Subido por Pedro Hernandez Martinez

Los ancianos

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Los ancianos
¿Cómo se elige un pastor?
A veces los oficiales de las iglesias son elegidos por su educación, por su situación económica, o por sus
actividades en la iglesia, y a veces la preparación que reciben los candidatos para oficiales es exclusivamente
doctrinal y teórica. Sin embargo, según la Biblia, los requisitos más importantes tienen que ver con el
carácter y la madurez espiritual. Los únicos requisitos específicamente mencionados son los que vamos a
estudiar ahora, encontrados en 1 Timoteo 3.1-13, Tito 1.5-9 y 1 Ped. 5:1-4.
INTRODUCCIÓN:
Todo cuerpo de gente debe tener gobierno. Cristo es el Rey en el gobierno divino, y no hay clases
privilegiadas. En la iglesia todo miembro tiene trabajo qué hacer, y esta obra es funcional más bien que
oficial. El ojo puede guiar a los otros miembros del cuerpo, pero no los manda. La mano sirve al cuerpo,
pero no es esclava del cuerpo. No conviene que haya dominio de un miembro sobre otro. Pablo advierte a
la iglesia de Roma contra tener "más alto concepto de sí que el que debe tener" (Rom_12:3), y usa el cuerpo
como ilustración para dar vigor a la amonestación. Estando todavía Cristo con ellos, los discípulos clamaron
pidiendo posiciones de honor. Cristo los llamó y les dijo: "Sabéis que los gobernantes de las naciones se
enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será así, sino
que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre
vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar
su vida en rescate por muchos" (Mat_20:20-28).
LA DIGNIDAD OFICIAL
La Palabra de Dios dice: "Si alguno anhela para sí el oficio de obispo, buena obra desea" (1Ti_3:1 Versión
Moderna). Una traducción más exacta y literal sería: "Si alguno anhela superintendencia, buena obra
desea". Aunque se deje la palabra oficio en el texto, no aprueba la idea de que sea el obispo una dignidad
oficial; porque la palabra enseña que es una obra qué anhelar, no una posición oficial. La palabra "oficio"
tiene varios significados, siendo uno de ellos "la función propia de alguna cosa". En este sentido tiene oficio
o función cada miembro del cuerpo, como es el oficio del ojo ver y el del oído oír. Tenemos en el cuerpo
muchos miembros, pero todos los miembros no tienen el mismo oficio (operación) (Rom_12:4). Como en el
cuerpo físico, así también en el cuerpo de Cristo, no se le agrega ninguna dignidad oficial a un miembro
sobre otro.
LOS DEBERES DEL OBISPO
DEFINICIÓN
Un obispo es un supervisor. Esto significa la palabra. Puesto que la edad y la experiencia son necesarias para
la obra, fueron seleccionados los obispos de entre los más ancianos y los de experiencia de la iglesia; por lo
tanto, las palabras "obispo" y "anciano" frecuentemente se hallan usadas alternativamente. Pero no se
sigue que todos los hombres de edad en la congregación sean obispos o ancianos de la congregación. La
edad sola no proporciona las cualidades necesarias. En Hechos 20:17 se dice que Pablo mandó llamar a los
ancianos de la iglesia de Efeso, y en su discurso a ellos los llama obispos.
DEBERES
HECHOS 20:17-35. El versículo 28, dice: "Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el
Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia
sangre".
