Universidad Nacional de Costa Rica Escuela de Economía Curso de Economía y Ambiente Tema: Externalidades ambientales Título de trabajo: Primer Informe lectura El sistema capitalista de la sociedad moderna en la que vivimos, ha desarrollado a lo largo de la historia su producción de bienes y servicios mediante la utilización de los recursos naturales, los cuales son brindados en su forma más pura por nuestro planeta, estos constituyen parte de todas y cada una de las diferentes cadenas de valor que conforman los procesos de producción, pueden estar presentes desde su manera más primitiva, en forma de commodities, ejemplo de estos están los los alimentos, cuyo valor es imprescindible para la vida o el petróleo, que alimenta los sistemas de producción energética de la mayoría de países del mundo. Dichos recursos también están presentes mediante bienes y servicios más elaborados, que han pasado de ser materias primas a productos complejos a través de métodos de trasformación, como lo son los medios de fabricación o productos finales que se consumen día a día. De esta forma, el avance que ha tenido nuestra sociedad está estrechamente ligado a la explotación de dichos recursos. Hoy en día, utilizamos los recursos mas que nunca, sin embargo, la manera en que lo estamos haciendo pone en peligro el progreso del desarrollo en conjunto de los individuos en nuestras sociedades. Los recursos naturales son necesarios para la óptima reproducción de la vida humana, ya que nuestro estilo de vida moderno depende de estos a gran escala, además, de la conservación depende la conservación de todas las demás especies, cuyos roles están siendo afectados por la actividad humana. Por este motivo, es importante la discusión y análisis sobre el manejo que se le da a los recursos naturales, ya que, en casos como los de sobreexplotación de recursos, contaminación de ecosistemas, entre otros, se pueden generar fallos de mercado llamados externalidades, cuyos efectos distorsionan la manera en que los agentes económicos producen y consumen, y, por ende, impide la asignación eficiente de recursos en los mercados libres, lo que afecta directamente el bienestar de los individuos. La conservación del medio ambiente, al ser la fuente de la producción, es determinante para el futuro del crecimiento y desarrollo del sistema de producción capitalista, por el motivo de que sin ellos los procesos actuales de producción no continuarían. Entonces, el tipo de procedimientos que se utilizan en el tratamiento recursos es determinante, ya que, de estos depende la permanencia de los ecosistemas que establecen la calidad de vida de los individuos que conviven en estos. Sin embargo, en la cotidianidad de nuestras sociedades, existen situaciones que ponen en peligro la conservación del ambiente y, por lo tanto, de un funcionamiento eficaz del sistema. La producción de tipo capitalista contiene un carácter dinámico que implica que los agentes económicos mediante su forma subjetiva de razonar busquen siempre la maximización de sus beneficios, del lado del productor, mediante la intensa búsqueda de métodos de producción que le permitan incrementar su beneficio, esto, al minimizar los costos de su actividad. Del lado de consumidor, se seleccionarán las cestas de consumo que maximicen su utilidad, sujeta a una restricción presupuestaria (Varían, 2010). Esto puede generar que no se tome en cuenta las posibles degradaciones ambientales, debido a que los costos implicados al producir o consumir de manera sustentable con el ambiente, son normalmente superiores, además, porque los bienes ambientales no son valorados en los mercado correctamente, ya que, en muchos casos no existe derechos de propiedad que determinen las leyes adecuadas para definir los privilegios y obligaciones de quienes hacen uso de los recursos, de manera que sea sustentable y se garantice su permanencia en condiciones óptimas para los demás individuos, por lo que su manejo es complicado. Por lo tanto, para poder comprender el análisis sobre los efectos del uso inadecuado de los recursos naturales, se empezará por la definición de la degradación ambiental, motivo que da comienzo a este problema. La degradación ambiental es “el deterioro del medio ambiente mediante el agotamiento de recursos como el aire, el agua y el suelo; la destrucción de ecosistemas y la extinción de la vida silvestre” (Zurrita et al, 2015, p.1). El impacto generado por esta degradación tiene tres factores principales e inmediatos, que son estudiados en el modelo IPAT, según Ehlrich y Holdren (como se citó en Labandeira et al. 2007), estos factores son: 1) El crecimiento de la población, cuyas tasas ponen presión sobre el sistema de producción, obliga a una mayor generación de productos y servicios, y de manera inmediata a demandar más recursos del medio ambiente. El crecimiento de la población y, por ende, de la producción, pone en juego uno de los mayores problemas de la sociedad actual, la decisión de como deshacerse de los derechos que se producen y no pueden volver a ser integrados a los procesos. 