Subido por Antonio Zúñiga Molina

critica literaria

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APUNTES SOBRE LA CRÍTICA
LITERARIA DEL PENTATEUCO
2002 M BRENEMAN
Cualquier persona que empieza a leer los
estudios hechos sobre el Pentateuco en el último siglo, se topa inmediatamente con varias
teorías del origen de estos primeros cinco libros Bíblicos. Aunque hoy día se encuentran
muchas modificaciones al esquema puesto en
forma clásica por J. Wellhausen, la hipótesis
documentaria todavía constituye la base de
muchas teorías expuestas por eruditos contemporáneos.
Recientemente han aparecido trabajos serios que rechazan la hipótesis documentaría,
pero muchos no son accesibles al pueblo de
habla española. Casi todos los estudios que
están saliendo de España (y muchos libros excelentes) abogan por alguna forma o variación
de la hipótesis documentaria.1 Generalmente
se dan algunas razones por la división en documentos pero nunca se dan las razones que
puede haber por rechazar tal división. Por supuesto, algunos como Robert y Feuillet indican causas por las muchas modificaciones en
el esquema tradicional Wellhausiano, pero es
difícil encontrar alguna obra que haga justicia
a la evidencia que va en contra de la hipótesis.2
El móvil de este trabajo es el de poner en
las manos de los estudiantes del A.T. un resumen de las evidencias que tienden a negar la
hipótesis documentaria. Consideramos que hay
muchos libros que exponen la evidencia a favor, por lo tanto, trataremos muy brevemente
las razones por las cuales se divide el Pentateuco en documentos3. Pondremos más énfasis
en el otro lado ya que las evidencias en ese
lado son menos accesibles en lengua castellana.
La tesis de este trabajo es que existen tantas evidencias que debilitan la hipótesis documentaria y los nuevos descubrimientos han
exigido tantas modificaciones en la hipótesis
que sería mejor abandonarla y empezar con
otra base. Cuestionamos la validez de la hipó-
tesis como base de la crítica literaria del Pentateuco. Creemos que la evidencia requiere que
tomemos más en serio la unidad del Pentateuco y lo que el Pentateuco mismo dice su propio origen.
Inmediatamente surge la pregunta "¿Si
hay tanta evidencia contra la hipótesis documentaria, por qué fue aceptada por muchos
especialistas en estudios antiguotestamentarios
y por qué hay tantos que todavía la mantienen?" Para contestar bien la primera parte sería
necesario repasar la historia de la crítica, cosa
que no cabe en este trabajo. Pero a grandes
rasgos podemos decir que la obra de Wellhausen4 convenció tanto porque primeramente toda su perspectiva iba bien con la corriente filosófica de su tiempo. Era hegeliano y su perspectiva racionalista y evolucionista y la negación de lo milagroso cabía bien con la filosofía
alemana que dominaba entre los teólogos.
También Wellhausen era un genio que
podía manejar bien los miles de detalles involucrados en la investigación sobre el Pentateuco y la historia de Israel.
En cuanto a la segunda interrogativa,
"¿Por qué siguen usando la hipótesis?", también la historia de la alta critica desde Wellhausen es interesante. Algunos han rechazado
la hipótesis. Especialmente algunos especialistas escandinavos han dejado la teoría para poner más énfasis en la tradición oral. Sin embargo, los que ejercen más influencia en Europa siguen con alguna forma de la hipótesis.5
El cuadro es complicado, pero un factor es que
la filosofía dominante entre los teólogos todavía sigue a la filosofía alemana con raíces en el
pensamiento de Kant y Hegel. Todavía más
importante es la persistencia que tiene cualquier teoría que sirve de base para una ciencia.
Como Thomas Kuhn ha indicado en The
Structure of Scientific Revolutions,6 cuando
una teoría científica domina el campo, es difícil que otra tome su lugar. Aunque haya cada
vez más evidencia que choca con la teoría dominante no se derriba hasta que haya otra hipótesis que satisfaga mejor las evidencias y
2
sea aceptable a la mayoría de los especialistas
en el campo.
Hasta ahora no ha surgido otra teoría que
satisfaga a la mayoría de los especialistas. El
factor de prejuicios influye mucho en este
campo también. Muchos especialistas no aceptan lo sobrenatural. Entonces cualquier narración de milagros tiene que ser leyenda o mito.7
Hoy día hay muchas teorías y modificaciones de la hipótesis documentaría. Lo que
antes llamaban "Los resultados seguros" de la
crítica ya no son tan seguros. Algunos especialistas están cuestionando toda metodología de
dividir el Pentateuco en documentos. George
Landes del Seminario Unión en Nueva York
dice que a la luz de los nuevos estudios sobre
la manera en que los vecinos de Israel escribieron sus literaturas debemos re-evaluar los criterios usados en distinguir las fuentes literarias
del Pentateuco.8
Hemos observado que varios especialistas
en estudios del A.Cercano Oriente se están haciendo más escépticos en cuanto a la hipótesis
documentaría. El más conocido es el Dr. Cyrus
Gordon, erudito judío, el más ilustrado experto
contemporáneo en lenguas y literaturas del
Antiguo Cercano Oriente. Gordon fue entrenado en todo el sistema tradicional de la crítica
documentaría. Pero el estudio de otros escritos
antiguos le convenció que tal hipótesis era insostenible.9
Con todo, no pensamos negar los muchos
problemas que encontramos en la crítica literaria del Pentateuco. No abogamos por una teoría simplista; más bien la hipótesis documentaría ya se ve demasiado simplista. Todo este
estudio es sumamente complejo. No podemos
hacer caso omiso de los relatos dobles, las diferencias de estilo y los post-mosaicismos que
se nos presentan en el Pentateuco. El cuestionar la hipótesis documentaría no implica la
negación de las dificultades; más bien significa
un intento de usar categorías más conformes
con lo que sabemos del desarrollo de la literatura en el Antiguo Cercano Oriente.
Primero, haremos un repaso rápido de la
hipótesis documentaría. También veremos algunas modificaciones que la hipótesis ha sufrido desde su formulación clásica por Wellhausen.
En el capítulo II veremos algunas evidencias que debilitan la hipótesis documentaría.
Este capítulo formará la parte más gruesa del
estudio, porque como se mencionó arriba es
difícil encontrar en idioma castellano material
escrito donde se haya juntado las evidencias.
No pretendemos dar todos los detalles, pues
algunos están muy accesibles en libros como
el de Lange.10 Por otro lado queremos ofrecer
algunos detalles que no han sido publicados en
ninguna parte. Al final presentaremos lo que
consideramos una posición sana y razonable
sobre el Pentateuco, explicando lo que podemos afirmar y lo que tenemos que dejar en
suspenso.
1. LA HIPOSTESIS DOCUMENTARIA
Según la tradición judía, Moisés escribió
todo el Pentateuco. Ben Sira (Ecclus. 24:23),
Filón (Vida de Moisés 3:39), Josefo (Antiguedades iv. 8:48); La Misná (Pirge Aboth i. 1), y
el Talmud (Baba Bathra 14b) son unánimes en
esta opinión. La única pregunta que se planteaba era si el relato de la muerte de Moisés
(Dt. 34.5 - 12) fue escrito por Josué como dice
el Talmud. La Iglesia cristiana aceptaba esta
tradición judaica con pocas excepciones hasta
la aparición de la Introducción de J. G. Eichhorn (Einleitung, 1780 – 83). Aunque, por
cierto, el Pentateuco mismo no afirma que
Moisés escribió todo.
La época moderna de estudios literarios
comenzó con el libro del médico J. Astruc en
1753. Astruc estudió sistemáticamente el uso
de los nombres de Dios (Yahveh y Elohim) en
Génesis y atribuyó la variación literaria a las
fuentes que Moisés había utilizado.Un poco
después, Eichhorn rechazó la tradición de
Moisés como autor del Pentateuco.
A través de más de un siglo los eruditos
proponían una serie de teorías para explicar la
variedad de datos estilísticos, teológicos e históricos del Pentateuco. Estas teorías culminaron en una hipótesis documentaría de que había cuatro fuentes básicas. En 1876 Wellhausen dijo que el Pentateuco fue compuesto de
cuatro documentos principales, todos con fechas posteriores a Moisés: J (Avista ca. 850
a.C.), E. (Elohista, ca. 750 a.C.), D (Deuteronomista, ca. 621 a.C.), y P (Sacerdotista, ca.
500-450 a.C.). Con esta interpretación histórica negó la veracidad de grandes partes del
Pentateuco.
Vale notar que este rechazo de la paternidad
mosaica y la unidad básica del Pentateuco no
se basaba en nuevas evidencias o nuevos descubrimientos del Cercano Oriente. La teoría se
desarrolló bajo la influencia de cierta filosofía
de la historia y de la religión. Las premisas
sobre las cuales la hipótesis documentaria fue
fundada han determinado el rumbo que toman
las conclusiones. Veamos algunas de estas
premisas. (1) Se dio por sentado una evolución
de la religión y el pensamiento en Israel de
formas primitivas y politeístas hacia el monoteísmo. La fecha de los documentos dependía
de esta premisa. Por supuesto, esto involucra
el abandono de la historia de la revelación tal
como se encuentra en la Biblia.
(2) Se excluyó lo sobrenatural. Esta postura
fue predominante en el racionalismo que caracterizaba el tiempo de Wellhausen.
(3) La historiografía hebrea no merece confianza. El racionalismo nunca dio mucho valor
a la historiografía hebrea. Quizá fue por no
saber qué hacer con los aspectos milagrosos.
Llaman a Herodoto el padre de la historia,
aunque los griegos todavía seguían la idea
universal en el mundo antiguo, de un ciclo cerrado de repetición. En cambio, los hebreos,
por haber roto con la perspectiva mitológica,
desarrollaron una apreciación de la historia. En
3
cuanto a la historiografía, las obras de Samuel y Reyes son superiores a cualquier otro
escrito de tiempos tan antiguos. A pesar de
esto y de los sorprendentes hallazgos arqueológicos, muchos especialistas siguen escépticos sobre la historicidad de las narraciones del
Pentateuco.
(4) Wellhausen no tomó en cuenta los conocimientos del Antiguo Cercano Oriente Por
supuesto, hoy día sabemos mucho más de las
literaturas y culturas antiguas. Pero aun los
datos que empezaron a surgir en su día, Wellhausen no los quiso usar. Un ejemplo es su
idea sobre la fecha del origen del arte de escribir. Creía él, que no habían escritos antes de la
monarquía, 1000 a. C. Hoy tenemos textos de
Mesopotamia de antes de 3000 a.C. y de Egipto desde casi 3000 a.C.
A. Razones para dividir el Pentateuco en
documentos
Las razones por las cuales se ha dividido
el Pentateuco en varios documentos se pueden
encontrar en las introducciones del Antiguo
Testamento; Robert y Feuillet da algunos detalles. Mejor explicación se encuentra en Lange
y en Steinmueller. El tratamiento clásico y
muy detallado se encuentra en Driver.11
Las razones principales son:
(1) Se encuentran muchas narraciones repetidas. Por ejemplo Abraham, estando en
Egipto, miente acerca de su esposa en Génesis
12.10-20; otra vez lo hace en Filistea (Génesis
20.1-18); y en Génesis 26 Isaac hace lo mismo. También se encuentran muchos relatos
dobles dentro de pasajes limitados. Por ejemplo, en la narración del diluvio se repite la descripción del arca y los animales que deben entrar. Esto, según dicen, muestra que algún redactor juntó los documentos y así el texto contiene parte de las dos.
(2) Contradicciones entre pasajes paralelos. En la narración del diluvio una versión
(6.19, P) indica que solamente una pareja de
4
cada especie de animales iba a entrar en el arca, pero en la otra (7.25, J) siete pares de cada
especie de animales puros. Así mismo el segundo relato de la creación (Gn. 2.4b-24)
muestra varias diferencias del primero (Gn.
1.1-2. 4b).
(3) Diferentes nombres usados por Dios.
Especialmente se pone énfasis en el uso de
Yahveh y Elohim.
(4) Diferencias lingüísticas entre estratos. Se
nota que algunos pasajes usan "Sinaí", otros
"Horeb". Algunos usan "Israel", otros "Jacob".
Algunos usan "cortar un pacto", otros "levantar", o "establecer el pacto". A base de estas
escogencias de palabras se elaboran los contornos de los distintos documentos.
(5) Diferencias de punto de vista. Se ha elaborado la teología del Yahvista, Elohista y de
los sacerdotes a base de estas diferencias en
los diferentes pasajes.
(6) Pasajes que muestran un origen postmosaico. Se señalan pasajes como Génesis 14.14
donde se menciona a Dan, pero según Jueces
18.29 Dan recibió su nombre más tarde. Génesis 36.3lss habla de reyes edomitas, “antes que
reinase rey sobre los hijos de Israel".
Uno nota que casi todos los criterios para
distinguir los documentos son criterios estilísticos. Muchos cuestionan la validez de ellos
pues, por un lado son muy subjetivos, y por
otro lado, la mayoría se puede explicar por la
exégesis mejor que por la "cirugía". Pero habiendo dicho esto, tenemos que reconocer que
algunas anomalías quedan y cualquier teoría
sobre el origen del Pentateuco se ve obligada a
tomarlas en cuenta.
B. Modificaciones subsecuentes de la hipótesis documentaria
Aunque Wellhausen no había usado los
aportes que la arqueología empezaba a dar,
estos nuevos conocimientos tenían que modificar la teoría. Las leyes de Hamurabi (ca.
1700 a.C.) mostraban leyes semejantes a las
del Pentateuco. Los textos de sitios como de
Mari y Nuzi indicaron que la literatura escrita
abundaba antes de Moisés.
Al final del Siglo XIX y el principio de éste,
Gunkel propuso la crítica de las formas (12).
Gunkel buscó el género literario de cada pasaje y la situación de vida (Sitz im Leben) de la
cual se originó. Algunos seguidores de Gunkel
rechazaron la hipótesis documentaria de J E D
P; más bien ponen todo el énfasis en la tradición oral en el desarrollo del Pentateuco. Este
método histórico tradicional, especialmente de
Pederson y Engnell, ha encontrado muchos
elementos antiguos en los varios estratos del
Pentateuco y estos elementos han pasado por
una larga cadena de tradición oral.
Otros especialistas influidos por el método
de Gunkel, combinan la hipótesis documentaria con la crítica de formas. Quizá el ejemplo
más conocido es el enfoque de von Rad, que
está muy relacionado con la perspectiva histórica de Noth y también es un método históricotradicional. Von Rad encuentra núcleos de tradición que eran cúlticos. La tradición de Sinaí
circulaba separada de la tradición de la conquista. Al estudiar la teología del Pentateuco,
von Rad analiza cada documento (J E D P) por
separado.