El deber del anciano es doble: (1) "Mirad por vosotros". Si un anciano reconociera la obligación solemne
que descansa sobre él, y las horrorosas consecuencias, tanto para él como para la iglesia, de fracasar en
llenar la medida de confianza depositada en él, no estaría satisfecho hasta hacer un examen severo de sí
mismo. Preguntas como éstas le vendrán a la mente: ¿Entran en esto que estoy para hacer motivos
egoístas? ¿Poseo yo esas cualidades de liderazgo que inspiran confianza y animan a otros a seguir? ¿Sé yo
bastante de Biblia para enseñar esta iglesia? ¿Tienen los miembros confianza en mi sinceridad? Apacentar
la iglesia es comunicar conocimiento bíblico a ella de tal manera que lleguen a ser hombres y mujeres
mejores. Un obispo tiene que ser un director, no solamente en obra, sino también en carácter y
conocimiento. (2) "Y por todo el rebaño". Cada miembro ha de ser el objeto de su cuidado constante. No
debe tener favoritos y en su vista no debe de haber ni ricos ni pobres. Por supuesto tiene que manifestar
una preocupación especial para los que más lo necesiten. "Para apacentar la iglesia". Muchos
evidentemente no reconocen el significado de "apacentar" la iglesia. Presentar el mismo discurso todos los
domingos a la congregación no es edificarla-no es apacentarla. Hacer su deber requiere preparación
diligente y un esfuerzo especial para presentar a la congregación esas verdades en términos que le
interesen. Un anciano sabio reconoce el hecho de que él no puede siempre presentar toda la enseñanza
necesaria. Estudiará las necesidades de la congregación y pedirá ayuda a los que están especialmente
preparados para la obra que se necesita. Son serios, si no fatales, a la congregación los resultados cuando
un anciano se imagina que le toca a él toda la enseñanza. El deber de los ancianos es tener cuidado de que
la congregación sea debidamente enseñada y desarrollada.
LA PLURALIDAD DE ANCIANOS
Cada congregación tenía una pluralidad de ancianos, u obispos, después de haber existido un tiempo
suficiente para desarrollarlos. Éstos fueron seleccionados de entre los más maduros, de más experiencia,
más entendidos, y más piadosos de las iglesias Hechos 14:23; 20:17; Tito 1:5)
LA NECESIDAD DE CUALIDADES
El carácter da la obra de los obispos hace esenciales ciertas cualidades. Los hombres que piensan, saben la
naturaleza de las cualidades necesarias para la obra de un obispo, aun si no estuviera revelada ninguna. En
asuntos de negocio no hay ley estipulada dando las cualidades que alguien tiene que poseer para ser el
director de una casa comercial, pero quien sabe la naturaleza de la obra que ha de hacerse sabe las
cualidades necesarias para que se haga la obra (Lucas 16:8-sagaces). Comúnmente la gente no dedica el
cuidado y la atención para escoger a sus directores religiosos que dedica para seleccionar a sus directores de
negocios. Sabiendo esto, el Señor especificó las cualidades requeridas en el anciano. Estas cualidades no
son impuestas arbitrariamente, sino que son esenciales para la ejecución de la obra. Pablo dice: "Es pues
necesario que el obispo" (Versión Moderna)-y luego menciona las cualidades. Nombrar "anciano" a alguien
que no tenga estas cualidades no hace que sea anciano como tampoco se hace alguno cristiano con inscribir
su nombre en un registro de la iglesia. Para ser anciano, hay ciertas cosas "qué ser" uno; y para ser cristiano,
hay ciertas cosas "qué hacer". Le dijo el Señor a Saulo que indagaba: "Vé a Damasco, y allí se te dirá todo lo
que está ordenado que hagas" (Hechos 22:10). Si Pablo hubiera ignorado "lo ordenado", no hubiera llegado
a ser cristiano. El Señor mismo ordenó las cualidades de anciano. Nuestros amigos denominacionales han
decidido que una de las cosas que el Señor ordenó para que uno sea cristiano no es esencial, y hay entre
nosotros algunos que han decidido que no son esenciales algunas de las cosas requeridas para que uno sea
anciano. Hay tanta falta de respeto para el Señor y tanta deslealtad, en una cosa como en la otra.
LAS CUALIDADES
Léase cuidadosamente 1 Ti_3:1-10; Tito 1:5-11; 1 Pedro 5:1-4. "Es pues necesario que el obispo sea"
(Versión Moderna)1. IRREPRENSIBLE (1 Timoteo 3:2a). Esta palabra literalmente quiere decir nada de que asirse; esto es, no
debe haber nada en la vida del pastor de lo cual Satanás o los inconversos puedan asirse para criticar o
atacar la iglesia. Que no sufra la iglesia vergüenza ni reproche a causa de la conducta de sus ancianos. No
debe de haber métodos sospechosos en sus negocios ni conducta irregular en su vida social. Ningún ser
humano es sin pecado, pero todos debemos procurar ser irreprensibles.
