Subido por Fiorella Contreras

FASE EXPULSIVA Y ALUMBRAMIENTO TRABAJO MONOGRAFICO

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FACULTAD DE ENFERMERIA Y OBSTETRICIA
ESCUELA ACADÉMICA-PROFESIONAL
DE OBSTETRICIA
TRABAJO:
PERÍODO EXPULSIVO Y ALUMBRAMIENTO
AUTORES:
BLAS BELLO, ELIZABETH
CONTRERAS GRADOS, FIORELLA
FARFAN BERROCAL, MIRELLA
SÁNCHEZ PANTA ,MARION
PROFESORA:
CURSO:
OBSTETRICIA I
CICLO:
VI
LIMA, 31 DE MAYO DEL 2017
1.
INTRODUCCION
La gestación se considera biológica, psicológica y socialmente un proceso
normal, las condiciones de salud de la madre, el ambiente familiar y el contexto
social en que se realiza contribuyen a su evolución, debiéndose vigilar a la madre
durante el proceso de la misma.
El presente trabajo pretende dar a conocer la definición, las etapas del período
expulsivo y definición, técnicas en el periodo de alumbramiento.
Para la recolección de datos se investigó: libros del área de Obstetricia, guías de
Normas Técnicas del MINSA y la observación directa de la gestante en los
diferentes periodos del trabajo de Parto dentro de nuestra preparación.
2.
PERÍODO EXPULSIVO
2.1
DEFINICIÓN
El período expulsivo comienza con la dilatación completa y termina con la
expulsión del feto. Para que el periodo expulsivo vaya bien es necesario que
el feto realice movimientos adaptativos al atravesar el canal óseo y el canal
blando. Son muy importantes los diámetros. Para que ocurra de manera
fisiológica el feto realizará movimientos adaptativos:

Entrada en el estrecho superior.

Flexión.

Descenso.

Rotación interna.

Deflexión.

Rotación externa.

Expulsión de los hombros. (primero el anterior y luego el posterior).
2.2
FASES
Hay dos fases bien diferenciadas del expulsivo.

Primera fase no activa o pre expulsivo:
A pesar de haber alcanzado dilatación completa, la mujer no siente la
necesidad de empujar porque el bebé no ha descendido lo suficiente en el
canal del parto, es decir que “la cabeza está alta”. En esta fase se
recomienda esperar a que la cabeza vaya descendiendo por el efecto de las
contracciones sin que la madre realice ningún esfuerzo, lo que se denomina
“descenso pasivo fetal”. Para facilitar que la cabeza descienda por el canal
de parto y haga las rotaciones precisas para ir acomodándose a los espacios
de la pelvis.

