Géneros (Tramas) Según Snyder Bases Existen tres aspectos fundamentales para entender las categorías o tramas según Snyder, las cuales son: La época: Tiempo en el que transcurre la historia, es diferente una historia ambientada en los 70s a una historia ambientada en la época medieval. El lugar: Espacio físico donde está ambientada la historia; USA, Asia, un planeta lejano, etc. El universo: El universo son todas aquellas dinámicas y estructuras que rigen las bases con las que funciona la historia. Un universo se diferencia del lugar porque el universo habla de cómo funciona la dinámica del lugar, por ejemplo: un instituto o escuela tiene una dinámica específica, muy diferente a la de una cárcel o el mundo de la moda. Géneros Un monstruo en casa. Aunque podamos encontrarlo en películas como Tiburón, Alien, Scream, Saw, El resplandor o series como Stranger Things, el argumento de “un monstruo en casa” se remonta al Minotauro y el laberinto de la antigua Grecia o las leyendas de caballos y dragones de la Edad Media. Para que una película se pueda incluir en este epígrafe debe tener tres elementos: ● Un monstruo. Este monstruo tiene poderes sobrenaturales y puede ser “de verdad”, como en Tiburón, Parque Jurásico o Stranger Things; puede ser “doméstico”, como los muy humanos de L a mano que mece la cuna y D e repente un extraño; puede ser “un monstruo en serie”, como los psicópatas de las películas de terror como Scream y Psicosis; o también uno “sobrenatural” que simbolice el mal como en E l exorcista y T he Ring. ● Una casa. Este monstruo ataca o invade una “casa”, es decir un espacio cerrado donde habita una familia, un pueblo o “el mundo”. Este espacio puede ser muy reducido y asfixiante, como el sótano de Saw o la base submarina de A byss; aislado como el hotel de El resplandor o la nave de Alien; o un pueblo entero como en S cream o Stranger Things. ● Un pecado. El monstruo es atraído a la casa gracias al pecado de alguno de sus habitantes: la infidelidad de A tracción fatal, anteponer el bien personal al común en Tiburón, hacer experimentos poco éticos en Stranger Things o poner por delante la carrera profesional a la familia en El exorcista. El vellocino de oro Presente en muchas roads movies, el argumento de “el vellocino de oro” tiene su origen en la leyenda de Jasón y los argonautas: Jasón reúne un grupo de fieles y emprende un viaje para recuperar el vellocino de oro y convertirse en rey. Hay muchos subgéneros: El “vellocino de amistad”, de tono ligero, presente en películas como Entre copas o Pequeña Miss Sunshine; el “vellocino épico”, muy parecido a su precedente griego, como demuestran S tar Wars y Salvad al soldado Ryan. En el “vellocino solitario” el protagonista emprende el viaje solo, sin acompañantes, como en A propósito de Schmidt y Náufrago; en el “vellocino de deportes” la recompensa o vellocino es el campeonato que hay que ganar, y podemos verlo en películas como Hoosiers: más que ídolos o El castañazo; y luego está lo que Snyder denomina “El vellocino de granujas”, con películas como Ocean´s Eleven o Italian Job, donde el vellocino es un tesoro guardado a buen recaudo. Para que una película se pueda incluir en este epígrafe debe tener tres elementos: ● Un camino. Este camino puede cruzar océanos, el tiempo o una simple calle, pero es lo suficientemente largo para que el protagonista pueda crecer. ● Un equipo. El equipo o un simple amigo, es necesario para que el héroe cumpla su misión. Normalmente representa cualidades que el protagonista no tiene: cierta habilidad, experiencia, actitud. ● Una recompensa. La meta o recompensa tiene que ser algo primario: volver a cas, encontrar un tesoro, reivindicar un derecho. La lámpara maravillosa. Estas historias tienen su esencia en la magia, ya sea provocada por una alfombra voladora, un guisante mágico o el hechizo de una bruja y comparten una advertencia: cuidado