Universidad de San Carlos de Guatemala EFPEM Lengua y Literatura Evaluación Escolar I Catedrático: Lic. José Ortíz Sic ENSAYO EVALUAR PARA APRENDER Grupo# 3 Sección B Carné 8716994 Hada Lilian Elizabeth Reynoso González Fecha de entrega 20/11/2010 EVALUAR PARA APRENDER Romper paradigmas debiera ser la consigna, a partir de la concepción cognitivista se asumen nuevas posturas en el ámbito educativo, cambian las percepciones de la construcción del pensamiento y de la evaluación en el proceso, asumiendo ésta un papel más protagónico como instrumento regulador del mismo, así también cambian las funciones del maestro y del alumno. Esta claro que el fin de la educación es desarrollar seres humanos sensibles, capaces, propositivos y transformadores de su entorno, que apliquen los conocimientos adquiridos siendo críticos, pero sobre todo que aporten ideas y soluciones a los problemas que se les presenten de manera creativa. Pero ¿cómo se logra esto a través de la cátedra? pues estableciendo prioridades, reconociendo el nuevo rol del alumno como sujeto y co-creador de su formación y conocimiento. Para ello es imprescindible encausar el proceso partiendo de lo que el educando sabe, para que en contacto con sus pre-saberes se puedan afianzar los conocimientos y después ampliarlos. Esto implica que el maestro, aparte de ser un gran conocedor de su materia, deberá ser hábil en el uso, desarrollo y creación de actividades que encaminen al alumno en el descubrimiento de los nuevos saberes, proporcionándole la oportunidad de equivocarse y aprender de sus errores. La evaluación es importante en la enseñanza-aprendizaje, pero alejándonos del concepto tradicional, realizando exámenes y pruebas con el único fin de obtener punteos, pues la nueva visión nos incita a planificar a partir de la evaluación inicial para que desde allí se estructure y priorice el contenido; durante el proceso se puede, por medio de la evaluación, comprender porqué un alumno no entiende o no sabe y así reencausar o ajustar el proceso y de esta manera definir las experiencias y procedimientos a realizar para la consecución de los fines educativos. Es necesario involucrar al dicente en la evaluación de su desempeño y el de su grupo, para que pueda desde esta perspectiva aceptar el error como inherente del proceso de aprender, perdiendo el miedo a hablar, a expresar sus ideas, intercambiando opiniones, aceptando y permitiendo que a lo largo del mismo se reconstruyan los conocimientos y se solidifiquen, trabajando con herramientas que los exhorten a corregir o redirigir su aprendizaje, a descubrirse como entes pensantes y activos en su formación y en la de sus compañeros. Al evaluar al educando también se evalúa el desempeño del que enseña, si ha sido capaz de transmitir con claridad las ideas, si ha resuelto dudas, si es participe de la formación de la personalidad inquisidora e investigativa, si ha sido creadores y creativos, si ha ayudando a formar caracteres y valores sólidos, porque el desempeño del educador también es importante para la construcción de los nuevos paradigmas, pues también tiene retos, tiene que superar sus miedos, actualizar sus conocimientos, aceptar sus errores y desde allí tomar el valor para reaprender y evolucionar. Entonces evaluar no es una simple recolección de datos para confirmar la superioridad del maestro e identificar los desaciertos de los alumnos, evaluar es sobre todo adquirir conocimientos, es un aprender de doble vía, es abrir vías de comunicación entre el maestro y el alumno que les permitan encontrar soluciones y replanteamientos del quehacer educativo y planificar en consecuencia de los intereses mutuos, para consolidar los conocimientos que los llevarán a su realización como seres humanos, pero sobre todo y más importante aún aprender para la vida. Bibliografía: Documento La evaluación es el motor del aprendizaje