Postura del Gato Bidalasana Nombres: Bidalasana (Bidal = Gato) Gato Marjaryasana Mejor conocida como la Postura del Gato, Bidalasana, es una de las mejores posturas básicas de Yoga para calentar el cuerpo. Y es que, esta Asana da movilidad y flexibilidad a toda la espalda, y fortalece el adomen; especialmente cuando la juntas con Vacas (Bitilasana). Enfoque: Arco en espalda baja, brazos y abdomen Chakra: Primer Chakra (Muladhara) y Segundo Chakra (Swadisthana) Instrucciones Forma la figura del gato, esto es sobre 4 apoyos. Manos y rodillas Coloca las caderas justo por encima de las rodillas y los hombros justo a la altura de las manos. Coloca las los empeines de ambos pies en el tapete. Inhala y deja descender el pecho, haciendo una ligera curva hacia abajo con tu columna vertebral Haz un arco con tu columna, llevando el abdomen hacia adentro y buscando llegar al techo con la espalda… justo como si fueras un gato enojado. Especificaciones Abdomen bien metido Mirada al suelo Caderas alineadas Hombros sobre las manos Caderas sobre las rodillas Beneficios Genera movilidad en articulaciones intervertebrales (ideal para calentar la espalda) Ayuda a reducir el estrés. Induce al estado meditativo, ya que mantienes la mente concentrada en contar despacio e interiormente los segundos que mantienes la Postura del Gato. Así mantienes la mente en blanco y aprendes a controlar tu mente. Previene el dolor de espalda, y si ya lo tienes, ayuda a aliviar el dolor. Flexibiliza la espalda, el cuello y la caja torácica. Endereza la espalda y corrige las malas posturas. Fortalece la muñeca, músculos de los antebrazos y los hombros. Masajea los órganos internos del abdomen y así mejora la digestión. Otro efecto de esos masajes abdominales es mejorar la circulación sanguínea. Tonifica y fortalece los abdominales, produciendo un efecto adelgazante Precauciones y ayudas para la Postura del Gato Cuando realizas la Postura del Gato puedes encontrarte con la dificultad de no poder subir mucho la espalda, aunque sea poco frecuente. Si es este tu caso, te aconsejo que le pidas a tu compañera/o de Yoga que te ayude. La función de esa persona es ayudarte a generar el movimiento poniendo una mano en tu abdomen, cerca del esternón, y otra en la espalda, entre los omóplatos. Cuando la Postura del Gato esté en la fase de elevar la espalda, ese compañero de Yoga tiene que empujar hacia arriba, con suavidad. Cuando expulses el aire, tiene que empujar entre los omóplatos. Poco a poco irás ganando flexibilidad en la parte alta de la espalda, lo que te servirá para hacer muchas otras asanas, además de la Postura del Gato. Hay que indicar, entre las precauciones al hacer la postura del Gato, que si te duele la espalda, vayas con calma. Si crees que el dolor se debe a una lesión, en lugar de una contractura o la mala postura, para el ejercicio y consulta con un médico. Contraindicaciones No realizar la postura en caso de: Lesión en rodillas, muñecas, codos u hombros Artritis Musculos involucrados Beneficia a los siguientes músculos y, por lo tanto, puede incluirse en secuencias de yoga con el enfoque de los músculos correspondientes: Espalda baja Espalda media Núcleo (abdominales) glúteo Caderas rodillas Cuello Pélvico