"Al mundializarse la información, el más menudo de los acontecimientos se torna visible y, en apariencia, más comprensible. Ahora bien, esto no significa que exista un vínculo directo entre el incremento del número de informaciones y la comprensión del mundo. Tal es el nuevo escenario del siglo que se inicia: la información no crea comunicación". Dominique Wolton, La otra mundialización HABILIDADES COMUNICACIONALES Existen algunas técnicas para aprender a comunicarnos, que fueron analizadas fundamentalmente por la psicología. Se llaman "habilidades comunicacionales" y común. mente son utilizadas en los cursos de empresas, de liderazgo, en la publicidad y en el marketing. Veamos algunas de ellas: Argumentación: se trata de un fenómeno discursivo complejo que tiene el objetivo de convencer a un receptor (o un conjunto de ellos). Es decir que, cuando buscamos que éste piense de una manera determinada respecto de alguna idea o tesis utilizamos argumentos. Normalmente, se usa para discutir temas que generan distintas opiniones; la estrategia es ofrecer una información detallada y completa, para persuadir al receptor mediante un razonamiento lógico. Frente a la argumentación elaborada y lógica (al menos en cuanto a su construcción o a su efecto), aparece la espontaneidad, típica del habla o expresión oral, en la que priman la actitud, la emoción, las sensaciones: no existe la construcción de un argumento en forma previa. En estas épocas de microblogging (como Twitter, por ejemplo), chat y mensajes por celular, estos pequeños textos van acercándose al lenguaje oral: son más espontáneos, no tienen trabajo de "filtro" o edición, pero permiten que podamos discutir y comentar a distancia e inmediatamente lo que antes sólo se hacía cara a cara. Escucha activa: significa escuchar y entender lo que otro dice (o leer y comprender lo que escribió). Escuchar activamente implica poner todos nuestros sentidos alertas para comprender lo que oímos, que le encontramos un sentido a lo que el emisor nos quiere transmitir, y no sólo que sentimos el sonido de una voz (o leemos sin captar lo que seguimos con los ojos, o vemos televisión sin prestar atención, etc.). Además, comprende también percibir lo que subyace en el proceso comunicativo: los sentimientos, las ideas, etc., del hablante. Para lograrlo, se necesita tener empatía, que es la identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro. Para ponerlo en palabras más sencillas, tener empatía es tener la capacidad de ponerse en el lugar del otro. Esto nos lleva al reconocimiento de quien o quienes tenemos enfrente, al respeto por el otro (tema sobre cuya complejidad hemos hablado ampliamente a lo largo de los capítulos anteriores). - Asertividad: considerada también parte de las habilidades sociales y comunicacionales, es una actitud que permite defenderse sin agredir, e implica el hecho de saber cómo, cuándo, dónde y por qué responder positiva o negativamente a determinadas situaciones La capacidad de ser asertivos está estrechamente relacionada con la personalidad y el carácter de cada individuo, pero puede practicarse para superar situaciones laborales o personales que lo exijan.