También Rolando de Vaux combina la hipótesis documentaria con la crítica de formas.
De Vaux habla más de diferentes corrientes de
tradición. (Su influencia se nota en la Biblia de
Jerusalén.)
Vemos que hoy día la hipótesis documentaria ha sido modificada grandemente. Estas
modificaciones resultan de:
(1) La confirmación por la arqueología
de la antigüedad de muchos elementos del
Pentateuco que Wellhausen había señalado
como posteriores y la refutación de su interpretación evolucionaria de la historia de Israel.
5
(2) La conclusión de muchos críticos que
las fuentes del Pentateuco no se extienden a
otros libros posteriores a Moisés (contra algunos que habían propuesto un Hexateuco,
incluyendo el libro de Josué).
(3) La teoría de las formas ha mostrado la
complejidad de las fuentes (J E D P, etc) y de
que cada una contiene elementos muy antiguos.
Podemos señalar dos características generales de los estudios del Pentateuco hoy día
como resultado de estas conclusiones. La primera es que hay una gran diversidad de teorías
y modificaciones dentro del marco de la hipótesis documentaria. Los especialistas reconocen que si van a usar los criterios tradicionales
para distinguir documentos, tienen que ir más
allá de solamente J, E, D, y P. Eissfeldt, por
ejemplo, propone I, J, E, B, D, H, y P. Fohrer
tiene G1, G2, J, E, N, D y P.13 Lo que antes se
presentaba como "los resultados seguros" de la
crítica literaria, ya no parece ser tan "seguros".14
La segunda característica es que hoy día no
se insiste tanto en documentos (J, E, D, P) sino
en corrientes o estratos de tradición viva. O, si
se insiste en los documentos escritos, se reconoce que ellos contienen una larga historia de
tradición oral. Así se puede reconocer el origen antiguo del material en cada estrato. Esto
hace mucho más flexible el sistema, pues uno
puede reconocer que hay material mosaico y
puede explicar por qué las costumbres culturales concuerdan tanto con lo que la arqueología
ha mostrado acerca de la cultura de aquella
época.
II. EVIDENCIAS OUE DEBILITAN LA
HIPOTESIS DOCUMENTARIA
En este capítulo queremos juntar algunos
detalles que debilitan la hipótesis documentaria. Muchos no son nuevos. Desde el tiempo
de Wellhausen algunos eruditos se han opuesto
a la hipótesis. Otras evidencias se basan en
descubrimientos más recientes.
Queremos hacer claro que el cuestionar la
validez de la hipótesis documentaria no es negar la crítica literaria. No estamos en contra de
la crítica literaria ni los datos valiosos que ha
aportado. Es una disciplina legítima, importante y necesaria para entender mejor las escrituras. Tampoco negamos los aportes que ha hecho la crítica de las formas, pues el reconocer
las unidades narrativas de diferentes géneros
nos ayuda mucho.
Reconocemos que las modificaciones a la
hipótesis documentaria han tomado en cuenta
algunas evidencias que presentamos aquí. Se
puede preguntar, "¿Entonces para qué presentarlas?" Porque encontramos que muchos críticos no las han tomado en cuenta o por lo menos, muchos escritores sobre el Antiguo Testamento siguen basándose en formas más tradicionales de la hipótesis. Además muchos de
los libros disponibles a los estudiantes de habla española se publicaron mayormente dando
por sentado las líneas generales de la hipótesis,
líneas que se basan demasiado en las categorías de la filosofía alemana del Siglo XIX.
Hoy día necesitamos una metodología que haga más justicia a lo que sabemos del mundo
antiguo, una metodología que tome en cuenta
la manera en que las otras literaturas antiguas
se formaron, un acercamiento que reconozca la
variedad en el Pentateuco pero que a la vez
reconozca su unidad. Como ha dicho Harrison,
"En vez de acercarse al Antiguo Testamento
con una suposición a priori que esté repleto de
errores, contradicciones internas, equívocos
históricos y grandes corrupciones textuales, la
aplicación de una metodología apropiada requiere una investigación cuidadosa del texto
hebreo a la luz de lo que se sabe de las múltiples corrientes de la vida en el Antiguo Cercano Oriente desde por lo menos el tercer milenio a.C."15
A. Nuevos estudios sobre el Deuteronomio
1. Detalles que muestran fecha temprano
6
En el sistema de Wellhausen, el punto focal
para fechar los documentos era Deuteronomio.
Sostenía Wellhausen que Deuteronomio fue
escrito para promulgar la reforma de Josías en
621 a.C. Desde entonces algunos han modificado esta idea. Estos dirían que fue escrito algún tiempo antes de Josías y no era fraude,
como en la teoría de Wellhausen, pero siempre
viene del Siglo VII a. C.
Se han presentado muchos argumentos para
mostrar que Deuteronomio se originó después
de Moisés. Generalmente señalan una serie de
pos-mosaicismos. Es muy posible que hubiera
algunas glosas posteriores, y por supuesto el
último capítulo puede ser escrito después, pero
casi todos los alegatos pos-mosaicismos, al
estudiarlos más a fondo, no son tan convincentes. Dicen que la frase "a este lado del Jordán"
indica que alguien de Israel más tarde escribió
el libro. Pero más bien parece ser una frase
estereotipada con sentido muy general; aun
puede significar "en la región del Jordán".16
Números 32.19 muestra que puede usarse para
los dos lados del río. Otra indicación que es
una frase tan generalizada es que usualmente
se añade una explicación como "hacia el mar"
o "hacia el este" para hacerla más explícita.
La razón principal por la cual Wellhausen
fechó el Deuteronomio en el tiempo de Josías
fue el énfasis que Josías puso en quitar los lugares altos (bamot) y centralizar el culto en
Jerusalén. Dijo que Deuteronomio pone énfasis en la centralización del culto. Ha sido común dar por sentado esta teoría. Pero si estudiamos Deuteronomio con cuidado, encontramos que este tema no es prominente. Solamente en el capítulo 12 hay énfasis en él.
Además es sumamente cuestionable que se
refiera a Jerusalén. Mucho más razonable es
ver el altar en el monte Ebal (Dt. 27.1-8) como
el centro. De todos modos, Jerusalén nunca se
menciona en todo el Pentateuco.
Vale notar, también que el énfasis en Deuterononio no se hace en el contraste entre muchos altares de Dios y uno sino los altares dedicados a las deidades cananeas y el lugar de-
dicado al Dios de Israel. Deuteronomio 12 es
una expansión de Exodo 20.24.
Todo el trasfondo refleja el tiempo de la entrada en Canaán, como muestran las prohibiciones contra los ritos cananeos de fertilidad
(Dt. 16.21) y la mezcla de ritos religiosos extranjeros (Dt. 12.29).
Otro detalle interesante es que la reforma de
Josias puso énfasis en la destrucción de los
lugares altos (bamot) pero Deuteronomio no
los menciona ni una vez. La palabra bamot se
encuentra una sola vez en el libro de Deuteronomio (33.29) y allí parece tener otro sentido.
En vez de significar "lugares altos" significa
"espaldas" o "lomos" como en la poesía ugarítica de 1400 a.C., factor que también respalda
una fecha temprana para Deuteronomio.
Se ha dicho que las contradicciones entre las
leyes de Deuteronomio y las de Exodo y Levítico muestran que no vienen de Moisés. Por
supuesto Wellhausen puso el "P" de Exodo y
Levítico más tarde todavía. Pero si las leyes de
Exodo y Levítico mayormente vienen del
tiempo de Moisés o antes, que a la luz de otras
leyes antiguas parece probable, se pueden explicar las diferencias en Deuteronomio por una
nueva situación. Israel está para entrar en Canaán. Además, aquí se presenta la ley en forma
más popular.17
Se han encontrado muchas otras señales de
que el Deuteronomio no viene del tiempo de
Josías sino del tiempo y el origen que reclama
para sí mismo. Se ve la influencia de Deuteronomio antes de Josías. Según 2 Reyes 14.6,
Amasías actuó "conforme a lo que está escrito
en el libro de la ley de Moisés" y cita Deuteronomio 24.16. También vale notar que Deuteronomio no apela a la ley rota sino a la ley de
Horeb.
Además, se puede indicar otras razones como las siguientes:
(1) En Deuteronomio la descripción detallada de lugares muestra un testigo ocular.
(2) El Deuteronomio muestra el carácter
de Moisés.
(3) Hay mucha reminiscencia que indica
un hombre anciano.
(4) Muchas de las leyes son leyes antiguas.
(5) Moisés no es alabado hasta 34.10.
2. Escrito en forma de un pacto
Muchas de estas razones se basan en detalles
de contenido pero una de las más fuertes razones de aceptar una fecha temprana para Deuteronomio es el resultado de la metodología de
la crítica de formas. Hace más de 25 años von
Rad notó en Deuteronomio ciertos patrones de
la renovación de un pacto. Postuló que ciertos
núcleos de Deuteronomio fueron usados en un
culto de la renovación del pacto, probablemente centrado en Siquem.
Más tarde George E. Mendenhall notó que
ciertos pactos del segundo milenio a. C. tenían
una estructura muy semejante al pacto sinaítico en Éxodo. Descubrió que estos pactos entre
un soberano y su vasallo seguían una estructura bastante uniforme. Hay variaciones pequeñas, pero el orden que generalmente siguen es:
(1) Preámbulo, donde el gran rey se identifica;
(2) Prólogo histórico, donde el autor del pacto
describe las relaciones que ha tenido con el
vasallo. Destaca sus actos benevolentes de
manera que el vasallo por gratitud debe ser leal
al soberano; (3) Estipulaciones, donde especifica las obligaciones que el vasallo acepta. Se
encuentran leyes apodícticas. Las leyes apodícticas (no harás... harás...) del pacto sinaítico
encuentran paralelos de forma en las leyes de
estos pactos; (4) Previsiones para el depósito
del texto en el santuario y para su lectura pública periódicamente; (5) Testigos divinos del
pacto; y (6) Bendiciones y maldiciones; aquellas si el vasallo cumple el pacto, éstas si lo
rompe.18
Meredith Kline, usando la metodología de la
crítica de formas encontró que la estructura de
todo el libro de Deuteronomio muestra una
estructura sorprendentemente similar a estos
pactos.19 Un bosquejo de Deuteronomio con
7
esta estructura sería: (1) Preámbulo, Deuteronomio 1.1-5; (2) Prólogo o recitación histórica,
Deuteronomio 1.6--4.49; (3) Estipulaciones,
Deuteronomio 5.l--26.19; (4) Provisiones para
depositar el texto en el santuario y leerlo periódicamente, Deuteronomio 31.10-13; 32.46;
(5) Testigos del pacto, Deuteronomio 31.28 ;
32.1; 31.16-22 ; 31.28--32.45; (6) Bendiciones, maldiciones y ratificaciones del pacto,
Deuteronomio 27--30.
Además de la estructura paralela, se encuentran muchos otros paralelos de detalle.
Por ejemplo, Deuteronomio empieza con la
frase, "Estas son las palabras de", exactamente
la manera en que empiezan los pactos políticos
de esa época. Kline menciona muchos otros
detalles paralelos indicando que Deuteronomio
como una unidad es lo que pretende ser, una
renovación del pacto entre Yahveh e Israel en
la ocasión de la sucesión de Josué como líder.20
El énfasis en la sucesión de Josué se explica, entonces, porque en esta ocasión se está
renovando el pacto; exactamente lo que sucedió cuando un vasallo del rey hitita pasó la sucesión dinástica a otro. Es muy natural también, que Moisés leyera o presentara esta renovación del pacto en forma de mensajes al
pueblo.
Algunos han intentado mostrar que la estructura de Deuteronomio podría corresponder con
pactos más tardíos también, i.e. pactos entre
reyes asirios y sus vasallos. Pero Kitchen ha
mostrado diferencias importantes. Quizá la
más importante es que ninguno de los pactos
del primer milenio tiene el prólogo histórico.
Tanto, los pactos políticos del segundo milenio
como el Deuteronomio lo tienen.21 Hillers
también nota la diferente estructura de los pactos más tarde; además muestra una serie de
razones para indicar que el concepto de pacto
es muy antiguo en Israel, i.e. (1) Hace posible
explicar la unidad del pueblo antes de la monarquía, (2) No hay una serie de pactos entre
tribus, sino todas tienen pacto (un pacto) con
Yahveh, y (3) El cántico de Débora (Jue. 5)
presupone el pacto.22
Como Kline dice, estos hechos están en
oposición a las especulaciones de los críticos
que ven Deuteronomio como resultado final de
un proceso largo de modificación y extensión
sobre un núcleo de tradición cultural.23 La estructura entera en forma de un pacto indica que
Deuteronomio fue escrito como una unidad,
pues en el mundo antiguo no añadieron detalles a una alianza. Cuando surgió un nuevo rey
o vasallo, escribieron un nuevo pacto. También pusieron énfasis en la forma escrita del
pacto y en su autoridad. KIine reconoce que
las investigaciones pioneras de von Rad eran
correctas en cuanto a los elementos del pacto
en Deuteronomio. Pero se queja que ahora von
Rad no está dispuesto a seguir las evidencias a
sus conclusiones, porque la evidencia muestra
que el patrón del pacto era más que cúltico, era
documentario. Dice Kline, "Ahora que los datos de la critica de formas requieren el reconocimiento de la antigüedad de no sólo este elemento o aquello dentro de Deuteronomio, sino
del pacto deuteronómico en su integridad,
cualquier insistencia en una edición final del
libro en el siglo VII a.C. no puede ser más que
una hipótesis vestigial que no cumple ninguna
función significante en la critica del Antiguo
Testamento".24
B. Mayor Conocimiento del Antiguo Cercano
Oriente
Notamos arriba que la mayoría de los argumentos a favor de la hipótesis documentaria
son de tipo estilístico. Reconocemos que el
estilo del Pentateuco es muy diferente del estilo de nuestras literaturas modernas occidentales. Es precisamente el uso de criterios de la
cultura y filosofía modernas que hace la hipótesis documentaria insostenible cuando se le
aplican categorías de las literaturas antiguas.
Es por eso que un erudito de la talla de George
Landes cuestiona los criterios tradicionales
para la división del Pentateuco en J, E, D, P.
Es esta evidencia de los antiguos vecinos de
Israel que ha causado tantas modificaciones y
8
tantas diferencias entre los críticos. La crítica
literaria se está acercando a un estado de caos
por causa de estas contradicciones entre los a
prioris tradicionales de los críticos y la evidencia del Antiguo Cercano Oriente. Por eso los
mejores eruditos en el campo hoy día, creen
que cualquier progreso en estudios pentateucos
serán en otras áreas tales como la aplicación de
los nuevos conocimientos del Antiguo Cercano Oriente y no en el análisis documentario.25
Es la comparación con otra literatura antigua
que convence a especialistas como Cyrus H.
