CONTEXTO SOCIOLOGICO DE LA ADMINISTRACIÓN Y LA ORGANIZACIÓN Identificación Sociológica de los fundamentos de administración. Post Fordismo y Sociedad de consumo. Lecturas: Zaragoza, J. A. Z. (2008). El encanto de un mundo desencantado: La cultura del consumo En el hipercapitalismo. Iglesia viva: revista de Pensamiento cristiano, (236), 41-58. Para el segundo encuentro tutorial el estudiante deberá: 1. Construir un cuadro sinóptico sobre cada una de las lecturas de la sesión tutorial. 2. Realizar un informe escrito sobre cada una de las lecturas. 3. Preparar discusión. De acuerdo a los cambios y procesos que se han realizado con el tiempo aún no se tiene claridad con la sociedad capitalista, si se habla desde el punto de vista cultural este ha tomado una nueva dirección en la fase de capitalismo avanzado o hipercapitalismo, donde se puede ver que algunos productos ya no son solo para satisfacer sus necesidades sino también para su uso, disfrute y para el desarrollo de su vida como esta nueva fase que se tenga en cuenta todo lo cualitativo donde da lugar a una cultura de consumismo con nuevas experiencias como lo dice el libro y obtener una gran variedad de experiencias. El teórico de los medios de comunicación, Norbert Bolz, distingue en su obra El manifiesto consumista tres estadios en la cultura del consumo. En el primero el cliente busca el producto. Lo que cuenta es la necesidad y su satisfacción. En el segundo el producto busca al cliente, domina pues la sobreabundancia y el estímulo del deseo. En el tercero. El consumidor mismo se convierte en producto. Lo que importa es el sentido y la identidad. Teniendo en cuenta lo anterior se puede hablar de tecnología, que muchas personas antes buscan cumplir con sus necesidades básicas y hoy por hoy el consumismo hace que las personas no se sientan felices con lo que tienen, siempre quieren más de lo que pueden obtener un claro ejemplo de este es cuando en una casa tiene exceso de televisores pero para ellos no es suficiente siempre buscan el más nuevo. LA REVOLUCIÓN DE LOS “MEDIOS DE CONSUMO”: LA FUSIÓN DE CONSUMO Y ENTRETENIMIENTO A partir del siglo XX se origina una gran transformación de los escenarios de consumo la cual ha tenido enormes efectos sobre la propia naturaleza del consumo y del conjunto de la vida social. En donde se brinda a los consumidores una nueva posibilidad de encanto en una sociedad desencantada como la moderna. A pesar de todo, este nuevo encantamiento debe servir a los objetivos de aumentar el beneficio, está pues sostenido a la lógica económica, dicha lógica exige una gestión racionalizada y rentable que somete a control a los consumidores e intenta programar bajo la máxima previsibilidad las ventas. La vida comunitaria se convierte en mercancía: todo gira en torno al universo simbólico del consumo CONSUMO, MARCAS, IDENTIDAD Actualmente el consumo significa mucho más que la compra de determinados productos. Representa una relación específica con nosotros mismos y con nuestro mundo. Se ha convertido en nuestra religión, en lo que funda nuestra identidad y en nuestra moral. Transforma e incluso empieza a sustituir la política, la esfera pública y las relaciones sociales. No sólo combina cultura, publicidad, deseos y atención personal, también amenaza con apoderarse de las resistencias contra el sistema global. No queda otra alternativa que aprovechar la publicidad para conseguir una sacralización de las marcas que las convierta en signo identificador de una comunidad, en fundamento de identidad y en referente de las dimensiones inmateriales de la existencia. Las empresas apuestan decididamente por estrategias de reencantamiento. Las marcas se convierten en el sustituto de los antiguos símbolos religiosos. No cabe duda, hoy son una de las fuentes más importantes de la identidad, y la publicidad se encarga de hacer posible esta relación. Asistimos a un resurgimiento del animismo de las cosas. Cuando nos referimos a la identidad de marca no estamos hablando tanto de las propiedades asociadas a una marca por medio de la publicidad, cuanto a nuestra propia identidad construida a partir de los productos de consumo. De este modo todos necesitan aprovechar económicamente las cualidades de la personalidad y construir una identidad comercial o, para decirlo de otra manera, aplicar al propio yo las estrategias que se aplican en relación con las marcas.