en la dominancia hemisférica (cerebro izquierdo, cerebro derecho) pueden ayudar a explicar las diferencias individuales entre los estudiantes
3
Sesiones breves de ejercicios de coordinación pueden mejorar la integración de la función cerebral del hemisferio izquierdo y derecho
4
Los ejercicios que practican la coordinación de las habilidades de percepción motora pueden mejorar las habilidades de alfabetización
5
Los entornos ricos en estímulos mejoran el cerebro de los niños en edad preescolar
6
Los niños prestan menos atención después de consumir bebidas y/o snacks azucarados
7
Está científicamente comprobado que los suplementos de ácidos grasos (omega­3 y omega­6) tienen un efecto positivo en el rendimiento académico.
8
Hay períodos críticos en la infancia, después de los cuales ciertas cosas ya no se pueden aprender.
9
Sólo utilizamos el 10% de nuestro cerebro
10
Los niños deben adquirir su lengua materna antes de aprender una segunda lengua. Si no lo hacen, ninguno de los idiomas se adquirirá por completo.
11
Los problemas de aprendizaje asociados con diferencias en el desarrollo de la función cerebral no pueden remediarse con la educación
12
Si los alumnos no beben suficiente cantidad de agua (=6 a 9 vasos al día), su cerebro se encoge
13
El consumo regular de bebidas con cafeína reduce el estado de alerta
14
El ensayo prolongado de procesos mentales puede cambiar la estructura o función de algunas partes del cerebro.
15
Los alumnos individuales muestran preferencias por el modo en que reciben la información (p. ej., visual, auditiva, cinestésica)
El cerebro izquierdo y el derecho funcionan de forma independiente
dieciséis
17
Hay distintos tipos de inteligencia (p. ej., interpersonal, lógica; con diferentes coeficientes intelectuales)
18
Beber más agua (incluso cuando ya no se tiene sed) es vital para la función cerebral
19
Los estilos de aprendizaje deben basarse en pedagogías multisensoriales (modelo VAK)
20
Los estudiantes deben recibir suplementos vitamínicos de otros medicamentos para aprender mejor.
21
Los estilos de enseñanza al aprendizaje son más importantes en el aprendizaje de idiomas que en otros tipos de aprendizaje
22
Los niños tienen estilos de aprendizaje que están dominados por sentidos particulares.
23
Un signo común de dislexia es ver las letras al revés
24
Escuchar música clásica aumenta la capacidad de razonamiento de los niños
25
Los niños deben estar expuestos a un entorno de aprendizaje enriquecido a los 3 años, de lo contrario se perderán sus capacidades de aprendizaje.
26
El cerebro de los niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) está sobreexcitado
27
Las puntuaciones de CI no están relacionadas con el rendimiento escolar
28
Criar a los niños de manera similar genera similitudes en sus personalidades adultas.
29
Las percepciones visuales van acompañadas de pequeñas emisiones de los ojos.
30
La memoria humana funciona como una grabadora o una cámara de vídeo y registra con precisión los acontecimientos que hemos vivido.
31
Las personas pueden aprender nueva información, como nuevos idiomas, mientras duermen.
32
Nuestra letra revela nuestra personalidad.
33
Los puntajes de coeficiente intelectual casi nunca cambian con el tiempo
34
Todo lo que es importante para el desarrollo del cerebro ocurre dentro de los primeros 3 años.
35
Seguir una dieta específica puede ayudar a superar ciertas discapacidades neurológicas, como el TDAH, la dislexia y los trastornos del espectro autista
36
Hacer ejercicios básicos de Brain Gym ayuda a los estudiantes a aprender a leer y utilizar mejor el lenguaje
37
Los estudiantes tienen un perfil de inteligencia predominante, por ejemplo, lógico­matemático, musical o interpersonal, que debe ser considerado en la enseñanza.
38
La producción de nuevas conexiones en el cerebro puede continuar hasta la vejez
39
La capacidad mental es hereditaria y no puede ser modificada por el entorno o la experiencia.