2) El crecimiento económico, al mismo tiempo que genera mejores condiciones de vida los individuos, también genera peso sobre el sistema, ya que, durante el proceso de desarrollo de los países, estos pasan de ser consumidores pasivos a ser activos. Los mayores niveles de ingreso permiten a las personas poder adquirir más bienes y servicios, por ende, generar más explotación de recursos y desechos. Cabe destacar que en el modelo de la curva de Kuznets pone en duda esta afirmación, ya que nos muestra que cuando las sociedades alcanzan un nivel de desarrollo alto, sus niveles de impacto sobre el medio ambiente tienden a disminuir, sin embargo, durante su proceso para alcanzar el desarrollo, los niveles de contaminación son los más altos. Por ultimo, 3) la tecnología determina los niveles de crecimiento económico, al aportarle al sistema maneras más eficientes de producir, la tecnología, ha sido la herramienta con la cual se ha logrado mejorar el bienestar de las sociedades en general, de forma paralela, ha sido parte de la causa por la cual actualmente nuestro planeta tiene los mayores niveles de contaminación, no obstante, la tecnología si es usada de manera correcta, puede ser un aliado en términos de sustentabilidad, ya que, esta permite encontrar maneras más eficientes para las asignaciones de recursos, de manera que se pueda producir de modo más limpio y sin desperdiciar recursos naturales. Además, la tecnología en los últimos años ha dado a la sociedad la oportunidad de compartir información de manera muy rápida e inclusiva, ejemplo claro de esto son las redes sociales, esto ha hecho posible la propaganda de acciones a favor de la preservación del medio ambiente, llevadas a cabo por individuos, organizaciones o gobiernos. Otros factores menores que generan la degradación del medio ambiente importantes de mencionar son, la urbanización, actividades agrícolas, ganadería y pesca, trasporte, industria, tala, entre otros. Zurrita (2015). Las degradaciones, como se mencionó anteriormente, ponen en riesgo la viabilidad y mejora de la vida en nuestras sociedades, y nos lleva al análisis del tema central de este ensayo, ya que, el deterioro ambiental, según Labandeira et al. (2007) implica relaciones entre agentes económicos. Estas relaciones pueden ser unidireccionales o reciprocas, ya que, por ejemplo, en el caso de relaciones unidireccionales, el causante no se ve afectado por el deterioro ambiental que genera, sino que afecta de manera única a terceros, en segundo lugar, la forma reciproca implica que el deterioro afecta de alguna forma al causante y a terceros en proporciones no definidas. El nombre de estas relaciones es “externalidades”, que pueden ser negativas o positivas, cuando se habla de externalidades positivas se hace referencia a las decisiones de agentes que provocan efectos positivos sobre el bienestar de terceros, como mayor productividad o mejor salud, sin embargo, se prestará atención principalmente a las de tipo negativas, ya que, que de forma contraria, causan efectos negativos en el bienestar de agentes terceros, no solamente porque afectan de manera directa su calidad de vida, como sucedería en el caso de la contaminación de ríos y mares que generan perdidas económicas a los pescadores, sino también de manera indirecta a los consumidores de estos productos marinos, que consumen alimentos contaminados. Otras formas en las que se puede generar un detrimento de bienestar al receptor mediante externalidades negativas son las afectaciones siguientes: salud física y mental, quietud, seguridad personal y de bienes, relaciones sociales externas, relaciones económicas externas, entre otros. Moreno (1995). Estas suceden cuando se afecta de manera negativa los ambientes sociales de las personas mediante contaminación del aire, cuando el ruido que provocan vehículos afecta la quietud de las personas, o cuando las acciones de productores pueden interferir sobre la rentabilidad de empresas de otros agentes. Las externalidades, al ser defectos de los mercados, ponen en riesgo el funcionamiento paralelo de los ecosistemas y la producción. A continuación, se expondrá con mayor detalle el problema de las externalidades. Es pertinente mencionar, que en este ensayo se propondrá, que los deterioros ambientales son causados, en parte, por las políticas extractivas definidas por las personas que las elaboran, políticas que no definen de manera concreta regulaciones de derechos y obligaciones de los agentes económicos, de forma que se pueda dar para uso sustentable de los recursos naturales que brindan los ecosistemas, esto con el fin de permitir su renovación y permanencia para el uso presente y de generaciones futuras. Políticas que en palabras de Zurrita et al. (2015) permiten y avalan la destrucción