Subido por Francisco Javier Gallardo Jiménez

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“El hecho de que la agricultura produzca entropía (degradación) y que los
bosques produzcan neguentropía (entropía negativa, que aumenta el potencial
energético), más que parecernos como normal, tendría que suscitarnos un
cuestionamiento fundamental.”
Daniel Henry, agrónomo.
Las Maderas Rameales Fragmentadas
Las maderas rameales fragmentadas (también se pueden encontrar en la
literatura en español bajo el nombre de Astillas Verdes) permiten cultivar sin
trabajar el suelo, sin abonos, y sin riego (o muy poco).
Usando ramas recién picadas y esparcidas rápidamente al suelo, una
pedofauna y una pedoflora muy diversas van a instalarse y a reproducir los
mismos mecanismos que en un bosque, el cual es autosuficiente.
Las maderas rameales fragmentadas (MRF) actúan como agradantes (en
oposición a degradantes). Tienen la capacidad de empezar el proceso de
pedogénesis. La pedogénesis es la creación de suelo. Es el proceso dinámico
de creación del humus.
Hay que entender que las MRF no son un abono, más bien son todo lo
contrario de lo que es un compost. La idea es crear un suelo de bosque: en
realidad el proceso de compostaje nunca se realiza de manera espontánea en
un bosque. El procesamiento de la materia orgánica en un bosque se hace de
una forma totalmente distinta. En un compost son las bacterias las que juegan
el papel más importante (proceso de mineralización), por el contrario, en el
bosque, como en las MRF, son los hongos los que juegan el papel más
importante (proceso de humificación). En un bosque, la materia orgánica no se
pone en pilas y el suelo del bosque no sube a temperaturas de 80 grados como
puede ocurrir en una pila de compost. Más bien, la mayoría de los que utilizan
MRF hablan de desperdicio de energía, si ponen a compostar las MRF. Sin
embargo, a algunos que utilizan MRF les gusta hacer un pre-compostaje de las
MRF a baja temperatura (40 grados) y por un periodo corto de 3 meses, con el
fin de inocular microorganismos y de acelerar el proceso en el primer año.
Un poco de historia
Las maderas rameales fragmentadas (MRF), como técnica agronómica, nació
hace unos 30 años en Québec (región francófona de Canadá).
En los años 70, el Québec enfrentó una crisis social, económica, y ambiental.
El viceministro de la agricultura y del bosque, Edgar Guay, buscaba
alternativas. Un poco por casualidad y un poco por intuición, decidió hacer
pruebas con desechos de la industria silvícola.
En julio de 1978, se hace una prueba con desechos de madera de árboles
hojosos, en una finca que produce cereal y que tiene carencia de materia
orgánica. Se puso la madera fragmentada como cobertura del suelo. En un
mes el suelo se oscureció y el cereal se desarrolló normalmente. La vida volvió
al suelo y se formaron agregados, el suelo se estructuró y se suavizó. A
principios de septiembre los análisis notaron un suelo recuperado, que pasó de
un pH ácido hasta uno casi neutro, y sobre todo una proporción de materia
orgánica que había pasado ¡del 3% al 6%! Además, sin que hubiera caído ni
una sola gota de lluvia de junio hasta septiembre.
En 1979, dos nuevas pruebas dieron como resultado cosechas fabulosas en
fresas y en papas. Se lanzan entonces investigaciones y en 1982 Guay y un
profesor de la Universidad de Laval, Gilles Lemieux, crean un grupo de
investigación.
El gobierno canadiense puso una patente sobre el procedimiento, pero Guay
exigió que la patente fuera utilizable por todos, gratuitamente y sin distinción.
Hoy, esta patente ya ha vencido.
Durante los años que siguieron, Lemieux multiplicó las pruebas bajo todo tipo
de clima (Québec, República Dominicana, Senegal, Costa de Marfil, Ucrania),
pero por falta de recursos muchas pruebas no llegaron hasta el final. Sin
embargo, siempre los resultados obtenidos fueron: cosechas más abundantes,
de mejor calidad, economía de agua. En Senegal las MRF resolvieron el
problema de nemátodos en los tomatales, en una región donde esta plaga es
un problema muy serio.
Podríamos pensar que las investigaciones iban a multiplicarse, pero fue al
contrario lo que ocurrió. Lemieux nunca logró convencer a la FAO, al Banco
Mundial, al IFOAM (Fundación Internacional de Movimientos de Agricultura
Orgánica), para colectar los fondos necesarios. Más bien, la mayoría de los
científicos se burlaron de las MRF, y la investigación no se mantuvo en
Québec.
Ahora Lemieux está pensionado y el grupo de investigación ya no está activo.
Pero las MRF llegaron a ser conocidas (Bélgica, Francia, Alemania,
Madagascar…), y ahora se divulgan más que todo de forma popular (sin
embargo, algunos agrónomos están investigándolas sobre todo en Bélgica y en
Francia).
Definiciones
Basidiomycetes
MRF
¿Cómo funciona?
Con el tiempo las investigaciones han afinado la técnica de las MRF. El término
MRF, Maderas Rameales Fragmentadas, designa ramas picadas o trituradas
(fragmentadas) en pedacitos de unos 2 o 3 centímetros de largo. Hay que
extenderlas directamente en el campo sin almacenarlas (para evitar que
empiece un proceso de compostaje), Integrar esa cobertura a los 5 – 10
primeros centímetros del suelo. Luego, dejar que se desarrollen los hongos sin
tocar más el suelo.
Las ramas que se usan proceden de ramitas de un diámetro inferior a 7cm., de
árboles hojosos (angiospermas) (los árboles resinosos (gimnospermas) pueden
ser tolerados en mezcla hasta 20%). Se recomienda utilizar, cuando es posible,
mezclas de varias especies de árboles hojosos (no una sola especie), e
incluso, cuando esto es posible, se recomienda utilizar especies de árboles
climácicos. Los árboles climácicos son las especies que llegan naturalmente de
último en el ciclo del bosque (los que se encuentran en los bosques primarios,
pero obviamente ¡eso no significa ir a cortar árboles en los últimos bosques
primarios!). Las especies climácicas son interesantes, sobre todo por sus altas
concentraciones en taninos. Sin embargo, no hay que focalizarse en este punto
porque la técnica funciona muy bien con casi todo tipo de árboles hojosos. Lo
que si se recomienda evitar, son algunos árboles como los eucaliptos, por tener
compuestos nocivos para la pedofauna y los demás vegetales.
Las ramas (o árboles muy jóvenes) que se usan como MRF son las partes más
ricas en elementos del árbol. Allí se encuentran 75% de los minerales, de los
aminoácidos, de las proteínas y de los catalizadores.
No se recomienda utilizar (o en muy pocas proporciones) ramas muertas
secas, porque ellas van a tener tendencia a chupar el agua del suelo en vez de
mantenerlo húmedo. Además, las ramas muertas están empobrecidas en
nutrimentos.
Por extensión, el término MRF designa también los métodos culturales
agrícolas innovadores, que por la introducción del material fragmentado en la
capa superficial del suelo, crean un suelo tipo bosque. Las MRF favorecen la
pedogénesis, el proceso que crea el humus.
Su utilización se considera como esencial en agricultura orgánica, en
agricultura de conservación y en la lucha contra la desertificación de los suelos.
