CARACTERÍSTICAS DEL ADULTO. Frank Hermanus, (1981) ha señalado diversas características que presentan los adultos; entre las más relevantes para la acción educativa, destacan las siguientes: El educando adulto decide voluntariamente participar en una acción educativa y normalmente está convencido de la importancia, la relevancia y la utilidad de los programas educativos. El adulto merced a las experiencias vividas y en parte a su experiencia en el trabajo y capacitación, frecuentemente sabe mucho más que el propio educador, lo que lo convierte en una fuente potencial de información que puede contribuir de manera importante a la educación de sus compañeros. El adulto hace suya la creencia popular de que conforme envejece pierde su capacidad de aprender cuando en realidad van quedando menos motivados para ello. El adulto es capaz de emitir juicios, de analizar y razonar lógicamente, puede percibir fenómenos globales al mismo tiempo que comprende las cosas en detalle. El adulto sufre en la mayoría de las veces por falta de confianza, así su baja autoestima limita que pueda probar o poner en juego sus habilidades. Con frecuencia el adulto se resiste al cambio y a las nuevas ideas, que en el ámbito psicológico se interpreta como producto de sus estructuras cognitivas establecidas en su contacto con la realidad y que en ocasiones son difíciles de modificar. El educando aparenta ser incapaz de comunicar sus ideas pero generalmente se debe a problemas de inhibición más que de incapacidad. Al inicio de un programa educativo los adultos se muestran retraídos y poco cooperadores, generalmente permanecen silenciosos cuando no alcanzan a comprender algún concepto. La Pedagogía Diferencial del Adulto descrita en la Enciclopedia Técnica de la Educación, precisa diversas características del hombre adulto, mismas que de forma sintética puntualizan lo siguiente: Los adultos pueden aprender a lo largo de toda su vida y la inferioridad que a veces demuestran, es debida más a diferencias de actitudes respecto a los aprendizajes que a la falta de capacidad para realizarlos. En la edad adulta las personas experimentan ciertos cambios positivos y negativos respecto al aprendizaje, aumentan las destrezas, el valor de la experiencia, la capacidad analítica, el sentido crítico, la visión realista de los problemas concretos y útiles. cambian las motivaciones de intereses y va pasando del interés por las cosas relativas a la están intimidad personal y profesional, a la atracción de los problemas cívicos y sociales, a cuestiones relacionadas con la salud, con la cultura y con la religión. El adulto tiene una gran capacidad para la autoeducación. Manifiesta una amenaza progresiva de tendencia al conformismo, al inmovilismo y a la rutina por lo que necesita una formación continua que le proteja. El hombre adulto en su práctica vital diaria diferencia y separa su tiempo de trabajo de su tiempo libre y necesita ser formando adecuadamente para el mejor uso del mismo. El hombre adulto, especialmente en los tiempos presentes necesita estar actualizado respecto a las transformaciones del mundo y capacitarse para adaptarse a ellas. De adulto, incluso el analfabeto, tiene una cultura forjada en la experiencia de su propio vivir. El hombre adulto aprende involucrando toda persona, inteligencia, vida emocional, axiología personal y un mundo de intereses. El Aprendizaje tiene lugar cuando se enfrenta con un problema o que un vacío entre la posición en la que se encuentra y aquella donde le gustaría estar inmerso. Malcon, S. (1973) menciona como principales rasgos siguientes: del adulto los El adulto se considera a sí mismo como responsable; tiene una necesidad psicológica profunda de que se le trate con respecto, que se le comprenda que puede dirigir su propia vida. El adulto aprende con facilidad los nuevos conocimientos al relacionarlos con experiencias pasadas. Hay una predisposición para aprender. El adulto se compromete en el proceso de aprendizaje como respuesta a una presión vital, lo importante para él es la aplicación inmediata. Ve a la educación como un proceso para mejorar su capacidad de resolver problemas y a afrontar el mundo actual.