2. MARIDO DE UNA MUJER (1 Timoteo 3:2b). Todas las cualidades están en masculino. Y, aquí, la exigencia
para aquel que anhela obispado es de que sea marido de una sola mujer, sin antecedentes de haber vivido
la experiencia del fracaso matrimonial ni de que esté viviendo en adulterio, homosexualismo y que esté
casado; porque si va a apacentar la grey del Señor, que está compuesta por familias, debe ser ejemplo para
que no caiga en descrédito o su mensaje carezca de autoridad. Aunque hay un amplio ministerio para la
mujer en la iglesia local, el cargo de anciano, pastor o líder no es para la mujer. Pero aun así, la vida familiar
del pastor es muy importante y especialmente su vida matrimonial. Esto quiere decir que un pastor no debe
ser divorciado y vuelto a casar. Es evidente que la capacidad para gobernar su matrimonio y su hogar
indican capacidad para supervisar una iglesia local. Un pastor que se ha divorciado se hace vulnerable
juntamente con la iglesia a las críticas de los de afuera, y no es probable que las personas con problemas
matrimoniales consulten con un hombre que no pudo conservar su propio matrimonio. Es claro que no hay
ninguna razón por la que un creyente dedicado que se ha divorciado y vuelto a casar no pueda servir en
otras responsabilidades de la iglesia, pero no puede ser anciano ni diácono. Este requisito habla del carácter
de un hombre, del estado de su corazón. El marido debe estar dedicado completamente a su esposa.
Lamentablemente, es posible estar casado con una sola esposa y no obstante, no ser un hombre de una sola
mujer. Jesús dijo: “Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella
en su corazón” (Mateo 5:28). 1 Timoteo 3:2 está hablando de un hombre casado que desea muchas mujeres.
Si un creyente tiene esa mentalidad, no es idóneo para el ministerio, o sea no debe ser seleccionado para ser
anciano. Un anciano debe amar, desear y pensar solo en la esposa que Dios le ha dado. Siempre conviene
estar
seguro.
El
llorado
hermano
J.
W.
McGarvey
dijo:
"Si fuera yo anciano de la iglesia, y se me muriera la esposa, me presentaría ante la iglesia el domingo
próximo y renunciaría". La persona reflexiva prontamente puede entender por qué debe tener esposa el
anciano que ejecuta su deber. Muchos piensan que no es necesario ser casado para ser anciano, tomando
como ejemplo al apóstol Pablo quien era soltero, pero debemos saber que Pablo era apóstol, no anciano.
3. SOBRIO (1 Timoteo 3:2c). Significa literalmente que no es un alcohólico, pero también apunta más
ampliamente al hecho de que tiene dominio propio, seriedad de pensamiento, y la mente clara. No es una
persona «difícil», sino un hombre que puede ponerse serio cuando la situación lo exige. Es objetivo. Es una
persona en quien la gente puede confiar. Es un hombre que no pierde la cabeza en cualquier circunstancia.
4. PRUDENTE (1 Timoteo 3:2d). “De buen sentido”. No superficial, no mundano. No debe actuar por impulso
o pasión, sino con pensamiento templado y cuidadoso. Un anciano puede dañar incalculablemente a la
iglesia o hacer injusticia a un miembro si es dado a actuar por impulso o por pasión. El pastor debe tener
mucho cuidado de no rebajar su ministerio ni el mensaje del evangelio con una conducta descuidada.
5. DECOROSO (1 Timoteo 3:2e). Literalmente "ordenado, bien arreglado, modesto." Debe ser tan decoroso, y
su vida tan arreglada, que gane el respeto y la admiración de todos.
6. HOSPEDADOR (1 Timoteo 3:2f). Literalmente, "bondadoso con los extraños, uno que ama a los
extranjeros". Que cada uno sepa que las virtudes requeridas aquí en todos los ministros de la Palabra de
Dios, son con el objeto de dar un ejemplo al rebaño. Es altamente apropiado que cada uno sepa que,
cuando se dice que los ministros deben ser prudentes, moderados, y de buen comportamiento moral, es a
fin de que otros imiten su ejemplo; porque no es para tres o cuatro únicamente, esto que se ha dicho, sino
para todos en general, pero especialmente para los que quieren ser líderes.