Gordon que la hipótesis documentaria no cuadra con la evidencia. En 1959, Gordon publicó26 su rechazo del esquema tradicional de J E
D P. Dice Gordon, "Me critican porque no estoy dedicado a J E D P, la insignia de respetabilidad académica inter-confesional. Fui entrenado simultáneamente en la alta crítica y en la
arqueología sin reconocer en el principio que
los dos puntos de vista eran mutuamente exclusivos.... El cambio en mi pensar vino cuando enseñaba la épico-epopeya Gilgamesh. El
relato tenía especificaciones semejantes a las
de Génesis. Esta parte (en Génesis) era asignada a P. Era absurdo pensar así para las tablas
de Babilonia". Gordon da más detalles y en sus
libros llama la atención a paralelos en las otras
literaturas que son semejantes a los detalles
estilísticos usados para dividir el Pentateuco.
Generalmente seria considerado absurdo postular para ellos una conflación de documentos
intercalados.
Antes de ofrecer algunos ejemplos de detalles queremos hacer claro que no negamos que
pueda haber unidades pequeñas en el Pentateuco. La historia de José da la impresión de
ser una unidad en sí. La crítica de formas
muestra que relatos tradicionales, poesías, etc.
circulaban en forma oral. Génesis 1 y 2 pueden
ser diferentes tradiciones (no contradictorias)
que circulaban. Los títulos en Génesis, "Estas
son las generaciones de... "pueden indicar una
serie de tablillas que contenían las historias
tradicionales de los patriarcas. Mucho de lo
que se llama el documento "P", material sacer-
dotal, probablemente representa la codificación de leyes que existían aun antes de Moisés.
Un autor bien puede usar todos estos materiales para hacer una obra literaria. Así hizo Dante; así hicieron muchos otros autores. Pero
aceptar tales unidades orales y escritas no implica necesariamente una hipótesis documentaria donde tenemos dos o más textos intercalados o unidos por conflación. De hecho, no tenemos ninguna evidencia del Antiguo Cercano
Oriente que indicara una obra literaria formada
de esta manera. Hemos visto declaraciones al
contrario por unos autores de España, pero
nunca proveyeron evidencia. Hasta donde sepamos, no hay evidencia. Los expertos en el
Antiguo Cercano Oriente, sí, pueden encontrar
evidencia que apoyaría una hipótesis suplementaria (añadiduras, o relatos añadidos como
en cadena). Un ejemplo sería la epopeya de
Gilgamesh. Pues tenemos un relato del diluvio
en sumerio; en el Gilgamesh el relato muy similar se encuentra en una sección dentro de
una epopeya más grande. Pero los especialistas
no encuentran evidencia para sostener una "hipótesis documentaria".
Veamos unos ejemplos a la luz que una
comparación de otros textos antiguos da sobre
los criterios dados para dividir el Pentateuco.
1. En cuanto a nombres divinos
El primer criterio que se usó para encontrar
estratos fue el uso de los nombres de Dios,
Yahveh y Elohim. Pero aun de evidencia interna este criterio se topa con dificultades. Por
un lado en pasajes que son atribuidos a E, a
veces se encuentra Yahveh y vise versa. Un
ejemplo es Génesis 22.1-4 (E) donde Elohim
ocurre cinco veces y Yahveh tres veces. Los
críticos arreglan estas anomalías con un redactor. Dicen que originalmente tenía Elohim pero el redactor lo cambió. Pero como dice Kidner, "Esto es abandonar la evidencia sencillamente porque es inconveniente".27 Por otro
lado el escoger o un nombre o el otro puede
depender del énfasis que quiere poner el autor,
pues Yahveh es nombre personal y enfoca más
su relación con el hombre, y Elohim es un
9
nombre común por Dios. Esto explicaría la
razón de encontrar un énfasis algo diferente en
los pasajes según el nombre usado. Por cierto
estas evidencias estilísticas siempre son bastante subjetivas. De más valor objetivo son las
evidencias comparativas del Antiguo Cercano
Oriente. El texto ugarítico de Hadad usa Baal
y Hadad como nombres intercambiables del
dios.28 En la estela de Ikernofret en Berlin (de
Egipto) el texto usa cuatro nombres y un epíteto para el dios. Usa Osiris, Wennofer, KhentAmentur, Neb-Abdju (Señor de Abidos) y Nuter (cp. Elohim en hebreo). Kitchen observa,
"Ningún egiptólogo se preocupa de inventar
las fuentes Osiristas, Wennofristas, Khentamenista, Neb-Abdjuistica y Nuterista para explicar el fenómeno”.29 El mismo fenómeno se
encuentra en textos acádicos, hititas y hurritas.
A menudo los críticos explican la combinación de Yahveh - Elohim por una conflación
de dos textos o la mano del redactor bajo influencia de los dos documentos. Pero de nuevo
vemos que este juicio se debe a una ignorancia
de la literatura antigua. En los textos ugaríticos
los nombres de Kothar y Hasis (un solo dios)
aparecen juntos y a veces el uno u otro por separado. Asimismo en literatura egipcia Amon
y Re pueden estar separados o pueden aparecer
juntos Amon-Re. Kline ve todo el Pentateuco
como un documento del pacto y sugiere que la
combinación de Yahveh - Elohim en Génesis 2
y 3 sirve para identificar el soberano como en
el preámbulo de pactos hititas.30
2. En cuanto a nombres de personas
Otros criterios lingüísticos tampoco parecen
convincentes para dividir el Pentateuco en documentos cuando en textos egipcios uno encuentra el mismo fenómeno (y nadie postula
una hipótesis documentaría para ellos). Como
en el Pentateuco se usa Jacob e Israel, o Seul y
Jetro, también en Egipto uno encuentra Sebekhu y Dja por la misma persona; y Metio-Setet,
Retenu o Amu son aplicaciones al mismo pueblo extranjero. Se pueden dar más ejemplos de
otros idiomas.31 Asimismo la variación entre
dos formas de "yo" se encuentra en ugarítico y
en egipcio.
3. En cuanto a relatos dobles
Otro criterio importante para la hipótesis documentaría es la existencia de relatos dobles o
narraciones repetidas. A veces parecen ser
contradictorias. Por supuesto, no hay nada intrínsicamente imposible en que Abraham repita su mentira acerca de su esposa. Las dos veces que Agar huye muestran detalles tan diferentes que es mejor pensar en una segunda
huída. Asimismo, en el relato del diluvio, el
par y siete pares no son contradictorios, pues
los siete pares indican un detalle adicional. En
la gran mayoría de los casos un poquito de trabajo en la exégesis dará mucho mejor resultado de lo que ha dado el afán de cortar el texto
en varios estratos.
Pero aun más énfasis se pone en los dobles
donde los detalles se repiten casi inmediatamente. Se dice que esto muestra la conflación
de dos fuentes. Tal teoría no podría surgir hoy
día (aunque algunos todavía no quieren dejarla), pues cuando surgió, los eruditos no tenían
la literatura antigua que tenemos hoy día.Ya
sabemos que esta redundancia es característica
de la literatura semítica y hasta cierto punto en
la literatura de todo del Antiguo Cercano
Oriente. Es común hacer una declaración general y después repetirla con más detalles. Aun
hoy día se hace esto. Pero la repetición fue
mucho más pronunciada en estas literaturas.
Estos dobles, y muchas veces "triples", se notan fácilmente en ugarítico. Dice que el dios
hará tal cosa y describe lo que hará; pocas líneas más abajo describe la acción mientras que
la hace; y pocas líneas más adelante recuerda
la que ha hecho. Y los tres relatos usan casi las
mismas palabras. En las inscripciones reales
de Urartu el vencimiento de ciertas tierras se
atribuye al dios Haldi; entonces la misma victoria se repite en detalle pero atribuida al rey.
Si usáramos los criterios de la hipótesis documentaria tendríamos que postular una fuente H
(Haldi) con estilo breve y otra fuente R (Rey)
con estilo más detallado.32 La psicología del
10
cercano oriente aparentemente favorecía ver
dos fases o dos lados a muchas cosas; el estilo
literario requiere dos partes, una para despertar
interés y otra para proveer el clímax.33
4. En cuanto a la estructura del pacto
Vimos que Deuteronomio tiene una estructura semejante a pactos políticos del segundo
milenio a. C. También se han encontrado otros
pasajes más cortos que tienen esta estructura
del pacto como en Exodo 19,20ss., el pacto
sinaítico, y Exodo 34 y Josué 24 donde el pacto se renueva. Es interesante que es la forma
final del documento la que muestra esta estructura. Cuando se divide en sus componentes J y
E pierde esta estructura; Kitchen dice "en estos
casos nos piden que creamos en una serie de
documentos separados (J, E, los fragmentos de
D). . . combinados en el curso de siglos de tal
manera que por algún milagro no explicado,
cada pacto (resultado de esta conflación) corresponda con una estructura dada (particularmente del lejano pasado milenio) pero desconocida a los redactores imaginados.34
5. En cuanto a la variedad de géneros
A veces se dice que el Pentateuco no puede
ser obra de un autor porque contiene demasiados diferentes géneros literarios; hay poesía,
narraciones de diferentes tipos y material legal. Otra vez este juicio hace caso omiso de lo
que sucedió en el mundo antiguo. De Egipto
tenemos ejemplos de escritos que no pueden
tener una historia de desarrollo, sin embargo
incluyen varios géneros. Un ejemplo es la biografía del general egipcio, Uri (2300 a.C.,
1000 años antes de Moisés). Contiene narración elegante, incluye refranes estereotipados
y un cántico de victoria.35
Esperamos que sea claro que todo lo dicho
no niega el uso de tradiciones, documentos,
leyes, etc. por el autor del Pentateuco. Ni niega
la posibilidad de glosas escribales posteriores.
Pero sí, hace muy improbable un proceso de
conflación hecha por una serie de redactores
durante épocas como se presenta generalmente
en la hipótesis documentaria.
6. La cuestión de revisiones gramaticales
También vale recordar que el arte escribal en
tiempos antiguos, aunque muy estricto, permitió la modernización del vocabulario y la gramática en copias subsecuentes.Tenemos ejemplos, especialmente en Egipto, de tales modernizaciones. Por ejemplo, la "Instrucción de
Ptah-hotep" fue compuesta ca. 2400 a. C.
Quinientos años después se encuentra el mismo escrito pero con revisiones gramaticales.36
En Mesopotamia también textos antiguos
fueron redactados de nuevo en nuevos períodos.37 Semejante proceso podría explicar algunas palabras del Pentateuco que parecen ser
más tardías, aunque hoy día los argumentos
basados en arameísmos o palabras tardías no
tienen mucha fuerza. Muchas palabras antes
consideradas tardías ahora se han encontrado
en ugarítico (1400 a.C.). También, los hebreos
tenían contacto con los arameos desde el tiempo de los patriarcas.
C. Escritos Homéricos: un paralelo iluminador
Los especialistas en la crítica literaria del
Antiguo Testamento pueden aprender de lo
que ha pasado en la crítica literaria de los escritos homéricos. La tradición griega siempre
había atribuido la Iliada y Odisea a Homero y
daba por cierto que hubo una guerra de Troya.
Sin embargo en 1795 un alemán, F. A. Wolf,
escribió una obra en que postuló que los poemas fueron compuestos ca. 950 a.C. y trasmitidos oralmente hasta ca. 550 cuando fueron
escritos. Dijo Wolf que no conocían la escritura en tiempo de Homero y que los poemas eran
demasiado largos para ser compuestos en su
forma actual.38
Otros eruditos siguieron el trabajo de Wolf.
Un Lachmann dividió la Iliada en 18 diferen-
11
tes estratos. Otros vieron la obra como un
proceso de añadiduras empezando con un
poema núcleo, "La ira de Aquiles".39 Aun el
gran historiador Edward Meyer dijo que había
sido “científicamente" probado que estos épicos no eran la obra de un individuo sino que
representaban el trabajo de poetas trovadores
durante siglos. Otro experto dijo en 1865 que
ningún erudito podrá jamás sostener la hipótesis unitaria.40
Con la hipótesis documentaria en la literatura homérica también había un escepticismo
frente a los datos históricos mencionados en
Homero. La guerra con Troya era una ficción.
Ni existía una Troya. Asimismo los detalles de
comercio con Fenicia, espadas y corazas de
bronce, etc. se consideraron reflejos de una
vida y redacción tardía.
Pero hubo un "Fanático” que quedó escéptico frente a estas recontrucciones. Reimich
Schliemann creía que Troya había existido, a
pesar de la voz mayoritaria de los críticos.
Schliemann mismo dirigió la expedición arqueológica que encontró Troya. Después encontró en Knosos y Micenas la fabulosa cultura de los Micenos, la cultura que Homero describió. Detalles tras detalles que se dudaban
antes ahora se apoyan en los descubrimientos
arqueológicos. Ya sabemos que hubo comercio
con los Fenicios antes de 1200 a.C.; ya se ha
encontrado corazas de bronce de esta civilización. Esto no muestra que Homero vivió en
esa época, pero indica que usó tradición con
buena base histórica.
Hoy día la crítica literaria de Homero ha hecho un viraje radical. Los eruditos otra vez están aceptando que la Iliada y Odisea son obras
unitarias y del mismo autor. Wade-Gary dijo
que su punto principal, que Homero escribió la
Iliada básicamente como la tenemos, ya casi
está de moda.41 Se cree que los épicos se escribieron por el mismo autor basándose en tradición y poesía ya existente.Yamauchi dice
que los eruditos creen que fueron compuestos
en forma oral en el siglo VIII a. C. y que se
pusieron por escrito pronto después.42
El punto importante aquí es que los críticos
de Homero usaban los mismos métodos que se
usan en el Pentateuco. Usaban mayormente
criterios estilísticos. Encontraban diferentes
palabras y estilos en los varios estratos. Estaban seguros en cuanto a sus resultados. Se burlaban de cualquiera que no aceptara “los resultados seguros” de su crítica o lo que decía
“la mayoría de los expertos”. Sin embargo han
cambiado, completamente. Hoy reconocen la
unidad de la obra y el papel de Homero en su
origen. Los paralelos con estudios del Pentateuco son obvios, aunque muchos no han dado
el último paso todavía.43
D. La historicidad de las narraciones
Generalmente la hipótesis documentaria ha
sido acompañada por un escepticismo marcado
frente al valor histórico de las narraciones. En
la reconstrucción de la historia de Israel que
hizo Wellhausen, la historia que el Pentateuco
da, se niega, pues los datos son reflejo de una
situación posterior. Como dice Bright "La explicación evolucionista de la historia, que va
unida al nombre de Wellhausen, encontraría
hoy pocos defensores.44 Pero, aunque ya no
aceptan el esquema de Wellhausen, los escritos generalmente no han tomado en serio las
tradiciones primitivas y se resisten a contar
con ellas como fuentes de información
Bright representa un creciente número de
eruditos que tienen una nueva perspectiva de
estas narraciones. Han llagado a esta valoración positiva por varias líneas de estudio objetivo de las cuales la más importante consiste
en los hallazgos arqueológicos. Sobre esto G.