y agotamiento de los recursos, generando efecto como la escasez de agua, disminución de la cubierta forestal y una veloz desertificación, todo esto para el beneficio de mercados, corporaciones y grupos políticos, ya que estos tienen la capacidad de generar influencias sobre los que generan las políticas. Las externalidades son fallos del mercado, se denominan fallos ya que el mercado no es capaz de asignar los recursos de manera eficiente, estos fallos son producidos cuando: 1) La información no es perfecta, o sea, cuando algunos agentes económicos poseen más información que otros, y la utilizan para la busque de mayor beneficio, 2) los agentes económicos tienen la capacidad de influir sobre los precios y cantidades que se producen en los mercados y 3) cuando existe incompletitud de los mercados, porque estos no están bien definidos por derechos de propiedad (Labandeira et al., 2007). Teniendo estos puntos que definen un fallo de mercado en cuenta, entonces, podemos decir que la externalidad es un defecto del funcionamiento del mercado, debido a que los individuos no siempre son conscientes de los efectos que se generan al medio ambiente a través de las practicas de consumo y/o producción en sus vidas cotidianas, además, para los bienes ambientales como el aire, agua, suelo, ecosistemas y paisajes, a diferencia de los bienes privados, es complicado determinar quien ejerce derecho de propiedad sobre estos, ya que es difícil generar exclusión para su uso, en contraste a como sucede con los bienes privados (Labandeira et al., 2007). De esta forma, se puede comprender mejor que estos defectos del mercado deben ser controlados, de manera que se definan explícitamente regulaciones que permitan su correcta uso y conservación en el momento del intercambio, esto con el fin de resguardar el bienestar que estos generan a los diferentes individuos. De esta forma, entenderemos al deterioro ambiental como una externalidad, ya que, cuando un agente económico daña el ambiente, estará afectando de una o más formas a otros agentes. Un ejemplo claro es el de las fábricas cuyas operaciones se llevan a cabo en las aproximaciones de centros urbanos masivos, como las ciudades del sudeste de Asia, que acompañados de elevadas concentraciones de vehículos que consumen combustibles fósiles generan altos niveles de contaminación en el aire o smog. Todo esto perturba la calidad de vida de las personas, no solo de forma que generan problemas como deficiencias en sus sistemas respiratorios, sino que también limitan las capacidades de interactuar socialmente en sus tiempos de ocio al aire libre (Hardoy y Satterthwaite, 1987). Este es un ejemplo de como se pueden dar externalidades negativas que relacionan a productores contra consumidores y consumidores contra consumidores, ya que, la producción que genera la empresa genera efectos negativos en los individuos consumidores, así como también, los consumidores de vehículos dañan a los demás consumidores con el uso de estos. Cabe destacar que los tipos de relaciones que se han nombrado en este ejemplo no son las únicas que existen, de manera más completa, estas están compuestas por relaciones entre productores, entre consumidores y, entre consumidores y productores. Estos tres tipos tienen un enfoque ambiental. Formalmente, una externalidad ambiental existe cuando las funciones de utilidad y/o producción de un agente son dependientes de los actos de otros agentes sobre los recursos naturales de los que se suministran o en los que conviven ambos agentes. Por esto, podemos inferir que las externalidades tienen efectos económicos y no económicos sobre los agentes. Además, las externalidades provocan una asignación ineficiente de los recursos mediante el mecanismo de mercado, esto por las razones que se vieron anteriormente, dicha ineficiencia existe debido a las “relaciones entre los agentes que no están adecuadamente valoradas, y toda asignación eficiente requiere necesariamente que cada agente se enfrente con los precios correctos de sus acciones” (Labandeira et al., 2007, p.71). La teoría entonces confirma que las asignaciones del mercado provocan, ante externalidades, que no se lleve a puntos eficientes en el sentido de Pareto, por lo tanto, en estas condiciones solo se pueden generar asignaciones que no están maximizando el beneficio de los agentes, en términos de transacciones de bienes ambientales. Existe también, una forma de análisis especifica de externalidad importante de mencionar, que se genera el caso de los recursos de uso común (RUC), los RUC, son tipos de bienes ambientales que poseen dos características especiales, estos contienen la propiedad de la imposibilidad de excluir a individuos de su uso, así como también la rivalidad, que significa que es un bien escaso. Estas dos propiedades especiales de estos bienes ambientales provocan deficiencias en las asignaciones de recursos en nuestro sistema