Los ítems 13, 14, 15 y 39 se han considerado “declaraciones correctas” en los trabajos donde se utilizaron.
El último de los tres neuromitos más comúnmente creídos,
Una limitación de nuestro trabajo es que no es posible dar
con 41,7% de referencias entre los estudios, es “Diferencias
una lista de los neuromitos menos prevalentes debido a la diversidad
en la dominancia hemisférica (cerebro izquierdo, cerebro derecho) puede ayudar
de ítems (N = 39) recopilados en estas líneas. El más ampliamente
explicar las diferencias individuales entre los alumnos”. Esta afirmación
Los neuromitos explorados (Figura 3) son los de Dekker et al.
está vinculado a la idea de que el procesamiento emocional ocurre en el lado derecho
(2012), por lo que podemos considerar esa lista como la principal en el
hemisferio, pero la gramática está a cargo del izquierdo (Dündar
campo de estudio. Sin embargo, los últimos tres neuromitos descritos
y Gündüz, 2016). Sin duda, esto no es otra cosa que
por esos autores se han vuelto menos comunes con el tiempo. Varios
una sobregeneralización de la especialización hemisférica (Ferrari y
autores (Gleichgerrcht et al., 2015; Ferrero et al., 2016; Falquez
McBride, 2011). Los profesores de educación secundaria han sido
Torres y Ocampo Alvarado, 2018) los han considerado como
Se ha demostrado que creen esto más que los profesores de las escuelas primarias.
Conocimientos generales sobre el cerebro. La definición de mito.
(Tardif et al., 2015).
implica “una idea comúnmente creída pero falsa” (Universidad de Oxford
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Neuromitos: una revisión sistemática
FIGURA 4 | Frecuencia de aparición de cada neuromito en los 24 artículos.
trastornos del neurodesarrollo (van Dijk y Lane, 2018) entre otros (Düvel et al.,
2017).
El análisis cuantitativo es otro tema de discusión. Aunque, efectivamente, la
investigación sobre neuromitos no cuenta con un proceso estadístico complejo
(prevalencia, ANOVA y pocos análisis factoriales), la discordancia es más que
evidente. Los datos más optimistas muestran un solo factor con siete neuromitos
(Macdonald et al., 2017) de una versión modificada de Dekker et al. (2012). Otros
han mostrado peores resultados, advirtiendo sobre la inexistencia de tal factor, lo
que cuestiona la confiabilidad de las mediciones en investigaciones anteriores
(Horvath et al., 2018). Por esta razón, las investigaciones emergentes buscan
mejores opciones para estudiar los neuromitos a través del cambio conceptual
(Grospietsch y Mayer, 2018) o la implicación del sesgo sociocognitivo (van Elk,
2019). Puede delimitarse poniendo a los docentes en una situación educativa real
y contextualizada (Tovazzi et al., 2020) para descubrir qué tan probable es que
utilicen información falsa para decidir sobre sus prácticas profesionales.
FIGURA 5 | Porcentaje de artículos por muestra.
Las diferencias culturales son una forma común de evidencia en la literatura
analizada (Deligiannidi y Howard­Jones, 2015; Pei et al., 2015; Ferrero et al.,
Prensa, 2010). En consecuencia, los autores antes mencionados reconocen como
afirmaciones objetivas las cuestiones sobre el impacto de las bebidas con cafeína
2016), lo que es consistente con los hallazgos de Ferrero et al. (2016). Este
en el estado de alerta, cómo el proceso mental puede cambiar algunas partes del
resultado básico es consistente con investigaciones que identifican razones
cerebro y las preferencias de modalidad de aprendizaje en los estudiantes (Tabla
religiosas (Deligiannidi y Howard­Jones, 2015; Papadatou­Pastou et al., 2017),
2). Por tanto, un neuromito tiene que ser falso en sí mismo. Esto es importante
algo que se pierde en la traducción cuando es necesario preguntar la muestra en
para interpretar correctamente los resultados, ya que esto puede comprometer los
su lengua materna (Gleichgerrcht et al. , 2015; Pei et al., 2015; Ferrero et al.,
hallazgos científicos de investigaciones anteriores y futuras.
