Subido por ANGEL SAUL SERRANO ANGULO

Cuestionario 18 y 19

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Cuestionario: Práctica 18 y 19
Nombre: Angel Saúl Serrano Angulo
Código: 18100051
Profesor Encargado: Juan Jimenez
1. ¿Cómo se explicaría la infección transplacentaria por T. gondii?
La toxoplasmosis congénita tiene lugar en el caso de mujeres que contraen la infección
durante el embarazo. Los taquizoítos, que se multiplican durante los primeros días de la
infección, pueden atravesar la placenta en forma extracelular o intracelular, e infectar al
feto, con consecuencias muy graves. En la especie humana la transmisión congénita
sólo se produce una sola vez en la vida, dado que la presencia de inmunidad
antitoxoplasma en la madre antes del embarazo impide el paso trasplacentario del
parásito si hay reinfección.
Se produce en un tercio de las mujeres embarazadas cuando son afectadas por una infección
primaria con los taquizoitos en fase de división rápida, circulando por el torrente sanguíneo.
Esta transmisión generalmente tiene lugar en el curso de una infección materna silenciosa o
sin diagnosticar. Se sabe que la toxoplasmosis puede ser una causa de abortos espontáneos en
la mujer
La infección humana normalmente se produce por la ingestión de quistes u oocistos. En las
comunidades rurales y suburbanas, un porcentaje variable de gatos sufre infección al menos
una vez en la vida y liberan millones de oocistos al entorno. El ratón doméstico y otros
roedores pequeños, que son devorados por los gatos, constituyen un importante reservorio de
la infección por Toxoplasma. Existen varias vías de entrada al organismo 2
2. ¿La toxoplasmosis crónica permanece latente?
Los parásitos son liberados de los quistes intratisulares (bradizoitos) o de los oocistos
(esporozoitos) por el proceso digestivo en el tracto gastrointestinal del hospedero. Se
multiplican en los entericitos, y a continuación, los trofozoitos formados se diseminan por el
torrente sanguíneo o linfático parasitando las células de una variedad de órganos
particularmente tejidos linfáticos, músculo esquelético, miocardio, retina, placenta, y más
frecuentemente, el sistema nervioso central (SNC). Penetran en las células de forma activa
gracias a sus movimientos y a la producción de hialuronidasas y lisozimas 12; en algunas
ocasiones lo hacen por un procedimiento similar a la fagocitosis. En estas células se multiplican
por endodiogénesis, forman acúmulos citoplasmáticos y provocan lesiones tisulares como
consecuencia de la destrucción celular y una reacción inflamatoria subsiguiente, que consiste
típicamente en células mononucleares, algunos polimorfonucleares y edema. Este período de
proliferación corresponde a la fase aguda de la toxoplasmosis y es aquí donde el parásito es
más vulnerable a los fármacos. 2,7 La extensión de la necrosis tisular y la diseminación
dependen de la eficacia de los mecanismos inmunológicos humorales y celulares del
hospedero, incluso después de la respuesta inmunológica efectiva, no se erradican los
microorganismos. Se forman algunos quistes en estos órganos desde la primera semana de la
infección y permanecen latentes toda la vida del huésped, a menos que se produzca una
depresión de su sistema inmune, en cuyo caso una proliferación activa de los microorganismos
puede causar la reactivación de la enfermedad local y diseminación importante.
DEL LIBRO:
En los individuos cuyo sistema inmunitario es competente, la infección es casi siempre
asintomática. En algunos casos, o en los individuos inmunodeficientes o inmunosuprimidos, se
observa toxoplasmosis sintomática. Los síntomas son muy variables e inespecíficos e incluyen
fiebre, malestar general, linfadenopatía, miocarditis y encefalitis, todos los cuales son comunes
a otras enfermedades infecciosas, lo que dificulta el diagnóstico. La infección por T. gondii
puede persistir durante toda la vida del huésped sin ninguna complicación. Además, la
inmunidad antitoxoplasma protege al individuo contra cual quier reinfección, por toda la vida.
Sin embargo, en los individuos cuya respuesta inmune se encuentra suprimida o deficiente, la
toxoplasmosis puede ser grave, con consecuencias fatales; la más frecuente de las cuales es la
infección del sistema nervioso. Estos individuos forman grupos de riesgo, de los cuales se
puede hacer referencia a los pacientes enfermos de síndrome de inmunodeficiencia adquirida
(sida) o que han recibido tratamiento inmunosupresor. En el caso de los primeros, la
toxoplasmosis aguda suele s
3. En Sarcocystis ¿qué fase se realiza en el ganado y qué fase en el hombre?
Las especies de Sarcocystis, corresponden al grupo de protozoarios, parásitos intracelulares
que tienen un ciclo de vida, en la que intervienen necesariamente dos especies animales
presa-depredador, dentro los cuales una de ellas es el hospedero intermediario y otro es el
hospedero definitivo. La descripción del desarrollo inicial, se basa en estudios de S. cruzi en los
bovinos (Fayer, 1979; Fayer y Johnson, 1973) plantean que después de que el hospedero
definitivo libera ooquistes o esporoquistes a través de sus heces, los hospederos
intermediarios susceptibles ingieren estos esporoquistes diseminados en el pasto, agua y
otros, pasando directamente al intestino delgado.