con lo que deseas. Unas veces se trata de una “lámpara corporal”, y los protagonistas cambian de edad, género y hasta de especie, como en Big y Este cuerpo no es el mío; luego está la “lámpara objetual” con elixires, fórmulas o tótems que provocan la transformación para ser más atractiva, como en Poción de amor nº9, para ser delgado y sexy, como en El profesor chiflado, o tener un mando a distancia que pone la vida en cámara rápida, como en Click. También están las “lámparas angelicales”, con apariciones de seres sobrenaturales como ¡Oh, Dios! y Cocoon; y la “lámpara maldita” donde un protagonista se encuentra con unos poderes que quizás no ha pedido y aprende gracias a ellos una lección, como en Mentiroso Compulsivo y ¿En qué piensan las mujeres?; y por último la “lámpara surrealista”, películas en las que el mundo cambia por medio de una magia relacionada con la ciencia y el protagonista entra a formar parte de un universo paralelo, como en Atrapado en el tiempo y El efecto mariposa. Para que una película se pueda incluir en este epígrafe debe tener tres elementos: ● Un deseo. El héroe u otro personaje piden un deseo que es concedido, además está la necesidad imperiosa de escapar del mundo corriente. ● Un hechizo. Aunque se escape a la lógica normal, existe un hechizo que se ciñe a unas reglas lógicas. ● Una lección. El tema de todas las lámparas maravillosas es “¡cuidado con lo que deseas!”. Porque la vida está bien tal como es. Un tío con un problema. En estos relatos los héroes, tipos normales que no se meten con nadie, se ven abrumados por las circunstancias y, sin que tengan ninguna culpa, son arrastrados por la corriente y deben sobrevivir. Hay varios subgéneros: un “problema de espías”, en el que un hombre o mujer debe enfrentarse a agentes secretos como en Con la muerte en los talones y La red; o “un problema con la policía” cuando el protagonista además de luchar contra los malos lo hace con la policía como en L a jungla de cristal o El fugitivo. También puede ser “un problema doméstico”, como en Durmiendo con su enemigo y Sola en la oscuridad, cuyas protagonistas se dan cuenta de que su casa no es el lugar seguro que pensaban; y los “problemas de la naturaleza”, historias que nos muestran lo solos que podemos estar en la lucha con una enfermedad (El aceite de la vida), contra un animal salvaje (El viejo y el mar), o las condiciones extremas de supervivencia (Viven); y también puede llegar a ser un “problema épico” cuando de lo que se trata es de salvar al mundo, como en Armagedón y Estallido. Para que una película se pueda incluir en este epígrafe debe tener tres elementos: ● Un héroe inocente, que se ve envuelto en un gran embrollo sin buscarlo y tal vez sin ni siquiera darse cuenta. ● Un acontecimiento repentino, que arrastra a nuestro protagonista a un mundo de penalidades y sufrimientos, y llega sin previo aviso. ● Una batalla a vida o muerte, en la que está a juego la supervivencia de un individuo, una familia, un grupo o la sociedad entera. Ritos de iniciación. De la pubertad a la madurez o la muerte, en todas las culturas existen ritos de iniciación. Y al igual que en la vida solo cuando el héroe asume su verdadero yo, con todas sus imperfecciones, termina su tormento. El “rito de la edad madura” suele ser la típica crisis de los cuarenta, como la que sufre el protagonista de la película 10, la mujer perfecta al enamorarse de Bo Derek; las batallas por el abandono, el divorcio y la custodia de los hijos son parte del “rito de la separación” en Kramer contra Kramer y La guerra de los Rose. La pubertad y los altibajos del crecimiento definen el “rito de la adolescencia” en American Pie y Thirteen; los “ritos de adicción” tratan del abuso del alcohol y las drogas como en Trainspotting o Días de vino y rosas; y para terminar toca aceptar el hecho del final de la vida en el “rito de la muerte” como en All That