7. APTO PARA ENSEÑAR (1 Timoteo 3:2f). La enseñanza de la Palabra de Dios, es uno de los principales
ministerios del anciano, pastor o líder. Un pastor debe ser un estudiante cuidadoso de la Palabra de Dios, y
de todo lo que le auxilie para conocer y enseñar esa Palabra. Debe ser un hombre experimentado en
enseñar. Si no es más entendido en las Escrituras que los miembros, no los puede enseñar; si no puede
hacer avanzar a la iglesia en conocimiento bíblico, no puede ser anciano. “…lo que tengo te doy” (Hech 3:6)
es un principio que se aplica aquí. Su conocimiento de la lengua que habla, y su saber general tienen que
ser mayor que la gente de su barrio. Un anciano, pues, según el lenguaje de Pablo a Tito, tiene que poder
"exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen. Porque hay aún muchos contumaces,
habladores de vanidades y engañadores... a los cuales es preciso tapar la boca" (Tito 1:9-11). El pastor que es
flojo en su estudio, y que no conoce la sana doctrina, es una vergüenza en el púlpito.
8. NO DADO AL VINO (1 Timoteo 3:3a). Un pastor piadoso con toda seguridad querrá dar el mejor ejemplo,
y no servir de pretexto para hacer pecar a algún hermano débil.
9. NO PENDENCIERO (1 Timoteo 3:3b). Quiere decir “no heridor, no buscapleitos, listo para golpear,
agresivo, contencioso, persona de riña”. Es necesario "contender ardientemente por la fe", (Judas 3), pero
uno que es de espíritu contencioso, que contiende sobre cuestiones no de principio sino solamente de
preferencias, es una molestia y un estorbo en cualquier parte. Este espíritu contencioso ha traído como
resultado incontables problemas en las iglesias. Tienen que ser libres los ancianos de este espíritu. Es muy
bien sabido a qué ridículo se exponen a sí mismos aquellos que están más dispuestos a pegar un puñetazo
con la mano, y —aun podríamos decir— a sacar la espada, que a arreglar las disputas de otros, mediante un
diálogo sano. Pendencieros es por lo tanto el término que Pablo aplica a aquellos que hacen muchas
amenazas, y que son de temperamento agresivo.
10. NO CODICIOSO DE GANANCIAS DESHONESTAS (1 Timoteo 3:3c): "Ganancias deshonestas" son lucros
no honrados e indignos. Todas las personas codiciosas son perversamente deseosas de lucro. "Aquel que
desea hacerse rico, desea también hacerse rico pronto." La consecuencia es, que todas las personas
codiciosas, aunque esto no se manifieste abiertamente, aplican su mente a ganancias deshonestas e ilícitas.
Aquel que no soporta la pobreza con mansedumbre y paciencia, jamás escapará a la enfermedad de la
codicia.
11. AMABLE (1 Timoteo 3:3d): Que sabe cómo soportar las injurias con disposición apacible y moderada, que
perdona mucho, que pasa por alto los insultos, que ni se hace ser temido por su rígida severidad, ni se
impone con pleno rigor. El pastor debe escuchar a las personas y debe ser capaz de aceptar la crítica
constructiva sin enojarse. Debe permitir que otros le sirvan a Dios en la iglesia sin la dictadura del pastor.
12. APACIBLE (1 Timoteo 3:3e). El pastor debe hacer la paz y no la guerra. La impaciencia no conduce a un
ministerio duradero.
13. NO AVARO (1 Timoteo 3:3f). La avaricia es el deseo de querer más y más, ya sea dinero o cosas. Un
anciano tiene que ser honesto en todo negocio; él no debe apasionarse por riquezas, ni debe ningún
cristiano. "Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y
dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición" (1Ti_6:9). Se pueden codiciar muchas cosas
aparte del dinero, como: la popularidad, un ministerio grande que lo haga a uno famoso, un ascenso en el
liderazgo, etc.
14. QUE GOBIERNE BIEN SU CASA (1 Timoteo 3:4,5): Antes que puedan ser ancianos, es necesario que los
hombres demuestren la habilidad de gobernar en sus propias casas con sus esposas e hijos. El pastor y su
familia no pueden ser una cosa en la iglesia y otra en la casa.
15. NO UN NEÓFITO (1 Timoteo 3:6). No nuevo creyente. Tiene que haber sido cristiano por suficiente
tiempo para desarrollar un carácter que demuestre la habilidad de ocupar el lugar. Que no sea hombre
vanidoso, a causa de su posición de anciano, y así caiga en juicio del diablo. Nada es más dañino que un
anciano crea que ha sido exaltado sobre los demás miembros de la iglesia. Neófito puede referirse en
cuanto a su edad, a su fe y en cuanto a su experiencia. La edad no es ninguna garantía de madurez. Es
bueno que una persona pase tiempo en el estudio antes de que pueda encargarse de una iglesia. Satanás se
complace en ver a un joven sobresalir, enorgullecerse y luego destruir todo lo que se ha edificado con
mucho trabajo.