Esta técnica es utilizable para todas formas de cultivo: huertas familiares,
hortelanos, agricultura, plantación de barreras vivas, silvicultura, arboricultura,
reforestación, etc.
¡Ojo! Ningún tipo de palma y ningún tipo de bambú (monocotiledones) deben
ser utilizados en esta técnica, pues por ser árboles que no tienen el mismo tipo
de lignina no tendrían los resultados esperados.
Basidiomicetes
Basidiomicetes en el suelo
Las Maderas Rameales contienen ligninas, celulosas y hemicelulosas,
numerosas proteínas, todos los aminoácidos, casi todos los tipos de azúcares y
almidones, y polisacáridos intermediarios. Contienen también numerosos
sistemas enzimáticos, de hormonas, y sobre todo de polifenoles, aceites
esenciales, terpenos, taninos y otros..., asociados, en diferentes grados, a
todos los nutrimentos necesarios a la síntesis y a la regulación de la vida.
Entre todos estos productos, muchos son muy frágiles como las enzimas, los
aminoácidos, y varios tipos de proteínas. Otros productos van a ser fuentes
energéticas inmediatas como las celulosas y las hemicelulosas, seguidas por
los azúcares. Queda la lignina, molécula tridimensional, una de las más
complicadas que la naturaleza ha edificado, que va a ser una fuente energética
importante, pero de difícil acceso, porque esta energía está contenida en ciclos
aromáticos que pocos seres vivos están en capacidad de degradar. Entre
estos, contamos con protozoarios y bacterias, pero los más importantes son los
hongos del grupo de los basidiomicetes.
Los basidiomicetes (Basidiomycota) constituyen una división de los Hongos,
caracterizada por esporas formadas en la extremidad de células
especializadas, los basidos. Estos hongos necesitan aire y humedad para
sobrevivir. No pueden sobrevivir en un suelo desnudo (sin cobertura o mulch),
ni tampoco en profundidad.
Importancia
Los leñosos crean más humus y de mejor calidad que las herbaceas. Este
descubrimiento hecho en Québec es la fuente de un cambio completo de
paradigma en las ciencias del suelo y en la agricultura.
La pareja lignina/micelio es el punto de partida de una sucesión de ciclos
interactivos ligando pedofauna, pedoflora y minerales. Esta « cadena trófica »
es la pedogénesis de los suelos forestales.
En un bosque, los micelios despolimerizan la lignina de las raíces y radicelas
que mueren. El micelio es un conjunto de filamentos, más o menos ramificados,
formando la parte vegetativa de un hongo. Se encuentra en el suelo. La lignina
(madera joven) de las ramas terminales es idéntica a las de las radicelas.
Fragmentándola, favorecemos dos cosas, primero la multiplicación de los
micelios y segundo el manejo de los cultivos (es muy incómodo trabajar si
tenemos ramas enteras en el suelo).
La degradación de la lignina de las MRF permite que la temperatura quede
estable y con un promedio aceptable, que el PH se mantenga neutro, y que la
humedad sea constante. No se ocupa ni regar ni fertilizar más. Además, el
hecho de que el suelo tenga una cobertura ayuda a luchar contra la erosión del
mismo.
El mejoramiento de la estructura de un suelo se logra con la presencia de los
basidiomicetes. Estos son los principales microorganismos capaces de digerir
la lignina de la madera, reciclando y ayudando a los vegetales a absorber y
asimilar el agua y las sustancias nutritivas en formación, en el suelo. Ellos son
el punto de partida de la cadena trófica, junto con las bacterias, y seguidos por
los insectos. Generadores de antibióticos naturales, los basidiomicetes
protegen los cultivos de parásitos y enfermedades. Además, tienen una
influencia importante en la conservación y la distribución del agua
biológicamente activa.
Estimulación de los organismos del suelo.
Con esta técnica, las poblaciones de hongos serán las más estimuladas,
seguidas por numerosos organismos de la pedofauna, como
microartrópodos y lombrices.
A partir de la estimulación de los hongos, se va a iniciar una red trófica. Se
habla de red trófica, en vez de cadena alimenticia, con el fin de ilustrar
mejor la complejidad de las interacciones entre los diferentes habitantes
del ecosistema.
En un suelo donde los hongos son estimulados, sus depredadores van a
desarrollarse en las mismas proporciones (colemboles y ácaros
fungívoros). Esos artrópodos van a ser comidos por otros animales
carnívoros (arañas, ácaros carnívoros, insectos, etc.). Además, esos
microartrópodos, junto con otros animales del suelo como las cochinillas,
las escolopendras o lombrices, van a participar a la trituración de los
pedazos de madera, permitiendo un mejor ataque de los hongos
basidiomicetes.
Otro aspecto interesante de estos artrópodos fungívoros reside en sus
excreciones fecales: éstas se encuentran invadidas por una densidad muy
fuerte de bacterias, que van a mineralizarlas y llevar así, nitrógeno al
suelo, de la misma manera que cuando llevamos boñiga. La gran
diferencia reside en que, en este caso, la “boñiga” de colemboles y ácaros
es procesada en el suelo y por el suelo mismo, y no por una lechería
vecina.
Las bacterias van a ser comidas por protozoarios, los cuales a su vez, serán
comidos ellos mismos, entre otros por las lombrices.
Posteriormente, las lombrices van a ser presas de todo tipo de depredadores,
entre los cuales se encuentran numerosos auxiliares de cultivos. Al encontrarse
estas lombrices de manera permanente, durante todo el año, los depredadores
estarán entonces, listos en cualquier momento, en el caso de un ataque de
plagas.
En general, bastan algunos meses para devolverle la vida a un suelo y
¡multiplicar la pedofauna por 500!
Aumenta la taza de materia orgánica (agradación).
El aumento del porcentaje de humus parece ser el mayor interés de esta
técnica. Las MRF permiten el incremento del humus de 1% en menos de 10
años, en comparación, podemos decir que se necesitan 50 años para obtener
un resultado similar usando compost, y 80 años con boñiga.
Mejora la estructura del suelo, sin labranza.
Las primeras consecuencias visibles de las estimulaciones biológica y
bioquímica, conciernen la estructura del suelo. Si el suelo se encuentra muy
compactado al principio, pronto se descompacta. Los agregados del suelo son
generalmente más grandes y más estables. La presencia de lombrices permite,
por sus redes de galerías, mejorar la aeración del suelo. De esta forma, los
organismos del suelo son quienes se encargan de la labranza del suelo.
Efecto antierosivo.
La estructura de un suelo con MRF permite una mejor circulación del aire y del
agua. El suelo está entonces, más oxigenado y se facilita la infiltración del
agua, lo que implica una reducción de las arroyadas, y por ello, de la erosión.
Por otra parte, las MRF en cobertura del suelo, tienen un efecto antierosivo
importante.
Disminución del carbono en la atmósfera.
La técnica de MRF participa en la fijación del CO2 en el suelo. Se estima que
25 000 metros cúbicos de MRF retienen 20 000 toneladas de CO2, y que, por
el contrario, si esta cantidad de MRF fuera quemada, eso implicaría una
liberación en la atmósfera, de 62 000 toneladas de CO2.
Este carbono es fijado por la fauna del suelo y por la transformación de la
lignina. Señalemos que la labranza (el trabajo de suelo) libera también carbono
en la atmósfera, estimulando la mineralización del humus, y que las MRF no
ocupan labranza (trabajar el suelo).