2016) o una creencia sincera en cómo los genes o el entorno afectan la educación
(Gleichgerrcht et al., 2015; Pei et al., 2015) como una disparidad cultural frecuente.
Las cuestiones académicas mencionadas anteriormente no son los únicos
puntos metodológicos controvertidos en la investigación de los neuromitos a lo
El mito de que “los entornos ricos en estímulos mejoran el cerebro de los niños
largo de los años. Algunos neuromitos se han formulado para investigaciones
específicas con mayor o menor rigor científico. Así, podemos encontrar neuromitos
en edad preescolar” prevalece especialmente en la mayoría de los países (Ferrero
respecto a la dislexia (Macdonald et al., 2017), la educación especial (Papadatou­
et al., 2016). Aparece todos los años desde 2015 como uno de los tres neuromitos
Pastou et al., 2017) o
más omnipresentes en las publicaciones.
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Neuromitos: una revisión sistemática
FIGURA 6 | Prevalencia de neuromitos y puntuaciones en GKAB de 2012 a 2020.
Sin embargo, la prevalencia de este neuromito varía entre países.
y Lane, 2018; Tovazzi et al., 2020). Sin embargo, los estudios también han
Dekker et al. (2012) encontraron un 95% de creencias falsas en el Reino Unido
revelado datos opuestos (Dekker et al., 2012; van Dijk y Lane, 2018; Zhang et al.,
frente al 56% de la misma afirmación en los Países Bajos. Asimismo, el mito del
2019). Además, se ha demostrado que los conocimientos de neurociencia de la
multilingüismo prevalece más en determinadas zonas geográficas donde se trata
muestra son un factor protector ineficaz contra ideas erróneas (Gleichgerrcht et
de una cuestión social controvertida, como Turquía, América Latina o Estados
al., 2015). Una vez más, esta aparente falta de correlación puede justificar la
Unidos (Gleichgerrcht et al., 2015; Karakus et al., 2015; van Dijk y Lane, 2018). ).
necesidad de nuevos protocolos científicos en el campo de la neuroeducación.
Se debe prestar considerable atención a las diferencias culturales, ya que pueden
Otras cuestiones estudiadas revelaron un bajo poder predictivo en ítems como
alterar los porcentajes de prevalencia no solo en los neuromitos sino también en
las afirmaciones generales sobre el cerebro (Gleichgerrcht et al., 2015).
la lectura de revistas científicas o educativas (Ferrero et al., 2016; Varas­Genestier
y Ferreira, 2017), el conocimiento autoinformado sobre el cerebro aportado por la
Más allá de las diferencias socioculturales, no está claro si existen protectores
muestra (Varas­Genestier y Ferreira, 2017), ser estudiante de 1º o 4º año de
o predictores de la creencia en los neuromitos. Los resultados son contradictorios,
ciencias (Dündar y Gündüz, 2016) o ser mayor (Falquez Torres y Ocampo
por ejemplo, en cuanto al género. Mientras que Dündar y Gündüz (2016)
Alvarado, 2018).
encontraron que los hombres eran más propensos a creer en neuromitos, Ferrero
et al. (2016) señalaron a las mujeres. Es evidente un desacuerdo sustancial, ya
En la lista de factores que pueden proteger contra los neuromitos, la docencia
que varios autores no encontraron diferencias significativas por género u otras
en la educación superior se relaciona con tener más probabilidades de creer en
características de sus muestras (Rodrigues Rato et al., 2013; Karakus et al., 2015;
menos neuromitos (Macdonald et al., 2017), lo que concuerda con los peores
Hermida et al., 2016). Lamentablemente, no fue posible investigar el origen de
resultados de los docentes de preescolar cuando estos han sido comparados
esta diversidad de resultados debido a la heterogeneidad de las metodologías y
( Sarrasin et al., 2019). Otros protectores incluyen la lectura de revistas (Dündar y
materiales representados en los artículos analizados.
