“El hecho de que la agricultura produzca entropía (degradación) y que los bosques produzcan neguentropía (entropía negativa, que aumenta el potencial energético), más que parecernos como normal, tendría que suscitarnos un cuestionamiento fundamental.” Daniel Henry, agrónomo. Las Maderas Rameales Fragmentadas Las maderas rameales fragmentadas (también se pueden encontrar en la literatura en español bajo el nombre de Astillas Verdes) permiten cultivar sin trabajar el suelo, sin abonos, y sin riego (o muy poco). Usando ramas recién picadas y esparcidas rápidamente al suelo, una pedofauna y una pedoflora muy diversas van a instalarse y a reproducir los mismos mecanismos que en un bosque, el cual es autosuficiente. Las maderas rameales fragmentadas (MRF) actúan como agradantes (en oposición a degradantes). Tienen la capacidad de empezar el proceso de pedogénesis. La pedogénesis es la creación de suelo. Es el proceso dinámico de creación del humus. Hay que entender que las MRF no son un abono, más bien son todo lo contrario de lo que es un compost. La idea es crear un suelo de bosque: en realidad el proceso de compostaje nunca se realiza de manera espontánea en un bosque. El procesamiento de la materia orgánica en un bosque se hace de una forma totalmente distinta. En un compost son las bacterias las que juegan el papel más importante (proceso de mineralización), por el contrario, en el bosque, como en las MRF, son los hongos los que juegan el papel más importante (proceso de humificación). En un bosque, la materia orgánica no se pone en pilas y el suelo del bosque no sube a temperaturas de 80 grados como puede ocurrir en una pila de compost. Más bien, la mayoría de los que utilizan MRF hablan de desperdicio de energía, si ponen a compostar las MRF. Sin embargo, a algunos que utilizan MRF les gusta hacer un pre-compostaje de las MRF a baja temperatura (40 grados) y por un periodo corto de 3 meses, con el fin de inocular microorganismos y de acelerar el proceso en el primer año. Un poco de historia Las maderas rameales fragmentadas (MRF), como técnica agronómica, nació hace unos 30 años en Québec (región francófona de Canadá). En los años 70, el Québec enfrentó una crisis social, económica, y ambiental. El viceministro de la agricultura y del bosque, Edgar Guay, buscaba alternativas. Un poco por casualidad y un poco por intuición, decidió hacer pruebas con desechos de la industria silvícola. En julio de 1978, se hace una prueba con desechos de madera de árboles hojosos, en una finca que produce cereal y que tiene carencia de materia orgánica. Se puso la madera fragmentada como cobertura del suelo. En un mes el suelo se oscureció y el cereal se desarrolló normalmente. La vida volvió al suelo y se formaron agregados, el suelo se estructuró y se suavizó. A principios de septiembre los análisis notaron un suelo recuperado, que pasó de un pH ácido hasta uno casi neutro, y sobre todo una proporción de materia orgánica que había pasado ¡del 3% al 6%! Además, sin que hubiera caído ni una sola gota de lluvia de junio hasta septiembre. En 1979, dos nuevas pruebas dieron como resultado cosechas fabulosas en fresas y en papas. Se lanzan entonces investigaciones y en 1982 Guay y un profesor de la Universidad de Laval, Gilles Lemieux, crean un grupo de investigación. El gobierno canadiense puso una patente sobre el procedimiento, pero Guay exigió que la patente fuera utilizable por todos, gratuitamente y sin distinción. Hoy, esta patente ya ha vencido. Durante los años que siguieron, Lemieux multiplicó las pruebas bajo todo tipo de clima (Québec, República Dominicana, Senegal, Costa de Marfil, Ucrania), pero por falta de recursos muchas pruebas no llegaron hasta el final. Sin embargo, siempre los resultados obtenidos fueron: cosechas más abundantes, de mejor calidad, economía de agua. En Senegal las MRF resolvieron el problema de nemátodos en los tomatales, en una región donde esta plaga es un problema muy serio. Podríamos pensar que las investigaciones iban a multiplicarse, pero fue al contrario lo que ocurrió. Lemieux nunca logró convencer a la FAO, al Banco Mundial, al IFOAM (Fundación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica), para colectar los fondos necesarios. Más bien, la mayoría de los científicos se burlaron de las MRF, y la investigación no se mantuvo en Québec. Ahora Lemieux está pensionado y el grupo de investigación ya no está activo. Pero las MRF llegaron a ser conocidas (Bélgica, Francia, Alemania, Madagascar…), y ahora se divulgan más que todo de forma popular (sin embargo, algunos agrónomos están investigándolas sobre todo en Bélgica y en Francia). Definiciones Basidiomycetes MRF ¿Cómo funciona? Con el tiempo las investigaciones han afinado la técnica de las MRF. El término MRF, Maderas Rameales Fragmentadas, designa ramas picadas o trituradas (fragmentadas) en pedacitos de unos 2 o 3 centímetros de largo. Hay que extenderlas directamente en el campo sin almacenarlas (para evitar que empiece un proceso de compostaje), Integrar esa cobertura a los 5 – 10 primeros centímetros del suelo. Luego, dejar que se desarrollen los hongos sin tocar más el suelo. Las ramas que se usan proceden de ramitas de un diámetro inferior a 7cm., de árboles hojosos (angiospermas) (los árboles resinosos (gimnospermas) pueden ser tolerados en mezcla hasta 20%). Se recomienda utilizar, cuando es posible, mezclas de varias especies de árboles hojosos (no una sola especie), e incluso, cuando esto es posible, se recomienda utilizar especies de árboles climácicos. Los árboles climácicos son las especies que llegan naturalmente de último en el ciclo del bosque (los que se encuentran en los bosques primarios, pero obviamente ¡eso no significa ir a cortar árboles en los últimos bosques primarios!). Las especies climácicas son interesantes, sobre todo por sus altas concentraciones en taninos. Sin embargo, no hay que focalizarse en este punto porque la técnica funciona muy bien con casi todo tipo de árboles hojosos. Lo que si se recomienda evitar, son algunos árboles como los eucaliptos, por tener compuestos nocivos para la pedofauna y los demás vegetales. Las ramas (o árboles muy jóvenes) que se usan como MRF son las partes más ricas en elementos del árbol. Allí se encuentran 75% de los minerales, de los aminoácidos, de las proteínas y de los catalizadores. No se recomienda utilizar (o en muy pocas proporciones) ramas muertas secas, porque ellas van a tener tendencia a chupar el agua del suelo en vez de mantenerlo húmedo. Además, las ramas muertas están empobrecidas en nutrimentos. Por extensión, el término MRF designa también los métodos culturales agrícolas innovadores, que por la introducción del material fragmentado en la capa superficial del suelo, crean un suelo tipo bosque. Las MRF favorecen la pedogénesis, el proceso que crea el humus. Su utilización se considera como esencial en agricultura orgánica, en agricultura de conservación y en la lucha contra la desertificación de los suelos. Esta técnica es utilizable para todas formas de cultivo: huertas