Grandes reservas de agua sin necesidad de regar (o muy poco).
En la finca hortelana de uno de los pioneros franceses de las MRF, Jacky
Dupety, no hubo ningún riego durante el verano 2005 en una región con muy
poca precipitación en esa temporada.
Las investigaciones en África hablan de una reducción del riego del 50%. Una
investigación en Burkina Faso logró dividir por 16 el volumen de riego en las
eras con MRF, en comparación con las eras testigo.
Se mejoran las reservas en agua del suelo al reestructurarse el mismo. La
actividad biológica, y más que todo, la actividad de los hongos, permite una
regulación de la humedad, entonces el suelo nunca está seco ni saturado. Este
factor es el que permite el efecto más espectacular de las MRF: la resistencia
de los cultivos a periodos de sequía. En caso de lluvias abundantes, las MRF
también son favorables, porque el suelo nunca está saturado, debido a la
estructura aireada que facilita fuertes infiltraciones de agua.
Existen varias explicaciones sobre este fenómeno de regulación del agua:
-
La madera tiene la capacidad de mantener en sus fibras una parte del
agua del suelo y de restituirla poco a poco, cuando el suelo se reseca.
Cuando se pone las MRF como cobertura, obviamente actúan como
protectoras físicas del suelo, limitando la evaporación.
El humus, creado por la transformación de esa madera, actúa como una
esponja que puede contener hasta 20 veces su propio peso en agua.
Los hongos micorrizianos son conocidos por ayudar al anfitrión vegetal a
tener más resistencia a las sequías.
La vida del suelo, y más que todo, los hongos, tienen la capacidad de
regularizar el contenido en agua del suelo y de distribuirla sólo por
-
canales biológicos. Para el profesor Lemieux, esta vida biológica tendría
una importancia fundamental en los procesos iniciados por las MRF.
La fauna genera líquidos (cadáveres, excreciones, orines, transpiración,
etc.)
Aunque aún faltan explicaciones científicas, los resultados nos demuestran
que, aunque pegue un sol fuerte, los cultivos no se marchitan.
Se debe precisar que la limitación del riego incrementa la calidad gustativa y la
calidad biológica de los productos, evita el lixiviado de los nutrimentos solubles
del suelo, y permite sembrar de nuevo en terrenos abandonados por causa de
sequía prolongada, o en terrenos con dificultad de abastecimiento en agua. No
hay que olvidar que el problema del agua es uno de los problemas más
importantes de hoy y mañana, junto con la degradación cada vez mayor de los
suelos.
Modificación del pH (pues llevan mucho
conductividad y asimilaciones químicas.
calcio)
y
mejor
La química del suelo se ve también modificada por las MRF. Con la cantidad de
calcio que llevan las MRF, la acidez se corrige. El pH tiende hacia la
neutralidad. Algunos nutrimentos resultan más asimilables, como fue
observado en algunos estudios (Francia, Ucrania). Esto se observó también
para la asimilación del magnesio y del manganeso.
Plantas más fuertes y sanas, cosechas de mejor calidad.
Algunas investigaciones demuestran mejor calidad de las cosechas con
una mejor tasa de proteínas y una mejor tasa de materia seca (lo
que implica mejor conservación).
Se da también una mejor resistencia a las heladas y una aumentación del
periodo vegetativo (Québec).
A su vez, la duración de vida puede alargarse (Québec). El sistema radical
de las plantas esta más desarrollado (Ucrania y Québec).
Las propiedades organolépticas (olor y sabor) y nutricionales de los
cultivos se ven mejoradas de manera muy significativa.
Control de plagas, menos parásitos o patógenos (nemátodos,
hongos, pulgones, etc.) sin tratamientos.
Las investigaciones (LAVAL-QUEBEC-LEMIEUX), permitieron destacar la
presencia de antibióticos usados por las plantas, generados por la pedofauna.
Se revela, en esas investigaciones, la ausencia de algunas enfermedades y
depredaciones existentes en las eras-testigo, así como la escasez de otros
ataques de plagas.
Además, cuando vemos los resultados de una investigación realizada en
Ucrania, durante 16 meses, en la cual se reporta que las muestras de suelo de
las eras con MRF llevaban 172 especies de hongos, podemos imaginar que,
con tanta diversidad, se opera un control biológico natural.
Esto con mayor razón, cuando el estudio revela la presencia de varios hongos
patógenos, que se encuentran también junto a hongos como Trichoderma
koningii, Trichoderma viride, Trichoderma harzianum 402, Cladosporium
herbarum, Cladosporium macrocarpum, entre otros (todos conocidos por sus
efectos benéficos en el control biológico de patógenos). Así, Ya no nos parece
tan sorprendente que los cultivos con MRF sean menos susceptibles al ataque
de plagas.
Mejor control de “malezas” sin herbicidas ni labranza.
Las observaciones al respeto son a veces contradictorias. Pero aunque en
algunos casos den resultados espectaculares en cuanto al control de
malezas, no todos los resultados indican un mejor control. Sin embargo,
después de que el suelo se reestructura, las hierbas son más fáciles de
arrancar manualmente.
Incremento de los rendimientos, efecto en la productividad (entre
200 y 1000% más).
Hay un incremento en cantidad como en calidad, en todos los cultivos
investigados y en todas partes del mundo (los rendimientos mas fuertes, 500%
hasta 1000% en relación con la era-testigo, siendo en zonas tropicales). Los
canadienses obtienen entre 200% y 300% en los cultivos de fresas. Las
investigaciones, sobre todo en Ucrania (1996-97), en el centeno, indican
incrementos significativos del número de granos (+45%), del peso de ellos, de
la materia seca (+17,5%), del nitrógeno, etc. En República Dominicana la
productividad es de + 18% en un cultivo de maíz en relación con el maíz de la
era testigo. En Bélgica hubo una productividad de +72% sobre un cultivo de
alfalfa.
Pero de manera general, hay que entender que este incremento de la
productividad refleja la resolución de un problema de fondo, como el control de
algún parásito, y no un efecto directo sobre el desarrollo de los cultivos.
Menos trabajo
No hay labranza del suelo, una mucho menor necesidad de desherbar y de
regar, así como la eliminación casi total de los tratamientos para controlar
plagas.
Permite preservar el medioambiente
El nitrógeno, al ser fijado por los hongos, no se lava del suelo. También permite
fijar el carbono en el suelo.
Estimulación de la regeneración forestal.
Las MRF permiten una mejor germinación de las semillas de árboles,
acelerando la regeneración.
Por otro lado, las MRF previenen los incendios forestales que pueden ocurrir
después de un corte de árboles.
Utilización de residuos forestales, valorización de lo que es
considerado muchas veces como un desecho.
Los residuos de trabajos forestales o de poda, hasta ahora sin interés, a veces
molestos, muchas veces quemados, depositados en basureros; se convierten
en materia prima de gran interés.
Esta búsqueda de materia primaria para las MRF, va de la mano con el interés
cada vez mayor por las barreras vivas, su potencial biológico, su necesidad
para proteger del viento, de la erosión, preservar el agua y la biodiversidad.
Las MRF se aplican a todas las zonas del mundo.
El árbol funciona de la misma manera bajo todas las latitudes. En todos los
casos el árbol restituye sus ramas y sus hojas al suelo para mantener la
fertilidad del medio. Este es un proceso universal de reciclaje interno.