Las paredes del esporocisto se abren y liberan cuatro esporozoitos móviles que migran a través
del epitelio intestinal, hacia las células endoteliales de las pequeñas arterias, por todo el
cuerpo. Después de unos 15 a 16 días, de haber ingerido esporoquistes, se produce la primera
reproducción asexual (esquizogonia o llamada también merogonia), en la cual se producen
numerosos merozoitos (células morfológicamente similares a los esporozoitos y bradizoítos).
Las generaciones posteriores de merozoitos se desarrollan en el flujo de sangre de las
arteriolas, vasos capilares, vénulas y venas, y culminan la reproducción asexual de la última
generación en los músculos. Después de 27 días de la ingestión de esporoquistes, los
merozoitos que constituyen la segunda generación (Trypanosoma Sarcocystsis), pueden ser
observados en la sangre periférica, donde algunos se mantienen sin reproducirse con uno o
dos núcleos.
En la tercera generación asexual aparecen los esquizontes multinucleados en los capilares de
todo el cuerpo. Los merozoitos de esta generación invaden las células musculares, para formar
metrocytes (células madre), e iniciar su formación. Los sarcocystos, inician su acción como un
organismo unicelular el cual contiene un solo metrocito y que a través de repetidas
multiplicaciones asexuales se acumulan numerosos metrocitos, por tanto también aumenta el
tamaño del sarcocystis. Los metrocitos de forma redondeada aun son no maduros, hasta
transformarse en organismos infecciosos y adquieren la forma de media luna denominados
bradizoítos (que proviene del griego brady = lento, zoite = pequeños animales).
Este proceso de maduración varía en cada una de las especies, como media se tiene 2 meses o
más hasta la formación de bradizoítos y sarcocystos dentro el huésped definitivo los cuales
pueden vivir durante meses o años. Los sarcocystos de cada especie varían en tamaño, que
van desde tamaños microscópicos hasta macroscópicos, también varían en longitud y
circunferencia, además que los sarcocystos desarrollan paredes estructuralmente distintas,
que varían en espesor, en los cuales se encuentran numerosos bradizoítos. Los sarcocystos se
encuentran prácticamente en todos los músculos estriados del cuerpo, incluyendo la lengua, el
esófago y el diafragma, también en el músculo cardíaco y en menor medida en el músculo liso.
Los sarcocystos también se han encontrado en pequeñas cantidades en el tejido neural, como
en la médula espinal, el cerebro y las fibras de Purkinje del corazón. Los seres humanos al
parecer son huéspedes accidentales como hospederos intermediarios, en el desarrollo de
sarcocystos en los músculos estriados, porque que hay poca o ninguna oportunidad de que
puedan mantener un ciclo de vida ya que los seres humanos no son frecuentemente comidos o
expuestos a las heces de un hospedero definitivo carnívoro.
Las etapas dentro el huésped definitivo (Predador), prosiguen después
de que este ha consumido carne contaminada con sarcocystos. La pared del
sarcocysto se rompe mecánicamente para dejar salir a los bradizoítos, estos
bajo movimientos propios penetran las células de la lámina propia
intestinal. En esta etapa cada bradizoíto intracelularse convierte en
microgametos, es decir gametos femeninos y masculinos. Después de la
unión sexual de los dos gametos, el citoplasma del macrogameto
experimenta un desarrollo secuencial (esporogonia) y se convierte en un
ooquiste maduro que contiene dos esporoquistes. A continuación los
ooquistes pasan a la luz intestinal para formar parte de las heces del
cuerpo, la pared del ooquistes es delgada y a menudo se rompe, liberando
esporocistos individuales, los que pueden ser observados en las heces. Los
esporocistos de la mayoría de las especies miden aproximadamente 10 x 15
mm, contienen cuatro esporozoitos y un discreto cuerpo residual granular,
estos son potencialmente infecciosos para los huéspedes intermediarios
susceptibles.
4. ¿Qué métodos de diagnóstico se están utilizando para la Toxoplasmosis y la
Sarcocistosis?
Toxoplasmosis
Las pruebas que se utilizan para
diagnosticar la toxoplasmosis en
humanos son similares a las que se
emplean en animales. La detección
directa del parásito, especialmente
mediante PCR o bioensayo en ratón, es
útil para diagnosticar infecciones
congénitas en el útero, con una muestra
de líquido amniótico. La detección
directa también es particularmente útil
en pacientes inmunodeprimidos, que
pueden tener respuestas serológicas
tardías y / o títulos de anticuerpos bajos.