familiares, hortelanos, agricultura, plantación de barreras vivas, silvicultura, arboricultura, reforestación, etc. ¡Ojo! Ningún tipo de palma y ningún tipo de bambú (monocotiledones) deben ser utilizados en esta técnica, pues por ser árboles que no tienen el mismo tipo de lignina no tendrían los resultados esperados. Basidiomicetes Basidiomicetes en el suelo Las Maderas Rameales contienen ligninas, celulosas y hemicelulosas, numerosas proteínas, todos los aminoácidos, casi todos los tipos de azúcares y almidones, y polisacáridos intermediarios. Contienen también numerosos sistemas enzimáticos, de hormonas, y sobre todo de polifenoles, aceites esenciales, terpenos, taninos y otros..., asociados, en diferentes grados, a todos los nutrimentos necesarios a la síntesis y a la regulación de la vida. Entre todos estos productos, muchos son muy frágiles como las enzimas, los aminoácidos, y varios tipos de proteínas. Otros productos van a ser fuentes energéticas inmediatas como las celulosas y las hemicelulosas, seguidas por los azúcares. Queda la lignina, molécula tridimensional, una de las más complicadas que la naturaleza ha edificado, que va a ser una fuente energética importante, pero de difícil acceso, porque esta energía está contenida en ciclos aromáticos que pocos seres vivos están en capacidad de degradar. Entre estos, contamos con protozoarios y bacterias, pero los más importantes son los hongos del grupo de los basidiomicetes. Los basidiomicetes (Basidiomycota) constituyen una división de los Hongos, caracterizada por esporas formadas en la extremidad de células especializadas, los basidos. Estos hongos necesitan aire y humedad para sobrevivir. No pueden sobrevivir en un suelo desnudo (sin cobertura o mulch), ni tampoco en profundidad. Importancia Los leñosos crean más humus y de mejor calidad que las herbaceas. Este descubrimiento hecho en Québec es la fuente de un cambio completo de paradigma en las ciencias del suelo y en la agricultura. La pareja lignina/micelio es el punto de partida de una sucesión de ciclos interactivos ligando pedofauna, pedoflora y minerales. Esta « cadena trófica » es la pedogénesis de los suelos forestales. En un bosque, los micelios despolimerizan la lignina de las raíces y radicelas que mueren. El micelio es un conjunto de filamentos, más o menos ramificados, formando la parte vegetativa de un hongo. Se encuentra en el suelo. La lignina (madera joven) de las ramas terminales es idéntica a las de las radicelas. Fragmentándola, favorecemos dos cosas, primero la multiplicación de los micelios y segundo el manejo de los cultivos (es muy incómodo trabajar si tenemos ramas enteras en el suelo). La degradación de la lignina de las MRF permite que la temperatura quede estable y con un promedio aceptable, que el PH se mantenga neutro, y que la humedad sea constante. No se ocupa ni regar ni fertilizar más. Además, el hecho de que el suelo tenga una cobertura ayuda a luchar contra la erosión del mismo. El mejoramiento de la estructura de un suelo se logra con la presencia de los basidiomicetes. Estos son los principales microorganismos capaces de digerir la lignina de la madera, reciclando y ayudando a los vegetales a absorber y asimilar el agua y las sustancias nutritivas en formación, en el suelo. Ellos son el punto de partida de la cadena trófica, junto con las bacterias, y seguidos por los insectos. Generadores de antibióticos naturales, los basidiomicetes protegen los cultivos de parásitos y enfermedades. Además, tienen una influencia importante en la conservación y la distribución del agua biológicamente activa. Estimulación de los organismos del suelo. Con esta técnica, las poblaciones de hongos serán las más estimuladas, seguidas por numerosos organismos de la pedofauna, como microartrópodos y lombrices. A partir de la estimulación de los hongos, se va a iniciar una red trófica. Se habla de red trófica, en vez de cadena alimenticia, con el fin de ilustrar mejor la complejidad de las interacciones entre los diferentes habitantes del ecosistema. En un suelo donde los hongos son estimulados, sus depredadores van a desarrollarse en las mismas proporciones (colemboles y ácaros fungívoros). Esos artrópodos van a ser comidos por otros animales carnívoros (arañas, ácaros carnívoros, insectos, etc.). Además, esos microartrópodos, junto con otros animales del suelo como las cochinillas, las escolopendras o lombrices, van a participar a la trituración de los pedazos de madera, permitiendo un mejor ataque de los hongos basidiomicetes. Otro aspecto interesante de estos artrópodos fungívoros reside en sus excreciones fecales: éstas se encuentran invadidas por una densidad muy fuerte de bacterias, que van a mineralizarlas y llevar así, nitrógeno al suelo, de la misma manera que cuando llevamos boñiga. La gran diferencia reside en que, en este caso, la “boñiga” de colemboles y ácaros es procesada en el suelo y por el suelo mismo, y no por una lechería vecina. Las bacterias van a ser comidas por protozoarios, los cuales a su vez, serán comidos ellos mismos, entre otros por las lombrices. Posteriormente, las lombrices van a ser presas de todo tipo de depredadores, entre los cuales se encuentran numerosos auxiliares de cultivos. Al encontrarse estas lombrices de manera permanente, durante todo el año, los depredadores estarán entonces, listos en cualquier momento, en el caso de un ataque de plagas. En general, bastan algunos meses para devolverle la vida a un suelo y ¡multiplicar la pedofauna por 500! Aumenta la taza de materia orgánica (agradación). El aumento del porcentaje de humus parece ser el mayor interés de esta técnica. Las MRF permiten el incremento del humus de 1% en menos de 10 años, en comparación, podemos decir que se necesitan 50 años para obtener un resultado similar usando compost, y 80 años con boñiga. Mejora la estructura del suelo, sin labranza. Las primeras consecuencias visibles de las estimulaciones biológica y bioquímica, conciernen la estructura del suelo. Si el suelo se encuentra muy compactado al principio, pronto se descompacta. Los agregados del suelo son generalmente más grandes y más estables. La presencia de lombrices permite, por sus redes de galerías, mejorar la aeración del suelo. De esta forma, los organismos del suelo son quienes se encargan de la labranza del suelo. Efecto antierosivo. La estructura de un suelo con MRF permite una mejor circulación del aire y del agua. El suelo está entonces, más oxigenado y se facilita la infiltración del agua, lo que implica una reducción de las arroyadas, y por ello, de la erosión. Por otra parte, las MRF en cobertura del suelo, tienen un efecto antierosivo importante. Disminución del carbono en la atmósfera. La técnica de MRF participa en la fijación del CO2 en el suelo. Se estima que 25 000 metros cúbicos de MRF retienen 20 000 toneladas de CO2, y que, por el contrario, si esta cantidad de MRF fuera quemada, eso implicaría una liberación en la atmósfera, de 62 000 toneladas de CO2. Este carbono es fijado por la fauna del suelo y por la transformación