La excelencia en la Ofimática Los cambios y avances tecnológicos en materia educativa, sin duda ha dado pasos vertiginosos, en especial en la materia de ofimática. La ofimática, si bien es cierto, que no ha tenido apoyo gubernamental para el equipamiento de un aula laboratorio, la escuela ha puesto especial empeño para el aprendizaje de los jóvenes alumnos. En otro sentido, la implementación de programas de ofimática va más allá del desarrollo de habilidades y destrezas, más bien se requiere de potencializar las características natas de alumnos y alumnas, para una formación integral de excelencia. Como docente, una de mis principales metas es el promover en mis alumnos y alumnas la excelencia para que logren desarrollar todas sus capacidades intelectuales y personales, así mismo el fomentar el respeto, el trabajo entre pares y responsabilizarse de sus actos como parte de una estrategia integral, y como parte de una educación de calidad, son mi prioridad. Me queda claro que mi papel como docente de ofimática, conlleva un reto muy importante, al propiciar igualdad para todos, en mi aula taller no hay distinción de género, ni de condición social, distinción de razas o discapacidad intelectual; aquí los alumnos y alumnas se esfuerzan por resaltar sus características natas, como cualquier joven adolescente que necesita un espacio para expresarse ya sea verbal, corporal y espiritual. En el taller de ofimática, se trabaja en inclusión y equidad; aunque la materia de ofimática, no es exclusiva para mujeres, aún persisten muchos prejuicios para los varones en pleno siglo XXI. En esta asignatura las oportunidades de desarrollo son para todos. Así mismo, se promueve la excelencia, dígase de fortalecer el mejoramiento integral de los alumnos y alumnas, para que puedan desarrollar al máximo su enseñanza-aprendizaje, para lograr el perfil de egreso y continuar satisfactoriamente con su trayectoria estudiantil o laboral.