Aunque la metodología tenga variaciones, la técnica es reproducible en
todo el planeta.
Ventajas sociales, económicas y humanas (autosuficiencia).
Las MRF permiten disminuir los insumos externos (agua, abonos, tratamientos,
etc.) y por tanto, aumentar la ganancia sobre los productos.
Los productores tienen reconocimientos por producir de manera sana, sin
impacto sobre el medioambiente.
Además, esta nueva técnica es simple, evidente, y gratuita, lo que permite su
acceso a las poblaciones marginales y pobres que son muchas veces, las más
afectadas por las condiciones ambientales en el mundo.
Nuevas perspectivas científicas y agronómicas.
El interés cada vez más grande por la agricultura local, natural y de bajos
insumos, la posibilidad de investigaciones sobre recuperación de suelos
y sobre los antibióticos naturales, etc., son otras aplicaciones posibles
de las MRF.
Las MRF nos plantean aún, un gran número de interrogantes, sin embargo,
algunas pistas han sido abiertas en cuanto a los principios fundamentales del
ciclo de la vida. Las MRF son un campo de investigación abierto donde casi
todo está por descubrir.
Las cifras y los resultados presentados, no serían tan creíbles si no fueran
afirmados y confirmados por 30 años de investigaciones (Universidad de LavalQuebec, Pr.Lemieux), (Cta Wallonia-Bélgica, Benoit Noel).
Inconvenientes:
Abastecimiento y fragmentación.
Uno de los problemas más importantes de las MRF es el abastecimiento en
materia prima. ¿Dónde conseguir las ramas? A veces no están disponible
en la finca o en el terreno, sobre todo cuando se trata de huertas
familiares con poco terreno. Además, puede ser difícil el tener acceso a
una máquina para fragmentar las ramas. Si se tiene que comprar tal
máquina o alquilarla, incluyendo el combustible que gasta, esto puede
generar costos elevados.
Una opción es recuperar las ramas de poda de los árboles de calles públicas,
de los parques, o de los vecinos. Quizás, con suerte, se encuentren
empresas que fragmenten el material para que ocupe menos campo en
los camiones. Y como todavía no se sabe que estas ramas valen oro, la
gente está muy dispuesta a regalarlas, felices de deshacerse de esos
“desechos incómodos”.
Sin embargo, aunque la fragmentación es ideal, pues facilita el ataque del
hongo y el manejo de los cultivos, está técnica se puede hacer sin
fragmentación. En países o zonas como en África, en la India o en
República Dominicana, los productores tienen otros métodos. En vez de
fragmentar las ramas, hacen haces (rollitos) de ramitas (cortando las
ramas con un machete) y las colocan en los costados de las eras y entre
las líneas de cultivos. El proceso de degradación de la lignina va a ser
más lento y las ramas pueden incomodar un poquito el manejo de cultivos
(en realidad ni tanto), pero los resultados van a ser los mismos, aunque
tomen más tiempo.
Calidad de las MRF.
Como se trata de material vivo, que tiene que estar fresco, se deben tomar
algunas precauciones y su utilización tiene que ser rápida. Por otra parte,
si el material fragmentado es recuperado de una empresa de poda,
muchas veces estará mezclado con hierbas, troncos, coníferas, basura…
lo que afecta su calidad.
Hay que averiguar también cuándo fue cortado o fragmentado el material, si no
ha sido almacenado en pilas por mucho tiempo, etc.
Compactación del suelo cuando se usa maquinaria para esparcirlas.
El uso repetido de maquinaria pesada puede generar una compactación del
suelo, lo que puede generar a su vez, una degradación de aquel.
Debemos vigilar entonces, las condiciones de intervención; por ejemplo,
el terreno tendría que estar bien seco.
Hambre de nitrógeno (de 1 a 3 meses).
En cuanto al cultivo es muy importante saber que, en los primeros meses,
vamos a tener una deficiencia de nitrógeno en el suelo.
Se habla de hambre de nitrógeno, esto para ilustrar la necesidad de nitrógeno
que tiene la materia orgánica en descomposición. En realidad, para
caricaturizar, podríamos decir que las moléculas carbonadas contenidas en la
materia orgánica no son muy asimilables tales y como son, para la microfauna
del suelo. Para lograr la degradación de las moléculas carbonadas de las MRF
hasta convertirse en humus, la microfauna también utiliza el nitrógeno. La
microfauna acapara entonces el nitrógeno más fácil de obtener, eso es aquel
presente en el suelo, lo que implica que dicho nitrógeno no queda disponible
para las plantas cultivadas. El hambre de nitrógeno puede ser combatido, en
parte, con la incorporación de abonos (orgánicos o no). Es importante señalar
que esta hambre de nitrógeno es temporal (de 1 a 3 meses). Una vez la
microfauna establecida, el nitrógeno contenido en las MRF va a ser liberado
poco a poco en el suelo.
Por eso, no se recomienda sembrar cultivos que vayan a ocupar nitrógeno del
suelo durante esta fase de “hambre de nitrógeno”. De esta forma, vamos a
privilegiar la siembra de abonos verdes (mostaza, alfalfa, etc.) o de fabaceae,
que utilizan el nitrógeno del aire (frijol, vainica, gandul, cuba, etc.).
Otra opción sería dejar que pase esta “hambre de nitrógeno” antes de
sembrar. Otras personas hacen un precompostaje de las MRF, teniendo
cuidado de que la temperatura no sobrepase los 40 grados. Se puede también
hacer un aporte de compost o lombricompost.
Otra alternativa, consiste en aplicar
como los de ortiga (Urtica dioica) o
(ver anexo), poniendo atención que
kilo de nitrógeno por metro cúbico
fertilizantes químicos.
extractos de plantas ricos en nitrógenos
los de consuelda (Symphitum officinalis)
la dosis de fertilizante corresponda a un
de MRF. No se recomienda el uso de
El desarrollo de los hongos estimula a su vez, el de sus principales
depredadores: los microartrópodos fungivoros (collemboles y ácaros) que son
los principales representantes de la mesofauna del suelo. Dicha depredación
sólo ocurre cuando los hongos, y la madera que consumieron, son lo bastante
ricos en proteínas. Esta depredación estimula la actividad de los hongos sobre
la lignina, activando el desarrollo de nuevo micelio. Además las excreciones de
esos microartrópodos van a permitir el desarrollo de comunidades bacterianas
que van a mineralizar el nitrógeno contenido en dichas excreciones. En esta
etapa es en la cual se produce la liberación, muy progresiva, del nitrógeno
acaparado anteriormente.
A veces una fauna no deseada (babosas, mamíferos, etc.)
La pedofauna que se desarrolla, atrae depredadores grandes que pueden
perjudicar a los cultivos (armadillo, chancho de montes, etc.). Si estas
depredaciones ocurren, tendríamos que tomar medidas adecuadas para
proteger los cultivos (cercas, repelentes, etc.). Recordemos que esos
animales tienen un papel muy importante en la vida de los bosques, que
la mayoría están en peligro y por eso no tenemos que cazarlos).
Por otra parte, las MRF pueden crear un medio favorable a las babosas. Sin
embargo, hay muchas soluciones para controlarlas (ver anexo).
En práctica
Huertas Vivaces del canadiense Jacques Hebert. Todo el suelo está cubierto
con MRF.