de la lignina. Señalemos que la labranza (el trabajo de suelo) libera también carbono en la atmósfera, estimulando la mineralización del humus, y que las MRF no ocupan labranza (trabajar el suelo). Grandes reservas de agua sin necesidad de regar (o muy poco). En la finca hortelana de uno de los pioneros franceses de las MRF, Jacky Dupety, no hubo ningún riego durante el verano 2005 en una región con muy poca precipitación en esa temporada. Las investigaciones en África hablan de una reducción del riego del 50%. Una investigación en Burkina Faso logró dividir por 16 el volumen de riego en las eras con MRF, en comparación con las eras testigo. Se mejoran las reservas en agua del suelo al reestructurarse el mismo. La actividad biológica, y más que todo, la actividad de los hongos, permite una regulación de la humedad, entonces el suelo nunca está seco ni saturado. Este factor es el que permite el efecto más espectacular de las MRF: la resistencia de los cultivos a periodos de sequía. En caso de lluvias abundantes, las MRF también son favorables, porque el suelo nunca está saturado, debido a la estructura aireada que facilita fuertes infiltraciones de agua. Existen varias explicaciones sobre este fenómeno de regulación del agua: - La madera tiene la capacidad de mantener en sus fibras una parte del agua del suelo y de restituirla poco a poco, cuando el suelo se reseca. Cuando se pone las MRF como cobertura, obviamente actúan como protectoras físicas del suelo, limitando la evaporación. El humus, creado por la transformación de esa madera, actúa como una esponja que puede contener hasta 20 veces su propio peso en agua. Los hongos micorrizianos son conocidos por ayudar al anfitrión vegetal a tener más resistencia a las sequías. La vida del suelo, y más que todo, los hongos, tienen la capacidad de regularizar el contenido en agua del suelo y de distribuirla sólo por - canales biológicos. Para el profesor Lemieux, esta vida biológica tendría una importancia fundamental en los procesos iniciados por las MRF. La fauna genera líquidos (cadáveres, excreciones, orines, transpiración, etc.) Aunque aún faltan explicaciones científicas, los resultados nos demuestran que, aunque pegue un sol fuerte, los cultivos no se marchitan. Se debe precisar que la limitación del riego incrementa la calidad gustativa y la calidad biológica de los productos, evita el lixiviado de los nutrimentos solubles del suelo, y permite sembrar de nuevo en terrenos abandonados por causa de sequía prolongada, o en terrenos con dificultad de abastecimiento en agua. No hay que olvidar que el problema del agua es uno de los problemas más importantes de hoy y mañana, junto con la degradación cada vez mayor de los suelos. Modificación del pH (pues llevan mucho conductividad y asimilaciones químicas. calcio) y mejor La química del suelo se ve también modificada por las MRF. Con la cantidad de calcio que llevan las MRF, la acidez se corrige. El pH tiende hacia la neutralidad. Algunos nutrimentos resultan más asimilables, como fue observado en algunos estudios (Francia, Ucrania). Esto se observó también para la asimilación del magnesio y del manganeso. Plantas más fuertes y sanas, cosechas de mejor calidad. Algunas investigaciones demuestran mejor calidad de las cosechas con una mejor tasa de proteínas y una mejor tasa de materia seca (lo que implica mejor conservación). Se da también una mejor resistencia a las heladas y una aumentación del periodo vegetativo (Québec). A su vez, la duración de vida puede alargarse (Québec). El sistema radical de las plantas esta más desarrollado (Ucrania y Québec). Las propiedades organolépticas (olor y sabor) y nutricionales de los cultivos se ven mejoradas de manera muy significativa. Control de plagas, menos parásitos o patógenos (nemátodos, hongos, pulgones, etc.) sin tratamientos. Las investigaciones (LAVAL-QUEBEC-LEMIEUX), permitieron destacar la presencia de antibióticos usados por las plantas, generados por la pedofauna. Se revela, en esas investigaciones, la ausencia de algunas enfermedades y depredaciones existentes en las eras-testigo, así como la escasez de otros ataques de plagas. Además, cuando vemos los resultados de una investigación realizada en Ucrania, durante 16 meses, en la cual se reporta que las muestras de suelo de las eras con MRF llevaban 172 especies de hongos, podemos imaginar que, con tanta diversidad, se opera un control biológico natural. Esto con mayor razón, cuando el estudio revela la presencia de varios hongos patógenos, que se encuentran también junto a hongos como Trichoderma koningii, Trichoderma viride, Trichoderma harzianum 402, Cladosporium herbarum, Cladosporium macrocarpum, entre otros (todos conocidos por sus efectos benéficos en el control biológico de patógenos). Así, Ya no nos parece tan sorprendente que los cultivos con MRF sean menos susceptibles al ataque de plagas. Mejor control de “malezas” sin herbicidas ni labranza. Las observaciones al respeto son a veces contradictorias. Pero aunque en algunos casos den resultados espectaculares en cuanto al control de malezas, no todos los resultados indican un mejor control. Sin embargo, después de que el suelo se reestructura, las hierbas son más fáciles de arrancar manualmente. Incremento de los rendimientos, efecto en la productividad (entre 200 y 1000% más). Hay un incremento en cantidad como en calidad, en todos los cultivos investigados y en todas partes del mundo (los rendimientos mas fuertes, 500% hasta 1000% en relación con la era-testigo, siendo en zonas tropicales). Los canadienses obtienen entre 200% y 300% en los cultivos de fresas. Las investigaciones, sobre todo en Ucrania (1996-97), en el centeno, indican incrementos significativos del número de granos (+45%), del peso de ellos, de la materia seca (+17,5%), del nitrógeno, etc. En República Dominicana la productividad es de + 18% en un cultivo de maíz en relación con el maíz de la era testigo. En Bélgica hubo una productividad de +72% sobre un cultivo de alfalfa. Pero de manera general, hay que entender que este incremento de la productividad refleja la resolución de un problema de fondo, como el control de algún parásito, y no un efecto directo sobre el desarrollo de los cultivos. Menos trabajo No hay labranza del suelo, una mucho menor necesidad de desherbar y de regar, así como la eliminación casi total de los tratamientos para controlar plagas. Permite preservar el medioambiente El nitrógeno, al ser fijado por los hongos, no se lava del suelo. También permite fijar el carbono en el suelo. Estimulación de la regeneración forestal. Las MRF permiten una mejor germinación de las semillas de árboles, acelerando la regeneración. Por otro lado, las MRF previenen los incendios forestales que pueden ocurrir después de un corte de árboles. Utilización de residuos forestales, valorización de lo que es considerado muchas veces como un desecho. Los residuos de trabajos forestales o de poda, hasta ahora sin interés, a veces molestos, muchas veces quemados, depositados en basureros; se convierten en materia