16. QUE TENGA BUEN TESTIMONIO DE LOS DE AFUERA (1 Timoteo 3:7): ¿Cómo es su relación con la gente
incrédula? ¿Paga sus deudas? ¿Conserva una buena reputación con los inconversos con quienes hace
compromisos?
17. QUE TENGA HIJOS CREYENTES (Tito 1:6b): Los hijos del pastor, anciano o líder deben ser creyentes. Este
es el principio que Pablo le recalca a Timoteo (1 Timoteo 3:5). La vida cristiana y el servicio cristiano deben
empezar en el hogar. En el hogar de un pastor los hijos no solo deben ser salvos, sino que deben ser buenos
ejemplos de obediencia y dedicación. El ser acusados de disolución o rebelión descalificaría a sus padres
para el cargo de pastor o para tener cualquier cargo. Esto por supuesto, se aplica a los hijos que viven
todavía en el hogar, bajo la autoridad de su padre.
18. ADMINISTRADOR DE DIOS (Tito 1:7b): Un administrador no es dueño, sino que administra todo lo que
su amo pone en sus manos. La característica más importante de un administrador es la fidelidad (1 Corintios
4:1,2; Mateo 25:21). Debe usar todo lo que su amo le confía para el bienestar y honra de su amo, y no para
fines u orgullo personal (como en el caso de los dones o talentos, dinero, tiempo, vida, etc.). Véase Lucas
16:1-13.
El pastor nunca debe decir que es suyo todo lo que tiene. Porque todo lo que tiene proviene de Dios (Juan
3:27) y debe ser usado para El. Su tiempo, posesiones, aspiraciones, y talentos, le son prestados por el Señor;
y debe usarlos con fidelidad para honrar a Dios y edificar a la iglesia. Por supuesto, todos los creyentes
deben ser administradores fieles, y no solo el pastor.
19. NO SOBERBIO (Tito 1:7c). No "se agrada a sí mismo, obstinado, arrogante". El hombre obstinado busca
hacer todo a su satisfacción personal, a pesar del deseo de la congregación o de la ley del Señor, y tal
espíritu lo conduce a una interpretación viciosa de la palabra de Dios para lograr justificar su proceder, y su
artimaña y maquinación para realizar sus propósitos. En lugar de cuidar tiernamente del miembro más débil
conforme lo hace un buen pastor, él sigue su propio curso sin importarle el bienestar espiritual de los
miembros. Tal espíritu y tal conducta no pueden menos que traer contención constante y hacer que algunos
se retiren del redil. Así él, por su propio agrado, destruye al individuo por quien Cristo murió y causa heridas
a la iglesia por la cual derramó su sangre. Un pastor soberbio no toma en cuenta las sugerencias y buena
crítica de su gente, y busca siempre salirse con la suya.
20. NO IRACUNDO (Tito 1:7d). Nunca debe ser considerado para ser anciano el hombre iracundo e
impulsivo. El hombre de este carácter debe de tener suficiente respeto hacia la Palabra de Dios y la iglesia
para rehusar servir en esa capacidad, aun si es escogido. Tales hombres no pueden ser rectos y justos en su
tratamiento de otros. Tiene el anciano una posición difícil qué ocupar, y debe poder mantener su carácter
bajo control.
21. AMANTE DE LO BUENO (Tito 1:8b). Si uno ama lo bueno en el carácter humano, también amará a los
hombres buenos y buscará desarrollar lo bueno en los hombres. Ser amante de lo bueno incluye a las
personas, buenos libros, buena música, causas justas y muchas otras cosas buenas. Es vergonzoso que un
siervo de Dios se relacione con cosas que son malas para él, su familia y la iglesia, aunque aparentemente
sean buenas.
22. JUSTO (Tito 1:8d). El pastor debe ser justo en sus tratamientos con los hombres y en su juicio respecto a
ellos. Si su actitud hacia otros es gobernada por el prejuicio, la exaltación y el egoísmo, no puede ser recto y
justo hacia ellos. El tratamiento injusto puede destruir un alma por la cual el anciano tendrá que dar cuenta.
