Subido por Fidel Sarmiento Sauza

CONSTRUIR, habitar

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CONSTRUIR, HABITAR, PENSAR.
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
Facultad de Arquitectura
Diseño Bioclimático
Sarmiento Sauza Fidel 201769667
Como seres humanos estamos adecuados a solucionar, a resolver nuestros problemas y
complicaciones de una manera regularmente práctica, pragmática. De forma que el esfuerzo
sea mínimo, de forma en que la comodidad sea más que óptima. Esto si bien no está mal,
cuando menos para la afronta que debemos hacer en la arquitectura se vuelve un
inconveniente en el momento en que dejamos de lado o la separamos, como si fuera un ente
distinto a la naturaleza.
La necesidad de entender el mundo en el que vivimos como un todo, y que nuestro deber no
sólo es la construcción para solucionar problemas espaciales, de vivienda. Sino que también
se debe hacer de una forma responsable y de resguardo para con nuestro entorno, ayudar a
que el ser humano se encuentre en cercanía con él y, aún más importante que sea capaz de
reconocerlo, de observarlo e interactuar con el de una forma responsable.
El ser es, pero es junto con un todo. No sólo somos los que diseñamos, construimos y
habitamos, somos los que modificamos y adaptamos el paisaje por ello es de suma
importancia entender que debe hacerse sustentablemente puesto que, esa modificación a la
naturaleza entra dentro de un espacio que ya estaba siendo ocupado, al que ya pertenecía
algo.
Contextualizar a nuestra época las problemáticas de esta índole es sumamente necesario,
puesto que el espacio que ocuparemos no volverá a ser igual, dejará su marca. Pero sobre
todo porque no es posible ni conveniente hacer una regresión a lo que en algún momento
pudo ser considerado como una edificación que cumplía con las características adecuadas
para cohabitar el espacio, puesto que el tiempo es otro y por tanto el contexto cambia.
Y si bien el contexto puede cambiar, no debe ser así el punto importante que es la
coexistencia del ser humano con la naturaleza, Heidegger lo toma como una cuaternidad de
mortales, divinos, cielo y tierra. Entendiéndolo como el todo que habita y cuida, es decir
hace bien su función de habitante de este planeta. Somos la comunión de entes que a pesar
del olvido ocasional o permanente del ser humano existe, aunque no prestemos atención a
esta, ahí está.
Cuando ésta idea sea correctamente interpretada y llevada a cabo nos encontraremos
haciendo una construcción que merezca la pena, que sea capaz de integrarse a su entorno y
pertenecer a él.
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