prima de gran interés. Esta búsqueda de materia primaria para las MRF, va de la mano con el interés cada vez mayor por las barreras vivas, su potencial biológico, su necesidad para proteger del viento, de la erosión, preservar el agua y la biodiversidad. Las MRF se aplican a todas las zonas del mundo. El árbol funciona de la misma manera bajo todas las latitudes. En todos los casos el árbol restituye sus ramas y sus hojas al suelo para mantener la fertilidad del medio. Este es un proceso universal de reciclaje interno. Aunque la metodología tenga variaciones, la técnica es reproducible en todo el planeta. Ventajas sociales, económicas y humanas (autosuficiencia). Las MRF permiten disminuir los insumos externos (agua, abonos, tratamientos, etc.) y por tanto, aumentar la ganancia sobre los productos. Los productores tienen reconocimientos por producir de manera sana, sin impacto sobre el medioambiente. Además, esta nueva técnica es simple, evidente, y gratuita, lo que permite su acceso a las poblaciones marginales y pobres que son muchas veces, las más afectadas por las condiciones ambientales en el mundo. Nuevas perspectivas científicas y agronómicas. El interés cada vez más grande por la agricultura local, natural y de bajos insumos, la posibilidad de investigaciones sobre recuperación de suelos y sobre los antibióticos naturales, etc., son otras aplicaciones posibles de las MRF. Las MRF nos plantean aún, un gran número de interrogantes, sin embargo, algunas pistas han sido abiertas en cuanto a los principios fundamentales del ciclo de la vida. Las MRF son un campo de investigación abierto donde casi todo está por descubrir. Las cifras y los resultados presentados, no serían tan creíbles si no fueran afirmados y confirmados por 30 años de investigaciones (Universidad de LavalQuebec, Pr.Lemieux), (Cta Wallonia-Bélgica, Benoit Noel). Inconvenientes: Abastecimiento y fragmentación. Uno de los problemas más importantes de las MRF es el abastecimiento en materia prima. ¿Dónde conseguir las ramas? A veces no están disponible en la finca o en el terreno, sobre todo cuando se trata de huertas familiares con poco terreno. Además, puede ser difícil el tener acceso a una máquina para fragmentar las ramas. Si se tiene que comprar tal máquina o alquilarla, incluyendo el combustible que gasta, esto puede generar costos elevados. Una opción es recuperar las ramas de poda de los árboles de calles públicas, de los parques, o de los vecinos. Quizás, con suerte, se encuentren empresas que fragmenten el material para que ocupe menos campo en los camiones. Y como todavía no se sabe que estas ramas valen oro, la gente está muy dispuesta a regalarlas, felices de deshacerse de esos “desechos incómodos”. Sin embargo, aunque la fragmentación es ideal, pues facilita el ataque del hongo y el manejo de los cultivos, está técnica se puede hacer sin fragmentación. En países o zonas como en África, en la India o en República Dominicana, los productores tienen otros métodos. En vez de fragmentar las ramas, hacen haces (rollitos) de ramitas (cortando las ramas con un machete) y las colocan en los costados de las eras y entre las líneas de cultivos. El proceso de degradación de la lignina va a ser más lento y las ramas pueden incomodar un poquito el manejo de cultivos (en realidad ni tanto), pero los resultados van a ser los mismos, aunque tomen más tiempo. Calidad de las MRF. Como se trata de material vivo, que tiene que estar fresco, se deben tomar algunas precauciones y su utilización tiene que ser rápida. Por otra parte, si el material fragmentado es recuperado de una empresa de poda, muchas veces estará mezclado con hierbas, troncos, coníferas, basura… lo que afecta su calidad. Hay que averiguar también cuándo fue cortado o fragmentado el material, si no ha sido almacenado en pilas por mucho tiempo, etc. Compactación del suelo cuando se usa maquinaria para esparcirlas. El uso repetido de maquinaria pesada puede generar una compactación del suelo, lo que puede generar a su vez, una degradación de aquel. Debemos vigilar entonces, las condiciones de intervención; por ejemplo, el terreno tendría que estar bien seco. Hambre de nitrógeno (de 1 a 3 meses). En cuanto al cultivo es muy importante saber que, en los primeros meses, vamos a tener una deficiencia de nitrógeno en el suelo. Se habla de hambre de nitrógeno, esto para ilustrar la necesidad de nitrógeno que tiene la materia orgánica en descomposición. En realidad, para caricaturizar, podríamos decir que las moléculas carbonadas contenidas en la materia orgánica no son muy asimilables tales y como son, para la microfauna del suelo. Para lograr la degradación de las moléculas carbonadas de las MRF hasta convertirse en humus, la microfauna también utiliza el nitrógeno. La microfauna acapara entonces el nitrógeno más fácil de obtener, eso es aquel presente en el suelo, lo que implica que dicho nitrógeno no queda disponible para las plantas cultivadas. El hambre de nitrógeno puede ser combatido, en parte, con la incorporación de abonos (orgánicos o no). Es importante señalar que esta hambre de nitrógeno es temporal (de 1 a 3 meses). Una vez la microfauna establecida, el nitrógeno contenido en las MRF va a ser liberado poco a poco en el suelo. Por eso, no se recomienda sembrar cultivos que vayan a ocupar nitrógeno del suelo durante esta fase de “hambre de nitrógeno”. De esta forma, vamos a privilegiar la siembra de abonos verdes (mostaza, alfalfa, etc.) o de fabaceae, que utilizan el nitrógeno del aire (frijol, vainica, gandul, cuba, etc.). Otra opción sería dejar que pase esta “hambre de nitrógeno” antes de sembrar. Otras personas hacen un precompostaje de las MRF, teniendo cuidado de que la temperatura no sobrepase los 40 grados. Se puede también hacer un aporte de compost o lombricompost. Otra alternativa, consiste en aplicar como los de ortiga (Urtica dioica) o (ver anexo), poniendo atención que kilo de nitrógeno por metro cúbico fertilizantes químicos. extractos de plantas ricos en nitrógenos los de consuelda (Symphitum officinalis) la dosis de fertilizante corresponda a un de MRF. No se recomienda el uso de El desarrollo de los hongos estimula a su vez, el de sus principales depredadores: los microartrópodos fungivoros (collemboles y ácaros) que son los principales representantes de la mesofauna del suelo. Dicha depredación sólo ocurre cuando los hongos, y la madera que consumieron, son lo bastante ricos en proteínas. Esta depredación estimula la actividad de los hongos sobre la lignina, activando el desarrollo de nuevo micelio. Además las excreciones de esos microartrópodos van a permitir el desarrollo de comunidades bacterianas que van a mineralizar el nitrógeno contenido en dichas excreciones. En esta etapa es en la cual se produce la liberación, muy progresiva, del nitrógeno acaparado anteriormente. A veces una fauna no deseada (babosas, mamíferos, etc.) La pedofauna que se desarrolla, atrae depredadores grandes que pueden perjudicar a los cultivos (armadillo, chancho de montes, etc.). Si estas depredaciones