Justo quiere decir recto. Debe ser un hombre de integridad, que cumple su palabra y que practica lo que
predica. Su conducta es justa.
23. SANTO (Tito 1:8e). Es decir, separado del mundo. Un anciano de carácter mundano no puede desarrollar
una membresía espiritual, sino que con toda probabilidad desarrollará orgullo y deseo de exhibición
mundana en la iglesia.
24. DUEÑO DE SÍ MISMO (Tito 1:8f). Esto se refiere a los apetitos y acciones del hombre. Significa
disciplinado. Un pastor debe organizar su tiempo para poder terminar su trabajo. Debe controlar sus deseos.
Debe tener en sujeción su mente y su cuerpo, cediendo a la voluntad del Espíritu Santo (Gálatas 5:24). Si el
pastor no puede gobernarse a sí mismo, menos lo podrá hacer con otro.
25. RETENEDOR DE LA PALABRA FIEL (Tito 1:9a). Ya que la Palabra de Dios es fiel, aquellos que la enseñan y
predican también deben ser fieles. Deben tener suficiente capacidad para edificar a la iglesia con enseñanza
saludable y refutar a los falsos maestros que siembran doctrina dañina.
26. VOLUNTARIO (1 Pedro 5:2). Pedro exhorta a los ancianos a que tengan el cuidado de la grey "no por
fuerza, sino voluntariamente," y según Pablo, el anciano debe de desear la obra, no el oficio. No puede uno
tener éxito en una obra que acepta de mala gana e involuntariamente; sin embargo, si emprende la obra
solamente por el honor que le pueda traer, él está descalificado.
27. NO UN DICTADOR (1 Pedro 5:3a). "No como teniendo señorío sobre las heredades del Señor." No debe
ser un anciano sencillamente por ser anciano, buscar forzar su voluntad o preferencia sobre la congregación.
Debe hacerlo todo con mansedumbre.
28. EJEMPLO DE LA GREY (1 Pedro 5:3b). "Sino siendo ejemplos de la grey". Son vanos todos los esfuerzos
de los ancianos en enseñar y dirigir, a menos que sus vidas estén libres de faltas. El carácter de uno es la
mejor indicación de su concepto de la justicia.
Al estudiar las cualidades de los obispos, ha de considerarse esto: Pablo le dijo a Timoteo las
cualidades que tienen que tener los ancianos; también a Tito se las dijo. Probablemente uno no sabía de la
carta dirigida al otro. Cada uno tenía solamente la carta dirigida a él para guiarle en el asunto. Por lo tanto
parece seguirse que si uno posee las cualidades mencionadas en cualquiera de las dos cartas, sería
justificada una iglesia en seleccionarlo para ser obispo. Tal vez no posee ninguno en alto grado todas las
cualidades, pero para ser anciano uno debería poseer en grado notable todas las cualidades mencionadas
cuando menos en una de las cartas. Ciertamente se entiende que es necesario que un anciano posea todas
las cualidades esenciales al carácter cristiano bien redondeado, y además posea características
indispensables que son esenciales a la dirección y a la comunicación de conocimiento.
LA SELECCIÓN DE ANCIANOS
Es posible que haya en la membresía de la congregación varios que posean las cualidades necesarias. Pablo
dijo a los ancianos de la iglesia de Éfeso que el Espíritu Santo hace ancianos u obispos y también hace
cristianos, pero solamente cuando son obedecidas las enseñanzas del Espíritu Santo. Si un "anciano" no
posee las cualidades propuestas por el Espíritu Santo, y si no es seleccionado por la iglesia según manda el
Espíritu Santo, es anciano hecho por hombre, y un anciano hecho por el hombre no es más bíblico que un
cristiano hecho por el hombre.