Ernest Wright dice,"Por cierto la arqueología
ha revolucionado nuestra actitud hacia las tradiciones históricas en la Biblia. La pasada generación de eruditos tendía a hacer del escepticismo un elemento importante en el método
histórico, casi un ingrediente primario en las
conclusiones derivadas del método. Hoy día
muchos de nosotros seguimos una línea mucho
más positiva, y tendemos a dar crédito a una
tradición a menos que haya evidencia en
12
contra; este es un cambio básico y de suma
importancia en estudios eruditos y la arqueología es su causa.”46
No confundamos la naturaleza de la evidencia. No tenemos pruebas absolutas que las narraciones en el Pentateuco acontecieron exactamente como están descritas. Pero como dice
Bright, “Esto debe afirmarse con igual énfasis
- no ha habido ninguna prueba que haya puesto
en evidencia contradicción alguna con los sucesos de la tradición.”47 Lo que convence a
muchos de la historicidad de estas narraciones
es que a la luz de los nuevos descubrimientos
el cuadro que presentan encuadra tan sorprendentemente bien en la época que pretende descubrir.
Aquí solo podemos mencionar algunos ejemplos, ya que un trabajo completo de estos detalles ocuparía varios tomos. De todos modos el
buen resumen que hace Bright está accesible
en castellano.48 También los artículos de diccionarios Bíblicos y libros como los de Harrison,49 Kitchen,50 y Pfeiffer51 darán muchos
mas detalles.
Hoy día los arqueólogos se interesan en la
vida cotidiana de los antiguos. Varios descubrimientos iluminan la cultura de la cual participaron los patriarcas. Quizá los más conocidos son los textos de Nuzi. Son documentos
legales y familiares de los hurritas que vivían
en este pueblo de Mesopotamia. Lo sorprendente son las costumbres de matrimonio tan
similares a las de los patriarcas. La relación de
Abraham con Eliezer, con Agar y con Ismael
encuentran paralelos exactos.
Asimismo el contexto que se ve en las narraciones de Génesis concuerda con lo que sabemos de Canaán a principios del segundo milenio a.C. Hubo poblaciones grandes en los valles y llanos pero poca población en las colinas, exactamente donde Abraham se movía.
También nombres como Abraham, Jacob y
Benjamín se encuentran en escritos de Babilonia y Mari de esa misma época.
El efecto de toda esta información no es
comprobar algún dato específico, sino que nos
deja con la fuerte impresión de que las narraciones reflejan bien su época. Sería difícil escribir algo más tarde que refleje tan exactamente estas épocas tempranas. Aun en tiempos
de Salomón o Isaías sabían menos de la cultura
de esta época de lo que sabemos ahora por la
arqueología.
En Génesis se ve mucha influencia de la cultura Mesopotámica. Esto es natural, pues los patriarcas llegaron de allí y mantuvieron contactos, por lo menos con Harán. Bright indica
que, "Las costumbres patriarcales están, en
efecto, mucho más cercanas a la práctica de
Mesopotamia del segundo milenio que a la del
Israel posterior.”52 Lo interesante es dónde se
ve en Génesis el trasfondo mesopotámico. Se
encuentra desde Génesis 1 hasta Génesis 36.
Pero desde Génesis 37 hasta el final y a través
del Exodo se nota una marcada influencia
egipcia.53 Los nombres, las costumbres, los
lugares geográficos, aun maneras de expresarse muestran el trasfondo egipcio de la historia
de José y el Exodo.
Por estas evidencias muchos aceptan el valor
histórico de las narraciones en el Pentateuco.
Aunque Bright no rechaza la hipótesis documentaría, generalmente los que la sostienen
dan menos valor histórico a las narraciones.
Esto es cierto de Noth y de von Rad cuyos
pensamientos se reflejan en muchos libros católicos que salen de España hoy día. Aunque
no están tan escépticos frente a los relatos como fue Wellhausen, todavía su reflexionar teológico se basa sobre una reconstrucción de la
historia de Israel. Pero es cuestionable este
afán de reconstruir la historia con criterios tan
subjetivos. Bright se queja de ese método, "
Por tanto picotear y escoger en las tradiciones,
concediendo historicidad a éste y negándosela
a aquello otro, es un procedimiento muy subjetivo que no refleja más que las propias predilecciones.”54 Muchos cuestionan el valor de
una teología que se basa en "el testimonio de
la fe" de Israel si este mismo testimonio estuvo
equivocado. Por supuesto reconocemos que no
13
podemos ver el Pentateuco como una historia escrita en el S. XX. No podemos esperar
los mismos métodos. Reconocemos que es un
escrito teológico con propósitos religiosos. Pero habiendo dicho esto, insistimos en que es
mucho más consecuente con las mismas declaraciones Bíblicas, con la fe cristiana, y con la
evidencia del Antiguo Cercano Oriente aceptar
las narraciones del Pentateuco como un testimonio verídico confiable de lo que Dios hizo
en la historia de un pueblo.
E. Indicaciones de composición temprana
En muchos estudios del Pentateuco se señalan contradicciones entre las leyes en Levítico
y Deuteronomio y otros detalles para mostrar
que Levítico es más tardío o para mostrar que
el Pentateuco no pudo ser escrito tan temprano
como el tiempo de Moisés. Por cierto, se nos
presentan dificultades. Las leyes son complejas y muestran diferentes tipos de vida. Tenemos que admitir que el cuadro es complejo.
Pero lo que generalmente no se muestra es la
cantidad de evidencia que indica una época
temprana para el Pentateuco.
Aquí queremos juntar algunos detalles que
indican un tiempo temprano para la composición del Pentateuco. Algunos son tomados en
cuenta por varias modificaciones de la hipótesis documentaria. Habrá los que dicen que estas evidencias solamente indican que los documentos (tardíos) incluyen tradición antigua.
Pero diríamos que si los redactores tuvieron
tan poca influencia, ¿cómo sabemos que hubo
redactores? Para qué postularlos si su influencia no se ve?
1. Ausencia de influencia de la monarquía
Vale notar que el Pentateuco no muestra influencia de la monarquía.55 Si J y E fueron escritos durante la monarquía, ¿por qué no muestran interés en el templo, o en la monarquía o
en los reyes? Aun en las leyes, no se refleja
influencia de la monarquía. No tocan el rito de
ungir un rey. No hablan de los impuestos para
el rey, ni la asignación de oficiales. No incluyen reglas para soldados profesionales. El
nombre de Jerusalén nunca se encuentra en el
Pentateuco. Kaufmann dice que entre todas las
leyes del Pentateuco solamente una tiene que
ver con la monarquía y esta se da en forma
profética (Dt. 17.14-20). (Ex. 22.27; Lev. 4.22
puede aplicarse a reyes pero solo hablan de
nasí).56 El Pentateuco no refleja la monarquía.
2. Diferente enfoque de los profetas más
tarde
Kaufmann ha mostrado que hay bastante diferencia entre el enfoque del Pentateuco y el
de los profetas. En el Pentateuco, el pacto y la
promesa con Abraham son prominentes; pero
en los profetas el pacto sinaítico prevalece. En
el Pentateuco el concepto de apostasía es dudar de la habilidad de Dios para conquistar los
obstáculos del desierto o a los cananeos; pero
en los profetas es olvidar la misericordia de
Dios, ir tras los deseos de su propio corazón y
no creer en los profetas.57 En los profetas como Jeremías, se usa a menudo la frase estereotipada, “Dios de los ejércitos”, pero no se encuentra ni una sola vez en todo el Pentateuco.
Con las batallas que se relatan en el Pentateuco
uno esperaría que algún redactor lo hubiera
metido en alguna parte. Aunque Moisés era
profeta, el Pentateuco no muestra influencia de
los profetas clásicos.
3. La ausencia de detalles tardíos en
el supuesto “P"
A pesar de las modificaciones en la hipótesis
documentaria todavía algunos eruditos creen
que un documento P fue escrito en el exilio.
Desde el tiempo de Wellhausen han fechado
tarde las leyes del P (aunque ahora reconocen
que contienen tradición antigua). Pero si P
viene del exilio, ¿por qué no hay nada de cantos? Bright dice de la tradición legal de Israel,
"La única suposición razonable es que fue
trasmitida a Israel por sus antepasados, que
habían emigrado de un país donde pudieron
conocer la tradición mesopotámica de juris-
14
prudencia."58 Muchas de las leyes son semejantes a las leyes de Hamurabi (de 1700 a.
C.) y a las costumbres que se encuentran en
Nuzi (1500-1400 a.C.). Ambos son anteriores
a Moisés. Se ha encontrado terminología técnica en levítico que corresponde con la terminología legal del segundo milenio a.C., pero
que más tarde no fue entendida.59 Todos estos
datos señalan que las leyes del Pentateuco, en
su mayoría, vienen de época temprana. Es interesante que arqueólogos han encontrado un
templo en Arad (sur de Judá) del siglo VII a.C.
cuyas especificaciones son exactamente las de
Levítico. Esto desbarata la tesis de los críticos
que los detalles de P vienen del exilio. La evidencia favorece una fecha temprana para las
leyes mucho más que fechas tardías.
4. Moisés y la jurisprudencia
El Pentateuco representa a Moisés como un
hombre de leyes. El juzgaba a la gente. Después asignó a otros jueces. Además, el pueblo
seguramente tenía una tradición legal como lo
demuestra la semejanza con la tradición legal
de Mesopotamia. Aun los supuestos documentos J y E muestran a Moisés como el que dio la
ley. Hace medio siglo James Orr notó muchas
de las contradicciones internas de la hipótesis
documentaria. Dijo que los críticos tienen que
exaltar a Moisés para explicar como las leyes
llegaron a ser atribuidas a él; por otro lado tienen que minimizar su influencia para hacerlo
creíble que Moisés no dio las leyes.60 Moisés
se menciona más de 500 veces de Exodo a
Deuteronomio Si los hechos que sirven como
base de su gran reputación realmente no son
verídicos, Moisés llega a ser una figura elusiva
o cierto tipo de ficción.
Aunque en ninguna parte dice que Moisés
escribió todo el Pentateuco, donde pone más
énfasis en que él escribió, es en el asunto de
leyes. En Exodo 24.4, 7 Moisés escribió las
palabras de Yahveh en el libro del pacto.
También habla de leyes que Moisés escribió
en Deuteronomio 27.8; 31.9, 24, 26. Josué
asumió la existencia de un libro de la ley (Jos.
1.8). Eichrodt dice que Israel debía tener ley
escrita cuando entró en Canaán. De otra manera no se puede explicar personas como Samuel, Elías, etc. y la resistencia que hubo
contra la canaanización del pueblo.61
No negamos la posibilidad de ciertas leyes
específicas incluidas más tarde. Pero creemos
que merece confianza el cuadro que el Pentateuco mismo da de Moisés como legislador.
Parece que el Pentateuco incluye varios bloques de leyes e instrucciones rituales. Podemos presumir que mucho ya era la tradición
legal del pueblo.62 Quizá otros bloques se formaron durante la vida del pueblo en Egipto y
durante los 40 años en el desierto. Inmediatamente antes de entrar en Canaán las leyes se
presentan con un enfoque más hacia la vida
sedentaria (Dt.). Pero hace falta algún arquitecto ingenioso como Moisés para formar una
gran obra como el Pentateuco. Como se ha dicho, ninguna gran obra literaria ha sido producida por un comité.
5. Hubo muchos escritos aun antes de Moisés
Que Moisés pudiera escribir ya no se pone
en duda como en el tiempo de Wellhausen.
Desde antes de Moisés tenemos las cartas de
El Amarna escritas en acádico, la lengua franca internacional de la época. De Ugarit (1400
a. C.) tenemos 8 diferentes idiomas escritos y
aun diccionarios en cuatro diferentes idiomas.
El mismo Pentateuco habla bastante de escribir. Es interesante que una aldea que los israelitas conquistaron se llamaba "la aldea del Libro" (Jos. 15.15; Juec. 1.11) y la "aldea de instrucción” (Jos. 15.49). En el tiempo de Gedeón aun un joven del pueblo de Sucot pudo
escribir los nombres de los 77 ancianos de la
ciudad (Jue. 8. 14).63
6. Detalles que reflejan tiempo temprano
Otros datos indican que las narraciones
del Pentateuco no son reflejos de tiempos tardíos sino tradiciones antiguas y confiables.
15
Los enemigos de Israel más tarde son Edom,
Aram, Moab, Asiria y Babilonia. Pero en el
Pentateuco el enemigo principal es Amalec. Ni
se encuentra referencia a los reinos de Asiria y
Babilonia. Kaufmann dice que los límites que
se dan para la tierra prometida no reflejan la
monarquía, como se acostumbra decir, porque
abarcan más de lo que David y Salomón abarcaron. Más bien dependen de un oráculo antes
de la conquista.64
7. La presencia de tradiciones inconvenientes
Un índice de la confiabilidad de las tradiciones son las tradiciones inconvenientes que
se incluyen. Nadie inventaría una historia de la
esclavitud de sus antepasados. Es interesante
que las gentes con que más se relacionaron los
patriarcas, en Génesis, sean precisamente las
que son enemigas más tarde. Los arameos eran
familiares de los patriarcas pero más tarde,
enemigos mortales.Y si Deuteronomio hubiera
sido escrito más tarde (cuando Amón y Moab
eran enemigos) ¿no hubiera justificado la destrucción de Moab y Amón en vez de este mandato de no molestarles? Si el Pentateuco preserva estas tradiciones inconvenientes no podemos postular redactores que ajustaron tanto
la tradición como se hace necesario en la hipótesis documentaria.65
F. Argumentos estilísticos
La mayoría de los argumentos que se usan
a favor de la hipótesis documentaria y redacción tardía son criterios estilísticos. También
hay muchos datos estilísticos y lingüísticos
que indican una fecha temprana para el Pentateuco. Como todos los argumentos estilísticos,
su valor es variable, pero aquí mencionamos
algunos. Ya hemos mencionado datos como la
falta del uso de bamot (lugares altos) en Deuteronomio, aunque los críticos dicen que Deuteronomio fue escrito para promulgar una reforma que quitó los bamot. Asimismo el hecho
de que el nombre de Jerusalén o una frase
como “Yahveh de los ejércitos " no aparezca
en el Pentateuco indica su composición tem-
16
prana. Tampoco se encuentra en Génesis el
nombre Baal ni lugares con Baal en su nombre. Sarna atribuye esto al hecho que en aquel
tiempo Baal todavía no era el dios popular de
los cananeos.66 Los nombres de reyes en Génesis 14 no son conocidos de tiempos tardíos
pero se encuentran paralelos en el segundo milenio. Los nombres de los patriarcas no se usan
en Israel en épocas posteriores, pero se encuentran paralelos fuera de Israel en época
temprana. La seriedad que se da a las tradiciones de murmurar en el desierto se entiende mejor a la luz de los documentos antiguos. En las
fuentes hititas, esto fue una brecha del pacto.67
No tenemos evidencia del uso del Efod
adivinatorio después de David. El hecho de
incluir tantos detalles sobre él (Ex. 28.30) indica que fue escrito temprano, cuando el efod
se usaba. Lo mismo se puede decir de la descripción tan minuciosa del tabernáculo. Todos
estos detalles indican que el Pentateuco no es
un escrito tardío que proyecta para atrás elementos de época tardía; más bien indican que
el Pentateuco se originó en el segundo milenio
y lo que se destaca es que, precisamente, en
los detalles (que podrían entrar inconscientemente) no refleja la situación de Israel más
tarde.