ocurren, tendríamos que tomar medidas adecuadas para proteger los cultivos (cercas, repelentes, etc.). Recordemos que esos animales tienen un papel muy importante en la vida de los bosques, que la mayoría están en peligro y por eso no tenemos que cazarlos). Por otra parte, las MRF pueden crear un medio favorable a las babosas. Sin embargo, hay muchas soluciones para controlarlas (ver anexo). En práctica Huertas Vivaces del canadiense Jacques Hebert. Todo el suelo está cubierto con MRF. Producción de las MRF Entre más pequeño es el diámetro de la rama, mejor será el efecto en el suelo (no se deben usar ramas con diámetro superior a 7cm), pero más fuerte será también, el “hambre de nitrógeno”. Lo ideal es que las ramas sean fragmentadas durante el periodo de dormancia (descanso vegetativo) de los árboles, un poco antes de que la savia empiece a activarse de nuevo (febrero/marzo en zonas templadas del hemisferio norte, aunque algunos prefieren fragmentar al principio del invierno). En zonas tropicales se recomienda el final de la temporada seca como la época más efectiva. Sin embargo, muchos están de acuerdo en que el mejor momento para esparcir las MRF es cuando las tenemos listas. (Las MRF son un campo de investigaciones permanente, a ustedes de hacer pruebas). En zonas templadas se busca el periodo de dormancia porque la lignina en formacion esta mas facilente atacable por los hongos y las bacterias que la lignina adulta o madura. Esas ramas contienen una materia nitrogenada indispensable al desarrollo de esas bacterias y hongos. En zonas tropicales, se recomienda hacer la fragmentación temporada seca. Se recomienda echar también las hojas. recomendación ideal, pero obviamente el mejor momento para el campo es cuando podemos, o sea cuando tenemos la disponible, esto no va a perjudicar los resultados. al final de la Nota: es una echar MRF en materia prima Estas ramas pueden proceder de podas de sus árboles ornamentales, frutales o maderables, o de la poda de las barreras vivas. Esas ramas y ramitas tienen que ser fragmentadas (en astillas de 2 o 3cm, puesto que más pequeñas, tendrían un efecto perjudicial, pues el material se puede compactar) con una máquina trituradora, con el fin de facilitar el ataque de la lignina por los hongos, ya que la corteza de esas ramas las protege contra los insectos y microorganismos, por un germen de cutícula. La fragmentacion expone la madera al ataque de hongos y bacterias. Se puede tambien fragmentar las ramas con machete. Algunas pruebas en África dieron buenos resultados. Sin embargo, esa técnica es más laboriosa, aunque se puede, en este caso, dejar pedazos más grandes en vez de astillas. Pero hay que recordar que entre más grandes sean los pedacitos, más difícil será cultivar y más difícil (o más lento) va a ser el ataque de los hongos. En este caso, se pueden colocar haces de ramitas entre los surcos de cultivos. Utilización 1. Esparcir cada 3 años (a veces menos, a veces más) una capa de 1 a 3cm de MRF frescas (10cm en cobertura para árboles), lo que corresponde a entre 150 y 200 metros cúbicos de MRF por hectárea. Se recomienda no usar más de 20% de coníferas. 2. Incorporar el material a los 5-15 primeros centímetros del suelo (dependiendo del tipo de suelo), el proceso tiene que ser aeróbico. Una herramienta como la gancha se revela adecuada para el trabajo de incorporación. 3. Con la primera aplicación de MRF se puede efectuar un aporte de nitrógeno, pero sólo el primer año (compost), con el fin de reducir el impacto del « hambre de nitrógeno ». También se puede inocular un poquito de hojarasca de bosque si el suelo está muy dañado. 4. Sembrar y no perturbar más el suelo. Los años siguientes, se agrega una capita (1cm) encima de la anterior. La idea es nunca dejar los hongos sin materia prima. Se puede agregar en todo el suelo (en los pasillos también). Con las MRF, podemos observar las tres capas características de un suelo vivo y fértil: 1. En la superficie, la capa de MRF de más o menos un centímetro. 2. La capa en descomposición, que está llena de filamentos blancos (los micelios de los hongos basidiomicetes). 3. El suelo está negro y tiene un olor muy agradable. ¡Ojo! Obviamente, por todo lo que hemos mencionado, las MRF no se pueden pensar en un sistema de producción convencional. Tiene que quedar bien claro que no vamos a tener ningún resultado con MRF, si al mismo tiempo echamos un fungicida o un plaguicida químico. Además, por la cuestión del abastecimiento en materia prima, la finca o la huerta tienen que ser reorganizadas, dando espacios a barreras vivas o cercas vivas, partes con bosque, etc. Definitivamente las MRF se entienden en un esquema totalmente diferente del de la agricultura actual, tanto en sus prácticas, como en su filosofía. Rediseñar la finca Para tener una fuente de MRF diversificada y de calidad (que esté siempre a disposición), para aumentar la diversidad biológica en las parcelas, tenemos que rediseñar nuestra finca. Sembremos barreras vivas diversificadas, cercas vivas, introduzcamos y asociemos los árboles o los arbustos (frutales, maderables u ornamentales) con los cultivos. Otro modo de pensar Las MRF implican un cambio radical en la forma de pensar la agricultura. Pero tambien, se trata de cambiar nuestro esquema mental. La agricultura siempre fue pensada en contra de lo silvestre. En la mitología hay una oposición muy fuerte entre el mundo civilizado y el mundo salvaje, lo que tiene repercusiones en la agricultura. El bosque representa lo salvaje, e introducir el bosque en el campo de cultivo, implica cambios profundos en nuestros esquemas sociales. Esta es si duda una de las razones más importantes por las que el método MRF es tan difícil de ser aceptado. Bibliografía • • • "BRF vous connaissez ?" de Jacky Dupety con Bernard Bertrand, 128p.2007 Editions de Terran http://www.terran.fr/ "De l'arbre au sol, les BRF" de Eléa Asselineau y Gilles Domenech, 192p.2007 Editions du Rouergue http://brfdelarbreausol.blogspot.com Ekopedia http://fr.ekopedia.org Para los que quieren profundizar el tema. Se encuentran traducciones en español de algunas investigaciones en el sitio Internet : http://www.hydrogeochem.qc.ca/pages/publications_gcbr.html Estas son las siguientes: Lemieux, G., 1995. Los orígenes económicos y científicos de la revolución verde en Sahel (pdf 134 Ko). Traducción española por Dr González. Lemieux, G., 1996. El mundo oculto que nos alimenta: el suelo viviente 373 Ko). Traducción española por Profesor José Marcano. (pdf Lemieux, G., 1997. Fundamentos de Pedogénesis en el Ecosistema Forestal: Una Aproximación a la Metaestabilidad A Través de la Biología Telúrica (pdf 523 Ko). Traducción española por Profesor José Marcano Furlan, V., & Lemieux, G., 1997. Método de aplicación y de evaluación para el uso de la madera rameal fragmentada (pdf 151 Ko). Traducción española por Profesor José Marcano. Larochelle, L., Pagé, F., Beauchamp, G.J. & Lemieux, G. 1998. Papel de la mesofauna en la dinámica de la transformación de la materia leñosa aplicada al suelo (pdf 