Las murallas de Constantinopla www.nuevatribuna.es Lord Byron, a comienzos del siglo XIX, escribió una carta a su madre en la que le decía que no había visto nada, ni en el arte ni en la naturaleza, como estas Murallas. Son una serie de murallas de piedra que han rodeado y protegido la ciudad de Constantinopla desde su fundación como la nueva capital de la Imperio Romano por Constantino el Grande. Inicialmente construida por Constantino el Grande, las paredes rodeaban la ciudad nueva por todos lados, protegiéndola contra el ataque de mar y tierra Con numerosas adiciones y modificaciones durante su historia, fueron la última gran fortificación de la antigüedad y uno de los sistemas más complejos y elaborados jamás construido. Inicialmente construida por Constantino el Grande, las paredes rodeaban la ciudad nueva por todos lados, protegiéndola contra el ataque de mar y tierra. Como la ciudad creció, la famosa línea doble de las paredes de Theodosian fue construida en el siglo V. Aunque las otras secciones de las paredes eran menos elaboradas, cuando bien servido, eran casi inexpugnables para cualquier sitiador medieval, salvar la ciudad y la Imperio bizantino con él, durante el asedio de la avaros, árabes, rusos, y búlgaros, entre otros. El advenimiento de la pólvora y el uso de los cañones para el asedio hizo que las fortificaciones fueran mucho más vulnerables. La tecnología de la artillería no estaba lo suficientemente avanzada como para capturar la ciudad por sí mismo. Los muros podían ser reparados entre recargas. La ciudad cayó en manos de los otomanos el 29 de mayo de 1453, tras un asedio de seis semanas. Los muros se mantuvieron en gran parte intactos durante casi toda la época otomana, hasta que algunas zonas comenzaron a ser desmanteladas en el siglo XIX, pues la ciudad por su crecimiento necesitaba superar sus límites medievales. A pesar de la posterior falta de mantenimiento, muchas partes de los muros sobrevivieron y están aún en pie hoy en día. Un programa de restauración a gran escala se ha producido desde la década de 1980. Durante los años 324-336 la ciudad fue completamente reconstruida e inaugurada el once de mayo de 330 bajo el nombre de “Segunda Roma”. El nombre que finalmente prevaleció fue Constantinopla. Según la tradición, la ciudad fue fundada por colonos griegos de Megara, dirigidos por Byzas, alrededor del año 658 a.C. La ciudad consistía en una pequeña región alrededor de una acrópolis, situada en la colina oriental, lo que hoy sería el palacio de Topkapi. Byzantium fue relativamente poco importante durante el período romano temprano. El emperador Severo reconstruyó sus murallas y la dotó de muchos monumentos, incluyendo un Hipódromo y los Baños de Zeuxippos. Además, la dotó de un nuevo conjunto de murallas, situado unos 300-400 metros al oeste de las antiguas murallas existentes. Al igual que había hecho el emperador Severo, el emperador Constantino comenzó a castigar la ciudad por haberse puesto del lado de su rival político, pero pronto él también se dio cuenta de las ventajas de localización de Byzantium. Durante los años 324-336, la ciudad fue completamente reconstruida e inaugurada el once de mayo del año 330 bajo el nombre de “Segunda Roma”. El nombre que finalmente prevaleció fue Constantinopla. La ciudad fue protegida por un nuevo muro de 2,8 km al oeste del muro levantado por el emperador Severo. Estas murallas consistieron en un solo muro, reforzado con torres a distancias regulares, que comenzó a construirse en el año 324 y se completó bajo su hijo, el emperador Constancio II. Se conoce solamente de forma aproximada el recorrido de este muro. A principios del siglo V, Constantinopla había ampliado fuera del muro que había levantado el emperador Constantino; es la zona conocida extramuros, llamada Exokionion. El muro sobrevivió durante gran parte del periodo bizantino, aunque fue substituido por los muros de Teodosio como defensa primaria de la ciudad. El muro interior de la ciudad quedó muy deteriorado por el terremoto del 25 de septiembre del año 478. Los nombres de un número importante de puertas de la muralla de Constantinopla sobreviven, pero historiadores debaten su identidad y su ubicación exacta. Los muros de Teodosio Los muros de Teodosio están situados a dos km al oeste de la antigua muralla de Constantino, y fueron construidos durante el reinado del emperador Teodosio II entre los años 408-450. El trabajo se llevó a cabo en dos fases, la primera fase, se levanta durante la minoría de Teodosio bajo la dirección de Anthemius y fue terminada en el año 413. Una inscripción descubierta en el año 1993, nos dice que el trabajo de construcción duró nueve años, iniciándose su construcción en el año 404/405, durante el reinado del emperador Arcadio (395-408). Esta construcción inicial consistió en una sola cortina con torres, que ahora forma el circuito interno del muro de Teodosio. Las murallas fueron severamente dañadas por los terremotos de 437 y 447 Las murallas fueron severamente dañadas por dos terremotos, de los años 437 y 447. Este último terremoto fue especialmente potente y destruyó las partes más elevadas del muro, incluyendo alguna torre. Terremotos