La segunda fase es la del expulsivo activo:
La parturienta siente la necesidad de empujar al bebé con cada contracción,
sentirá una fuerte presión en la zona del recto, y una especie de retortijones
fuertes con sensación de querer ir al baño. Los esfuerzos de pujo suelen ser
cortos y eficaces, aunque incontrolables.
A menudo las obstetras deciden iniciar la fase activa del expulsivo animando
a la mujer a empujar una vez se ha diagnosticado la dilatación completa o a
veces incluso antes. Pero el manejo fisiológico debería ser el de esperar a
que la mujer sienta ganas de empujar. Hay veces que incluso estando
completa la mujer no siente la necesidad de empujar y basta con esperar de
10 a 20 minutos para que esta sensación comience.
2.3
ATENCIÓN DEL PARTO
Protección del periné:
Pretende acomodar la curvatura y distensión del periné a la presentación y la
salida lenta y progresiva de la misma para evitar desgarros. El orificio anal
debe taparse con una gasa para evitar la contaminación del periné y de las
manos del asistente.
Salida de la cabeza fetal:
Limpieza de las secreciones de boca y nariz. Se liberan o seccionan posibles
circulares de cordón. Ayudar la rotación externa de la cabeza.
Extracción de los hombros:
Traccionando desde la cabeza del feto primero hacia abajo y luego hacia
arriba y eventual alumbramiento medicamentoso ante la salida del hombro
anterior. A continuación sale el resto del feto.
3.
PERÍODO EXPULSIVO
3.1
DEFINICIÓN
El término del segundo periodo del parto se da tras la expulsión del feto, y
es ahí cuando se da el inicio del tercer periodo que es el alumbramiento.
Periodo en el cual se dará el desprendimiento de la placenta de su inserción
uterina y posterior a esto se da su expulsión hacia el exterior junto a las
membranas. La placenta se halla sujeta a la decidua basal mediante los
tabiques y vellosidades de anclaje que se extiende en profundidad hasta
parte de la capa esponjosa de la decidua.
El desprendimiento placentario hay que comprenderlo a partir de la expulsión
del feto y la enorme reducción del contenido uterino que produce, junto a la
persistencia de una contractilidad uterina casi idéntica a la fase final del
expulsivo. La reducción del volumen contenido en el útero, conllevará una
gran disminución de la superficie de inserción placentaria, que provoca el
plegamiento de la placenta, lo que produce fuertes tracciones en la zona de
inserción, que terminaran desgarrando la zona de inserción por el punto más
débil, la parte inferior de la capa esponjosa de la decidua.
La rotura en este punto involucrará vasos, por lo que el desprendimiento
seguirá progresando por el aumento de volumen del hematoma que se forma
en la superficie de desinserción, con la ayuda de las contracciones uterinas.
La placenta queda en pocos minutos totalmente desprendida, libre en la
cavidad uterina. Tras el desprendimiento placentario las contracciones
uterinas persiguen su expulsión, pero la posición de decúbito en que esta la
mujer y la baja transmisión de su fuerza, cuando la placenta ha alcanzado
ya el segmento uterino inferior, limita las posibilidades de expulsión. Esto se
facilita en el parto en cuclillas (pero hay más hemorragia) o mediante tracción
del cordón y presión sobre el segmento uterino inferior.
3.2
CARACTERÍSTICAS
La forma de la placenta es redonda en la mayoría de casos, pudiendo ser
también ovoide. Su diámetro y peso dependerán de cada gestación, pero lo
más común en su diámetro es que mida de 15 a 25 cm con un espesor de 3
cm, teniendo como peso aproximado de 500 a 600 gramos.
Posee dos caras: una fetal o corial de color gris brillante en donde se
encuentra la inserción del cordón umbilical; y otra cara materna de color rojo
vinoso con surcos que delimitan los cotiledones. También posee dos
membranas: la membrana materna o el corion y la membrana fetal o el
amnios.
El cordón umbilical presenta una vascularización normal de dos arterias y
una vena, tanto la longitud como el grosos son variables, la inserción puede
ser central, excéntrica, lateral.
Cara fetal
Cordon
Umbilical
3.3
TIPOS
El mayor volumen de la placenta y la fuerte inserción del corioamnios a la
misma, hace que sea la propia evolución espacial de la placenta la que vaya
arrastrando a las membranas, ya que estas apenas están fijadas a la
decidua. Si el desprendimiento placentario se inicia por su parte central y
progresa centrífugamente, la placenta irá saliendo en la cavidad uterina por
lo que el hematoma quedará contenido detrás de la placenta, por las
membranas circundantes, saliendo al exterior sin que se haya puesto de
manifiesto la hemorragia del desprendimiento. Este es el mecanismo de
desprendimiento de Schultze. Si el desprendimiento ha avanzado desde una
zona lateral, el hematoma será patente en el exterior antes de que salga la
placenta, que asomará al exterior por uno de sus bordes, es el mecanismo
de desprendimiento de Duncan.

Boudelocque Schultze M
Desprendimiento de la placenta en el cual no se
exterioriza sangrado, la placenta se desprende
como
un
“paraguas
invertido”,
la
zona
de
desprendimiento se ubica en la porción central de
la placenta y es originada por el crecimiento
expansivo del coágulo retroplacentario que va
desprendiendo la placenta y las membranas.
Una vez exteriorizada la placenta y las membranas
se presenta el sangrado retroplacentario con
sangre oscura y en una regular cantidad.