Uno podría seguir con más detalles. Padan
Aram se usa solamente en el Pentateuco. Solo
en el Pentateuco se usa, (en vez de) por "ella"
o (en vez por "una joven". Son las formas
masculinas (él y el joven). Los masoretas pusieron vocales para indicar cuando son femeninas (según el contexto). Pero el uso en el
Pentateuco da la impresión que se escribió en
una época cuando todavía no se indicaba la
distinción entre las formas masculinas y femeninas en el texto consonantal. Puesto que no
ocurre en ninguna otra parte del Antiguo Testamento, indica fecha anterior a todo lo demás
del Antiguo Testamento. Asimismo ele toledot
("estas son las generaciones de") sólo se encuentra una vez fuera de Génesis.68 El nombre
de Isaac se escribe diferente en el Pentateuco
que en lo demás del Antiguo Testamento.
Otras palabras que los críticos antes señalaban
como palabras tardías ya han aparecido en
ugarítico (de antes de Moisés).
G. La Unidad del Pentateuco
Uno de los resultados más negativos de la
crítica literaria basada en la hipótesis documentaría ha sido la tendencia de despedazar el
Pentateuco. James Orr dice:
La verdad es que los judíos conocían
el Pentateuco como unidad, Jesús lo usó
así, la Iglesia primitiva lo veía como total
y a través de la historia de la Iglesia el
Pentateuco se ha usado en su ministerio
como un todo. Tenemos que estudiar
secciones pequeñas para el análisis literario; esto no niega su unidad. Pero la hipótesis documentaria deja poco campo
para esta unidad, solamente en lo que hicieron los redactores. Muchos aun desarrollaron diferentes teologías para los diferentes documentos.
La hipótesis documentaria no explica adecuadamente la unidad del Pentateuco.70 Ninguna gran obra literaria se ha compuesto de
esta manera y no hay ejemplos del mundo antiguo de ese método. Además la figura de
Moisés no se explica si él no fue el arquitecto
de lo que encontramos en el Pentateuco. Si no
hubiera un Moisés tendríamos que inventar
uno para explicar la religión, la tradición y la
literatura de lsrael.
Tenemos varias líneas de evidencia que
indican que había ley escrita en el tiempo de la
conquista y los jueces. Vimos algunas arriba.
Ahora los nuevos estudios sobre la estructura y
el uso de pactos en el Antiguo Cercano Oriente
traen a consideración otro factor. Notamos
más arriba que el Deuteronomio muestra la
estructura de los pactos del segundo milenio
a.C. entre un soberano y sus vasallos. Esta
misma estructura se encuentra en otras partes
del Pentateuco. La misma institución del pacto
sinaítico en Exodo 19 - 24 tiene esta estructura, aunque algunos críticos lo despedazan y
pierden esta estructura y algunos no reconocen
que los pactos, a veces, tenían estipulaciones y
sanciones entremezcladas. Kline ha notado los
muchos detalles del Pentateuco que indican
que es básicamente un documento del pacto.
Es decir, unidades como Deuteronomio (la renovación del pacto a la sucesión de Josué) y
Exodo 19-24 (el pacto dado) claramente siguen la forma de los pactos políticos y aun
más, todo el Pentateuco está moldeado alrededor del concepto del pacto.71 Hubo dos tablas
de la ley, como las dos copias que hacían soberanos políticos. El depositarlas en el santuario
y su lectura periódicamente (Ex. 25.16,21;
Deuteronomio 31.9-13) se nota. Asimismo los
pactos políticos incluían admoniciones de no
añadir ni restar ni una palabra del pacto escrito, como también hace el Pentateuco (Dt. 4.2;
cp. 24.2ss; Jos. 8.30ss).
Todo esto tiene profundas implicaciones
sobre la autoridad que tenía el Pentateuco y la
cuestión del canon. Kline muestra que los pactos antiguos (escritos) entre soberano y vasallo
tenían autoridad canónica desde su inserción.
Se leyeron periódicamente. El vasallo y su
pueblo reconocían esta autoridad canónica."El
documento canónico fue el instrumento común
para la administración del pacto internacional
en el mundo donde la Biblia se originó..."72 Si
es así, es lógico y probable que Israel tenía escritos canónicos desde la incepción del pacto
en Sinaí. "Lo que se ha aclarado es que fue el
tipo de canonicidad inherente en la estructura
de los pactos internacionales en el tiempo de
Moisés que fue adoptado en las primeras Escrituras juntamente con la forma misma del
pacto. Desde su incepción la canonicidad Bíblica se ve en el linaje de la canonicidad pactual".73
Hemos estado acostumbrados a pensar
que la canonicidad se inició en el tiempo de
Esdras. Kline ve esto como una herencia del
sistema Wellhausiano. Aun aparte de la cuestión del pacto, el Antiguo Testamento indica
que hubo una norma, una veneración por la
ley. Se ve en Josué; se ve en los Salmos; se ve
en los profetas quienes daban por sentado la
responsabilidad del pueblo hacia el pacto con
17
Yahveh. Según Kline, con los nuevos estudios sobre pactos (que siguen el método de la
crítica de las formas) se nota una tensión en la
escuela dominante de la crítica entre su pensamiento alterado con respecto al pacto y su
pensamiento inalterado con respecto al canon.
Si se admite que el concepto de pacto fue un
factor formativo en la literatura de Israel en
tiempos pre-proféticos, es difícil sostener que
el concepto de canon sea tardío. Dice que "canon" es inherente en "pacto".
Porque donde hay pacto divino del tipo clásico en el Antiguo Testamento, también hay
documento divino que es canónico ".74 Este
aspecto canónico del énfasis sobre el pacto en
el Antiguo Testamento merece más estudio y
más influencia en estudios del Pentateuco. De
nuevo se destaca la unidad del Pentateuco y
esto ayuda a explicar su gran influencia en el
pueblo de Israel.
CONCLUSIONES
Nos queda resumir lo que hemos visto y
dar algunas sugerencias sobre lo que podemos
afirmar en cuanto al origen del Pentateuco.
Hemos visto lo complejo de la crítica literaria
del Pentateuco; que la hipótesis documentaria
fue aceptada por la mayoría de los especialistas; que los nuevos conocimientos del Antiguo
Cercano Oriente la han modificado grandemente; pero que la persistencia de la teoría siguió por varias razones. Vimos brevemente las
razones que se usan para dividir el Pentateuco
en varios documentos.
Después vimos varias líneas de evidencias
que debilitan la hipótesis documentaria. Hay
cada vez mas evidencia que el libro de Deuteronomio fue escrito temprano. Los muchos
hallazgos arqueológicos y mayores conocimientos de la literatura del Antiguo Cercano
Oriente ponen en tela de duda la hipótesis documentaría tradicional. Los criterios estilísticos que constituyen la mayoría de la "evidencia” para dividir entre los documentos son
muy subjetivos y cada vez más se ve que muchos de ellos sencillamente son características
de otras literaturas antiguas. Además los estudios homéricos en los últimos dos siglos muestran lo peligroso que es dividir documentos
antiguos con estos criterios.
Hay cada vez más evidencia que las narraciones del Pentateuco reflejan verídicamente la
cultura e historia de su época. Por lo tanto si
podemos confiar en sus narraciones históricas
debemos tomar en serio lo que dice y explica
sobre su propio origen.
Generalmente los críticos usan datos que
muestran una redacción tardía para confirmar
la hipótesis documentaria. Como vimos, hay
algunos pos-mosaicismos en el Pentateuco,
pero muchos alegados pos-mosaicismos no lo
son necesariamente. Solo lo son si uno empieza con ciertos aprioris que niegan la reflexión
teológica al tiempo de Moisés o que reconstruyen la historia de Israel para que niegue partes de la historia que el mismo Pentateuco da.
Pero vimos que también el Pentateuco da numerosos detalles que requieren más bien una
fecha temprana para su composición.
Muchos críticos aceptan la existencia de
tradición temprana en los varios estratos. La
verdad es que la hipótesis documentaria se ha
hecho muy flexible. Con los "redactores" uno
puede explicar todo. Si aparece tradición temprana es que el redactor usó tradiciones antiguas. Si el documento E contiene el nombre de
Yahveh es culpa del redactor. Esta flexibilidad
ha hecho posibles las grandes modificaciones
que vemos hoy día en la hipótesis. Pero precisamente este proceso de continuo retroceso,
paso tras paso, que ha caracterizado la historia
de la hipótesis documentaria echa duda sobre
la misma hipótesis y produce un escepticismo
frente a ella.
Aunque reconocemos los problemas de la
crítica y los aportes que han hecho varios críticos que usan la hipótesis documentaria, creemos que la abundancia de evidencia que debilita la hipótesis justifica una actitud escéptica
frente a dicha hipótesis en su forma tradicional
(conflación de documentos y redactores tar-
18
díos). Esto libera los estudios pentateucos
para poner más énfasis en la unidad del Pentateuco y tomar más en serio lo que dice de su
propio origen. También nos dará más libertad
de usar categorías y criterios más de acuerdo
con lo que ya sabemos del Antiguo Cercano
Oriente. Esta postura no niega muchos de los
detalles de la crítica. Pero antes de entrar en lo
que podemos afirmar acerca del Pentateuco,
queremos mencionar algunas posibles objeciones a la postura aquí presentada.
Posibles objeciones
Quizá una de las objeciones más comunes a la
postura aquí es que la hipótesis documentaria
está comprobada por más de un siglo de investigación científica. En principio la objeción
parece fuerte porque, de veras, ha habido muchas investigaciones muy detalladas. Arriba
mencionamos que éstas han dado aportes que
debemos apreciar. Pero aceptar esto como una
prueba de la validez de la hipótesis, puede ser
un juicio demasiado superficial por varias razones.
Primeramente no hay pruebas objetivas
concluyentes para ninguna de las posturas tomadas. Estamos tratando documentos antiguos
de una cultura muy diferente de la nuestra con
literatura bastante diferente de la literatura occidental moderna. No podemos mostrar pruebas absolutas de que el Pentateuco existía en el
tiempo de Moisés. Pero mucho menos se puede presentar pruebas objetivas que comprueben una hipótesis documentaria. No tenemos
ninguna evidencia objetiva de los redactores o
de la existencia de diferentes documentos (J E
D P) como tenemos en el caso de los cuatro
evangelios del N.T. Las pruebas que se usan
son internas, de carácter estilístico.Ya vimos la
naturaleza subjetiva de estos criterios y lo que
pasó con los estudios homéricos.
Además, si hablamos de la hipótesis documentaria como una teoría científica debemos tomar en cuenta (1) que las ciencias históricas son bastante diferentes de las ciencias
naturales. Se puede llamar ciencia pero no se
puede volver a repetir el "experimento" como
en las ciencias naturales y (2) que las hipótesis
de cualquier ciencia deben considerarse "hipótesis para el trabajo", y no algo ya seguro. El
problema con la hipótesis documentaria es que
a menudo se presenta como hecho comprobado y seguro en vez de reconocer su carácter
teórico. Aun un erudito como Otto Eissfeldt,
uno de los críticos más capaces que sostienen
la hipótesis, admite que todavía es de naturaleza hipotética y advierte contra demasiada dependencia en los resultados de la crítica pentateuca.75 Si, como vimos arriba, varios especialistas reconocen que hay cada vez menos consenso en cuanto a los detalles de la hipótesis
documentaria, entonces los resultados deben
ser considerados cada vez más hipotéticos.
Una tercera observación en cuanto a hablar
de la crítica como ciencia tiene que ver con las
connotaciones que uno ve en la "ciencia”. Para
algunos un marco "científico" no puede dejar
campo para un acontecimiento sobrenatural.
Por cierto varios críticos del Pentateuco han
excluido la posibilidad de lo sobrenatural.
Keunen, uno de los promulgadores de la hipótesis documentaria dijo: “Si derivamos una
parte de la vida religiosa de Israel directamente de Dios y permitimos que la revelación sobrenatural o inmediata intervenga en un solo
punto, nuestro punto de vista total sigue siendo
incorrecto.”76 Pfeiffer es otro que tuvo mucho
que ver con la influencia de la hipótesis documentaria en los Estados Unidos. Señaló que la
historia solamente puede tratarse con hechos
auténticos que están en la esfera de posibilidades naturales y no puede afirmar la verdad de
eventos sobrenaturales. Estos tienen que ser un
artículo de fe y “en un estudio histórico de la
Biblia convicciones basadas en la fe deben
considerarse irrelevantes; pertenecen al conocimiento subjetivo y no objetivo.”77
Lo que Pfeiffer señala, por cierto, es un problema con el cual todo cristiano que hace investigaciones eruditas tiene que bregar. ¿Cómo
podemos hacer investigaciones objetivas sin
negar la revelación especial de Dios? Aquí no
podemos entrar en esta cuestión. Pero quere-
19
mos llamar la atención al hecho de que muchos cristianos han aceptado conclusiones que
últimamente dependen de una perspectiva que
niega lo sobrenatural. Creen que son conclusiones “científicas”, que son comprobadas,
cuando en realidad dependen de una cierta
perspectiva filosófica y bajo análisis, también
resultan ser muy subjetivas y dependientes de
una fe naturalista.78
Otra objeción a la postura aquí expuesta es
que hoy día más evangélicos están aceptando
la teoría documentaria.Ya no la ven en conflicto con una doctrina alta de inspiración divina.