Gündüz, 2016), específicamente, revistas científicas o revisadas por pares (Ferrero
et al., 2016; Macdonald et al., 2017; Falquez Torres y Ocampo Alvarado, 2018).
Además, el nivel educativo o tener más años de educación formal (Fuentes y
A pesar de la falta de efectos importantes, la literatura evaluada ha demostrado
Risso, 2015; Falquez Torres y Ocampo Alvarado, 2018; Zhang et al., 2019) y el
que cuanto mayor es la puntuación en conocimiento general sobre el cerebro,
interés (Dekker et al., 2012; Falquez Torres y Ocampo Alvarado, 2018 ) y cursos
menos neuromitos se identifican correctamente (Dekker et al., 2012; Gleichgerrcht
de neurociencia (Macdonald et al., 2017; Ruhaak y Cook, 2018) están relacionados
et al., 2015; Ferrero et al. , 2016; Canbulat y Kiriktas, 2017; Kim y Sankey, 2017;
con mejores puntuaciones en
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neuromitos. Este sufre las mismas limitaciones asociadas al método y materiales
2018; Tovazzi et al., 2020) y las redes sociales (Bailey et al., 2018) son fuentes
utilizados. La ausencia de un corpus de literatura específico en cada tipo de muestra
confiables de información. El concepto de apomediación descrito para la Medicina
aquí analizada es una potencial limitación en la búsqueda de protectores o
2.0 (Eysenbach, 2008) se refiere a sustituir a los expertos y autoridades tradicionales
predictores de los neuromitos.
en salud como intermediarios y obtener información por uno mismo. A la luz de los
datos presentados aquí, podría decirse que la apomediación ha llegado al campo
educativo.
A pesar de los protectores antes mencionados, llama la atención que a pesar de la
educación o las clases de neurociencia, la formación o el esfuerzo por presentar evidencia
contra los neuromitos, estos persisten y están generalizados (Willingham et al., 2015;
Un punto de partida adecuado para luchar contra los neuromitos son los planes de
Macdonald et al., 2017; Im et al. , 2018; Grospietsch y Mayer, 2019; Los estudiantes
estudios universitarios. Los educadores y la propia educación se beneficiarían de
contenidos científicos precisos sobre el cerebro (Fuentes y Risso, 2015; Pei et al., 2015;
universitarios aún pueden persistir en sus creencias después de un curso de psicología
educativa o neurociencia (Macdonald et al., 2017; Im et al., 2018) o a pesar de la evidencia
Papadatou­Pastou et al., 2017). Sería un logro considerable transferir conocimientos
empírica (Petitto y Dunbar, 2004). Puede ser que los intentos de desacreditar los
desde las neurociencias a la formación docente (Deligiannidi y Howard­Jones, 2015;
neuromitos generen las creencias más fuertes (Newton y Miah, 2017). No es posible
Karakus et al., 2015; Ferrero et al., 2016; Varas­Genestier y Ferreira, 2017; Falquez
mejorar la comprensión del cerebro cuando educadores y estudiantes tienen que luchar
Torres y Ocampo Alvarado, 2018; Škraban et al., 2018). Además, esta es una oportunidad
contra la falta de conocimiento científico (Hermida et al., 2016; Varas­Genestier y Ferreira,
para apostar por el aprendizaje permanente con cursos para docentes en servicio porque
2017; Ruhaak y Cook, 2018; Škraban et al. , 2018; Grospietsch y Mayer, 2019). En
no se han encontrado diferencias significativas entre estudiantes y profesionales (Falquez
ocasiones este desconocimiento se debe a la falta de acceso a la literatura neurocientífica
Torres y Ocampo Alvarado, 2018) incluso en el caso de los docentes premiados (Horvath
debido al lenguaje en cuestión (Gleichgerrcht et al., 2015; Ferrero et al., 2016). Sin
et al., 2018).
embargo, otras veces, las personas señalan la educación formal en cualquier nivel (desde
docentes hasta universitarios) como la fuente de sus falsas creencias (Lethaby y Harries,
2016; Kim y Sankey, 2017; van Dijk y Lane, 2018).