Boudelocque Duncan
Desprendimiento se ubica en uno de los bordes de la
placenta, habitualmente acompañado de sangrado
externo durante el desprendimiento, no se produce
coagulo retroplacentario.
TIPO
SCHULTZE
DUNCAN
COMIENZO
Central
Periférico
HEMATOMA
Si
No
HEMORRAGIA
No
Si
Cara fetal
Borde placentario –
VISIBLE
APARICION
EXTERIOR
FRECUENCIA
cara materna
80%
20%
3.4
HEMOSTASIA UTERINA
La separación de la placenta se produce a nivel de la capa decidua laxa, por
lo que una parte de la decidua materna queda unida a la placenta. Debido a
la primera separación de una parte de la placenta, se produce un hematoma
retro placentario que posiblemente favorece a la separación total. La
contracción persistente de la musculatura uterina es decisiva para evitar una
hemorragia masiva tras la separación de la placenta.
Este proceso se realiza mediante dos mecanismos:
-
HEMOSTASIA POR RETRACCION UTERINA (Primaria): la
contracción miometrial ocluye los vasos sangrantes (Ligaduras de
Pinard) en la región de la mucosa donde se produjo la separación de
la placenta (estrangulación de los vasos maternos)
-
HEMOSTASIA DEFINITIVA (SISTEMA DE COAGULACION):
Condicionada por las modificaciones hemostáticas pro coagulantes de
la gestación (incremento de los factores de coagulación, disminución
de la antitrombina III) y la liberación durante el desprendimiento de
tromboplastinas pro coagulantes de origen placentario.
3.5
ATENCIÓN DEL ALUMBRAMIENTO
Se inicia al finalizar el expulsivo y concluye con la expulsión de la placenta y
membranas ovulares. Su duración es de 30 minutos y la pérdida de sangre
no ha de ser superior a los 500 ml.
Durante este periodo se puede producir una de las complicaciones maternas
más graves: la hemorragia, siendo ésta una de las causas más importantes
de morbimortalidad materna.
La aparición de hemorragias severas (mayores a 1000mL) es uno de los
mayores riesgos que presenta el alumbramiento, por lo que su correcta
monitorización es fundamental. El control debe incluir la valoración del
estado general (pulso, presión arterial, color), las perdidas sanguíneas y el
estado del útero (inspección y palpación)
Se recomienda la prevención de la misma, realizando una atención activa en
este periodo, administrando un oxitócico a la salida del hombro anterior. De
esta manera, se disminuye la cantidad de la perdida hemática y de la
incidencia de atonía postparto.
Si no se ha realizado el alumbramiento dirigido, y si el estado materno es
bueno, no existen alteraciones hemodinámicas y el sangrado vaginal no es
abundante debemos esperar que aparezcan los signos de desprendimiento
placentario:
Hemorragia Fisiológica: Puede aparecer a través de la vulva antes que la
placenta. Generalmente no es cuantiosa y no garantiza el desprendimiento.
Signo de Schroder: Tras la salida del recién nacido el útero se retrae y
queda globuloso, consistente, firme (20 x 12 cm) a la altura del ombligo y con
el segmento inferior plegado. Tras el desprendimiento de la placenta se
eleva, se lateraliza y cambia de forma además se evidencia la salida de
sangre oscura por la vagina y la paciente tiene la sensación de peso y
ocupación vaginal.
El signo de Kustner: La maniobra consiste en movilizar el útero haci arriba
con una mano en la región suprapúbica; si el cordón que asoma por la vulva
asciende simultáneamente, no existe desprendimiento todavía. Esta
maniobra tiene un 18% de falsos negativos y parece que podría influir en la
contaminación uterina por gérmenes procedentes de la vagina.
Signo de Ahlfeld: Se coloca una pinza de Kocher en el cordón que asoma
por la vulva a ras del introito. Cuando se produce el desprendimiento
placentario se puede observar el deslizamiento de dicha pinza entro 8 – 10
cm hacia el suelo.
Tacto Vaginal: Permite comprobar la presencia o no de la placenta en el
segmento uterino inferior o vagina.
Flujo de Sangre Venosa Umbilical: Si se realiza una presión del cordón
con el pulgar para dirigir el flujo venoso umbilical hacia la placenta, se puede
observar que al cesar la presión digital, el flujo venoso umbilical refluye hacia
abajo en caso de no haber desprendimiento.
Se debe de realizar una inspección del cordón umbilical, corroborar sus tres
vasos (dos arterias y una vena), y de la placenta revisando su cara fetal y
materna para evitar dejar restos intrauterino. Se explora la vagina y el cérvix,
y se procede a suturar la episiotomía o desgarros vaginales que se hayan
producido.
4.
BIBLIOGRAFÍA
I.
Luis Cabero Roura, Obstetricia y medicina materno-fetal, Editorial
Medica Panamericana, Madrid, 2007.
II.
Gerhard Thews, Ernst Mutschler, Anatomía, fisiología y pato
fisiología del hombre, Editorial Reverté, España, 1993.
III. ESSALUD.PROTOCOLO DE PARTO NORMAL:PERÚ;1994.
Disponible:http://www.essalud.gob.pe/biblioteca_central/pdfs/protocolo_
atencion_parto_normal.pdf]
IV. MINSA.GUIA DE ATENCIÓN DE PARTO:PERÚ;2005.
Disponible:[http://bvs.minsa.gob.pe/local/dgsp/106_NORATENPARTO.
pdf]
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