Jazz. Para que una película se pueda incluir en este epígrafe debe tener tres elementos: ● Un problema vital, como la pubertad, la crisis de los cuarenta o la muerte, es decir umbrales de cambio universales que todos los públicos pueden entender. ● Un camino equivocado para resolver el misterioso problema, que normalmente no es más que un modo de evitar el dolor. ● Una solución que tiene que ver sobre todo con la aceptación de una verdad difícil con la que el protagonista se ha estado enfrentando, y con darse cuenta de que es él quien tiene que cambiar y no los que le rodean. Amor de colegas. El término “amor de colegas” Snyder lo utiliza para referirse a las películas que tratan sobre la vida de dos personas que son más felices juntas que separadas, ya sean dos amigos o dos enamorados. Existen varios subgéneros, puede ser “amor de mascotas” como en Lasie o Liberad a Willy; o “amor de comedia romántica”, como en Tienes un e-mail o Cuando Harry encontró a Sally, donde los “colegas” son una pareja que no puede evitar enamorarse aunque tenga todo en contra. También podemos encontrar el subgénero de un “amor de profesionales”, como en Arma letal o Dos hombres y un destino; de un “amor épico” cuando hay acontecimientos importantes que unen a nuestros amantes, como en Titanic o Lo que el viento se llevó; o de un “amor prohibido”, como el de Brokeback Montain o La bella y la bestia. Para que una película se pueda incluir en este epígrafe debe tener tres elementos. ● Trata de u n h éroe incompleto a quien le falta algo físico, ético o espiritual, y necesita otro para estar completo. ● Un complemento que facilite que el héroe “se complete”. ● Una complicación, que puede ser un malentendido, diferencias personales o éticas, un acontecimiento histórico o la desaprobación social. Esta complicación les separa… pero en realidad es la que les mantiene unidos. ¿Por qué lo hizo? En este tipo de argumentos muestran a uno o varios protagonistas que intentan descubrir un crimen y el secreto que hay tras él. Un “¿por qué lo hizo?” puede ser “cine negro”, es decir un detective envuelto en un mundo oscuro, como en El halcón Maltés o Chinatown; también puede ser un “¿por qué lo hizo? (político)”, que se desarrolla en las dependencias del Estado o de la empresa, como en Todos los hombres del presidente o El jardinero fiel; o el “¿Por qué lo hizo? (fantástico)”, donde la investigación sucede en otro mundo, como en Blade Runner o Sexto sentido. En el “¿por qué lo hizo? (policiaco)” el protagonista es un hombre de la ley que sigue, o no, las normas, como Instinto básico o Fargo; y por último el investigador aficionado de los “¿por qué lo hizo? (personales)”, un civil que se ve envuelto en la investigación por simple curiosidad o para salvar a alguien, como en La ventana indiscreta o Mystic River. Para que una película se pueda incluir en este epígrafe debe tener tres elementos. ● Un detective que cree que ya ha visto todo pero que no sabe lo que va a encontrarse. ● Un secreto e s muy fuerte y nosotros debemos descubrirlo junto al protagonista. ● Un giro oscuro, es el momento en que el detective rompe las reglas, las suyas y las de la sociedad, convirtiéndose en parte implicada del delito. El triunfo del tonto. El siguiente argumento de Snyder hace alusión a los típicos cuentos protagonizados por el tonto del pueblo en los que es menospreciado por los demás y, al final, son los demás quienes acaban siendo los verdaderos tontos de la historia. En el subgénero el “tonto disfrazado”, el protagonista asume la identidad de otra persona, a menudo del sexo opuesto, como en Tootsie o Señora Doubtfire; en el “tonto político” el personaje principal es el bufón de la corte que otros toman por sabio, como en Dave, presidente por un día o P rincesa por un día. También encontramos el “tonto sexual”, que parece un iniciado y, en realidad, es un inocente virginal como en