223 Ko). Traducción española por Profesor José Marcano. Marcano, J., 1998. Guía metodológica para el establecimiento de pruebas con MRF (6 689 Ko). A estas traducciones en español les podemos añadir otra que, aunque no esté traducida en español, tiene gran interés para el público del neotrópico, por ser un documento relativo a experiencias en Costa Rica y en Brasil. El documento está en inglés y lleva una traducción en francés. Se encuentra en la misma dirección Internet que los demás documentos. Se llama: Götsch, E., 1994. La remise en état des sols par l'utilisation du processus naturel de la succession des espèces (pdf 342 Ko). Traduction française et commentaires par Lemieux, G. de 'The Recovery of Impoverished Soils by Employing Natural Processes in Species Succession'. Para ir mas allá en el tema de la importancia de la preservación de los bosques y el vínculo que tienen con la fertilidad de los suelos; le recomendamos la lectura apasionante de la obra Colapso del antropólogo Jared Diamond, y entre otros capítulos, el capítulo relativo a la desaparición de la sociedad indígena de la isla de Pascua. En este capítulo el autor analiza la locura colectiva que llevó a este pueblo hasta cortar el último árbol de la isla, antes de darse cuenta que sin árboles no había fertilidad, y sin fertilidad no había futuro alguno para los habitantes del lugar (pues se murieron todos): Diamond Jared, Colapso. (2006) Por qué unas sociedades perduran y otras desaparecen. Trad. R. García Pérez. Debate, 854 páginas. Existe una edición de bolsillo más barata. La fertilidad del suelo viene del árbol (Refrán africano) Anexo 1 Ficha simplificada del seguimiento de los cultivos con MRF, año 1. Les agradeceríamos si pudieran comunicarnos sus resultados directamente a una de las direcciones siguientes [email protected] ; [email protected] ; o a la mía [email protected] En los lugares en dónde hay que marcar con x, varias respuestas son posibles. No es obligatorio contestar a todas las preguntas. Sin embargo, serán bienvenidos el mayor número de precisiones y comentarios posibles. Si se puede, es importante constituir un respaldo con fotos, planes, esquemas, dibujos, copias de documentos y resultados de análisis. Sugerencias de fotos: Método utilizado paso por paso, herramientas utilizadas, perfiles de suelos, fauna, malezas, crecimiento, raíces, frutos, tubérculos, tallos, granos, cosechas… Si decide tener parcelas o eras testigo o con manejo cultural diferente, no se olvide de aportar precisiones con el fin de poder hacer comparaciones realistas. En este caso, puede utilizar esta misma ficha (menos la parte MRF). Este documento puede también servirle para su propio uso. Generalidades - Apellidos y nombre: - Dirección: - Teléfono: - Dirección electrónica: - ¿Recibieron algún apoyo técnico? No __ o Si__, precisar quien: - Tipo de clima: - Altitud: - Medioambiente (urbano, agrícola, forestal…): - Historia del terreno: - Características del suelo (textura, estructura, piedras, pH, actividad biológica…): - Superficie de la parcela: - Preparación del suelo (chapeo, labranza, doble excavado, era, lomillo…): MRF - Tipo de trituradora y marca o modelo: - Diámetro máximo de las ramas: - Origen de las ramas, transporte y almacenamiento: - Costos: - Especies de árboles (nombres populares y ojalá nombres científicos): - Precompostaje: No__ o Si__, precisar el procedimiento: - Esparcimiento: - Fecha: - Dosis: - Incorporación: No__ o Si__, Fecha, profundidad, herramienta: - ¿Compensación del hambre de nitrógeno? No__ o Si__, ¿con qué remedios? Cultivo - Tipo de cultivo (hortalizas, frutales, ornamentales…): - Especies y variedades cultivadas: Manejo de los cultivos - ¿Siembras, transplantes o esquejes? - En era, bajo túnel, ambiente protegido, lomillos… - Tratamientos complementarios [abonos (cuáles), plaguicidas (cuáles), extractos (cuáles)…]: Comentarios climáticos (sequía, lluvias…) Efectos sobre los cultivos - Riego (frecuencia, cantidad, con cuál sistema…) -¿Hambre de nitrógeno? Duración: - Ataques de plagas y enfermedades: - Malezas (densidad y especies): - Crecimiento de los cultivos: - Productividad: - Calidad de las cosechas: - Conservación de las cosechas: Efectos sobre el suelo - Estructura: - Hongos: - Fauna del suelo: Comentarios: Anexo 2 El control de las babosas. Luchar de manera realmente eficaz contra las babosas es ilusorio, ¡incluso con químicos! Conocer mejor a las babosas. En la clase de los Gasterópodos (parte de los moluscos), se describen algunas 103 000 especies diferentes de babosas. Su morfología varía según la especie, pero de manera general, puede medir entre 1 y 15 centímetros. La babosa más grande del mundo, la babosa negracenizada (Limax cinereoniger), vive en los bosques europeos y puede medir hasta ¡30 centímetros! Al final de sus antenas superiores tiene dos ojos, y al final de sus antenas inferiores tiene su nariz. Posee una boca con dos mandíbulas dentadas y una lengüita llamada radula. En general, es vegetariana, y se alimenta de tejidos vegetales muertos o vivos, partes subterráneas de las plantas (raíces, bulbos y tubérculos) y de excretas. Sin embargo, existen babosas carnívoras, muchas veces enormes (hasta 13 centímetros de largo). Aunque impresionantes, la mayoría del tiempo, las babosas carnívoras no se atacan a los cultivos. Sus costumbres de animal nocturno están todavía por investigarse. Bien alimentada y en un medio favorable, la babosa tiene la capacidad de recorrer hasta 7 metros por día, gracias a un líquido viscoso que secreta, el moco, compuesto de 98% de agua. Es muy activa a los 18 grados, pero cae en un estado de letargo a 5 grados y muere a – 3 grados. Por eso la babosa, que es hermafrodita, se esconde en lo caliente, en lo profundo del suelo, donde, según la especie, pone entre 100 y 500 huevos esféricos de color entre translúcido y blanco. En relación con el clima la incubación es de 2 semanas a 3 meses. Su duración de vida es de un año en promedio. La babosa tiene un papel en el medio. Aliada de los hongos micorrizianos, come mucho fungi, lo que permite la diseminación de sus esporas. Participa a la pedogénesis, en los procesos de humificación y de reciclaje de los nutrimentos, comiéndose y excretándo vegetales. Algunas especies están amenazadas de desaparición, como la babosa profisa azul-gris (Prophisaon coeruleum) en Colombia Británica (Canadá), ésta es la única capaz de amputarse de su cola para escapar de los depredadores invertebrados. Lo que favorece su proliferación. Algunos medios y condiciones, como temperaturas medias (al contrario, las sequías y el frío destruyen una buena parte de los huevos), un aguacerito, la ausencia de depredadores, los monocultivos (colzas, remolachas, girasoles, lechugas…), plantas enfermas, débiles o en descomposición, la atraen particularmente. Suelos pesados (arcillosos) y ácidos son también favorables a ellas. Sus depredadores, llamados helicífagos, son: la mayoría de los pájaros carnívoros, numerosos mamíferos (topos, armadillos, ratas, ratones…), algunos reptiles (algunas