Es cierto que algunos eruditos considerados
conservadores han aceptado cierta forma de la
hipótesis documentaria. Como vimos, por causa de las muchas modificaciones, es más fácil
para un evangélico aceptar la hipótesis ahora
que antes.79 Pero aceptar algo porque ya no
choca tanto con la posición doctrinal o porque
la mayoría lo acepta no es lo mismo que aceptarlo por causa de la evidencia.80 Vale notar
unas observaciones de C.H.Gordon (hechas en
otro campo pero en un contexto semejante): "
Si he aprendido algo a través de casi medio
siglo de investigación es que uno debe mantener una mente abierta y debe evitar el peligro
de confundir la opinión de la mayoría con la
verdad.”81 También pone hincapié en que uno
no debe confundir la autoridad (de los eruditos) con la evidencia.82
Otra objeción que se oye es que los que rechazan la hipótesis documentaria la rechazan
porque no la entienden bien, no entienden los
miles de detalles estilísticos que apoyan la hipótesis. A esta objeción podemos hacer varias
observaciones. Primeramente, hay cierta razón
en esto. Sin duda algunos rechazan la teoría
sin haberla entendido bien. Asimismo algunos
la aceptan porque "la mayoría lo dice" sin entenderla bien.
También reconocemos que hay miles de
detalles estilísticos, pues hay miles de palabras
en el Pentateuco. La crítica del Pentateuco trabaja con muchísimos detalles. Especialistas
como Fohrer,83 Eissfeldt,84 Driver,85 von
Rad,86 Weiser,87 o Anderson88 pueden mostrar
muchos detalles convincentes para apoyar la
teoría. Pero nadie debe leer estos enfoques sin
a la vez considerar los miles de detalles que
usan especialistas como Harrison,89 Young,90
Manley,91 Allis,92 Cassuto,93 Kline94 y Kitchen95 para mostrar lo contrario.
En tercer lugar sería tremendamente difícil
mostrar que especialistas como Young, Harrison, Allis o Cassuto no entendieron los detalles de la hipótesis documentaria. Ellos muestran una gran capacidad de manejar detalles y
un gran conocimiento del hebreo además de
las lenguas y literatura del Antiguo Cercano
Oriente. Aun más, uno como Cyrus Gordon
que domina tantos detalles estilísticos como
exhibe el Ugaritic Texbook96 y que maneja
todas las literaturas del Antiguo Cercano
Oriente en sus fuentes originales, nunca podrá
ser acusado de no entender la hipótesis documentaria. Más bien podemos decir que precisamente porque la entendió bien y a la vez entendió las otras literaturas rechazó aquella teoría.
A veces se oye la queja que los que rechazan
la hipótesis documentaria ofrecen argumentos
contra este detalle o aquello, pero que no han
tomado en cuenta la continuidad de los documentos J, E, y P. Este tipo de estudio requiere
el manejo y la explicación de muchos detalles
y en muchas introducciones (de ambos lados)
no se toca este aspecto. Sin embargo, se han
hecho buenos estudios de la continuidad de los
documentos en que se encuentra que, precisamente en este aspecto, la hipótesis documentaria queda débil. El documento P es muy esquemático en Génesis y su narración da por
sentado detalles que solo se encuentran en J y
E.97
Los criterios lingüísticos no son convincentes ya que muchas palabras usadas como criterios distintivos se encuentran sólo una, dos o
tres veces. Además, la naturaleza del tema a
menudo determina el escogimiento del vocabulario. Dice Orr que muchas de las supuestas
señales de P están ausentes tanto de la mayoría
20
de P como de J, E.98 Allis nota lo artificial
de las divisiones en casos como Génesis 19.29
donde parece que el motivo de asignar este
versículo a P (el único vs. P en Génesis 18-20)
es el intento de encontrar una continuidad en la
narración de P.
Asimismo se puede cuestionar la división
entre J y E. Aun los críticos más convencidos
admiten lo difícil de distinguir entre J y E, especialmente después de Génesis. Como en el
documento P, los criterios usados para encontrar J y E parecen débiles. Hablan del uso de
palabras distintas (J-Sinaí, E-Horeb), pero muchas de estas palabras ocurren tan pocas veces
(Horeb ocurre en E tres veces y uno tiene que
preguntarse si la división no se debe más a la
ingeniosidad de los eruditos. Dicen que E
muestra interés en visiones; pero J también
incluye visiones y parece que a veces un pasaje está asignado a E solamente porque habla de
visiones. Así que la supuesta continuidad del
documento depende más bien de los que han
hecho las asignaciones y los criterios arbitrarios que usaron.
Debemos aclarar que hoy día no se da este
afán de "pararse en pelillos". Las diferencias
entre los "expertos" y el énfasis en corrientes
de tradición oral han mostrado la futilidad de
hacerlo. Ahora se reconoce que el futuro de
estudios pentateucos no queda en este análisis
(cirugía) minucioso de documentos sino en la
aplicación de los conocimientos del Antiguo
Cercano Oriente a nuestro entendimiento de
las escrituras.
En 1968 W. F. Albright dijo, “El descubrimiento de variaciones textuales (en Qumrán)
con límites relativamente amplios antes del
tercer siglo a. C. hace completamente absurdo
el análisis minucioso del Pentateuco que se
puso de moda después de Wellhausen. Un
acercamiento tan subjetivo a los problemas
literario-históricos siempre era sospechoso.
Ahora es irracional .99
21
Algunos aportes recientes100
Varios trabajos importantes en los últimos
veinte años han desechado la hipótesis documentaria. En una obra importante sobre Génesis 1-17, Victor Hamilton101 analiza varios de
estos aportes. Rolf Rendtorff rechaza la hipótesis documentaria tradicional. Pero no rechaza
la idea de diferentes documentos; más bien, en
lugar de J, E, D y P, propone la existencia independiente de seis grandes unidades: 1) la
historia primitiva, 2) la historia patriarcal, 3) la
historia del éxodo, 4) la estadía en el desierto y
6) el establecimiento en la tierra.
Su razón fundamental es esencialmente un
argumento del silencio. El razona que la historia primitiva manifiesta una mínima conexión
con la historia patriarcal, y aun más la del éxodo con respecto a la patriarcal. ¿Cómo puede
uno justificar el hablar de J en estas tres secciones cuando cada una de ellas revela más
autonomía que relación literaria.
Después Hamilton describe la escuela de criticismo retórico que lidera I.M. Kikiawada. Si
bien ellos ponderan los aportes de la hipótesis
documentaria, luego afirman que ahora la hipótesis documentaria debe ser descartada. Y
para llegar a otra conclusión el autor demuestra que los caracteres retóricos de Génesis 1-11
por ejemplo, están distintivamente unidos en
un tapiz constituyendo una inexpugnable razón
para la unidad de la sección y la evidente
composición de una sola mano o autor. Él observa, por ejemplo, en Génesis 1-11 una quíntupla estructura que refleja muy bien la quíntupla estructura en la épica de Atrahasis.
Otro crítico importante, Gary Rendsburg, en
un reciente estudio sobre Génesis, también
presenta convincentes argumentos contra la
hipótesis documentaria empleando toda una
forma de criticismo retórico. Rendsburg elabora una fuerte razón para una estructura intencionalmente literaria en la historia primitiva, el
ciclo de Abraham, el ciclo de Jacob y el ciclo
de José. Así, tan uniforme es cada una de estas
secciones que Rendsburg está proponiendo un
único compilador para cada una de ellas y la
estructura integrante para todos los ciclos.
Hamilton concluye su análisis diciendo que
no es necesario creer que un punto de vista
evangélico de las Escrituras esté casado a la
autoridad mosaica de Génesis. Sin embargo es
significativo que los recientes estudios han
tendido a apoyar la unidad esencial del Génesis.102
Las teorías del estructuralismo en la antropología han influido en los estudios bíblicos. Así
varios autores están investigando las estructuras de los perícopes o relatos del Pentateuco.
Adele Berlin dice que generalmente se da
por sentado que la narrativa bíblica es narrada
en la tercera persona por un narrador omnisciente. Pero, según Berlin, la narrativa no es
comunicada únicamente a través de la boca del
narrador. Lejos de dar una uniforme presentación de una serie de eventos, el narrador emplea una cantidad de técnicas las cuales dan al
lector una perspectiva múltiple de la historia.
Así, el autor puede hablar según el punto de
vista de un personaje a través de toda la obra,
o puede saltar a un punto de vista ventajoso de
algún otro personaje.
Se puede hablar de tres sentidos en los cuales el término "punto de vista" puede ser aplicado:
1. El punto de vista "perceptual" - la
perspectiva a través de la cual los eventos de la narración son percibidos.
2. El punto de vista "conceptual": la
perspectiva de actitudes, concepciones
y cosmovisión.
3. El punto de vista "de interés": la perspectiva del beneficio o prejuicio de
alguien.
Lo que, entonces, a los críticos parecen
ser relatos paralelos (documentos paralelos)
son realmente estos cambios de "punto de vista." Puede haber lagunas, inconsecuencias, retoques y cambios de vocabulario en la narración bíblica, pero estos pueden verse como
parte de una técnica literaria y no necesariamente señales de fuentes paralelas. Todo el
énfasis en la crítica de fuentes apunta hacia la
fragmentación de la narración en fuentes paralelas, mientras que, al mismo tiempo hace caso
omiso de las características retóricas y poéticas
que indican la narración.103
Detrás de esta autora se puede ver un acercamiento estructuralista al texto bíblico que
propone una interpretación sincrónica del texto. Lo que sigue es un ejemplo en que Berlin
indica la diferencia entre un análisis según la
hipótesis documentaria y un análisis sincrónico de estructura.
1. LA DIVISIÓN DE GÉNESIS 37.18-30
SEGÚN LA HIPÓTESIS DOCUMENTARIA:
Documento o estrato "J" (vv. 18-20, 25-27,
28b)
18 Cuando ellos lo vieron desde lejos, antes de que se acercase, actuaron engañosamente contra él para matarle. 19 Se dijeron el uno al otro: --¡Ahí viene el de los
sueños!
20 Ahora pues, venid: matémoslo y echémoslo en una cisterna. Después diremos:
“Alguna mala fiera lo devoró." ¡Veamos
en qué van a parar sus sueños! 25 Después
se sentaron a comer, y alzando los ojos miraron, y he aquí que una caravana de ismaelitas venía de Galaad con sus camellos
cargados de perfumes, bálsamo y mirra para llevarlos a Egipto. 26 Entonces Judá dijo
a sus hermanos: --¿Qué provecho hay en
matar a nuestro hermano y en encubrir su
sangre? 27 Venid, vendámoslo a los ismaelitas. No pongamos nuestra mano sobre él,
porque es nuestro hermano, nuestra carne.
Sus hermanos estuvieron de acuerdo con
él. 28b y lo vendieron a los ismaelitas por
20 piezas de plata.
Documento o estrato "e" (vv. 21-24, 28a,
28c-30)
21 Cuando Rubén oyó esto, lo libró de
sus manos diciendo: --No le quitemos la
vida. 22--Y Rubén añadió--: No derraméis
sangre. Echadlo en esta cisterna que está
22
en el desierto, pero no pongáis la mano
sobre él. Era para librarlo de sus manos a
fin de hacerlo volver a su padre. 23 Sucedió que cuando José llegó hasta sus hermanos, ellos despojaron a José de su túnica, la túnica de diversos colores que llevaba puesta. 24 Lo tomaron y lo echaron en
la cisterna. Pero la cisterna estaba vacía,
sin agua. 28a Y cuando pasaban los mercaderes madianitas, sacaron a José,
subiéndolo de la cisterna. 28c Estos se llevaron a José a Egipto. 29 Cuando Rubén
volvió a la cisterna y no halló a José allí,
rasgó sus vestiduras. 30 Volvió a sus hermanos y les dijo: --¡El joven ha desaparecido! Y yo, ¿a dónde iré?
Argumentos para pensar que es un relato
compuesto de dos documentos:
a) Uno llama a los mercaderes ismaelitas;
otro los llama madianitas.
b) El v. 28 no puede ser la continuación de
vv. 25-27, más bien es relato paralelo.
c) Todo el pasaje, caps. 37-39; en J, los
hermanos venden a José a los ismaelitas;
en E los hermanos lo echan en una cisterna
de donde es robado por madianitas.
2. EL MISMO PASAJE VISTO CON LA
ÓPTICA DE "LA POÉTICA BÍBLICA"
(Noten que los estructuralistas, a partir de
un lingüista que se llamaba Saussure, señalan que junto al método histórico se debe
analizar al texto en forma sincrónica, es
decir analizar un texto dado como un sistema, un conjunto de elementos combinados y articulados en una estructura cuyo
análisis nos va a servir para interpretar el
texto.)
Las explicaciones que da Berlín son las
siguientes:
a) El narrador cambia su "punto de vista"
con diferentes escenas. En Gn 37.1-12 el narrador está con José y su familia; en vv. 1217, está con José en su viaje; de repente en v.
18 cambia y muestra la escena desde el punto de vista de los hermanos de José. Lo que a
los críticos parecen ser diferentes relatos
realmente son estos cambios de escenas o
"punto de vista."
b) A veces el narrador agrega algún detalle para ayudar al "oyente" o "lector."
c) Verso 18 indica un cambio de escena
de los vv. Anteriores.
d) Versos 19-20 es una descripción de lo
mismo con el diálogo de los hermanos.
e) Versos 21-22 no son otro relato de 20;
21 dice que Rubén "lo libró" y 22-23 dan
los detalles.
f) En versos 23-24 José se acerca; el narrador queda neutral; no adopta el "punto
de vista de los hermanos."
g) Verso 25: los hermanos se sientan a
comer y ven la caravana que pasa.
h) Judá habla, hace eco de las palabras de
sus hermanos en v. 20 y las de Rubén en
verso 22.
i) Verso 27, "Sus hermanos estuvieron de
acuerdo con él" es literalmente "le escucharon." Hay un juego con la palabra "escuchar." En v. 21, Rubén "oyó" el plan de
todos; aquí todos "oyen" el plan de uno.
j) Verso 28, ismaelitas y madianitas se
usan como criterio para dividir pasajes.
Pero en otros pasajes bíblicos se usan juntos. Un estudio de la terminología para
tribus nómadas indica que a veces tanto
madianitas como amalecitas fueron identificados con ismaelitas (Cf. Jue 8:1,24).
"Es probable que en un tiempo los ismaelitas eran la confederación más importante de nómadas en el sur de Palestina, y
que su nombre era identificado con otros
grupos." El mismo texto puede indicar lo
mismo, pues habla de la "compañía de
ismaelitas" (caravana), y los "mercaderes"
madianitas.
k) Versos 29-30, No dice dónde estaba
Rubén cuando llevaron a José. Aparentemente aun los hermanos ya estaban en
otro lugar.
1) "No solamente es el argumento integrado y libre de mayores inconsecuencias,
pero hemos mostrado que hay varios
vínculos lingüísticos y retóricos entre las
partes que tradicionalmente han sido consideradas diferentes fuentes... Ejemplos
23
como estos se ven, por los "críticos retóricos," como indicación de ingeniosidad
e integridad artísticas."104
¿Qué podemos afirmar?