Producción de las MRF
Entre más pequeño es el diámetro de la rama, mejor será el efecto en el suelo
(no se deben usar ramas con diámetro superior a 7cm), pero más fuerte será
también, el “hambre de nitrógeno”. Lo ideal es que las ramas sean
fragmentadas durante el periodo de dormancia (descanso vegetativo) de los
árboles, un poco antes de que la savia empiece a activarse de nuevo
(febrero/marzo en zonas templadas del hemisferio norte, aunque algunos
prefieren fragmentar al principio del invierno). En zonas tropicales se
recomienda el final de la temporada seca como la época más efectiva. Sin
embargo, muchos están de acuerdo en que el mejor momento para esparcir las
MRF es cuando las tenemos listas. (Las MRF son un campo de investigaciones
permanente, a ustedes de hacer pruebas).
En zonas templadas se busca el periodo de dormancia porque la lignina en
formacion esta mas facilente atacable por los hongos y las bacterias que la
lignina adulta o madura. Esas ramas contienen una materia nitrogenada
indispensable al desarrollo de esas bacterias y hongos.
En zonas tropicales, se recomienda hacer la fragmentación
temporada seca. Se recomienda echar también las hojas.
recomendación ideal, pero obviamente el mejor momento para
el campo es cuando podemos, o sea cuando tenemos la
disponible, esto no va a perjudicar los resultados.
al final de la
Nota: es una
echar MRF en
materia prima
Estas ramas pueden proceder de podas de sus árboles ornamentales, frutales
o maderables, o de la poda de las barreras vivas.
Esas ramas y ramitas tienen que ser fragmentadas (en astillas de 2 o 3cm,
puesto que más pequeñas, tendrían un efecto perjudicial, pues el material se
puede compactar) con una máquina trituradora, con el fin de facilitar el ataque
de la lignina por los hongos, ya que la corteza de esas ramas las protege
contra los insectos y microorganismos, por un germen de cutícula. La
fragmentacion expone la madera al ataque de hongos y bacterias.
Se puede tambien fragmentar las ramas con machete. Algunas pruebas en
África dieron buenos resultados. Sin embargo, esa técnica es más laboriosa,
aunque se puede, en este caso, dejar pedazos más grandes en vez de astillas.
Pero hay que recordar que entre más grandes sean los pedacitos, más difícil
será cultivar y más difícil (o más lento) va a ser el ataque de los hongos. En
este caso, se pueden colocar haces de ramitas entre los surcos de cultivos.
Utilización
1. Esparcir cada 3 años (a veces menos, a veces más) una capa de 1 a
3cm de MRF frescas (10cm en cobertura para árboles), lo que
corresponde a entre 150 y 200 metros cúbicos de MRF por hectárea. Se
recomienda no usar más de 20% de coníferas.
2. Incorporar el material a los 5-15 primeros centímetros del suelo
(dependiendo del tipo de suelo), el proceso tiene que ser aeróbico. Una
herramienta como la gancha se revela adecuada para el trabajo de
incorporación.
3. Con la primera aplicación de MRF se puede efectuar un aporte de
nitrógeno, pero sólo el primer año (compost), con el fin de reducir el
impacto del « hambre de nitrógeno ». También se puede inocular un
poquito de hojarasca de bosque si el suelo está muy dañado.
4. Sembrar y no perturbar más el suelo.
Los años siguientes, se agrega una capita (1cm) encima de la anterior. La idea
es nunca dejar los hongos sin materia prima. Se puede agregar en todo el
suelo (en los pasillos también).
Con las MRF, podemos observar las tres capas características de un suelo vivo
y fértil:
1. En la superficie, la capa de MRF de más o menos un centímetro.
2. La capa en descomposición, que está llena de filamentos blancos
(los micelios de los hongos basidiomicetes).
3. El suelo está negro y tiene un olor muy agradable.
¡Ojo!
Obviamente, por todo lo que hemos mencionado, las MRF no se pueden
pensar en un sistema de producción convencional. Tiene que quedar bien claro
que no vamos a tener ningún resultado con MRF, si al mismo tiempo echamos
un fungicida o un plaguicida químico. Además, por la cuestión del
abastecimiento en materia prima, la finca o la huerta tienen que ser
reorganizadas, dando espacios a barreras vivas o cercas vivas, partes con
bosque, etc. Definitivamente las MRF se entienden en un esquema totalmente
diferente del de la agricultura actual, tanto en sus prácticas, como en su
filosofía.
Rediseñar la finca
Para tener una fuente de MRF diversificada y de calidad (que esté siempre
a disposición), para aumentar la diversidad biológica en las parcelas,
tenemos que rediseñar nuestra finca. Sembremos barreras vivas
diversificadas, cercas vivas, introduzcamos y asociemos los árboles
o los arbustos (frutales, maderables u ornamentales) con los
cultivos.
Otro modo de pensar
Las MRF implican un cambio radical en la forma de pensar la agricultura.
Pero tambien, se trata de cambiar nuestro esquema mental. La
agricultura siempre fue pensada en contra de lo silvestre. En la
mitología hay una oposición muy fuerte entre el mundo civilizado y
el mundo salvaje, lo que tiene repercusiones en la agricultura. El
bosque representa lo salvaje, e introducir el bosque en el campo de
cultivo, implica cambios profundos en nuestros esquemas sociales.
Esta es si duda una de las razones más importantes por las que el método
MRF es tan difícil de ser aceptado.
Bibliografía
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•
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"BRF vous connaissez ?" de Jacky Dupety con Bernard Bertrand,
128p.2007 Editions de Terran http://www.terran.fr/
"De l'arbre au sol, les BRF" de Eléa Asselineau y Gilles Domenech,
192p.2007 Editions du Rouergue http://brfdelarbreausol.blogspot.com
Ekopedia http://fr.ekopedia.org
Para los que quieren profundizar el tema. Se encuentran traducciones en
español de algunas investigaciones en el sitio Internet :
http://www.hydrogeochem.qc.ca/pages/publications_gcbr.html
Estas son las siguientes:
Lemieux, G., 1995. Los orígenes económicos y científicos de la revolución
verde en Sahel (pdf 134 Ko). Traducción española por Dr González.
Lemieux, G., 1996. El mundo oculto que nos alimenta: el suelo viviente
373 Ko). Traducción española por Profesor José Marcano.
(pdf
Lemieux, G., 1997. Fundamentos de Pedogénesis en el Ecosistema Forestal:
Una Aproximación a la Metaestabilidad A Través de la Biología Telúrica (pdf
523 Ko). Traducción española por Profesor José Marcano
Furlan, V., & Lemieux, G., 1997. Método de aplicación y de evaluación para el
uso de la madera rameal fragmentada (pdf 151 Ko). Traducción española por
Profesor José Marcano.
Larochelle, L., Pagé, F., Beauchamp, G.J. & Lemieux, G. 1998. Papel de la
mesofauna en la dinámica de la transformación de la materia leñosa aplicada
al suelo (pdf 223 Ko). Traducción española por Profesor José Marcano.
Marcano, J., 1998. Guía metodológica para el establecimiento de pruebas con
MRF (6 689 Ko).