serpientes y lagartijas), batracios (sapos, ranas), coleópteros, miriápodos (cien pies), dípteros, arañas, ácaros (Riccardoella oudemansi), algunos moluscos (caracoles como Rumina decollada, Poiretia cornea), así como babosas carnívoras (Daubebardia rufa y Testacella haliotidea), nemátodos (Phasmarhabditis hermaphrodita…), protozoarios (Thigmotricha), hongos (Verticilium, Fusarium, Aspergillus, Pseudomonas, Escheria…). La babosa, capaz de comer la mitad de su peso por día, en la huerta, se va a acercar a las plántulas y al follaje de numerosas plantas, empezando por las brasicaceae (repollo, colza, mostaza…) pero también, las lechugas, los girasoles, la soya, las remolachas, los zucchinis, los frijoles, etc. En ornamental, los Delphinium, Echinacea, Brunnera, Bergenia, Hosta, y los claveles (Tagetes) son sus platos preferidos. Lo que disminuye su proliferación. - Habilitar espacios para hospedar a sus depredadores: pilas de ramas y hojas, barreras vivas, estanques, nidales para pájaros… - Cultivar de manera inteligente escogiendo variedades menos sensibles (lechuga romana, arvejas…). Para las ornamentales, las babosas no atacan los geranios, euphorbias, cyclamens… los helechos, y la mayoría de las Poaceae. Generalmente las monocotiledones son menos sensibles. Alrededor de las plantas sensibles, sembrar las que brotan de nuevo (borraja, mostaza, tagetes, rudbeckia, ajo, cebolla, perejil, papa, capuchina, begonia, artemisa, jengibre…). Mejor regar por la mañana que por la tarde. - Interponer obstáculos. Alrededor de las matas y de las siembras, disponer sustancias y materiales rugosos que queman los mocos de las babosas: ceniza, aserrín de madera no tratada, broza de café (desecho del colador), arena, cola de caballo (Equisetum bogotense) secada y hecho en polvo, cáscaras de huevos machacadas, dióxido de silicio, creta, papeles abrasivos, tallos espinosos (rosa…), agujas de coníferas, pelo… Algunos de estos obstáculos tienen que ser cambiados después de cada aguacero. Otra idea consiste en hacer canalitos de agua alrededor de las plantas (para superficies pequeñas y para gente con mucha paciencia), pues, la babosa no sabe nadar. - Poner trampas: las babosas adoran la levadura (cerveza, salvado…); ponerla en recipientes tapado de las lluvias. La cerveza le encanta también a algunos depredadores. Se tiene entonces que imaginar trampas que cuidarán a esos depredadores, y echarles cerveza sin alcohol. Poner en la huerta tejas, tablitas o cáscaras de melones o de cítricos cortados. Recoger las babosas cada mañana y matarlas o echarlas a los patos o a las gallinas. El método conocido como el ”tarro de miel” consiste en plantar cerca de los cultivos sensibles, las variedades preferidas de las babosas: consuelda (Symphitum officinalis), colzas, girasoles, abonos verdes, etc. Bueno saberlo: la reina de la noche (Brugmansia sp o Datura sp) las atrae y las envenena. - Proteger la planta con un tubo plástico, cubierto con una hoja de cobre, las babosas odian el contacto con el cobre. - Diversos extractos de plantas pueden ser eficientes como prevención (ruibarbo europeo Rheum raponticum, ruda Ruta chalapensis, cola de caballo Equisetum bogotense, Euphorbia sp…), los extractos de ajo o helecho no parecen tener eficacia. Los patos, algunas razas en particular (kaki campbell…), que no se comerán los cultivos. - La visión de la Biodinamia con respeto a las babosas, es distinta en algunos puntos. Maria Thun y los biodinamistas están en contra de las masacres inútiles y crueles de babosas. Ellos privilegian el hospedaje de depredadores naturales. También tienen recetas para su control. Una es la siguiente: Pulverizar, en la madrugada de un día-flor, sílice de cuerno en el suelo. A las babosas no les gusta ni la luz, ni el sol. Así que un aporte de arena de cuarzo muy fina, utilizada en construcción puede ayudar si lo echamos alrededor de las matas sensibles. (Los biodinamistas dividen los días del año en día-flor, día-raíz, día-hoja, díafruto y días-nefastos, en relación con un calendario establecido, éste en función de las influencias de las constelaciones, de los signos del zodiaco y de la Luna). Si todas (y sólo cuando todas) las medidas preventivas para su control no dan resultados aceptables, los biodinamistas proponen una lucha directa, con lo que llaman un purín de babosas. La receta es la siguiente: Recolectar 50 a 60 babosas y ponerlas, en Luna frente a Cáncer (indicado en el calendario), en un recipiente con tapa lleno de agua. Después esperamos que la Luna se encuentre de nuevo frente a Cáncer. Las babosas estarán entonces descompuestas. Atomizamos finamente el purín filtrado en el suelo de la huerta. Hay que atomizar de manera muy densa en los alrededores de las eras. Tenemos que repetir el tratamiento 3 veces dejando 4 semanas entre cada intervención. Este método de lucha es mucho más aceptable éticamente para ellos, que echarles sal encima, cocinarlas o cortarlas (los biodinamistas consideran esos actos crueles, como excesos de cólera), porque la depredación afecta solamente a 50 babosas. - Las intervenciones químicas deben prohibirse (metaldehido, metiocarbo, y thiodicarbo) porque son extremadamente tóxicas para la salud y el medioambiente (niños, faunas terrestres y acuáticas entre ellos mascotas y auxiliares de cultivos). Existe, como último recurso productos, a base de fosfato de hierro, mucho menos tóxicos y admitidos en agricultura orgánica. Entonces hay muchas medidas para el control de las babosas, pero será combinándolas, que tendremos un control más eficiente. Antes que todo, y como para todas las plagas, es conveniente atraer a los depredadores y mantenerlos en el terreno, con el fin de llegar a un equilibrio a través de la biodiversidad. Un suelo rico en vida es un auxiliar más, porque las plantas van a tener un sistema inmunitario más amplio y más fuerte. Sin embargo, no tenemos que olvidar que la babosa es una especie pionera, indicando que la vida vuelve en las parcelas. ¡Lo que más bien sería una buena noticia! Fuentes: "De l'arbre au sol, les BRF" de Eléa Asselineau y Gilles Domenech, 192p., paginas 98 a 100. 