Sarcocistosis
Las infecciones intestinales se pueden
diagnosticar mediante la detección de
esporoquistes esporulados en las heces con
la técnica de flotación con sulfato de zinc.
Se pueden encontrar sarcoquistes en los
músculos mediante examinación
microscópica de una biopsia muscular. En
ocasiones, se pueden visualizar sarcoquistes
en los músculos mediante tomografía axial
computarizada (CT) o resonancia magnética
(MRI). También puede ser útil realizar un
hemograma completo para detectar
eosinofilia.
Entre las pruebas serológicas empleadas se
Pueden emplearse diversas muestras de
tejido, sangre, material de lavado
broncoalveolar, LCR u otros fluidos
corporales. La posibilidad de una
infección subclínica preexistente (es
decir, quistes tisulares) complica la
interpretación de la prueba en la
enfermedad adquirida postnatalmente.
Las técnicas de tomografía
computarizada y las imágenes por
resonancia magnética (MRI) a veces son
útiles en casos de toxoplasmosis
cerebral, y la ecografía puede usarse para
detectar anomalías en el feto.
Los casos posnatales a menudo se
diagnostican con pruebas serológicas.
Muchos tipos de ensayos, incluidos los
que se utilizan en animales, están
disponibles para humanos. Se realizan
pruebas específicas de IgM y / o títulos
de IgG emparejados cuando es
importante conocer el momento de la
infección, por ejemplo, en una mujer
embarazada. Una prueba de IgM
negativa sugiere que la infección no fue
reciente; sin embargo, una prueba
positiva puede ser difícil de interpretar.
Si bien generalmente sugiere una
exposición reciente o una infección
activa en curso, los títulos de IgM
ocasionalmente persisten durante más de
2 años en individuos sanos. Por el
contrario, la IgM puede estar ausente,
especialmente durante infecciones
reactivadas en personas
inmunodeprimidas. Debido a que la mala
interpretación de las pruebas puede
resultar en un tratamiento innecesario,
las pruebas en mujeres embarazadas a
menudo se remiten a un laboratorio de
referencia. En los EE. UU., Los Centros
para el Control y la Prevención de
Enfermedades (CDC) recomiendan que
todos los positivos de IgM en mujeres
embarazadas sean verificados por un
laboratorio de referencia de Toxoplasma
como los CDC o el Laboratorio de
Serología de Toxoplasmosis, Palo Alto
Medical Foundation, antes de iniciar el
tratamiento. Una prueba de avidez de
encuentran: la prueba de
inmunofluorescencia indirecta de
anticuerpos y la inmunotransferencia. La
inmunotransferencia se considera útil en
infecciones musculares, pero no es valiosa
para las infecciones intestinales. Las
pruebas serológicas pueden no estar
ampliamente disponibles
IgG, disponible en laboratorios de
referencia, puede estimar el tiempo de
infección en la madre. Los anticuerpos
de alta avidez tardan meses en
desarrollarse e indican que la infección
no fue reciente.
Los bebés recién nacidos generalmente
se someten a pruebas de IgM e IgG y, a
veces, de IgA, mediante ELISA o
ensayos de aglutinación
inmunoabsorbente (ISAGA). La
placenta, la sangre del cordón umbilical
y / o el bebé a menudo se analizan al
nacer, pero es posible que se necesiten
muestras repetidas para excluir falsos
positivos o negativos. La contaminación
por IgM e IgA de la madre suele
desaparecer poco después del
nacimiento. Los anticuerpos maternos
IgG contra T. gondii pueden persistir
durante muchos meses. La sensibilidad
de la prueba puede verse afectada por si
la madre recibió tratamiento durante el
embarazo y cuándo se infectó el feto. La
inmunotransferencia (Western blot)
puede comparar los patrones de
anticuerpos en la madre y el bebé poco
después del nacimiento, para ayudar a
distinguir la fuente de los anticuerpos de
un bebé. Sin embargo, esta prueba es
cara y generalmente se usa solo en
circunstancias específicas. La PCR
puede detectar ácidos nucleicos en el
LCR, la orina o la sangre de los recién
nacidos. La toxoplasmosis ocular a
menudo se diagnostica mediante la
observación clínica y la respuesta al
tratamiento. La PCR del humor acuoso y
una comparación de la producción de
anticuerpos local versus sistémica
pueden ser útiles en algunos casos. La
producción de anticuerpos oculares
puede ser impredecible en pacientes
inmunodeprimidos
Referencias:
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Recuperado en 05 de septiembre de 2020, de http://www.scielo.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S240916182018000300021&lng=es&tlng=es.
Martín-Hernández I, García-Izquierdo SM. Toxoplasmosis en el hombre. Bioquimia.
2003;28(3):19-27.
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