A estas traducciones en español les podemos añadir otra que, aunque no esté
traducida en español, tiene gran interés para el público del neotrópico, por ser
un documento relativo a experiencias en Costa Rica y en Brasil. El documento
está en inglés y lleva una traducción en francés. Se encuentra en la misma
dirección Internet que los demás documentos. Se llama:
Götsch, E., 1994. La remise en état des sols par l'utilisation du processus
naturel de la succession des espèces (pdf 342 Ko). Traduction française et
commentaires par Lemieux, G. de 'The Recovery of Impoverished Soils by
Employing Natural Processes in Species Succession'.
Para ir mas allá en el tema de la importancia de la preservación de los bosques
y el vínculo que tienen con la fertilidad de los suelos; le recomendamos la
lectura apasionante de la obra Colapso del antropólogo Jared Diamond, y entre
otros capítulos, el capítulo relativo a la desaparición de la sociedad indígena de
la isla de Pascua. En este capítulo el autor analiza la locura colectiva que llevó
a este pueblo hasta cortar el último árbol de la isla, antes de darse cuenta que
sin árboles no había fertilidad, y sin fertilidad no había futuro alguno para los
habitantes del lugar (pues se murieron todos):
Diamond Jared, Colapso. (2006) Por qué unas sociedades perduran y otras
desaparecen. Trad. R. García Pérez. Debate, 854 páginas. Existe una edición
de bolsillo más barata.
La fertilidad del suelo viene del árbol
(Refrán africano)
Anexo 1
Ficha simplificada del seguimiento de los cultivos con MRF, año 1.
Les agradeceríamos si pudieran comunicarnos sus resultados directamente a
una
de
las
direcciones
siguientes
[email protected]
;
[email protected] ; o a la mía [email protected]
En los lugares en dónde hay que marcar con x, varias respuestas son posibles.
No es obligatorio contestar a todas las preguntas. Sin embargo, serán
bienvenidos el mayor número de precisiones y comentarios posibles. Si se
puede, es importante constituir un respaldo con fotos, planes, esquemas,
dibujos, copias de documentos y resultados de análisis. Sugerencias de fotos:
Método utilizado paso por paso, herramientas utilizadas, perfiles de suelos,
fauna, malezas, crecimiento, raíces, frutos, tubérculos, tallos, granos,
cosechas…
Si decide tener parcelas o eras testigo o con manejo cultural diferente, no se
olvide de aportar precisiones con el fin de poder hacer comparaciones realistas.
En este caso, puede utilizar esta misma ficha (menos la parte MRF).
Este documento puede también servirle para su propio uso.
Generalidades
- Apellidos y nombre:
- Dirección:
- Teléfono:
- Dirección electrónica:
- ¿Recibieron algún apoyo técnico? No __ o Si__, precisar quien:
- Tipo de clima:
- Altitud:
- Medioambiente (urbano, agrícola, forestal…):
- Historia del terreno:
- Características del suelo (textura, estructura, piedras, pH, actividad
biológica…):
- Superficie de la parcela:
- Preparación del suelo (chapeo, labranza, doble excavado, era, lomillo…):
MRF
- Tipo de trituradora y marca o modelo:
- Diámetro máximo de las ramas:
- Origen de las ramas, transporte y almacenamiento:
- Costos:
- Especies de árboles (nombres populares y ojalá nombres científicos):
- Precompostaje: No__ o Si__, precisar el procedimiento:
- Esparcimiento:
- Fecha:
- Dosis:
- Incorporación: No__ o Si__, Fecha, profundidad, herramienta:
- ¿Compensación del hambre de nitrógeno? No__ o Si__, ¿con qué remedios?
Cultivo
- Tipo de cultivo (hortalizas, frutales, ornamentales…):
- Especies y variedades cultivadas:
Manejo de los cultivos
- ¿Siembras, transplantes o esquejes?
- En era, bajo túnel, ambiente protegido, lomillos…
- Tratamientos complementarios [abonos (cuáles), plaguicidas (cuáles),
extractos (cuáles)…]:
Comentarios climáticos (sequía, lluvias…)
Efectos sobre los cultivos
- Riego (frecuencia, cantidad, con cuál sistema…)
-¿Hambre de nitrógeno? Duración:
- Ataques de plagas y enfermedades:
- Malezas (densidad y especies):
- Crecimiento de los cultivos:
- Productividad:
- Calidad de las cosechas:
- Conservación de las cosechas:
Efectos sobre el suelo
- Estructura:
- Hongos:
- Fauna del suelo:
Comentarios:
Anexo 2
El control de las babosas.
Luchar de manera realmente eficaz contra las babosas es ilusorio, ¡incluso con
químicos!
Conocer mejor a las babosas.
En la clase de los Gasterópodos (parte de los moluscos), se describen algunas
103 000 especies diferentes de babosas.
Su morfología varía según la especie, pero de manera general, puede medir
entre 1 y 15 centímetros. La babosa más grande del mundo, la babosa negracenizada (Limax cinereoniger), vive en los bosques europeos y puede medir
hasta ¡30 centímetros!
Al final de sus antenas superiores tiene dos ojos, y al final de sus antenas
inferiores tiene su nariz. Posee una boca con dos mandíbulas dentadas y una
lengüita llamada radula. En general, es vegetariana, y se alimenta de tejidos
vegetales muertos o vivos, partes subterráneas de las plantas (raíces, bulbos y
tubérculos) y de excretas. Sin embargo, existen babosas carnívoras, muchas
veces enormes (hasta 13 centímetros de largo). Aunque impresionantes, la
mayoría del tiempo, las babosas carnívoras no se atacan a los cultivos.
Sus costumbres de animal nocturno están todavía por investigarse. Bien
alimentada y en un medio favorable, la babosa tiene la capacidad de recorrer
hasta 7 metros por día, gracias a un líquido viscoso que secreta, el moco,
compuesto de 98% de agua. Es muy activa a los 18 grados, pero cae en un
estado de letargo a 5 grados y muere a – 3 grados. Por eso la babosa, que es
hermafrodita, se esconde en lo caliente, en lo profundo del suelo, donde, según
la especie, pone entre 100 y 500 huevos esféricos de color entre translúcido y
blanco. En relación con el clima la incubación es de 2 semanas a 3 meses. Su
duración de vida es de un año en promedio.
La babosa tiene un papel en el medio.
Aliada de los hongos micorrizianos, come mucho fungi, lo que permite la
diseminación de sus esporas. Participa a la pedogénesis, en los procesos de
humificación y de reciclaje de los nutrimentos, comiéndose y excretándo
vegetales.
Algunas especies están amenazadas de desaparición, como la babosa profisa
azul-gris (Prophisaon coeruleum) en Colombia Británica (Canadá), ésta es la
única capaz de amputarse de su cola para escapar de los depredadores
invertebrados.
Lo que favorece su proliferación.
Algunos medios y condiciones, como temperaturas medias (al contrario, las
sequías y el frío destruyen una buena parte de los huevos), un aguacerito, la
ausencia de depredadores, los monocultivos (colzas, remolachas, girasoles,
lechugas…), plantas enfermas, débiles o en descomposición, la atraen
particularmente. Suelos pesados (arcillosos) y ácidos son también favorables a
ellas. Sus depredadores, llamados helicífagos, son: la mayoría de los pájaros
carnívoros, numerosos mamíferos (topos, armadillos, ratas, ratones…), algunos
reptiles (algunas serpientes y lagartijas), batracios (sapos, ranas), coleópteros,
miriápodos (cien pies), dípteros, arañas, ácaros (Riccardoella oudemansi),
algunos moluscos (caracoles como Rumina decollada, Poiretia cornea), así
como babosas carnívoras (Daubebardia rufa y Testacella haliotidea),
nemátodos (Phasmarhabditis hermaphrodita…), protozoarios (Thigmotricha),
hongos (Verticilium, Fusarium, Aspergillus, Pseudomonas, Escheria…).