El gurú del sexo o Virgen a los 40; este género también incluye el “tonto fuera del agua”, que hace referencia al cuento del “pez fuera del agua”, donde un pez sale de su medio donde no es reconocido y llega a tierra firme donde encuentra su lugar en el mundo, como en Una rubia muy legal o Cocodrilo Dundee; y por último el “tonto social”, que es el tonto encargado de sacar a la luz los prejuicios de los típicos que creen saberlo todo, como en Forrest Gump y Despertares. También hacen falta tres elementos para incluir a una película en esta categoría. ● Un tonto, al que nadie tiene en cuenta y cuya inocencia es su punto fuerte ya que casi nunca es consciente de su propio potencial. ● Un establishment, la gente o el grupo a los que el tonto hace frente, bien desde dentro, bien después de que lo manden a un lugar nuevo en el que no encaja de ninguna manera. ● Una transmutación por la que el tonto se convierte en alguien completamente nuevo, bien por accidente o porque se ve obligado a disfrazarse. Soy un interno. Este género surge cuando se forma un grupo, florece un negocio o se reúne una familia y uno de sus miembros debe decidir entre unirse a los demás o no, hacer las cosas a la manera del grupo o a su manera. Podemos encontrarnos con “el interno en el ejército”, con películas como M*A*S*H o La chaqueta metálica donde el protagonista se rebela contra el estamento militar; también está “el interno en la empresa”, donde hace frente a la jerarquía y ambiente empresarial, como en Network (Un mundo implacable) o Cómo eliminar a tu jefe. Luego está el “interno en la familia”, en películas como Uno de los nuestros o Los Tenenbauns, una familia de genios; también el “interno con problema”, donde un reparto diverso se las tiene que ver con un tema muy concreto (Babel, Crash); y por último un subgénero que muestra cómo el adoctrinamiento es muy corriente en los grupos, “el interno y el mentor” se ve en películas como Walt Street o El diablo se viste de Prada. Para que una película se pueda incluir en este epígrafe debe tener tres elementos. ● Un grupo único: una familia, una organización o una empresa. ● La historia consiste en una elección, en un conflicto que enfrenta a un rebelde, a un ingenuo o a un hombre de empresa frente al grupo. ● Por último debe haber un s acrificio que conduce a uno de estos tres finales: unión, destrucción o… “suicidio”. Superhéroes. Desde la tradición griega nos llegan las historias de los dioses, o personas especiales, que bajan del Olimpo para salvar a los hombres de sí mismos. Hay una larga tradición de salvadores: Jesucristo, Moisés, Hércules, Juana de Arco… Spiderman. Nada es fácil para ellos, saben que son especiales y deben salvar a los hombres aunque no reciban nada a cambio. En el subgénero “superhéroe de pueblo”, un civil cualquiera se eleva por encima de los demás para hacer frente a un gran reto,es lo que le sucede a Robin Hood, a el Zorro o al protagonista de Gladiator; también están los “superhéroes de cómic”, como los clásicos Spiderman, Superman oB atman. También están los “superhéroes de la vida real”, como Jesucristo, Juana de Arco o Lawrence de Arabia; y los “superhéroes de fantasía” que se dedican a salvar a los mundos de ficción como en Matrix o Tigre y dragón; y por último los “superhéroes de cuento” que habitan las historias de dibujos animados como El rey León y Mulan, cuentos infantiles basados en la clásica leyenda del “elegido”. Y los tres elementos necesarios para engrosar este género son: 1. El poder. E l héroe de la historia debe poseer u n poder especial, aunque solo sea una misión para ser grande y hacer el bien. 2. Su némesis o antítesis. Es decir un malo que tiene igual o mayor fuerza que él y se opone a su triunfo; es la versión “hecho a sí mismo” del héroe. 3. La maldición. El héroe debe ser víctima de una maldición; y la superará o no, pero es el precio de ser quien es.