CONCLUSIONES
Es cierto que, en algunos casos, los errores responden a la gran distancia entre
científicos y educadores comentada anteriormente. Este puente se puede construir
Si profundizamos en las investigaciones de los últimos años sobre los neuromitos,
desde otras disciplinas, como la psicología educativa y cognitiva (Mason, 2009), o
educadores y directores. Nos hubiera gustado encontrar un número cada vez menor
podemos afirmar que existen y persisten entre estudiantes, profesores, entrenadores,
prestando atención al nuevo campo de la neuroeducación (Tokuhama­Espinosa,
de publicaciones sobre la prevalencia de conceptos erróneos relacionados con el
2010).
cerebro en los sistemas educativos, pero lamentablemente no es el caso.
Sin embargo, la principal solución es mejorar la comunicación entre los profesores
La distancia entre la neurociencia y la educación es todavía demasiado grande.
y la neurociencia (Dekker et al., 2012) en un lenguaje estándar y comprensible
Hemos encontrado razones para la falta de conocimiento entre los educadores
(Papadatou­Pastou et al., 2017; Ruhaak y Cook, 2018).
sobre la ciencia y el cerebro. Además, tienen dificultades para acceder a los últimos
hallazgos debido a la ausencia de literatura científica en su lengua materna o la
Los profesores (también conocidos como educadores) que trabajan actualmente
debilidad de la comunicación científica.
y los estudiantes todavía tienen dificultades para identificar malentendidos
relacionados con el cerebro o las neurociencias (Tovazzi et al., 2020). Es más
A pesar de las limitaciones, arrojamos luz valiosa sobre las oportunidades y los
probable que algunos de ellos no reconozcan los neuromitos educativos que los
conceptos erróneos generales relacionados con el cerebro (Dündar y Gündüz,
desafíos de la neuroeducación para mejorar el método científico en los sistemas
2016; McMahon et al., 2019). La dificultad para distinguir los hechos científicos de
educativos. En primer lugar, tenemos que solucionar los inconvenientes
los mitos es una realidad peligrosa en las escuelas, colegios y universidades
metodológicos de la investigación sobre neuromitos.
(Rodrigues Rato et al., 2013). Los educadores se encuentran bajo el atractivo
Se necesitan investigaciones futuras para definir pautas rigurosas para identificar
seductor de la neurociencia (Weisberg et al., 2008), que es más poderosa cuando
un nuevo neuromito o desacreditar otro. Sin duda, esta directriz tiene que construirse
las explicaciones van acompañadas de imágenes del cerebro (Im et al., 2017)
sobre la base de criterios académicos y científicos. Este trabajo ha revelado la
aunque este razonamiento sea erróneo o irrelevante (McCabe y Castel , 2008). Así,
urgencia de encontrar nuevas formas de encuestar a los profesores sobre sus
la pseudociencia, los medios de comunicación y los comerciales o anuncios pueden
percepciones, sus sesgos cognitivos y sus creencias sinceras. Además, el acceso
tener un impacto negativo en los docentes (Gleichgerrcht et al., 2015; Karakus et
al conocimiento podría evitar ampliar la brecha entre neurociencia y educación
al., 2015; Hermida et al., 2016; Kim y Sankey, 2017; Macdonald et al., 2017)
como resultado de condiciones culturales (Hermida et al., 2016).
ocupando espacio en las aulas como si fueran teorías comprobadas (Lethaby y
Además, protocolos específicos de investigación y revisiones sistemáticas en
Harries, 2016; Sarrasin et al., 2019).
