Actividad 1 Seres vivos de la Puna Llama Lagartija Cactus con flor Cardón Chinchilla Tola Seres vivos de la Patagonia Araucarias Pingüinos Ciervo Lobo marino Zorro Patagónico Comadreja Arrayanes Actividad 2 LAS ADAPTACIONES DE LOS SERES VIVOS Las hojas puntiagudas de los árboles como pinos, abetos y araucarias, y las hojas planas de los gomeros o las magnolias son características que les permiten sobrevivir en diferentes condiciones ambientales. Un árbol de hojas anchas no sobreviviría en un desierto seco y de altas temperaturas o en una región árida y fría: perdería demasiada agua antes de poder reponerla. En cambio, las hojas más pequeñas y finas como las de las araucarias o plantas similares, tienen menos superficie por donde perder agua y eso les permite habitar en ambientes donde el agua no abunda. Los afilados dientes de los perros y de los gatos también son rasgos importantes para la supervivencia, ya que les permiten cortar y desgarrar el alimento. Toda característica que aumenta las posibilidades de supervivencia y reproducción de los organismos se llama adaptación. Los dientes afilados de los perros y de los gatos y las hojas en forma de aguja de los pinos permiten su supervivencia, y por eso se puede afirmar que las adaptaciones son rasgos que permiten la integración de un organismo al ambiente. Las adaptaciones no surgen “de repente” en los organismos, sino que son el resultado de la suma y de la combinación de pequeños cambios adaptativos que se van acumulando en el tiempo, a través de las generaciones. Veamos otros ejemplos. Los elefantes viven en ambientes cálidos, con altas temperaturas. Sus grandes orejas contienen muchos vasos sanguíneos en su interior. Cuando la sangre pasa por allí, se “esparce” y pierde calor hacia el exterior. Esta característica les permite refrigerarse y regular la temperatura de su cuerpo en estos ambientes. En el caso de los camellos, que viven en ambientes desérticos y de temperaturas muy altas, la manera de disminuir la pérdida de agua del organismo es producir muy poca orina. En algunas etapas de su vida, los pingüinos viven en ambientes muy fríos, con temperaturas de varios grados bajo cero. En momentos de vientos fuertes y temperaturas muy bajas, la forma de mantener calor es reunirse en grupos, lo que les permite mantener el calor corporal en ese ambiente. Podemos distinguir distinto tipo de rasgos o adaptaciones: algunas involucran estructuras y funciones del cuerpo y otras se relacionan con los comportamientos. Las adaptaciones más evidentes son aquellas que involucran una parte del cuerpo, como las formas de los picos de las aves, las estructuras bucales de los insectos, las patas de las tortugas o la forma de los dientes de un perro o un tigre, se llaman adaptaciones estructurales. Muchas de ellas se relacionan con la obtención del alimento, por ejemplo, la lengua del pájaro carpintero es angosta y muy larga, y le permite explorar pequeños agüeros que hace en los árboles con su agudo pico. Así, atrapa con su lengua las larvas de insectos que viven debajo de la corteza de los árboles. Otro ejemplo es el pejesapo, que en lo alto del cráneo tiene un filamento que cuelga frente a su boca y con él atrae a sus presas. Cuando la presa se acerca, el pejesapo la atrapa. No todas las adaptaciones estructurales permiten obtener alimento ni se encuentran en la parte externa del cuerpo. Por ejemplo, el corazón de los animales vertebrados tiene paredes musculares gruesas que permiten impulsar la sangre hacia todo el cuerpo, y los pelos o la grasa subcutánea de los mamíferos contribuyen a regular la temperatura corporal. Otras adaptaciones están asociadas a las funciones del organismo, y se llaman adaptaciones fisiológicas. Muchas de ellas tienen que ver con la producción de sustancias que circulan por el cuerpo o que se eliminan al exterior. Por ejemplo, la saliva y el jugo gástrico son líquidos que produce el cuerpo y que tienen componentes indispensables para la digestión de los alimentos. Otro ejemplo es el veneno de las serpientes, que les permiten paralizar a sus presas, o la tinta que producen los pulpos y calamares, que eliminan al momento de escapar de algún predador. Otras adaptaciones no son características internas o externas del cuerpo, y tampoco se relacionan con su funcionamiento, sino que están asociadas a comportamientos. Son las adaptaciones comportamentales. Algunas se relacionan con respuestas a los cambios en el ambiente, como la disminución o el aumento de la cantidad de horas de luz, o la disminución o el aumento de la temperatura ambiental. Por ejemplo, la ballena franca austral migra desde la zona de la Antártida hacia la Península de Valdés en la época primaveral, para la reproducción, y algunas especies de ardillas recolectan y acumulan alimento en su madriguera para cuando nazcan las crías. En otros casos, las adaptaciones se relacionan con la producción o la obtención de alimento. Por ejemplo, las plantas crecen en dirección a la luz, y cada especie de araña tiene una forma particular de tejer su tela, con la que atrapan a sus presas. La producción de tela de araña es una adaptación fisiológica de la araña, mientras que los movimientos que realiza para tejerla son adaptaciones comportamentales. Fuente: Oram, R. (2007). Biología. Sistemas vivos. México: McGraw-Hill Interamericana (adaptación).