DADAÍSMO El dadaísmo es un movimiento artístico y literario de vanguardia que tuvo lugar en la primera mitad del siglo XX. Se toma como punto de partida el año de publicación del manifiesto inaugural escrito en 1916 por Hugo Ball. Sin embargo, antes de este año ya habían tenido lugar algunas manifestaciones artísticas que pueden ser calificadas de dadaístas, tales como los ready made de Marcel Duchamp. Este movimiento formó parte de las llamadas vanguardias históricas y tuvo una gran influencia en el desarrollo del arte contemporáneo. CONTEXTO HISTÓRICO DEL DADAÍSMO Durante la Primera Guerra Mundial, acaecida entre 1914 y 1919, Suiza actuaba como un país neutro, razón por la cual muchas personas vieron en ese país un refugio privilegiado. Entre esas personas se contaban artistas, músicos y escritores venidos de todas partes de Europa. Aquella joven generación de creadores estaba en contra del caos bélico producido por la guerra de trincheras, a la que interpretaron como un signo de la decadencia de Occidente. En efecto, lo que lucía como una promesa de desarrollo y progreso durante la segunda revolución industrial (signada por el matrimonio entre ciencia y tecnología), pronto se convirtió en muerte masiva. Animados por sus valores antibelicistas y su profundo sentido crítico social, un grupo de artistas y escritores fundó un movimiento literario y artístico que expresaba su desacuerdo y decepción frente a la incapacidad demostrada por los discursos oficiales como la ciencia-tecnología, la religión, la filosofía (el idealismo) y las ciencias sociales (el positivismo) para evitar la destrucción de Europa. A este movimiento le pusieron el nombre de “dadá” o “dadaísmo”. Contexto económico El dadaísmo surgió en el contexto de la Primera Guerra Mundial entre artistas desertores, exiliados políticos y expatriados radicados en Suiza. Estos artistas concebían la sociedad de la época como hipócrita y autodestructiva. CONTEXTO SOCIAL El dadaísmo surgió en el contexto de la Primera Guerra Mundial entre artistas desertores, exiliados políticos y expatriados radicados en Suiza. Estos artistas concebían la sociedad de la época como hipócrita y autodestructiva. Sostenían que el racionalismo imperante en Europa desde siglos anteriores solo había conducido a la ruina, manifestada de manera concreta en la Primera Guerra Mundial. Como consecuencia, pretendían liberar el arte de sus ataduras racionales. CONTEXTO SOCIAL Y POLÍTICO Casullo (1999) explica que: fue con la segunda Revolución Industrial que el capitalismo se lanzaría de forma definitiva a dominar del mundo. El siglo XX comienza con la hegemonía de la ideología burguesa liberal; situando aproximadamente entre 1830 y 1914 el apogeo de la Modernidad burguesa: época de la seguridad, de previsibilidad, del resguardo de la vida privada, del imperio de la ley, de la creencia absoluta en la ciencia. También sería una época de elevada explotación social, sin protecciones ni leyes laborales, pero sí con una alta organización obrera: la Socialdemocracia alemana. (Pág. 32). El Marxismo era la teoría de interpretación del capitalismo más afianzada. La vanguardia política criticaba el reformismo proponiendo la revolución violenta asaltando al Estado burgués para derribar al sistema capitalista, cuyo modelo se daría en Rusia en 1917. Casullo (1999) reflexiona que: fue la Primera Guerra Mundial la encargada de destruir los sueños de la modernidad ilustrada de un progreso indefinido, con la implementación de la maquinización de la muerte y el posterior surgimiento de los autoritarismos ideológicos de la primera mitad del siglo XX: la Italia fascista, la Alemania nacionalsocialista y la URSS estalinista. (Pág. 35). De la Peña (2016) entiende que la crisis y la revolución caracterizaron al arte del siglo XX: “la crisis, primero, y la revolución, después, llegan a todos los rincones de la realidad (…) Nunca…el producto de la creación estética dio una impresión tan negativa y una visión tan gráfica de todo lo que oprime al hombre”. TEMA ABORDADO Está en contra de la belleza eterna, contra la eternidad de los principios, contra las leyes de la lógica, contra la inmovilidad del pensamiento y contra lo universal. FIGURA RETÓRICA El dadaísmo suele ser una sucesión de palabras, letras y sonidos a la que es difícil encontrarle lógica. Se distingue por la inclinación hacia lo dudoso, la muerte, lo fantasioso, y por la constante negación. LENGUAJE El dadaísmo se puede considerar como el primer movimiento artístico que se basa en el desarrollo de lo ilógico, de lo absurdo. Su vigencia fue corta, pero ayudó a arraigar una serie de actitudes y reflexiones que luego se plasmarán en el Surrealismo. El artista dadá es productor de arte pero, asimismo, actitud humana. Tzara decía que el dadá era “una fórmula de vida”. MÉTRICA Busca renovar la manera de como el poeta se expresa mediante el empleo de materiales inusuales o manejando planos de pensamientos antes no mezclables, por la estructura cerrada de la métrica tradicional, lo cual conlleva a una tónica o expresión general de rebeldía o destrucción. VERSO Y RIMA Autores y representantes del dadaísmo El movimiento fue fundado por el alemán Hugo Ball (1886-1927), pero su representante más icónico fue el rumano Tristán Tzara (1896-1963). Otros exponentes de renombre y provenientes de diversas disciplinas artísticas fueron los franceses Jean Arp (1887-1966) y Marcel Duchamp (1887-1968), y colaboraron con sus publicaciones Guillaume Apollinaire (francés, 18801918), Fillippo Tommaso Marinetti (italiano, 1876-1944), Pablo Picasso (español, 1881-1973), Amedeo Modigliani (italiano, 1884-1920) y Vasili Kandinski (ruso, 1866-1944). El movimiento contó además con las simpatías de los poetas André Bretón (francés, 1896-1966) y Giaccomo Ungaretti (italiano, 1888-1970). TEMA ABORDADO El dadaísmo se manifiesta contra la belleza eterna, contra la eternidad de los principios, contra las leyes de la lógica, contra la inmovilidad del pensamiento, contra la pureza de los conceptos abstractos y contra lo universal en general.