posteriores, incluyendo otro importante en enero de 448, agravan el daño. Teodosio II ordenó al Prefecto supervisar las reparaciones, pues la ciudad estaba amenazada por la presencia del rey de los hunos, Atila, en la región de los Balcanes. Los muros fueron restaurados en un récord de 60 días. A lo largo de su historia, los muros fueron dañados por los terremotos y las inundaciones del río Lycus. Las reparaciones se llevaron a cabo en numerosas ocasiones, como queda atestiguado por las numerosas inscripciones conmemorativas de los emperadores. Después de la Conquista Latina del año 1204, los muros cayeron cada vez más en peor estado de conservación y el Estado Bizantino careció de los recursos necesarios para mantenerlos, excepto en tiempos de amenaza directa. Los muros de Teodosio se extienden por unos 5,7 km de sur a norte, desde la “Torre de mármol”, también conocida como la “Torre de Albahaca y Constantina” a la zona de la Palacio de los Porfirogénitos. Desde el mar de Mármara, el muro gira bruscamente hacia el noreste, hasta llegar a la Puerta de Oro, a unos catorce metros sobre el nivel del mar Los muros situados entre el Blachernae y el Cuerno de Oro no sobreviven, ya que la línea de los muros más tarde fue traída más adelante para cubrir el barrio de Blachernae, y su trazado original es imposible de determinar, ya que se encuentra enterrada bajo la ciudad moderna. Desde el mar de Mármara, el muro gira bruscamente hacia el noreste, hasta llegar a la Puerta de Oro, a unos catorce metros sobre el nivel del mar. Desde allí y hasta la puerta de Rhegion sigue una línea más o menos recta hacia el norte. De allí, el muro da vuelta hacia el noreste, subiendo hasta la puerta de San Romanus, situado cerca de la cima de la colina a unos 68 metros sobre el nivel del mar. De allí, el muro desciende hacia el valle del río Lico, donde alcanza su punto más bajo a 35 metros sobre el nivel del mar. El complejo sistema defensivo de la ciudad se organizaba de esta manera: A) El foso. Tiene 18 metros de ancho, en su extremo se sitúa un parapeto que cubriría al Parateichon. Solo se llenaba en ocasiones de extremo peligro. B) Primera muralla. Tras el foso, a dos metros de altura sobre el nivel de las aguas. C) El Parateichon. Lugar para transitar las unidades militares de vanguardia. D) Segunda muralla. Aproximadamente tiene ocho metros de altura con 96 torres cuadrangulares o de media luna, que se alternaban con las torres de la tercera muralla. Contaba con varias puertas que servían de conexión entre el Parateichon y el Peribolo. E) El Peribolo. Realiza la misma función que el Parateichon, que era el camino por donde transitaban las tropas de defensa. En este caso su anchura era de 15 a 20 metros, menor que la del Parateichon y era por donde los defensores podían moverse de una sección a otra sin exponerse a los proyectiles enemigos. F) Tercera muralla: La más imponente y majestuosa de las tres, contaba con armas defensivas como balistas, catapultas y cañones. Sus 96 torre con una altura de entre 18m a 20m, alternaban con las de la segunda muralla, formando un muro infranqueable para el invasor. Esta muralla tiene de 8 a 12 metros de altura, aunque hay tramos que llega a los 13m, y con 5 metros de grosor. El muro estaba construido con piedra caliza reforzada por hileras de ladrillo rojo. Sin duda constituía todo un desafío atreverse a atacar Constantinopla. La Puerta de Oro, resulta ser una de las más famosas de la ciudad, solo el emperador podía entrar por ella después de una gloriosa victoria. A la línea de murallas había que añadir las fortificaciones que defendían los dos lados situados en el mar. Eran murallas no tan impresionantes como las que se levantaban ante los posibles ataques terrestres. Las fuertes corrientes hacían poco posible en asalto desde el mar de Mármara, mientras que una gran cadena protegía el Cuerno de Oro de cualquier flota. Fue precisamente por las murallas del Cuerno de Oro por donde penetraron los cruzados en el año 1204, tras forzar la entrada en el resguardado brazo de mar, cortando la cadena que protegía la ciudad en el mar. -A lo largo de la historia, la muralla de Constantinopla resistió los siguientes asedios: -Avaros en el año 626. -Árabes en el año 674. -Árabes en el año 714. -Búlgaros en el año 813. -Rusos en el año 860. -Primera cruzada en el año 1097. -Cuarta Cruzada en el año 1204. Los cruzados tomaron parte de la muralla del Cuerno de Oro, pero todos sus intentos contra la triple muralla fracasaron. -Turcos en el año 1396. -Turcos en el año 1422. Finalmente en el año 1453 fue conquistada Constantinopla debido al uso de grandes cañones utilizados por Mehmet II que hicieron que la ciudad fuera conquistada por primera vez en su historia y se terminara el Imperio Bizantino y pasa a manos del mundo otomano. Los defensores de Constantinopla en este año de 1453 eran solamente ocho mil soldados. Había en sus murallas casi quinientas torres para la defensa del perímetro de la ciudad y dada la gran extensión de sus murallas supuso un enorme problema para las tropas que protegían la ciudad, ya que no tenían suficientes soldados para conseguir una defensa eficaz. A todo ello hay que añadir que no