económico. Ejemplos de estos tipos de recursos son los bosques que no tienen definidos derechos de propiedad privada. Los individuos en general tienen la capacidad de entrar a estos bosques y disfrutar de este bien, o sea, no existe exclusión, parte de la razón por la cual no existe exclusión es porque los costos relacionados con las posibilidades de hacer exclusivo este bien, representaría costos muy altos. En el caso de la rivalidad, según Saidel (2017) “quiere decir que lo que una persona retira o deposita en un recurso reduce la capacidad de otros de hacer lo mismo, lo que da lugar a la posibilidad de sobreutilización, congestión o destrucción del recurso” (p.166). Estos bienes comparten esta característica de los bienes privados, ya que, existe una determinada cantidad medible del recurso, en este caso, podríamos hablar de la extensión del bosque, cantidad de árboles, frutos o animales. Entonces, el problema con los RUC que nos acerca a las externalidades es, la existencia de individuos que, debido a la ausencia de regulaciones, se aprovechan del recurso y generan problemas para la sustentabilidad de este, dicho tipo de comportamiento oportunista se conoce como “free rider”, comportamiento en el cual se utiliza el recurso y no se toman los costos de dicha acción. En nuestro caso del bosque, el problema de externalidad se vería cuando algún agente, mediante su acción individualista deseo obtener provecho del recurso y esto tenga repercusiones sobre el uso del recuro por parte de otros individuos, por ejemplo, si se extrajera del bosque arboles mediante su tala, o se efectuara cualquier tipo de actividad que fuera en contra de la renovación del ecosistema. Estos problemas en la utilización de los recursos de uso común pueden ser solucionados mediante la implementación de regulaciones de tipo colectivos, que sean efectuados por sistemas institucionales que velen por el uso sustentable y la administración responsable y eficiente de los recursos, esto mediante la creación de reglas legales. En conclusión, se puede entender a los mercados como sistemas dinámicos de producción, que dependen de la utilización de recursos naturales en masa para la satisfacción de las necesidades de los nuevos estilos de vida de las sociedades modernas, dichos mercados y sus decisiones de producción y consumo son guiadas por los intereses individuales de los agentes económicos, cuyo interés es la maximización de sus beneficios. Esta conducta ha llevado a nuestro sistema a generar de manera ineficiente las asignaciones de recursos naturales, ha provocado cambios sustanciales en los ecosistemas en los que vivimos. En la parte económica del análisis resalta el tema de las externalidades, estas representan fallos de mercado, ya que al existir estos defectos los mercados por si solo no son capaces de asignar los recursos de manera que se consiga mejorar el bienestar de los agentes sin empeoran el de los demás. Como se ha analizado, los mercados entonces necesitan de instituciones que velen por la generación de condiciones adecuadas para la una conservación sustentable de estos recursos, que permitan a todos los individuos actuales y futuros a obtener provecho de estos. Las instituciones deben ser implementadas como regulaciones a las economías de mercado para hacer valer leyes de un marco legal ambiental, que haga capaz una mejor valoración de los bienes ambientales y de esta forma, permita un mejor uso de estos, así como su intercambio de manera eficiente. De esta forma, las externalidades pueden ser resueltas o mitigadas mediante la creación de entes que medien por los derechos de propiedad, así como por obligaciones de los individuos que permitan la preservación de los recursos naturales. Referencias Hardoy J.E. y Satterthwaite D.E. Las ciudades del Tercer Mundo y el medio ambiente de pobres. Foro Mundial de la Salud. (8), 87-96. Labandeira X, León, C. J. y Vázquez, M. X. (2007). Economía Ambiental. Madrid, España: Pearson Educación, S.A. Landoni, J.S. (2015). Elinor Odtrom y El Gobierno de los Recursos de Uso Común. Entre una Primera Aproximación y El Problema de la Naturaleza Humana. Academia. Recuperado de http://www.academia.edu/20065089/Elinor_Ostrom_y_el_gobierno_de_los_recursos_de_u so_co m%C3%BAn._Entre_una_primera_aproximaci%C3%B3n_y_el_problema_de_la_naturalez a_humana . Noviembre. Moreno A. (1995) La medición de las externalidades ambientales: un enfoque espaciotemporal. Servicio de publicaciones, Universidad Complutense. Recuperado de https://revistas.ucm.es/index.php/AGUC/article/download/AGUC9595220485A/31581 Saidel, M. L. (enero-junio 2017). “La Tragedia de los Comunes Revisitada: De la Teoría Formal A las Formas Históricas de Desposesión”. Temas y Debates. Recuperado de http://www.scielo.org.ar/pdf/tede/n33/n33a07.pdf Zurrita, A.A., M.H. Badii, A. Guillen, O. Lugo Serrato & J.J. Aguilar Garnica. (2015). 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