No hay manera específica revelada en las Escrituras por la cual hayan de ser seleccionados los ancianos,
pero es entendido comúnmente por los estudiantes de la Biblia que el método usado en la selección de los
siervos públicos de la iglesia, capítulo seis de los Hechos nos proporciona una guía para tales asuntos. Los
apóstoles dijeron a la multitud de los discípulos: "Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones
de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo"
(Hechos 6:3). Hombres inspirados hicieron saber las cualidades, y se les mandó a los hermanos encontrar a
los hombres. Esto de necesidad requiere pláticas los unos con los otros, para que sean hallados los que
poseen las cualidades necesarias. Al usarse este método sin pasión ni prejuicio, no habrá dificultades
después de la selección. No le toca a un predicador visitante, ni a unos cuantos hombres de la congregación,
hacer la selección de los ancianos; tampoco toca a los ancianos, cuando necesita la congregación ancianos
adicionales, seleccionar otros para servir con ellos. Los ancianos no constituyeron el cuerpo que se perpetúe
solo. La congregación debe seleccionar los obispos. Si se cambiara un anciano para otro lugar, no es obispo
en el lugar nuevo, a menos que la congregación en ese lugar lo seleccione para eso, y no puede hacer esto
hasta que haya residido él con la congregación suficiente tiempo para probar su idoneidad para la obra. Un
nuevo converso no puede ser anciano en una congregación.
LA ACTITUD DE LA CONGREGACIÓN HACIA LOS ANCIANOS
Se ha reconocido la necesidad de tener ancianos en la congregación, se han hallado los hombres que
poseen las cualidades y se ha puesto en sus manos la responsabilidad de la obra; son ellos los seleccionados
de la misma congregación. Ahora, ¿cuál es la actitud de la congregación hacia ellos?
"Acordaos de los que en tiempo pasado tenían el gobierno de vosotros, los cuales os hablaron la palabra de
Dios; y considerando cuál ha sido el fin de su piadosa manera de vivir, e imitad su fe" (Heb_13:7-Versión
Moderna).
LOS ANCIANOS QUE SON REMUNERADOS
En el servicio de Jehová es necesario que cada cristiano dedique una porción de su tiempo a ello. En los
días de los apóstoles, en algunos casos, los ancianos que servían a la congregación dedicaban tanto tiempo
a la obra que era necesario remunerarlos por su obra. Si la obra de la iglesia demanda mucho tiempo de los
ancianos, la congregación así beneficiada por sus labores no debería dejarlos sufrir la pérdida de sus
negocios, sino que se les debería pagar.
Que los ancianos eran sostenidos por la iglesia es conclusión de la declaración de que no deben aceptar la
obra de ancianos con el fin de recibir alguna ganancia (1 Pedro 5:2). "Los ancianos que gobiernan bien, sean
tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar. 18 Pues la Escritura
dice: No pondrás bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario" (1Ti_5:17, 1Ti_5:18).
REMOVIENDO A UN ANCIANO
Un hombre que posee las cualidades y que ha sido seleccionado por la congregación para ser uno de los
obispos, permanecerá siendo anciano en esa congregación mientras que posea las cualidades, o hasta que
se mude de casa. Recuérdese que los ancianos son humanos, y aunque se equivocan como lo hacen todos
los humanos, es mejor ayudarlos a vencer tales equivocaciones, sabiendo que "velan por vuestras almas",
que organizar un motín, intentar despedirlos, o demandar su renuncia. Recuérdese que si en la
congregación hay un anciano-un hombre poseyendo las cualidades, quien ha sido seleccionado como
obispo de la congregación-es anciano hecho por el Espíritu Santo. Es posible que parece ser el culpable de
cosas que le declaran indigno de ser anciano, pero aun en tal caso debe de recibir una audiencia justa. Es
nada menos que espíritu de motín que uno, teniendo disgusto para con los ancianos, proponga la renuncia
de ellos, y trate de llevarlo a cabo por medio de voto popular, sin haberles dado a los ancianos oportunidad
de un juicio justo.
LA RENUNCIA
La superintendencia de una congregación es un deber puesto sobre un hombre calificado por la
congregación, y según la dirección del Espíritu Santo. Nadie puede renunciar un deber o responsabilidad
inocentemente. Tal vez sería mejor decir que no puede, pero no de ninguna manera renunciar su
superintendencia. Esquivar el cumplimiento de su deber, y rehusar cumplir su deber es pecado. Si un
hombre descubre que no posee las cualidades necesarias, sea justo con la congregación y consigo mismo, y
avise a la congregación que ya no puede ejercer en esa capacidad.
Entonces, estamos listos para contestar la pregunta que nos hicimos al principio: ¿
¿Cómo se elige un pastor?
Los líderes de la iglesia se escogen según su fidelidad a Dios, no por mayoría de voto.
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