educación o neuroeducación como campo de conocimiento independiente actuarán
como herramienta para revelar la importancia de este tipo de enfoques. La
perspectiva de poder utilizar medidas estándar para comparar datos adecuadamente
En concreto, los educadores afirman que Internet (Rodrigues Rato et al., 2013;
Ferrero et al., 2016; Ruhaak y Cook, 2018), las revistas de ciencia o educación
podría resultar un área importante para futuras investigaciones.
popular (Ferrero et al., 2016; Bailey et al.,
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Neuromitos: una revisión sistemática
CONTRIBUCIONES DE AUTOR
Se deben revisar y actualizar los planes de estudio científicos para estudiantes de
pregrado y posgrado. La neurociencia tiene que encontrar el lenguaje y el espacio para
Todos los autores participaron en el diseño de la revisión sistemática y en el proceso de
proporcionar una investigación continua donde los docentes deben ser los protagonistas
principales. Además, profesores y estudiantes prefieren buscar información por sí
evaluación de los artículos excluidos después de la lectura.
mismos, evitando a un intermediario experto. En futuras investigaciones, los datos sobre
AB­O estuvo a cargo de la selección de los criterios de elegibilidad. MT­M fue responsable
las fuentes que los estudiantes utilizan para obtener información serían más que
del proceso de resumen y elaboración de tablas y figuras. En general, los tres autores
bienvenidos. De este modo, podríamos evitar el fenómeno de la apomediación en la
escribieron el artículo y llevaron a cabo la búsqueda sistemática. Finalmente, el SG­V
educación, encontrando mediadores expertos apropiados que parezcan confiables,
revisó y mejoró el texto.
capacitados y científicamente precisos, para mejorar la práctica de los futuros docentes
profesionales. Ya se están realizando investigaciones para resolver este problema. Para
FONDOS
avanzar en nuestra investigación, pretendemos explorar los planes de estudio
académicos actuales para profesores en formación en diferentes países. El diseño y
Este trabajo fue parcialmente financiado por la Universidad de Castilla­La Mancha.
desarrollo de la neuroeducación para los estudios universitarios será un desafío.
EXPRESIONES DE GRATITUD
La investigación debe trasladarse al aula en todos los niveles. En particular, es
Los autores agradecen los valiosos y profundos comentarios de los revisores que han
fundamental contar con profesores universitarios que sean investigadores activos. De la
misma manera, los profesionales de todos los niveles de enseñanza, desde preescolar
contribuido a mejorar en gran medida este manuscrito. Nos gustaría agradecer a JMSD
hasta secundaria, necesitan una relación mejor y más fluida con los hallazgos científicos
y APA por replicar la estrategia de búsqueda como profesionales independientes.
en curso. En este caso, el puente se tenderá mediante un compromiso firme y estrecho
Agradecemos a los autores que han impulsado la investigación en neuromitos. Les
entre escuelas y universidades. Se necesitan datos nuevos bajo un método estándar,
que brinde a los investigadores la posibilidad de comparar, replicar y, lo más importante,
pseudociencia. Sin investigaciones previas, esta revisión no habría sido posible.
agradecemos el tiempo y el esfuerzo que han dedicado a impulsar la lucha contra la
avanzar en el conocimiento para luchar contra los conceptos erróneos entre los
educadores y en la educación misma.
Un agradecimiento especial al Dr. Škraban, al Dr. Tovazzi y al Dr. Basso por su amable
respuesta a nuestras solicitudes; gracias por tu valiosa ayuda.
DECLARACIÓN DE DISPONIBILIDAD DE DATOS
MATERIAL SUPLEMENTARIO
Las contribuciones originales presentadas en el estudio se incluyen en el artículo/
El material complementario de este artículo se puede encontrar en línea en: https://
Materiales complementarios; más consultas pueden dirigirse a los autores
www.frontiersin.org/articles/10.3389/fpsyg. 2020.591923/full#material­suplementario
correspondientes.
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enero 2021 | Volumen 11 | Artículo 591923
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Prof. Desarrollo. Educativo. 18, 1–18. doi: 10.1080/19415257.2019.1689522
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enero 2021 | Volumen 11 | Artículo 591923
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