disponía de una potente flota que sí habían tenido en épocas anteriores y que sirviera para ayudar en la defensa de Constantinopla. La gran cadena del Cuerno de Oro fue superada por la flota de Mehmet II, lo cual todavía dificulto mucho más la defensa. Las enormes piezas de artillería que disponía el ejército de Mehmet II fue fundamental para el éxito de los asaltantes. Estos emplearon una táctica artillera muy importante, pues todos los proyectiles disparados tenían como objetivo la base de las murallas con lo que conseguían hacer un boquete de varios metros. Posteriormente para posteriormente disparar en una línea vertical que al unirse con el agujero producido en la base de la muralla, provocaba el derrumbamiento de una buena parte del muro y obligaba a desviar tropas a esas zonas descubiertas para reconstruir con los materiales del propio agujero. La llegada de la artillería provocó que este tipo de fortificaciones se convirtieran en obsoletas e inservibles. En el asedio final, que provocó la caída de la ciudad a manos de los otomanos en el año 1453, los defensores fueron como hemos visto muy superados por el número de soldados otomanos, aun así consiguieron repeler varios ataques frontales hasta que al final la ciudad tuvo que rendirse. Finalmente, el veintinueve de mayo los otomanos lanzaron el asalto definitivo y cuando el general genovés Giovanni Giustiniani cayó herido provocó una gran pánico en las fuerzas defensoras, lo que facilito la toma de la ciudad. Las murallas se mantuvieron en servicio durante los primeros siglos de dominación otomana. LA GUARNICIÓN DE LA CIUDAD Debemos saber que durante el imperio bizantino, la guarnición de la ciudad era bastante pequeña: la guardia imperial y el reloj de la ciudad pequeña, bajo la dirección del prefecto urbano disponía de la fuerza armada permanente sólo. Cualquier amenaza a la ciudad tendría que ser tratada por los ejércitos del resto de las provincias. En tiempos de necesidad, como el terremoto del año 447 o las incursiones de los avaros en el siglo VII, la población en general, que estaba organizada en gremios y las facciones del hipódromo, podían ser reclutados para la defensa de la ciudad junto a las tropas armadas o adicionales sería llevadas de los ejércitos provinciales. En los primeros siglos, la guardia imperial estaba formada por las unidades de la Excubitores y Scholae Palatinae. Justiniano II estableció las primeras nuevas unidades de guardias para proteger el recinto del Palacio imperial, mientras que en el siglo VIII, los emperadores, para hacer frente a las sucesivas revueltas estableció las tropas imperial tagmas como una élite militar leal a ellos. Las tropas tagmas fueron utilizadas para formar el núcleo de los ejércitos expedicionarios imperiales, y no estaban siempre presentes en muchos momentos cerca de la ciudad. La fortaleza de Rumeli hisarı, vista desde el Bósforo Las unidades de la guardia de Palacio establecidas por Justiniano II, se mantuvieron permanentemente estacionados en Constantinopla, acuartelado en el Distrito de Palacio o en varios lugares, como iglesias en desuso, en la capital. Las unidades presentes en la ciudad nunca fueron muy numerosas, pero se complementaban con varios destacamentos estacionados alrededor de la capital, en las regiones de Tracia y Bitinia. El pequeño tamaño de la guarnición de la ciudad fue debido a la intranquilidad que provocaban entre los emperadores y de gente de la plebe por igual, por temor a un levantamiento militar y debido a la considerable carga financiera que implica su mantenimiento. Además, una gran fuerza era en gran parte innecesaria, debido a la inherente seguridad proporcionada por las murallas de la ciudad. Además de las murallas de Constantinopla existían otras fortalezas exteriores previas con lo que todavía mejoraba la defensa de la ciudad Además de las murallas de Constantinopla existían otras fortalezas exteriores previas con lo que todavía mejoraba la defensa de la ciudad y ahí vemos las fortalezas Anadoluhisarı y Rumelihisarı que se encuentran al norte de Estambul, en el punto más estrecho de la Bósforo. Fueron construidos por los otomanos para controlar este canal estratégicamente vital en la preparación para su asalto final en Constantinopla. Fue construido por el sultán Bayezid I en el año 1394 y tenía una forma pentagonal, rodeada por una muralla con una altura de 25 metros. Mucho más grande y más elaborado la fortaleza de Rumeli que fue construido por el sultán Mehmed II en poco más de cuatro meses en el año 1452. Consta de tres grandes torres y una torre pequeña, conectadas por una muralla reforzada con trece torres pequeñas. Con cañones montados sobre sus torres principales, el fuerte dio el control completo de otomanos del paso de barcos a través del Bósforo, un papel claramente evocado en su nombre original “cortador del estrecho”. Después de la conquista de Constantinopla, sirvió como un puesto de control aduanero y de prisión, en particular para las embajadas de los Estados que estaban en guerra con el Imperio. Después de sufrir daños en el terremoto del año 1509, fue reparado y fue utilizado continuamente hasta finales del siglo XIX. La puerta de Belgrado