Nos hemos propuesto trazar algunas líneas
de evidencia en la crítica literaria del Pentateuco. Aunque aquí no desarrollamos una hipótesis sustituta de la hipótesis documentaria
tradicional, podemos señalar algunos puntos
que creemos poder afirmar:
1) En cuanto a la crítica literaria del Pentateuco debemos guiarnos más por categorías derivadas del estudio de otras literaturas del Antiguo Cercano Oriente.
2) La hipótesis documentaria tradicional no
es la única posibilidad; hay varias alternativas que pueden explicar mejor la evidencia.
3) Debemos reconocer la existencia de ciertas
fuentes en el Pentateuco. Un ejemplo sería
Génesis 1 y 2. No son contradictorias pero
muestran diferentes enfoques. Se ve más
indicación de fuentes en Génesis que en lo
demás del Pentateuco. Podemos aceptar
que el autor usó varias tradiciones, quizá
algunas escritas (i.e., tablillas delineadas
por "estas son las generaciones de") y otras
trasmitidas oralmente.
4) Las narraciones históricas del Pentateuco
son altamente confiables por que reflejan
bien la cultura que afirma describir.
5) Hay muy poca materia en el Pentateuco que
requiera una fecha posterior a la época mosaica.
6) Hay algunos pos-mosaicismos en el Pentateuco. Estos se pueden atribuir a aclaraciones editoriales de escribas más tarde, como
hacían los escribas en el Cercano Oriente
Antiguo (p. e. en Egipto). Aun el erudito
conservador E. J. Young dice: "Cuando
afirmamos que Moisés escribió el Pentateuco, o que es su autor, no queremos decir
que él necesariamente haya escrito cada
palabra. No sería razonable insistir en
ello... Por otra parte, bajo la inspiración di-
vina pueden haber habido adiciones y aun
revisiones posteriormente.”105
7) El Pentateuco como obra entera demuestra
una unidad extraordinaria. La mayoría de
las teorías de su origen no hacen justicia ni
a la unidad de narraciones individuales ni a
la unidad que se encuentra en la totalidad
del Pentateuco.
8) Moisés es el personaje clave para el origen
del Pentateuco como para la historia de Israel. Si él no fuera su arquitecto principal,
seria necesario postular otro personaje semejante.
Pero aquí vemos varias alternativas. Deuteronomio afirma ser de Moisés (aunque otra
persona pudo haber hecho la redacción final),
pero de Génesis a Números nunca dice que
Moisés escribió todo. A la vez la tradición judía debe tomarse en serio. ¿Será que Moisés
escribió Deuteronomio, y grandes bloques de
lo demás, pero que otro lo juntó después, y que
Moisés mismo usó muchas tradiciones orales y
escritas que ya existían? Lo que propone
Wenham en su artículo, "Moisés y el Pentateuco", en el Nuevo Comentario Bíblico, parece acertado. Dice que Exodo y Números no
parecen bien organizados, parecen más como
apuntes del viaje, de Moisés, pero que alguien
después los puso en orden. Pero cree que Génesis, Levítico y Deuteronomio bien pueden
ser escritos por Moisés.
Harrison cree que el Pentateuco pudo entrar
en forma final para el tiempo de Samuel; otros
dirían para el tiempo de Josué; otros dirían en
el mismo tiempo de Moisés. Aquí no podemos
ser dogmáticos, pero creemos que la materia
del Pentateuco básicamente, viene de Moisés.
Con razón el Pentateuco se conoce a través de
las demás Escrituras como "La ley de Moisés”.
Hemos intentado mostrar algunas de las evidencias que tenemos para la crítica literaria del
Pentateuco. Aunque hemos hecho cierta polémica contra la hipótesis documentaria tradicional que por los abusos ha engendrado un escepticismo hacia las narraciones y la autoridad
del Pentateuco, reconocemos que lo importan-
24
te no es una cierta postura dada. Lo más importante es reconocer el mensaje que Dios revela allí. La apertura y cautela de Asensio merece mencionarse. Recomienda una "Actitud
de prudencia y espera abierta, antes de rechazar o admitir definitivamente posiciones en
movimiento.”105 El gran especialista E. J.
Young dijo: “Las teorías vienen y van pero las
Escrituras seguirán bendiciendo a los hombres,
porque son la Palabra del Dios Eterno.”107
Que entendamos y usemos bien estas Escrituras debe ser el móvil de todos los estudios pentateucos.
Adiciones, 2004.
Este artículo fue escrito hace 30 años para
ayudar a los estudiantes a ver las evidencias
que existen para sostener, sobre el origen del
Pentateuco, una perspectiva más de acorde con
lo que la Biblia misma propone. En aquel
tiempo, hace treinta años, en muchos círculos
eruditos se daba por sentado que la hipótesis
documentaria era una verdad, no sólo una teoría. Cualquiera que quisiera proponer la unidad
del Pentateuco y un origen mosaico sencillamente no sabía de qué hablaba, era antiintelectual, su posición era absurda.
Pero, la situación ha cambiado. Lo que se
describe en la adición de 1996 (Cf. Pág. 21)
sigue aun más pronunciado. Aunque muchos
siguen agarrados a la teoría documentaria,
porque ninguna otra ha encontrado consenso,
reconocen que hoy hay un desorden pronunciado en estudios sobre la crítica del Pentateuco. Surgen muchas teorías. Whybray no encuentra ninguna razón de pensar que la primera edición del Pentateuco no pudo ser la edición final (excepto por la posibilidad de unas
pocas adiciones).i Pero, Whybray, siguiendo
el paradigma que está de moda en cuanto a las
fechas, cree que fue escrito muy tarde, en el
tiempo del exilio.
Asimismo, Rendtorff, aunque da por sentado
que fue escrito tarde, dice: “Tiene que ser concedido que realmente no poseemos criterios
confiables para fechar la literatura patriarcal.
25
Todas las fechas que ponen para las ‘fuentes’
del Pentateuco son puramente suposiciones
hipotéticas que a lo largo deben su existencia
al consenso de los eruditos.”ii
Sobre el desorden en este campo dice
Whybray que la completa falta de acuerdo,
ahora, sobre la composición del Pentateuco
debe advertir al estudiante que las teorías a
cerca de las diferentes partes del Pentateuco
son extremadamente subjetivas.iii
sólo como una obra literaria; no como un
trabajo histórico.
Se nota a qué ha llegado la erudición que
niega tomar en serio la perspectiva que la
misma Biblia presenta, para forzar sobre ella
un paradigma basado en el racionalismo humano. Trata de explicar cada perícope que supuestamente el Yahvista escribió. Por ejemplo,
comentando Exodo 13, dice:
“El
Rendtorff dice que es absurdo tratar de encontrar una teología del Yahvista (J) distintiva
de la teología de todo el Pentateuco. Sobre el
supuesto documento P, dice: “Es claro que no
se puede demostrar una narrativa-P coherente
en la historia patriarcal.”iv
Pero el rechazo de la antigua hipótesis documentaria no significa que los eruditos estén
regresando a creer más lo que dice el Pentateuco. Más bien muchos siguen escépticos sobre el valor histórico de los relatos en el Pentateuco. Por ejemplo T. L.Thompson dice: “La
Historia de Salvación no es un documento histórico de eventos salvíficos abierto al estudio
del historiador. La Historia de la Salvación no
aconteció; es una forma literaria que tiene su
propio contexto histórico. De hecho, podemos
decir que la fe de Israel no es una fe histórica,
en el sentido de una fe basada en eventos históricos; es más bien una fe dentro de la historia.”v Para Thompson el Pentateuco es una
obra literaria, escrita mucho más tarde y no
sirve para hablar de eventos históricos.
Lemche también niega el valor histórico
completamente. Dice que las narraciones del
Pentateuco no nos dicen nada acerca de la historia. “Todo esto añade a la impresión que el
mundo de los patriarcas es una ficción, no es
realidad. Aquel mundo no representa el mundo
verdadero.”vi
Van Seters todavía acepta la existencia de
los escritos “J” y “P”; cree que el Yahvista
tomó las tradiciones del pueblo y escribió su
documento durante el exilio.Van Seters lo trata
Yahvista transformó la práctica del sacrificio humano por instituir la ley de redención. Tal vez ya había algo de eso en la ley
de la sustitución de animales limpios por los
inmundos, como por un asno, que sugiere esta interpretación para humanos también. De
todos modos J creó una etiología de la décima plaga en que la redención del primogénito se usa para conmemorar su redención de
Egipto. Sacrificar el hijo de uno ya no más
era un acto de piedad; más bien era una violación de ley divina e una incredulidad en
Yahvé como redentor. Solamente fue por
medio de esta nueva etiología histórica que
una transformación tan radical de la piedad
pudo hacerse.”vii
En otro artículo he explicado más como se
ha formado un “paradigma” escéptico que ha
dominado en los estudios antiguotestamentarios (Art 4 en este mismo Módulo 5 de PAT
1). El libro de Thomas Kuhn sobre revoluciones científicas mostró como se forman
“paradigmas” en las varias ciencias.viii Las
teorías científicas a menudo no se construyen detalle por detalle por medio de la acumulación de hechos o datos, como muchos
han asumido, sino por una revolución en que
un paradigma es vencido por otro. Cuando
ya un paradigma es dominante, todas las teorías e interpretaciones de los fenómenos (o
datos) serán estructuradas para ajustarse al
paradigma. Se pone énfasis en los “datos”
que caben fácilmente en el paradigma, pero
explicaciones elaboradas se darán para intentar explicar los datos que no caben.ix
Puesto que ya creer en la intervención de
lo sobrenatural, la profecía predictiva, los
milagros y, por supuesto, la existencia de
una revelación divina autoritativa no cabe en
el paradigma, es necesario inventar teoría
sobre teoría para intentar explicar por qué los
escritos bíblicos se han considerado sagrados
y quizá sacar algo de enseñanza de ellos.
Por supuesto hay todo grado de aceptación
del paradigma que domina. En muchos
círculos eruditos uno está descalificado si no
acepta el paradigma de moda. Sin embargo
hay muchos que hacen su trabajo con un paradigma más de acorde con lo que la misma
Biblia da por sentado.
Duane Garrett, en un estudio muy creativo
sobre Génesis, analiza las varias teorías sobre el origen de Génesis. Aunque no entra en
discusión de los otros libros del Pentateuco,
sus conclusiones ciertamente afectan todo el
Pentateuco.
Garrett, con buenas razones, rechaza la hipótesis documentaria y las fechas tardías para la composición de Génesis. Se queja de
que a menudo uno rechaza las teorías que están de moda, pero no ofrece otra teoría más
aceptable.
Entonces Garrett ofrece otra teoría sobre el
origen de Génesis. Cree que las tradiciones
aun de los patriarcas pueden haber sido escritas bien temprano. Ningún erudito ha demostrado convincentemente la habilidad de
distinguir y separar tradición oral en los textos del Antiguo Testamento. Dice que las
teorías de crítica de formas de Gunkel y sus
seguidores se basan en teorías folklóricas
dudosas y analogías falsas entre la literatura
de otras culturas y el Antiguo Testamento.x
Pero Garrett no rechaza todo el trabajo sobre fuentes. Piensa que las toledot frases en
Génesis pueden indicar fuentes que el autor
usó. Piensa que esas tradiciones fueron escritas quizá aun en tiempos de los patriarcas.
Aun sugiere que fueron guardados por el
26
pueblo durante su estadía en Egipto. Especula (y reconoce que es especulación) que
quizá la familia de Leví ya había tomado un
papel de guardar estas tradiciones.
También Garrett utiliza el estudio de
Kikiwada sobre la estructura de atrahasis y
sus paralelos con Génesis 1-11. Es un ejemplo de buscar géneros o formas de la literatura antigua en vez de forzar géneros modernos sobre la Biblia.
Encuentra que un sentido de alienación se
ve en todo el libro de Génesis. Adán y Eva
son expulsados del Jardín. Los hombres están alienados de Dios. Abraham tuvo que separarse de su país y su familia. Lot tuvo que
huir de Sodom. Jacob era extranjero donde
quiera que fuera. Los hijos de Jacob eran
extranjeros en Egipto. “El texto entero de
Génesis, una épica ancestral, destaca, sobre
todo, que Israel es el más extranjero de pueblos en un mundo alienado. Este sentido está
atenuado sólo por las promesas de Dios. En
ellas hay esperanza de finalmente encontrar
un hogar.
Entonces, dice que hay solamente dos épocas posibles para ubicar la composición de
Génesis, o en el tiempo del Exodo y peregrinaje o en el cautiverio babilónico. Encuentra
que ni el texto completo de Génesis ni ninguna de sus fuentes se relaciona con el cautiverio babilónico. Garrett da muchas razones por qué es difícil tratar de relacionar Génesis con el cautiverio. Concluye que el mejor tiempo para el origen de Génesis es el
tiempo del Exodo. Acepta que algún otro de
Moisés pudo haberlo redactado. También
acepta que pudo haber retoques escribales
después.
La propuesta de Garrett muestra que uno
puede hacer buen trabajo con un paradigma
que toma en serio lo que los escritos bíblicos
dicen de sí mismo. Puede ser que algunos
detalles no sean correctos, pero es loable no
sólo rechazar las teorías escépticas sino también proponer una teoría más sana.
27
No podemos pretender dar todas las respuestas que surgen. Sin embargo, si tomamos en serio la enseñanza del mismo Antiguo Testamento y la enseñanza de Jesús y
los apóstoles, tomaremos en serio lo que dice
el Pentateuco de sí mismo y lo que enseña.
1. Algunos siguen la pauta de Noth y von Rad y otros
siguen más la posición del gran erudito francés Rolando de Vaux, quien pone más énfasis en corrientes
de tradición oral pero sigue las líneas generales de las
divisiones en J E D y P. Entre estos Salvador Muñoz
Iglesias, Introducción a la lectura del A.T. (Taurus,
1965); Luc. H. Grollenberg, Visión nueva de la Biblia
Herder, 1972); y la Introducción al Pentateuco y las
notas de La Biblia de Jerusalén.
2. Dos obras en español que dan evidencia detallada son
John E. Steinmueller, Introducción especial al A.T.
(Buenos Aires: Desclée de Brouwer, 1951); y J. Lange, Introducción al A.T., Concordia, 1962.
3. Admitimos, sin embargo, que muchos de los trabajos
dan pocas razones y simplemente se apoyan en el hecho que la mayoría acepta tal hipótesis.
4. J. Wellhausen; Prolegomena zur Geschichte Israels,
1878
5. Esto fue escrito hace unos veinte años; ahora la situación está cambiando y varios eruditos europeos están sugiriendo que debemos abandonar la hipótesis
documentaria. (Ver adiciones al final de este escrito.)
