Estudios anatomopatológicos de las arterias coronarias y de la aorta de sujetos fallecidos antes de los 29 años permitió clasificar histológicamente la lesión arteriosclerótica en (1) (10): 1. Grado 1: Zona de la arteria coronaria con tendencia a sufrir lesiones y que presenta engrosamiento adaptativo. Histológicamente se descubren aquí macrófagos con gotitas lipídicas (células espumosas aisladas) 1. Grado 2: Depósito intracelular de lípido, en los macrófagos (células espumosas) que se estratifican en forma adyacentes entre sí constituyendo las llamadas estrías grasas que se pueden observar a simple vista, en forma de estrías, parches o manchas amarillas, en la superficie intimal de las arterias. 1. Grado 3: Pequeño depósito extracelular de lípido (preateroma). 1. Grado 4: Ateroma, núcleo de lípidos extracelulares. Densa acumulación de lípido extracelular que provoca desorganización intimal con engrosamiento de la pared arterial. Los macrófagos, células espumosas, linfocitos y células musculares lisas se concentran en la periferia de la lesión. El centro lipídico por lo general es grande y detectable macroscópicamente. En su interior no se observa gran aumento del tejido fibroso ni complicaciones como fisura o trombosis. 1. Grado 5: Fibroateroma, endurecimiento adaptativo. 1. Grado 6: Trombosis, lesión complicada con fisura, hematoma y trombo. Entra en contacto el centro lipídico con la sangre 1. Grado 7: Lesión calcificada. 1. Grado 8: Lesión fibrótica.