2007 Editions du Rouergue http://brfdelarbreausol.blogspot.com « Pratiquer la biodynamie au jardin, rythmes cosmiques et preparations biodynamique » de Maria Thun, Editiones du Mouvement de culture biodynamique, 2004. Anexo 3 Los comejenes Los comejenes son insectos sociables cuyas colonias contienen decenas de miles de individuos. Aérean el suelo con sus galerías y lo mejoran. Algunos de ellos cultivan hongos en sus comejeneras. Estas, a veces tienen forma de edificio de tierra, ¡de varios metros de altura! Al igual que las hormigas, estos animales son los principales actores de la transformación del suelo en zonas tropicales. Los fungi, punto de partida de la cadena trófica del suelo, que permiten la transformación de la lignina, necesitan humedad. En condiciones tropicales áridas o semiáridas, sus actividades se ven afectadas. Sin embargo los mismos mecanismos de transformación de la lignina en dichas zonas, existen gracias a intermediarios, los comejenes en particular. La literatura sobre los comejenes, aunque bastante importante, es más que todo descriptiva, y contiene poca información permitiendo interpretar de manera eficiente su papel en el ecosistema. Sin embargo, algunas observaciones permiten hacerse una idea. Por ejemplo, en la lógica del evolucionismo, los comejenes no podrían ser sólo una curiosidad, para eruditos y aficionados de entomología, sino que tienen un papel importante en los ecosistemas tropicales donde son omnipresentes. Es poco realista que sean simples parásitos, dañinos o no, de las actividades humanas. En varias regiones de África, los agricultores buscan la tierra de las comejeneras y la recuperan. No es difícil encontrar investigaciones que demuestren que la tierra de las comejeneras es muy diferente de lo que se encuentra a su alrededor y que el porcentaje de materias orgánicas y de nutrimentos minerales es más elevado que en los suelos que les rodean. Una parte del manejo de los cultivos itinerantes se justifica por poder aprovechar del trabajo de los comejenes. Cuando se mueren las comejeneras, la erosión hídrica transforma la parte exterior en círculos que quedan privados de vegetación por mucho tiempo. En el sur de Burkina Faso, por ejemplo, los técnicos forestales proponen tapar estos círculos con ramas de poco interés (Pilostigma, tradicionalmente quemadas), revolver sumariamente el suelo y sembrar normalmente. La productividad obtenida es sorprendente durante varios años, con menos plagas. Esta técnica, implica en realidad muy pocas superficies, pero merece el interés con fines de investigación. Ya que estos ecosistemas son muy variados, por el clima, por los sustratos y por la historia, entonces las soluciones elaboradas por la naturaleza tienen que ser variadas también, lo que no facilita las investigaciones. Aparentemente muy simple, el aparato digestivo de los comejenes interesa en realidad, cada vez más a los científicos. En la entrada, las mandíbulas trituran en finas partículas la madera disponible en el suelo o recuperada en los árboles. Se trata en general de ramitas muertas procedentes de podas naturales, o sea de MRF, lo que representa la parte del árbol más rica desde el punto de vista bioquímico. El caecum (intestino) de los comejenes presenta una riqueza sorprendente de microorganismos que sacan provecho de ella; parecería que la transformación química de la lignina es mínima a este nivel. Numerosas especies de comejenes llevan después estas excreciones a las partes profundas de la comejenera, donde las condiciones de higrometría son favorables a la actividad de los fungi: esta característica “hongista” de algunos comejenes es tan importante que se utiliza como punto de partida para la clasificación de estas especies. La producción de micelio de los fungi se vuelve uno de los componentes de la dieta de los comejenes. A lo largo de este proceso, los fungi también han podido iniciar transformaciones de la lignina, comparables a aquellas que encontramos en las zonas templadas: en esas condiciones, los comejenes se destacan como uno de los intermediarios que permiten a la pedogénesis producirse en zonas áridas y semiáridas, según los mismos principios que en otras zonas. Este papel podría explicar su fuerte presencia. ¿Cómo explicar que los comejenes sean considerados como enemigos de los cultivos, tanto por la sabiduría popular (pero no siempre, dependiendo de los manejos y de los contextos), que por la agricultura moderna? Una respuesta podría ser que, al igual que muchas especies consideradas como dañinas, los comejenes atacan las partes vivas de las plantas sólo cuando no encuentran otras cosas, puesto que el medio está degradado, fundamentalmente a causa de las actividades humanas. Fuente: Daniel Henry, « Les termites ces mal-aimees », in "De l'arbre au sol, les BRF" de Eléa Asselineau y Gilles Domenech, 192p., paginas 31 y 32. 2007 Editions du Rouergue http://brfdelarbreausol.blogspot.com Anexo 4 Extractos de ortiga y de consuelda Generalidades Existen varias maneras de hacer extractos con principios activos de plantas (infusión, decocción, maceración, tintura…). En este caso, se trata de una receta de extracción por fermentación controlada. En general, se trata de poner 1 kilo de material fresco en 10 litros de agua por algunos días. Tenemos que darle vuelta (oxigenar) a la preparación todos los días. Haciéndolo, controlamos que suban del fondo burbujitas homogéneas (no equivocarse con las burbujas que resulten del hecho de dar vueltas a la preparación). Hacer lo mismo cada día. Cuando, al revolverlo, ya no suben más burbujitas homogéneas, ya es hora de filtrar (con una manta) el extracto para bloquear la fermentación. Este proceso dura entre 5 y 30 días, dependiendo de las temperaturas ambientales (entre más caliente, más rápido). Si no filtramos de una vez, el extracto va a entrar en putrefacción y vamos a degradarlo. Lo podemos utilizar de una vez o almacenarlo en botellas tapadas y sin dejar aire (llenas hasta el tope), en un lugar oscuro (no olviden etiquetar). Se realizan los extractos planta por planta, pues no es recomendado mezclar dos tipos de plantas en el mismo proceso (las mezclas eventuales se pueden hacer a la hora de aplicar). Tratándose de extractos fermentados, puede ocurrir un relanzamiento del proceso de fermentación, más que todo cuando el lugar de almacenamiento no está lo suficientemente fresco. Las tapas pueden entonces explotar, o los recipientes pueden inflarse, si son de plástico. Por esa razón, se recomienda utilizar este tipo de extractos bastante rápido. Es muy importante utilizar, tanto para la preparación como a la hora de aplicar, un agua (no clorada) cuyo pH esté entre 6 y 6,5. El agua de lluvia sirve (sin embargo, hay que averiguar el pH, si es recuperada con un techo de zinc). Si sale con un pH elevado, se puede corregir con jugo de limón o vinagre hasta bajar al pH adecuado (en farmacias, o agroservicios se encuentran cintas para medirlo). Es muy importante lo del pH, para garantizar una buena eficiencia del producto. La consuelda (Symphitum officinalis): Principios activos: alantoína, favorece la multiplicación celular. 1 kilo de hojas frescas en 10 litros de agua. Extracto diluido al 20% en aplicación para el suelo. Extracto diluido al 5% en aplicación foliar o riego de siembra. Ojo: no confundir consuelda (Symphitum officinalis) con soldaconsuelda. La ortiga (Urtica dioica) Principios activos: cóctel de elementos orgánicos y minerales todavía mal conocidos, pero donde figura el acido fórmico. 1 kilo de planta entera (antes de la floración) en 10 litros de agua. Extracto puro para remojar semillas (no más de 30 minutos) para favorecer la germinación. Extracto diluido al 20% en aplicación en el suelo. Extracto diluido al 5 % en aplicación foliar. Ojo: no confundir ortiga (Urtica dioica) que es una hierba, con ortiga (Urera baccifera) que es un arbusto. Fuente: B. Bertrand, J-P. Collaert, E. Petiot, « Purin d’ortie et compagnie », editions de Terran, 2007.