Rama de la ética que promueve principios y valores entre los profesionales médicos: respeto y conciencia en el tratamiento de pacientes. Rama de la ética que promueve principios y valores entre los profesionales médicos: respeto y conciencia en el tratamiento de pacientes. El Servicio Departamental de Salud (SEDES) de Oruro instruyó la realización de una auditoría médica al caso de la joven universitaria, Abigail Gonzales Durán, cuya familia denunció que murió a causa de negligencia médica de parte de médicos cubanos. La joven de 23 años era estudiante de Contaduría Pública de la Universidad Técnica de Oruro. En agosto, la universitaria fue intervenida quirúrgicamente en dos ocasiones por problemas con la vesícula, pero falleció. En la autopsia se constató que le habían dejado gasas al interior de su cuerpo, por lo cual la familia de Abigail inició una demanda por homicidio culposo contra los médicos cubanos que la atendieron. El director del SEDES de Oruro, Jesús Ignacio, indicó que con la auditoría médica se conocerá las causas del fallecimiento de la estudiante universitaria, y si existe responsabilidad de los médicos. "Esperamos que a un corto plazo ya lo concluyan esta auditoría, y ya tengamos el dato correspondiente", dijo el funcionario. Ignacio indicó que el SEDES tiene conocimiento de que la joven fue intervenida quirúrgicamente y que, al no recuperarse totalmente, de nuevo se le hizo otra cirugía. Señaló que se trataron de procedimientos riesgosos. Un cirujano británico habría dejado su firma en el hígado de un paciente trasplantado.Un cirujano del hospital Reina Elizabeth, en la ciudad inglesa de Birmingham, habría grabado sus iniciales en al menos un hígadode un donante implantado en un paciente, aseguró el diario The DailyTelegraph. El caso salió a la luz luego de que otro médicoencontrara las letras "SB" grabadas en el órgano durante una segunda operación. El servicio nacional de salud británico NHS puso en marcha una investigación, aunque de momento no confirmó la denuncia. Las iniciales serían las del doctor Simon Bramhall, un hombre de 48 años que practicó cientos de trasplantes, y que habría sido suspendido. Según el DailyTelegraph, el especialista grabó las iniciales con ayuda de gas argón, un producto utilizado para sellar los vasos sanguíneos, en al menos un hígado. De acuerdo con el diario, se teme que no se trate de un caso aislado. La denuncia publicada por el diario forma parte de un reportaje más amplio sobre errores cometidos en el sistema de salud pública británico. Una investigación sacó a la luz 148 casos que no debieran haber ocurrido, desde el tratamiento de partes del cuerpo equivocadas hasta la implantación de órganos equivocados pasando porinstrumentos abandonados en cuerpos tras operaciones.