6. Thomas S. Kuhn, The Structure of Scientific Revolutions. Univ. of Chicago Press, 1962
7. Volveremos a tocar este asunto en la conclusión.
8. George M. Landes, Reseña de Speiser, "Génesis" en
Interpretación 19 (1965), 331.
9. Cyrus H. Gordon, “Higher Critics and Forbidden
Fruit”, Christianity Today 4 (Nov. 23, 1959 , 331-34.
10. Lange, op. cit.
11 S. R. Driver, An Introduction to the Literature of
the Old Testament, 1897 (Meridian Books, 1967).
12. La teoría de Wellhausen estuvo tan dogmáticamente
atrincherada en las universidades que Gunkel, aunque
genio, tuvo dificultades en conseguir una cátedra porque difería de la doctrina pura del sistema Wellhausiano.
13. En este esquema Gí, G2 y N sirven como bases para
documentos.
14. Aunque hay más acuerdo en líneas generales. Cf.
La nota 24.
15. R. K. Harrison, Introduction to the Old Testament
Eerdmans (1969), p. 532.
16. Véase la discusión en Harrison, op. cit. p. 637.
17. Para una discusión más detallada de los detalles
sobre estas leyes, ver Harrison, op. cit., PP. 642 - 49 o
G.T. Manley, The Book of the law (Tyndale, 1957).
18. George E. Mendenhall, Law and Covenant in
Israel and the Ancient Near East (Pittsburg, Pa.,
1955). Hillers amplía la discusión e incluye textos de
pactos hititas (Delbert A. Hillers, Covenant: The History of a Biblical Idea (John Hopkins, 1969). Los textos que usan son de ANET, PP. 203 -206.
19. Meredith G. Kline, The Structure of Biblical Authority (Erdmans, 1972) : este estudio apareció antes
en su libro Treaty of the Great King (1963).
20. Según Kline, esto explica la noticia de la muerte de
Moisés. Cuando Moisés murió, algún oficial añadió
este dato para hacer oficial la sucesión de Josué.
21. Ibid., p. 153.
22. Hillers, op. cit., pp. 68, 69.
23. Como hace von Rad.
24. Kline, op. cit., p 153.
25. Dice John Bright, "Uno debe empezar por advertir al
lector que no es posible hacer declaraciones generales
en cuanto a ninguna fase de la critica Bíblica hoy día
sin arriesgar sobre-simplificarlo. Todo el campo está
en un estado de flujo. A veces da la impresión que se
está moviendo en varias direcciones a la vez que se
cancelan mutuamente" ("Modern Study of Old Testament Literature" en The Bible and the Ancient Near
East, ed. G. Ernest Wright, Doubleday & Co., 1965),
p. 2. Luego dice, "Más positivamente, el sorprendente acceso al conocimiento del A. Orient e Israel que
se ve recientemente, ha servido tan drástica que casi
equivale a su abandono" (Ibíd., p. 5).
En la misma obra, Mendenhall dice, "Además, posiciones eruditas tomadas como establecidas por consenso general por la anterior generación de eruditos
ahora se han hecho propiedad común entre las gentes educadas quienes no se dan cuenta que ya no están al día en sus puntos de vista sobre los orígenes y
la historia de la religión Bíblica". ("Biblical History
in Transition", Ibid., p. 27).
26. Cyrus H. Gordon, artículo citado.
27. Derek kinder, Génesis (Tyndale Press, 1967), p. 19.
28. G.R. Driver, Canaanite Myths and Legends (T & T
Clark, 1956), pp. 70 -72.
29. K.A. Kitchen, Ancient Orient and Old Testament
(London: Tyndale Press, 1966), p. 121.
30. Kline, op. cit., p. 53, n. 17.
31. Kitchen, op. cit., p. 123.
32. Ibid., p. 117.
33. C. H . Gordon, "Virgil and the Near East", Ugarítica VI (París, 1969), pp. 256 - 287.
34. Kitchen, op. cit., p. 128.
35. Harrison, op. cit., p. 526.
36. Ibid., p. 523.
37. G. Lambert, Babylonian Wisdom Literature, 1960
38. Edwin yamauchi, Composition and Corroboration
in Classical and Biblical Studies (Presbyterian &
Reformed, 1966), p. 8.
39. A través de esta crítica se notan paralelos casi exactos al camino que han seguido los críticos del Pentateuco.
28
40. Yamauchi, op. cit., p. 9.
41. Ibid., p. 38. citado de H. T. Wade - Gary, The Poet
of The Illiad (Cambridge Univ. Press, 1952, p. ix).
42. Ibid., p. 29.
43. Uno puede preguntarse, ¿ por qué ? Creemos que en
algunos casos es porque si uno abandona esta "insignia de respetabilidad ecuménica interconfesional" (como dice Gordon) inmediatamente
le fichan de fundamentalista, tendencioso o prejuiciado. La fuerza de una teoría establecida y que
concuerda con la filosofía que está de moda es
grande. Sin embargo, el hecho que la hip. doc. del
Pentateuco va modificándose tanto puede indicar
que su abandono está cerca. Cada vez más será
visto como un vestigio de la filosofía de otra época.
44. John Bright, La historia de Israel (Methopress,
1966), p. 75.
45. Ibid.
46. G. Ernest Wright, " Biblical Archaeology Today ",
New Directions in Biblical Archaeology, Freedman
and Greenfield (eds.) (Doubleday & Co., 1971), p.
169.
47. Bright, Historia, p. 81
48. Ibid. pp. 74-92.
49. Harrison, op. cit.
50. Kitchen , op. cit.
51. Charles Pfeiffer, The Biblical World (Baker Books
House, 1966).
52. Bright, Historia , p. 85.
53. Por esto Cyrus H. Gordon dice que para estudios
antiguotestamentarios uno debe estudiar la lengua
egipcia.
54. Bright, Historia , p. 83.
55. Aceptamos que declaraciones como "antes que hubiera rey en Israel" pueden ser glosas escribales
mas tardías.
56. Yehezkel Kaufmann, The Religion of Israel (London: George Alíen & Unwin, 1961), p. 203.
57. Ibid., p. 200.
58. Bright, Historian, p. 94.
59. Nahum Sarna, conferencias de clase, Universidad de
Brindéis.
60. James Orr, The Problem of the Old Testament
(Chas. Scribers Sons, 1911), p. 152.
61. Walter Eichordt, Theology of the Old Testament, 2
Tomos (Westminster Press 1961) I, p. 84.
62. Un ejemplo sería el año sabático.- Hace 70 años los
críticos decían que esto viene del segundo templo
(después del exilio). Ya sabemos que en tiempo
tan temprano como en Sumer se fijaron ciertos
años cuando hubo remisión de deudas y el regreso
de tierras a su dueño anterior. Los textos de Ugarit sugieren algo semejante también.
63. Pero no podemos concluir de esto que todo el pueblo pudo escribir. Puede ser que este joven era un
escriba. Lo que queremos destacar es que Palestina no era diferente de lo demás del A.C.O. donde
el arte de escribir jugó papel importante en la
cultura de mucho tiempo antes de Moisés.
64. Kaufmann, op. cit., p. 203.
65. Hay mas detalles de esta índole. Por ejemplo entre
los patriarcas uno podría casarse con su hermanastra si tenía diferente padre. Pero mas tarde la ley lo
prohibe (C. H. Gordon, The Ancient Near East, p.
123).
66. De la poesía ugarítica sabemos que más temprano El
era el dios principal pero mas tarde Baal se hizo
poderoso y más popular. Estas poesías se escribieron ca. 1500 a.C. y se supone que la mitología que
representan se formó varios siglos antes.
67. Mendenhall, op. cit., p. 39. Mendenhall observa
otros detalles semejantes.
68. Steinmuller, op. cit. incluye algunos otros detalles
de esta índole.
69. Como von Rad. Hemos tratado este punto en otro
trabajo. Implicaciones interpretativas de la hipótesis documentaria.
70. Tal hipótesis cae en muchas inconsecuencias. Por
ejemplo dicen que Gn. 1 es P y no se ve otra vez
hasta Gn. 5. Pero Gn. 5 pone énfasis en el reino de
la muerte. Entonces en P no habría ninguna explicación de cómo el hombre llegó a tal situación.
71. Kline, op. cit., pp. 27-44.
72. Ibid., p. 37.
73. Ibid.
74. Ibid.
75. Otto Eissfeldt, The Old Testament: an Introduction,
tr. Peter R. Ackroyd (Harper & Row, 1965), PP.
240-41. Dice Eissfeldt, " En conclusión, podemos
ofrecer una observación mas. Las etapas asumidas
por la crítica pentateuca para la formación del Pentateuco, como son expresadas en los signos L J E B
D H P y RJ RE RB RH RP son hipotéticas al mismo
grado como toda la crítica pentateuca es hipótesis;
aunque admitimos que descansan sobre argumentos
muy significativos.
76. Citado en Manley, op. cit., p. 14.
77. Citado en Oswald T. Allis, The Five Books of Moses (Presbyterian and Reformed, 1969), p. 277.
78. Dice Yamauchi: "Rechazar el testimonio de las
tradiciones y las evidencias corroborativas de la arqueología por una reconstrucción hipotética es optar por una alternativa sustituta que demanda una
gran ingeniosidad de parte de su fomentador y de
parte de otros aun mayor "fe" de la que se requiere
para confiar en las tradiciones mismas" (op. cit., p.
38). Yamauchi dice esto refiriéndose a la historia
de Troya y la historia Bíblica. Debemos decir que
esto es cierto en cuanto a la reconstrucción de la
historia de Israel también. Creemos que se aplica a
ambas, la hipótesis documentaria y la reconstrucción “escéptica” de la historia; además, la hip. doc.
tradicional usualmente da por sentado una reconstrucción de la historia. En los que aceptan mayor
validez de las tradiciones históricas (Bright, Al-
29
bright, etc.) uno ve poca influencia de la hip. doc.
Hasta que podemos cuestionar si es consecuente tal
combinación. Creemos que solamente puede ser
consecuente si uno modifica la hip. doc. tanto que
el papel de Moisés en su origen se destaca y casi
todo el material viene de tiempos tempranos, postura que es muy cerca a un abandono de la hipótesis.
79. No objetamos a estas formas bien modificadas.
Pero demasiados escritores siguen sacando conclusiones consecuentes con la forma más tradicional
de la hipótesis.
80. Sin duda hay una mezcla de motivos en cada caso.
No podemos juzgar los motivos de uno.
81. Cyrus H. Gordon, Before Columbus
(Crown~Publishers, 1971), p. 79.
82. Conferencias, Brandeis University, 1970.
83. Sellin - Fohrer, op. cit.
84. Eissfeldt, op.cit.
85. S. A. Driver, An Introduction to the Literature of
the Old Testament (Meridian Books, 1967, primera
ed. 1897).
86. G. von Rad, Teología del Antiguo Testamento. 2
tomos 1972).
87. Artur Weiser, The O.T.: its Formation and Development (Association Press, 1964).
88. Bernhard W. Anderson, Understanding the O.T. ,
1957.
89. Harrison, op. cit.
90. E.J. Young, An Introduction to the Old testament
(Grand Rapids: Eerdmans, 1958).
91. Manley, op.cit.
92. Oswald T. Allis, op.cit.
93. U. Cassuto, The Documentary Hypothesis, trans.
Israel Abrahams (1962).
94. Kline, op. cit.
95. Kitchen, op. cit.
96. Cyrus H. Gordon, Ugaritic Texbook, Analecta
Orientalia 38 (Pontificial Biblical Institute, 1965).
97. Allis (op. cit., pp. ll4ss) se dirige a la cuestión de la
continuidad de los documentos.
98. Orr, op cit., p. 337. Orr concluye que nunca existió
un documento P independiente. Sin embargo, el ve
cierta evidencia de un estilo diferente en partes atribuidas a P. Nota que el Pentateuco dice que Moisés escribió "el libro del Pacto" y los discursos de
Dt. También que el código levítico viene de él.
Orr insiste en la "mosaicidad" del Pentateuco pero
no cree que Moisés haya escrito todo. Sugiere que
Dt. existía independientemente aunque Moisés
también escribió mucho de lo demás. Pronto después de la conquista (o temprano en la monarquía)
juntaron todo. Sugiere que especialmente las leyes
no hubieran tenido mucha circulación, siendo más
que nada propiedad de los sacerdotes. Esto explica
algunas modificaciones que reflejan una época más
tardía.
99. W. F. Albright, Yahweh and Gods of Canaan (Garden City, New York; Doubleday & Co., 1968), p.
29. Albright nunca rechazó el esquema general
de J E D y P, pero reaccionó cada vez más contra
muchas conclusiones de los críticos.
l00. Este apéndice se agrega en 1996.
l0l. Victor P. Hamilton, The Book of Genesis, Chapters 1-17 (Eerdmans, 1990), 24-38.
102. Para esta síntesis he usado apuntes de Guillermo
Robert sobre el trabajo de Hamilton.
103. Adele Berlin, Poetics and Interpretation of Biblical
Narrative, Sheffield: The Almond Press, 1983.
104. Aquí termina el apéndice de 1996.
105. Young, op. cit., p. 52.
106. F. Asensio, " Génesis " en La Sagrada Escritura
(Biblioteca de Autores Cristianos, 1958) Tomo 1, p.
25.
107. E. J. Young, " History of the Literary Criticism of
the Pentateuch " en D. Guthrie, et. al The New Bible Commentary (Grand Rapids: Eerdmans, 1971),
p. 40.
Notas de la adición, 2004
i
R. N. Whybray, The Making of the Pentateuch.(JSOTSS 53,
1987), 232-233.
ii
R Rendtorff, The Problem of the Process of Transmission of the Pentateuch. JSOT Sup 89, 1990. Citado en
David W. Baker and Bill T Arnold, The Face of Old
Testament Studies. Baker Books, 1999.
iii
R. N. Whybray, Introduction to the Pentateuch
(Eerdmans, 1995), 135.
iv
Rendtorff, 132 y 156.
v
Thomas L Thompson, The Historicity of the Patriarchal Narratives Trinity Press International, 2002), 328.
Neils Peter Lemche, Prelude to Israel’s Past
(Hendrickson, 1998), 39.
vi
vii
John Van Seters, The Life of Moses: the Yahwist as
Historian in Exodus-Numbers (Westminster/John Knox
Press, 1994), 125.
viii
Tomas S. Kuhn, The Structure of Scientific Revolutions.
ix
Ver Duane A. Garrett, Rethinking Genesis: The
Sources and Authorship of the First Book of the Bible
(Mentor, Christian Focus Publications, 2000), 82.
x
Garrett, 44.
© 2002 Mervin Breneman
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