La babosa, capaz de comer la mitad de su peso por día, en la huerta, se va a
acercar a las plántulas y al follaje de numerosas plantas, empezando por las
brasicaceae (repollo, colza, mostaza…) pero también, las lechugas, los
girasoles, la soya, las remolachas, los zucchinis, los frijoles, etc. En
ornamental, los Delphinium, Echinacea, Brunnera, Bergenia, Hosta, y los
claveles (Tagetes) son sus platos preferidos.
Lo que disminuye su proliferación.
-
Habilitar espacios para hospedar a sus depredadores: pilas de ramas y
hojas, barreras vivas, estanques, nidales para pájaros…
-
Cultivar de manera inteligente escogiendo variedades menos sensibles
(lechuga romana, arvejas…). Para las ornamentales, las babosas no
atacan los geranios, euphorbias, cyclamens… los helechos, y la mayoría
de las Poaceae. Generalmente las monocotiledones son menos
sensibles. Alrededor de las plantas sensibles, sembrar las que brotan de
nuevo (borraja, mostaza, tagetes, rudbeckia, ajo, cebolla, perejil, papa,
capuchina, begonia, artemisa, jengibre…). Mejor regar por la mañana
que por la tarde.
-
Interponer obstáculos. Alrededor de las matas y de las siembras,
disponer sustancias y materiales rugosos que queman los mocos de las
babosas: ceniza, aserrín de madera no tratada, broza de café (desecho
del colador), arena, cola de caballo (Equisetum bogotense) secada y
hecho en polvo, cáscaras de huevos machacadas, dióxido de silicio,
creta, papeles abrasivos, tallos espinosos (rosa…), agujas de coníferas,
pelo… Algunos de estos obstáculos tienen que ser cambiados después
de cada aguacero. Otra idea consiste en hacer canalitos de agua
alrededor de las plantas (para superficies pequeñas y para gente con
mucha paciencia), pues, la babosa no sabe nadar.
-
Poner trampas: las babosas adoran la levadura (cerveza, salvado…);
ponerla en recipientes tapado de las lluvias. La cerveza le encanta
también a algunos depredadores. Se tiene entonces que imaginar
trampas que cuidarán a esos depredadores, y echarles cerveza sin
alcohol. Poner en la huerta tejas, tablitas o cáscaras de melones o de
cítricos cortados. Recoger las babosas cada mañana y matarlas o
echarlas a los patos o a las gallinas. El método conocido como el ”tarro
de miel” consiste en plantar cerca de los cultivos sensibles, las
variedades preferidas de las babosas: consuelda (Symphitum officinalis),
colzas, girasoles, abonos verdes, etc. Bueno saberlo: la reina de la
noche (Brugmansia sp o Datura sp) las atrae y las envenena.
-
Proteger la planta con un tubo plástico, cubierto con una hoja de cobre,
las babosas odian el contacto con el cobre.
-
Diversos extractos de plantas pueden ser eficientes como prevención
(ruibarbo europeo Rheum raponticum, ruda Ruta chalapensis, cola de
caballo Equisetum bogotense, Euphorbia sp…), los extractos de ajo o
helecho no parecen tener eficacia. Los patos, algunas razas en
particular (kaki campbell…), que no se comerán los cultivos.
-
La visión de la Biodinamia con respeto a las babosas, es distinta en
algunos puntos. Maria Thun y los biodinamistas están en contra de las
masacres inútiles y crueles de babosas. Ellos privilegian el hospedaje de
depredadores naturales. También tienen recetas para su control. Una es
la siguiente: Pulverizar, en la madrugada de un día-flor, sílice de cuerno
en el suelo. A las babosas no les gusta ni la luz, ni el sol. Así que un
aporte de arena de cuarzo muy fina, utilizada en construcción puede
ayudar si lo echamos alrededor de las matas sensibles. (Los
biodinamistas dividen los días del año en día-flor, día-raíz, día-hoja, díafruto y días-nefastos, en relación con un calendario establecido, éste en
función de las influencias de las constelaciones, de los signos del
zodiaco y de la Luna). Si todas (y sólo cuando todas) las medidas
preventivas para su control no dan resultados aceptables, los
biodinamistas proponen una lucha directa, con lo que llaman un purín de
babosas. La receta es la siguiente: Recolectar 50 a 60 babosas y
ponerlas, en Luna frente a Cáncer (indicado en el calendario), en un
recipiente con tapa lleno de agua. Después esperamos que la Luna se
encuentre de nuevo frente a Cáncer. Las babosas estarán entonces
descompuestas. Atomizamos finamente el purín filtrado en el suelo de la
huerta. Hay que atomizar de manera muy densa en los alrededores de
las eras. Tenemos que repetir el tratamiento 3 veces dejando 4 semanas
entre cada intervención. Este método de lucha es mucho más aceptable
éticamente para ellos, que echarles sal encima, cocinarlas o cortarlas
(los biodinamistas consideran esos actos crueles, como excesos de
cólera), porque la depredación afecta solamente a 50 babosas.
-
Las intervenciones químicas deben prohibirse (metaldehido, metiocarbo,
y thiodicarbo) porque son extremadamente tóxicas para la salud y el
medioambiente (niños, faunas terrestres y acuáticas entre ellos
mascotas y auxiliares de cultivos). Existe, como último recurso
productos, a base de fosfato de hierro, mucho menos tóxicos y admitidos
en agricultura orgánica.
Entonces hay muchas medidas para el control de las babosas, pero será
combinándolas, que tendremos un control más eficiente. Antes que todo, y
como para todas las plagas, es conveniente atraer a los depredadores y
mantenerlos en el terreno, con el fin de llegar a un equilibrio a través de la
biodiversidad.
Un suelo rico en vida es un auxiliar más, porque las plantas van a tener un
sistema inmunitario más amplio y más fuerte.
Sin embargo, no tenemos que olvidar que la babosa es una especie pionera,
indicando que la vida vuelve en las parcelas. ¡Lo que más bien sería una buena
noticia!
Fuentes:
"De l'arbre au sol, les BRF" de Eléa Asselineau y Gilles Domenech, 192p., paginas 98 a 100.
2007 Editions du Rouergue http://brfdelarbreausol.blogspot.com
« Pratiquer la biodynamie au jardin, rythmes cosmiques et preparations biodynamique » de
Maria Thun, Editiones du Mouvement de culture biodynamique, 2004.
Anexo 3
Los comejenes
Los comejenes son insectos sociables cuyas colonias contienen decenas de
miles de individuos. Aérean el suelo con sus galerías y lo mejoran. Algunos de
ellos cultivan hongos en sus comejeneras. Estas, a veces tienen forma de
edificio de tierra, ¡de varios metros de altura! Al igual que las hormigas, estos
animales son los principales actores de la transformación del suelo en zonas
tropicales.
