REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERCIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LAS LLANOS CENTRALES “ROMULO GALLEGO” DECANO DE POTGRADO DOCTORADO DE CIENCIA EN EDUCACIÓN EDO APURE MODELO TEORICO DOCENTE INTEGRACIÓN ESCUELA-COMUNIDAD. BAJO UNA MIRADA TRANSDISCIPLINARIA Doctorante: Irma Delgado Facilitador (a): Armir Hernández. San Fernando, Octubre 2012. DIAGNOSTICO. La repitencia y el abandono durante el año escolar (generalmente, después de las vacaciones de mitad de año) son las manifestaciones más evidentes, de una sucesión de pequeños fracasos en la experiencia escolar de las niños y las niñas: no entender los temas de la clase, faltar mucho, no hacer la tarea, no contar con libros y útiles para estudiar, vivir situaciones familiares diversas, sufrir por discriminaciones y burlas dentro de la escuela, no tener a quien recurrir por mas apoyo y explicaciones, tener que usar su tiempo para trabajar en la calle o en la casa. Generalmente, cuando un estudiante está en riesgo de abandonar la escuela, la explicación se concentra exclusivamente en factores personales o del entorno socioeconómico. Partiendo de esos supuestos, las estrategias de retención suelen sumir dos estrategias diferentes, con factores de corto alcance. Muchos estudios coinciden en que la familia es el primer grupo de socialización del individuo. Su conformación se de mucho antes que la escuela, los vecinos, los grupos de iguales, los compañeros de deporte y cualquier otra instancia socializadora. Todas las culturas, con la característica distintiva de que la relaciones entre sus miembros se rigen principalmente en un nivel afectivo. Además, es la estructura socializadora que sigue manteniendo un mayor contacto con el individuo, si consideramos que está presente en sus fases evolutivas más importantes como son la lactante, la infantil y la adolescente. Es significativo resaltar que la familia es un entorno de intimidad donde ideas, afectos y sentimientos se apoderan e intercambian. En ella la comprensión, el afecto, serenidad, el amor, son gratificadas (Musitu, 2002). La familia significa para la mayoría de personas el ámbito más valorado, ya que actúa como la red de relaciones y fuente de apoyo, de que contribuye al ajuste psicosocial del individuo. La familia busca, así, llegar a convertirse en un espacio idóneo para la comunicación, la relación, la estabilidad y el desarrollo de identidad individual. Es por ello que la socialización ha sido una de las funciones más ampliamente reconocidas y significativas en y para la familia. Ella se refiere al proceso en el cual el individuo adquirirá la identidad personal, desarrollara las creencias y normas de comportamiento valoradas y esperadas por las personas que lo rodea. De acuerdo con Musitu (2002), la socialización familiar involucra también el conjunto de procesos relacionales que se producen entre los hijos para su adaptación al medio ambiente. Al ser un sistema abierto, la familia ajusta y cambia su estructura al entrar en contacto con el sistema social en que participa –la escuela, el ámbito laborar, los vecinos, los coetáneos-, pues influyen sus reglas, valores, creencias y costumbres provocando modificaciones en la unidad. Esta unidad incide en los sistemas más amplios de su entorno a través de la normas, valores y, en general, de su sistema de creencia. Es de resaltar que el sistema con que se relaciona el menor, luego de su familia es la escuela, la cual convierte la instancia socializadora que sigue en nivel de importancia. Los profesores llegan a ser muy importantes modelos para los menores, principalmente para los que atraviesan por la primera infancia. De esta manera, el medio escolar se conforma con una fuerte presencia dentro de estructura familiar, en la escuela, los menores retoman aprendizajes, reglas e interacciones, tanto con sus iguales como con las figuras de autoridad. De acuerdo con Gómez (2005), las funciones que cumple la escuela en su socialización del menor se refiere a la integración social. Es decir, la escuela recoge, elabora y transmite la cultura que prevalece en la sociedad y se encarga de realizar una labor de reforzamiento de los valores sociales vigentes en un contexto particular. Por otro lado, la escuela también puede llegar a marginar, si no considera las necesidades personales de los menores, entre ella la autoestima y el reconocimiento. Ello puede conducir a desinterés, desmotivación, absentismo y deserción en los adolescentes (Rodríguez, 2002). De acuerdo con Fernando Rojas y Rodríguez (2002), en el contexto escolar se presentan cotidianamente practicas violentas que por sí mismas tienden a conformar estilos de vidas violentos, desde el sistema de calificación que no reconoce el esfuerzo de los niños, al omitir reconocer las diferentes capacidades de aprendizaje de estos; hasta la compitividad entre los niños fomentada por el propio sistema educativo y por los maestros. No se diga del etiquetamiento que los alumnos que los propios profesores y personal educativo hacen. Y de la ausencia del afecto en la relación maestro-alumno, que en el afán de cumplir programas y ser profesionales se deja de lado este aspecto que resulta fundamental en todo contexto y tipo de interacción. Las conductas de rebeldías, inseguridad, agresividad, irritabilidad, pandillerismo, alcoholismo, drogadicción, todos estos factores influyentes en el desarrollo adolescente, en su vida personal, social, familiar y escolar, esto debido muchos veces a la falta de comunicación de sus padres, de apoyo, de comprensión, falta de respeto de amor y de no inculcarles valores en la infancia. Todo se ve reflejado en una autoestima deteriorada, muestra de ello es su propia concepción como persona: poco valorada, aceptadas, menospreciadas por la familia y por ellos mismos en el entorno que los rodea. En virtud del problema entes referido al fracaso escolar, de los y las estudiantes de la educación primaria venezolana, se hace evidente por una serie de informaciones de escritas y observada por medio de la investigadora y que este repercute directamente a los y estudiantes generando en él y en su familia una serie de problemas a corto, mediano y largo plazo. Tales como la deserción escolar, la drogadicción, el embarazo a temprana edad, el robo y hasta en muchas ocasiones el divorcio de sus padres. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS. Brizzi, P. (2001). Ideas Creativas para Docentes. Editorial Lumen. Gómez (2005). Familias, Escuela y sociedad. Disponibles en documentos en líneas. Musitu (2002) Familia, apoyo social y conducta delictiva en la adolescencia: afectos directos y mediadores. Barcelona España. Fernández Ríos Rodríguez (2002), convivencia sin violencia. Eduforma documento en línea.