Los fungi, punto de partida de la cadena trófica del suelo, que permiten la
transformación de la lignina, necesitan humedad. En condiciones tropicales
áridas o semiáridas, sus actividades se ven afectadas. Sin embargo los mismos
mecanismos de transformación de la lignina en dichas zonas, existen gracias a
intermediarios, los comejenes en particular.
La literatura sobre los comejenes, aunque bastante importante, es más que
todo descriptiva, y contiene poca información permitiendo interpretar de manera
eficiente su papel en el ecosistema. Sin embargo, algunas observaciones
permiten hacerse una idea. Por ejemplo, en la lógica del evolucionismo, los
comejenes no podrían ser sólo una curiosidad, para eruditos y aficionados de
entomología, sino que tienen un papel importante en los ecosistemas tropicales
donde son omnipresentes. Es poco realista que sean simples parásitos,
dañinos o no, de las actividades humanas.
En varias regiones de África, los agricultores buscan la tierra de las
comejeneras y la recuperan. No es difícil encontrar investigaciones que
demuestren que la tierra de las comejeneras es muy diferente de lo que se
encuentra a su alrededor y que el porcentaje de materias orgánicas y de
nutrimentos minerales es más elevado que en los suelos que les rodean. Una
parte del manejo de los cultivos itinerantes se justifica por poder aprovechar del
trabajo de los comejenes. Cuando se mueren las comejeneras, la erosión
hídrica transforma la parte exterior en círculos que quedan privados de
vegetación por mucho tiempo. En el sur de Burkina Faso, por ejemplo, los
técnicos forestales proponen tapar estos círculos con ramas de poco interés
(Pilostigma, tradicionalmente quemadas), revolver sumariamente el suelo y
sembrar normalmente. La productividad obtenida es sorprendente durante
varios años, con menos plagas. Esta técnica, implica en realidad muy pocas
superficies, pero merece el interés con fines de investigación.
Ya que estos ecosistemas son muy variados, por el clima, por los sustratos y
por la historia, entonces las soluciones elaboradas por la naturaleza tienen que
ser variadas también, lo que no facilita las investigaciones.
Aparentemente muy simple, el aparato digestivo de los comejenes interesa en
realidad, cada vez más a los científicos. En la entrada, las mandíbulas trituran
en finas partículas la madera disponible en el suelo o recuperada en los
árboles. Se trata en general de ramitas muertas procedentes de podas
naturales, o sea de MRF, lo que representa la parte del árbol más rica desde el
punto de vista bioquímico. El caecum (intestino) de los comejenes presenta una
riqueza sorprendente de microorganismos que sacan provecho de ella;
parecería que la transformación química de la lignina es mínima a este nivel.
Numerosas especies de comejenes llevan después estas excreciones a las
partes profundas de la comejenera, donde las condiciones de higrometría son
favorables a la actividad de los fungi: esta característica “hongista” de algunos
comejenes es tan importante que se utiliza como punto de partida para la
clasificación de estas especies. La producción de micelio de los fungi se vuelve
uno de los componentes de la dieta de los comejenes.
A lo largo de este proceso, los fungi también han podido iniciar
transformaciones de la lignina, comparables a aquellas que encontramos en las
zonas templadas: en esas condiciones, los comejenes se destacan como uno
de los intermediarios que permiten a la pedogénesis producirse en zonas
áridas y semiáridas, según los mismos principios que en otras zonas. Este
papel podría explicar su fuerte presencia.
¿Cómo explicar que los comejenes sean considerados como enemigos de los
cultivos, tanto por la sabiduría popular (pero no siempre, dependiendo de los
manejos y de los contextos), que por la agricultura moderna? Una respuesta
podría ser que, al igual que muchas especies consideradas como dañinas, los
comejenes atacan las partes vivas de las plantas sólo cuando no encuentran
otras cosas, puesto que el medio está degradado, fundamentalmente a causa
de las actividades humanas.
Fuente: Daniel Henry, « Les termites ces mal-aimees », in "De l'arbre au sol, les BRF" de Eléa
Asselineau y Gilles Domenech, 192p., paginas 31 y 32. 2007 Editions du Rouergue
http://brfdelarbreausol.blogspot.com
Anexo 4
Extractos de ortiga y de consuelda
Generalidades
Existen varias maneras de hacer extractos con principios activos de plantas
(infusión, decocción, maceración, tintura…). En este caso, se trata de una
receta de extracción por fermentación controlada.
En general, se trata de poner 1 kilo de material fresco en 10 litros de agua por
algunos días. Tenemos que darle vuelta (oxigenar) a la preparación todos los
días. Haciéndolo, controlamos que suban del fondo burbujitas homogéneas (no
equivocarse con las burbujas que resulten del hecho de dar vueltas a la
preparación). Hacer lo mismo cada día. Cuando, al revolverlo, ya no suben más
burbujitas homogéneas, ya es hora de filtrar (con una manta) el extracto para
bloquear la fermentación. Este proceso dura entre 5 y 30 días, dependiendo de
las temperaturas ambientales (entre más caliente, más rápido). Si no filtramos
de una vez, el extracto va a entrar en putrefacción y vamos a degradarlo. Lo
podemos utilizar de una vez o almacenarlo en botellas tapadas y sin dejar aire
(llenas hasta el tope), en un lugar oscuro (no olviden etiquetar).
Se realizan los extractos planta por planta, pues no es recomendado mezclar
dos tipos de plantas en el mismo proceso (las mezclas eventuales se pueden
hacer a la hora de aplicar).
Tratándose de extractos fermentados, puede ocurrir un relanzamiento del
proceso de fermentación, más que todo cuando el lugar de almacenamiento no
está lo suficientemente fresco. Las tapas pueden entonces explotar, o los
recipientes pueden inflarse, si son de plástico. Por esa razón, se recomienda
utilizar este tipo de extractos bastante rápido.
Es muy importante utilizar, tanto para la preparación como a la hora de aplicar,
un agua (no clorada) cuyo pH esté entre 6 y 6,5. El agua de lluvia sirve (sin
embargo, hay que averiguar el pH, si es recuperada con un techo de zinc). Si
sale con un pH elevado, se puede corregir con jugo de limón o vinagre hasta
bajar al pH adecuado (en farmacias, o agroservicios se encuentran cintas para
medirlo). Es muy importante lo del pH, para garantizar una buena eficiencia del
producto.
La consuelda (Symphitum officinalis):
Principios activos: alantoína, favorece la multiplicación celular.
1 kilo de hojas frescas en 10 litros de agua.
Extracto diluido al 20% en aplicación para el suelo.
Extracto diluido al 5% en aplicación foliar o riego de siembra.
Ojo: no confundir consuelda (Symphitum officinalis) con soldaconsuelda.
La ortiga (Urtica dioica)
Principios activos: cóctel de elementos orgánicos y minerales todavía mal
conocidos, pero donde figura el acido fórmico.
1 kilo de planta entera (antes de la floración) en 10 litros de agua.
Extracto puro para remojar semillas (no más de 30 minutos) para favorecer la
germinación.
Extracto diluido al 20% en aplicación en el suelo.
Extracto diluido al 5 % en aplicación foliar.
Ojo: no confundir ortiga (Urtica dioica) que es una hierba, con ortiga (Urera
baccifera) que es un arbusto.
Fuente: B. Bertrand, J-P. Collaert, E. Petiot, « Purin d’ortie et compagnie », editions de Terran,
2007.
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